Capítulo 6: Aceptá que soy tu Padre Parte 1/2
James corrió lo más rápido que pudo sin mirar atrás en ningún momento, una vez que pensó que ya había corrido demasiado se detuvo y observó los alrededores respirando entrecortadamente, no vio a Adam por ninguna parte, se apoyó en una pared de un negocio y se llevó una mano al pecho, le faltaba el aire.
James: ¿es... es joda?
No podía creer lo que acababa de pasar.
James: Adam realmente está delirando... ¿de... de dónde sacó que soy su hijo? cual... cualquiera... mi madre me dijo hoy que no soy adoptado... además... él no tiene hijos ¿qué... qué le pasa?
Le costaba hablar porque seguía muy agitado, miró más detenidamente el lugar, estaba lejos de la cancha de hockey donde lo esperaban Kendall, Carlos y Logan, agarró su celular para pedirles a sus amigos que lo vayan a buscar pero se le había apagado por falta de batería.
James: ¡rayos!
Gritó sumamente molesto, acto seguido se guardó el celular en el bolsillo y exclamó frustrado.
James: no tiene batería la basura esta, eso me pasa por escuchar tanta música ¿qué hago ahora?
Se quedó pensando unos momentos hasta que finalmente llegó a una decisión.
James: ya era, caminaré hacia la cancha de hockey, no traigo plata ni para un taxi, debo hablar con mis amigos, tengo que avisarles, tengo que decirles...
Y se rió a carcajadas sin poder contenerse, cuando logró parar dijo medio llorando por la risa.
James: la cosa más estúpida y sin sentido que escuché en mi vida, seguro se reirán.
Se desacomodó su castaño pelo con una mano y empezó a caminar rumbo a la cancha de hockey, a medio camino le dio mucha sed.
James: ya no aguanto más...
Se quejó y detuvo el paso.
James: necesito tomar algo, lo que sea, cualquier cosa.
Metió la mano en el bolsillo de su jean en busca de plata, no tenía suficiente para un taxi pero si le alcanzaba para un refresco, observó los alrededores y vio un kiosco, se emocionó.
James: ¡genial! me compraré una Coca-Cola.
Entró al kiosco corriendo, se detuvo en seco delante del mostrador y pidió una bebida ante la atónita mirada del vendedor, de repente mientras esperaba vio que entraban dos policías, escuchó que uno le decía al otro.
Policía: este adolescente se adapta a la descripción.
James hizo un gesto como diciendo "¿qué flasha éste?" y preguntó con una ceja enarcada.
James: ¿qué?
Policía: vos.
Lo señaló mientras lo miraba severamente.
Policía: decime tu nombre, apellido y edad.
La cara de James reflejaba extrema confusión.
James: ¿por qué? ¿para qué? si no hice nada...
Policía: ¡ahora!
Gritó el policía con autoridad, James se asustó y dijo sin pensar.
James: James Diamond, tengo 18 años.
Los policías se miraron entre sí y dijeron al unísono.
Policía: atrapemoslo.
James arqueó una ceja.
James: ¿ah?
Antes de que James pudiera darse cuenta esos dos policías ya lo habían agarrado, uno lo sujetaba de un brazo y el otro del otro, James no se defendió porque no tuvo tiempo de reaccionar, no entendía nada.
James: pero... ¡¿qué?! ¡sueltenmé! ¡yo no hice nada!
Policía: tranquilo, lo sabemos.
James: ¿tranquilo?
James soltó una risa irónica y trató de zafarse, los policías lo agarraron con más firmeza, James soltó maldiciones.
Policía: te dijimos que te tranquilizaras.
James lo fulminó con la mirada.
James: andate a la mierda.
El policía hizo caso omiso de su comentario, el otro policía dijo.
Policía: es inútil que opongás resistencia James.
El kiosquero, que había estado observando todo en silencio, se animó a hablar.
Kiosquero: ¿qué está pasando oficiales?
Preguntó con confusión, luego señaló a James.
Kiosquero: suelten a ese pobre chico, sólo tiene 18 años, es un pibe.
El policía simplemente dijo.
Policía: perdón por las molestias.
Esa respuesta dejó más confundido al kiosquero, estaba anonadado pero no dijo nada, ambos policías salieron de allí obligando a James a caminar a la fuerza, el adolescente trataba de zafarse de ellos pero era inútil, eran realmente fuertes y grandotes.
James: ¡maldición! ¿a dónde mierda me llevan?
Habían llegado a un auto patrullero.
Policía: entrá al auto.
Dijo el policía con autoridad, James se quedó mirando el auto asustado y luego lo miró a él, no quería ir a la comisaría por un crimen que no había cometido.
James: no.
Los policías lo alzaron y lo metieron a la fuerza en el auto, James tiraba patadas en el proceso ya que era lo único que podía hacer.
James: ¡sueltenmé policías corruptos!
Una vez que James estuvo dentro, los policías cerraron la puerta y lo dejaron hablando solo, entraron rápidamente al vehículo y pusieron seguro justo cuando James agarraba la manija y trataba de abrir la puerta sin conseguirlo.
James: ¡mierda!
Gritó con frustración y luego miró a los dos mastodontes que lo tenían retenido en contra de su voluntad.
James: ¡malditos corruptos! ¡yo no hice nada! ¡¿qué se piensan?!
Como no se dignaban a contestarle gritó más fuerte todavía mientras le pegaba un puñetazo a la puerta del auto.
James: ¡malditos bastardos! ¡no tienen derecho a llevarme a la fuerza!
Uno de ellos perdió la paciencia con tanto griterío.
Policía: en primera, dejá de gritar, en segunda, no nos faltés el respeto de esa manera mocoso y en tercera, no somos corruptos.
James resopló.
James: si, como no idiota.
Policía: estoy hablando en serio, sólo estamos cumpliendo órdenes.
James se sorprendió, eso no se lo vio venir.
James: ¿qué mierda...?
Dijo en un susurro mientras miraba por la ventana perdido en sus pensamientos, luego giró la cabeza para mirar al policía al tiempo que enarcaba una ceja.
James: ¿órdenes de quién?
Policía: Adam Levine.
James suspiró, se cruzó de brazos y se recostó en el asiento, estaba muy molesto.
James: rayos, debí imaginármelo ¿y ahora qué? ¿dónde está?
Policía: cerca, ya casi llegamos.
Los policías llevaron a James a donde estaba Adam, el mentor de The Voice se encontraba de pie en una plaza que por ser la hora del almuerzo, se encontraba prácticamente vacía, James miró con el ceño fruncido a Adam desde la ventana del auto, los policías le indicaron que bajara, el castaño se cruzó de brazos.
James: no quiero bajar, no tengo nada que hablar con él.
Dicho eso señaló el lugar donde se encontraba Adam que estaba esperando con un poco de impaciencia que su hijo bajara del auto, el policía arqueó una ceja, James sonrió.
James: ¿serías tan amable de llevarme...?
El policía lo interrumpió fríamente.
Policía: bajá ahora.
James hizo una mueca, el policía esperó unos momentos y luego añadió.
Policía: escuchá chico, si no te bajás del auto en este preciso momento, mi compañero y yo te bajaremos a la fuerza ¿te quedó claro?
James, que se encontraba muy enojado, abrió la puerta de un jalón y una vez que estuvo fuera del auto cerró la puerta de un portazo para finalmente mostrarles con odio el dedo del medio a los policías, darse la vuelta y alejarse tratando de conservar su orgullo, malditos policías, lo habían dejado en ridículo.
Escuchó como éstos reían y sintió que le hervía la sangre, elevó la mirada encontrándose con la atenta mirada de Adam sobre él, se detuvo en seco ya que se sintió intimidado, Adam le sonreía abiertamente, luego de unos segundos el mentor de The Voice dirigió la mirada al auto patrullero y saludó a los policías con un gesto de su mano.
Adam: ¡gracias por traerme a mi hijo!
James sintió que necesitaba contradecirlo, él no era su hijo.
James: ¡no soy tu...!
Adam lo interrumpió.
Adam: ¡gracias!
Los policías sonrieron para luego poner el auto en marcha e irse, James se quedó viendo de brazos cruzados como se iban mientras se imaginaba algún destino fatal para esos imbéciles policías, bueno no fatal pero si algo que los molestara como por ejemplo, el hecho de que se les pinchara una rueda, sonrió con malicia.
Una mano en su hombro lo hizo volver a la realidad, se apartó sobresaltado y se encontró con Adam que ya se encontraba delante de él, mirándolo fijamente con una gran sonrisa plasmada en el rostro.
James: ¿qué te pasa? ¿se puede saber por qué les dijiste a esos policías que me trajeran aquí?
Reclamó James con molestia, Adam respondió con tranquilidad.
Adam: porque te me escapaste James, ya es la segunda vez que te escapás de mí y no consigo hablar con vos.
James soltó una risita y se llevó las manos a la cabeza.
James: esto es increíble...
Luego bajó las manos y miró con mala cara a Adam.
James: no consigo que me dejés en paz.
Adam se acercó más a él y antes de que James pudiera retroceder lo agarró de los brazos, su hijo lo miró con una ceja enarcada.
Adam: me acabo de enterar que tengo un hijo, sos vos ¿y pretendés que te deje ir?
James: eh... te equivocás, yo no soy tu hijo, o sea ni siquiera soy adoptado.
Adam se armó de paciencia y contestó.
Adam: eso crees porque tus padres te mintieron.
James: no, no es así, ellos no me mentirían.
James se soltó del agarre de Adam, se cruzó de brazos y lo miró furioso.
James: no te atrevás a llamarlos mentirosos delante de mí, no los conocés.
Dijo con determinación, Adam suspiró.
Adam: James lamento decirte esto pero es así, ellos te mintieron, por ese motivo te cuesta tanto creer que seás mi hijo.
James: no volvás a decir semejante mentira Levine, vos no sos mi padre.
Sin embargo a pesar de querer parecer despreocupado y seguro en sus palabras, James estaba empezando a ponerse nervioso sin poder evitarlo, Adam lo notó, sonrió victorioso.
Adam: ¿por qué te ponés nervioso entonces? si tan seguro estás de que no sos mi hijo no deberías ponerte nervioso.
James tragó saliva.
James: yo...
James no sabía que decir, la verdad era que estaba dudando pero no quería admitirlo.
Adam: ahora estás dudando.
Comentó Adam y sonrió más todavía, James tragó saliva de nuevo, antes había estado seguro de que Adam deliraba pero en esos instantes estaba empezando a ser consciente de lo que estaba sucediendo, de la situación que estaba viviendo.
Pensó "Adam no se vendría desde Los Ángeles y pospondría su trabajo por nada, evidentemente es verdad lo que me dijo, vino porque se acaba de enterar que tiene un hijo y según él soy yo".
Luego pensó repentinamente asustado "¿y si tiene razón y soy yo el que se equivoca? ¿y si yo soy su hijo? ¿y si mis padres de verdad me ocultaron información sobre mi origen?", trató de tranquilizarse "pero eso no puede ser... yo estoy seguro que no soy adoptado, aunque... en realidad ahora no estoy tan seguro... ¡maldito Adam! me hizo dudar".
A pesar de que lo intentaba, no podía estar tranquilo ahora que le habían sembrado la semilla de la duda y la incertidumbre "¿y si Adam tiene razón y mis padres me mintieron?", Adam le apoyó una mano en el hombro provocando que James saliera abruptamente de su ensimismamiento.
Adam: ¿qué pasa hijo? hace rato que te quedaste callado ¿qué pensás?
James abrió ligeramente la boca, sorprendido de que Adam lo llamara "hijo".
James: ah... no... no me digás así, estoy confundido.
Pidió un poco alterado, estaba al borde de un ataque de nervios.
Adam: es entendible, si no me dejás que te explique nada James.
Luego de decir eso lo miró con intensidad.
Adam: ¿cómo no vas a estar confundido?
James suspiró y levantó las manos en un gesto de derrota haciendo que Adam tuviera que sacar la mano de su hombro.
James: está bien, está bien.
Luego se desacomodó su castaño pelo con una mano mientras miraba el pasto, nervioso, de repente se armó de valor, levantó la cabeza y miró a Adam.
James: te voy a escuchar.
Adam se sintió aliviado, le volvió a colocar una mano en el hombro a su hijo y le sonrió.
Adam: que bueno, era hora.
James le lanzó una mala mirada, Adam se apresuró en retirar su mano antes de que su hijo le ladrara.
Adam: yo estuve de novio desde los 14 años hasta los 16 con una chica que se llama Mary...
James lo interrumpió.
James: o sea que está viva.
Adam asintió, James se rascó la nuca, suspiró y dijo con timidez.
James: en el caso de que yo sea tu hijo...
Esta vez Adam lo interrumpió.
Adam: ¿cómo que en el caso? sos mi hijo.
James lo miró a los ojos y dijo con firmeza.
James: eso todavía no lo confirmé así que no lo des por hecho.
Adam: cuando te termine de explicar vas a aceptar la verdad, vas a aceptar que soy tu padre.
James: pará, lo que quería decir es... en el hipotético caso de que sea tu hijo y el de ella ¿me abandonó? ¿Mary me abandonó?
Adam: esperá, no te adelantés James, dejame que te cuente.
James: okay, okay, se me ocurren preguntas, es todo.
Adam lo miró unos momentos.
Adam: es lógico, debés tener muchas dudas, bueno... tu madre y yo nos peleamos hace poco más de 19 años.
James abrió grandes los ojos, sorprendido, se había percatado de una horrible coincidencia, sin darse cuenta comentó para sí mismo.
James: ¿19 años? yo tengo 18, si le sumamos los meses de embarazo... mierda.
Dijo James frustrado, miró hacia un punto en la nada y mantuvo la mirada fija allí, luego de unos cuantos segundos añadió en un murmullo que Adam escuchó perfectamente.
James: quizás... yo sea... tu hijo, pero no, no puede ser.
Adam sonrió satisfecho, quizás a James todavía le costaba creerle pero era cuestión de tiempo para que aceptara la verdad, James miró a Adam y le preguntó un poco avergonzado.
James: perdón por la pregunta incómoda pero...
Se sonrojó.
James: ¿cuándo fue la última vez que estuviste con Mary? ¿en qué mes? quiero sacar cuentas.
Adam se quedó pensativo unos momentos, luego dijo con seguridad.
Adam: octubre de 1995.
James sintió unas repentinas náuseas que se debían a los nervios y el shock.
James: no... no puede ser... yo nací en julio de 1996, justo 9 meses después.
Adam sonrió, James lo fulminó con sus verdes ojos y lo señaló.
James: me estás mintiendo para hacerme creer que los cálculos dan exactos.
Lo acusó con desconfianza, Adam abrió la boca sorprendido y ofendido por semejante acusación.
Adam: ¿cómo crees que te mentiría con algo así James? ni siquiera sabía en que mes habías nacido.
Contestó Adam firmemente, James suspiró derrotado y miró el pasto.
James: supongo que tenés razón.
Luego dijo en voz baja, para sí mismo.
James: mierda, es demasiada coincidencia, justo la edad que yo tengo.
Sin embargo Adam lo escuchó perfectamente, no pudo evitar sonreír con alegría ya que los cálculos eran exactos, eso sumado al parecido que James tenía con él y su padre lo convencían totalmente.
No había duda de que James era su hijo y sabía que él se estaba dando cuenta de que le estaba diciendo la verdad, continuó para terminar de convencerlo.
Adam: nunca más nos volvimos a ver con Mary.
James, al escuchar la voz de Adam, dejó de mirar los alrededores y fijó su mirada en él, la expresión del mentor de The Voice era repentinamente seria.
Adam: esta semana fuimos a un bar con Blake, Pharrell y Gwen cuando terminó la noche de audiciones en The Voice y yo la vi a tu madre ahí.
James lo miró sorprendido.
James: ¿qué?
Luego se percató de que Adam se había referido a Mary como su madre, se enojó.
James: no des por sentado que esa mujer es mi madre, no estoy seguro de que seás mi padre Adam.
Adam perdió un poco la paciencia que había conservado hasta el momento, estaba cansado de la testarudez de su hijo, se cruzó de brazos y enarcó una ceja.
Adam: ¿a quién le querés mentir James? además de que los cálculos dan exactos, el parecido con mi familia te pone en desventaja, sos muy parecido a mi padre, ya te voy a mostrar una foto de él para que te des cuenta.
James se encogió de hombros con indiferencia.
James: no es necesario, no te creo.
Adam frunció el ceño unos momentos, luego sonrió con suficiencia.
Adam: está bien, no querés ver la foto.
Se encogió de hombros y agregó con aire despreocupado.
Adam: me da lo mismo, que veás esa foto realmente no es necesario.
James lo miró con una ceja levantada.
James: ¿qué estás insinuando?
Adam sonrió más todavía.
Adam: con nuestro parecido es suficiente.
James: ¿nuestro parecido?
Preguntó James mientras se cruzaba de brazos.
Adam: así es, somos muy parecidos, es lógico, somos padre e hijo.
James soltó una risita.
James: chances.
Dijo con ironía, Adam lo miró fijamente con sus ojos verdes, James se sintió un poco intimidado.
Adam: está bien, entiendo.
Dijo muy tranquilo, luego añadió.
Adam: no lo querés aceptar pero te aconsejo algo.
Sin previo aviso lo sujetó de los brazos y le dijo con seriedad.
Adam: aceptalo porque es así.
James lo miró preocupado, notó que Adam hablaba en serio, pensó "no, esto no me puede estar pasando a mí, no quiero ser su hijo, yo ya tengo padres ¡maldición! esto es muy difícil para mí", James se zafó del agarre de su padre, miró el pasto derrotado y le dijo a Adam.
James: seguí con la historia Adam.
Adam suspiró.
Adam: me pone triste verte así James pero quiero que sepás que yo no tengo nada que ver con lo que pasó, soy una víctima al igual que vos.
James levantó la mirada pero sólo miró pocos segundos a Adam antes de desviarla de nuevo, Adam tomó una bocanada de aire y prosiguió, hacer entrar en razón a su hijo sí que era algo difícil.
Adam: James mirame por favor.
James lo miró a regañadientes, Adam le ofreció una mirada de compasión.
Adam: entiendo que estés mal pero creo que no me merezco que me tratés como me tratás.
James se cruzó de brazos y lo miró fijamente con el ceño fruncido tratando de analizar su comportamiento, finalmente preguntó.
James: ¿qué estás insinuando? ¿qué es lo que querés Adam?
Tenía una idea de lo que podía querer Adam pero no estaba dispuesto a aquello, Adam lo miró con intensidad antes de responder con un tono serio.
Adam: creo que es obvio, por algo estoy aquí y no en Los Ángeles.
James se puso nervioso, el corazón le empezó a latir rápidamente, Adam lo agarró de los brazos.
Adam: quiero que aceptés que soy tu padre, que me quierás y que estemos juntos a partir de ahora, ya perdimos 18 años James.
Su hijo permaneció en silencio mientras pensaba que Adam le estaba pidiendo demasiado.
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