|Capituló 7|
Habíamos llegado un poco tarde a la ceremonia, a tal grado que nos restaron 5 puntos por aquella informalidad y otros dos, por estar afuera de la escuela de noche ya que suele ser un poco peligroso. Hay muchos enemigos que quieren hacer caer a la escuela de una u otra forma, por lo que la casa de estudiantes suele ser muy común o me parece que eso era antes, pero por algo se hacen las normas y reglas. Referente a los puntos restados realmente pudo ser peor.
Nos sentamos en las mesas correspondientes para poder estar en la inauguración de la copa, sin embargo, algo paso en la ceremonia, la copa empezó a tornarse de un color rojizo haciendo que aquella luna blanca se tornara de un color escarlata. El director y todos en general, nos quedamos impresionados por aquella magia. El director al verme supo la respuesta, realmente yo quería saber él porque me veía así, supongo que es por la magia que ocupe para proteger a Jack y a mí de Elsa. Realmente empezaba a dudar un poco de mi decisión, con todo lo que estaba pasando, no sabía si había sido buena o mala. Con lo que menciona Jack, con lo de la transformación de la Luna roja y con aquella mirada asesina de Elsa y Hans, algo me decía que estaba en problemas.
Susurros en el comedor empezaron, como era de esperarse. Nunca había leído de la luna roja, realmente es un caso muy atípico, pero se dé un lugar donde puedo encontrar la respuesta que estoy buscando. Se que tarde o temprano el director me va a mandar llamar <<mis padres me mataran si saben que este año frecuenté la dirección>> pensé. No era muy común que lo hiciera. Suspire en repetidas ocasiones, pero algo hizo que desviara mi preocupación en otra cosa, en una cosa que realmente no era normal.
Se me paso por completo que hoy fue el primer día de la clase de arquería, miré la mesa de Griffindor y vi como Mery convivía con gente que se encontraba en ese curso, riendo, pasando un rato agradable, sabía que lo lograría y si soy sincera, eso no es lo que logro captar mi atención, si no, ver un Hipo sorprendido por la situación. Realmente Hipo, a pesar de haber sido amigo de Mery por algunos años, jamás le había puesto tanta atención como esta noche. Mery, estaba demostrando su verdadera esencia, la valentía que siempre ha tenido y me alegro mucho por ella. Tal vez, solo al principio pude llegar a pensar que estaría traicionando a Hipo, ya que lo consideraba cercano, claro, eso fue antes de lo que paso en la enfermería, pero era algo necesario. Sentí como algo acariciaba mi cabello, volteo y era un pergamino. Lo tomé con cuidado y lo abrí.
"Pensé que era el único que veía aquella escenas.
JF"
Es demasiado notorio, debo de confesar o por lo menos, la gente o amistades cercanas a ellos, que presiento que son escasos. Sonreí y sentí como aquella nota me la han quitado de las manos. Alzo mi vista y era Ana, hermana de Elsa. Vi como empezaba a leer la nota y voltea hacia atrás para presenciar aquella escena.
—Aparte de que le quitaste el novio a mi hermano, me quieres quitar al mío—hablaba de Hipo. Escuchaba murmullos a nuestro alrededor. La mire con seriedad y suspire para tranquilizarme.
Realmente me molesta un poco que ellas piensen que le "baje" a Jack, pero realmente no, ni siquiera somos novios para que la teoría empiece. Por si fuera poco, Elsa lo engaño, supongo que quiere hacer quedar mal a Jack para que todos olviden realmente quien fue la del error.
—No sé de qué me hablas; solo me están diciendo que tu novio esta más enfocado en otras personas que en ti—volteo hacia atrás—como pudiste presenciar. —Todos voltean a ver la mesa para poder observar y empezar nuevos murmullos. Ana se levanta y me ve con coraje para después salir de aquel sitio.
—Wao—volteo hacia atrás, observando un alumno de la otra escuela de magia, realmente no recuerdo el nombre o, mejor dicho, no estuve presente. Su cabello era castillo, tenía un peinado de libro, pero se veía bien, ojos color miel con toques marrones, barba, un cuerpo atlético, además tenía aquel toque coqueto en su voz- Una mujer que no se deja de otra—suspira—la sororidad femenina no existe en Howartds.
—Si existe, pero eso no quiere decir que muchas lo lleven en su vida cotidiana—. Sonríe ampliamente al escuchar aquellas palabras.
—¿O sea que tu no lo llevas acabo? —cruza los brazos al darme una respuesta. Lo mire con seriedad, empezaba a fastidiarme.
—Si, pero ella no y no tengo porque soportar esa clase de insolencias.
—Una chica determinada, fuerte, valiente y poderosa—sonríe sin dejar de verme-que suerte la mía. Mi nombre es Flynn—. Estira su mano para ponerla frente a mí. La veo con seriedad y me levanto molesta.
—No me interesa conocerte, Flynn—exprese fríamente, dándome media vuelta—ahórrate tus comentarios. Que tengas buen provecho. Salgo del comedor.
¿Quién se creía ese patán para ser tan insolente? No había conocido una persona así en mi vida. Sus comentarios no me dieron risa, además que metiche. No podía creer que aún había personas que se metieran en lo que no les importaba.
—Rapunzel—volteo ligeramente, deteniéndome para que me alcanzara. Era Mery—¿Estas bien? —
—Si, solo un payaso de otra escuela—exprese con tranquilidad—pero no te preocupes, lo supe manejar—asiente con una sonrisa.
—Me refería a lo de Ana, digo, no está mal que coquetees...—la mire sorprendida. ¿en qué punto de la conversación me he perdido? ¿o que parte de su comportamiento me perdí para que no prestara atención en todo?
—No estaba coqueteando, simplemente se metió con algo que no le importaba—. Respire y exale para poder tranquilizarme—.Pero contestando a tu pregunta, debería disculparme contigo—me mordí un poco mi labio—le dije a Ana que debía de prestarle más atención a su novio porque podría estar viendo otras cosas más interesantes que ella...bueno algo así, pero su molestia fue porque él te observaba—Escuche un suspiro de Mérida y alza los hombros.
—Realmente no me di cuenta. Estaba tan concentrada en la conversación con mis compañeros de arquería, que la verdad solo presencie tu pelea y si te soy sincera no escuchaba bien por todas las voces que había en el comedor—. me pone su mano en mi hombro, observándome con una sonrisa. Le regreso el gesto un poco sorpresivo, ya que es increíble que Mery, no le estuviera prestando atención a Hipo—. Sabes...desde lo que paso en la enfermería, no quiero saber mucho de él.
Mi sonrisa disminuyo un poco al recordar aquel acontecimiento. Realmente era decepcionante lo que había ocurrido, era obvio que a las dos nos había dolido, pero más a ella. La idealización de las personas es lo que suele matarnos poco a poco porque es una decepción tan grande, pero la culpa no es de esa persona, sino, de quien la idealiza. El cerebro humano y el corazón no son muy buen equipo que digamos, realmente deben de trabajar en equipo, no de forma individual. Me da gusto que Mery, haya abierto los ojos, de esa forma puede hacer su vida mucho mejor de la que llevaba
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