Cuando la vi aquella noche no pude quitar mis ojos de los suyos, como si una ligera brisa cálida me recorriera el cuerpo. La inocencia que me transmitió, su gentileza hizo que me asombrara. Su presencia irradió aquella obscuridad que la rodeaba aquella noche de primavera, pero algo pasó al día siguiente. Cada vez que trataba de acercarme a ella, desaparecía o simplemente se alejaba. Una ocasión que la mire de lejos, con sus pies descalzos bajo un árbol de durazno, se veía preciosa leyendo aquel libro, poco tiempo después vi que lo devolvió a la biblioteca por lo que decidí tomarlo yo.

Hablaba de una hermosa historia de amor, sobre un panadero enamorado de una princesa. No había necesidad de esconderse pues ella admiraba las historias que aquel campesino le leía, hacia su pastel favorito y la llenaba de atención y amor, la princesa de enamoró de él por todos aquellos actos de pureza.

Cuando termine de leerlo, pensé en mi relación <<¿acaso eso podría hacer yo para estar con mi amada?>> . Sonreí y lo devolví.
Sentí que al leerlo pude conocerla mejor, una chica demasiado inteligente y romántica. Amaba aquellos libros de fantasía. Amaba el arte, ella lo era.

Pasó el tiempo y me enteré del compromiso que ya tenía mi novia de tiempo. No pensaba decírmelo, pero su hermana no pudo guardar el secreto más, además de que fue Hipo quien la convenció de decírmelo.  Han sido días difíciles y solo quiero a alguien que pueda escucharme. Rapunzel, es esa persona, lo supe desde que la vi. Aquel brillo en sus ojos, su carisma me hace sentir mucho mejor.

Sin embargo, aquel beso que le he robado me ha hecho sentir confundido. Su expresión de disgusto me ha hecho creer que no le atraigo. Quise arreglar las cosas, pero se metió al baño y ya no pude hacerlo.

Esperé dentro de la biblioteca hasta que la vi llegar. Lucia mas tranquila y relajada. Tenía que mentir, no quería que pensara que lo había hecho con la intención de lastimar a Elsa, de desquitarme, no podría hacerlo o no con ella. Además, su reacción me ha hecho pensar que no le ha gustado en lo absoluto, que yo no podía tener oportunidad con ella.

—Jack—toma mi  mano y volteo a verla. Estaba confundido por lo que respondería ante mis palabras. <<¿Acaso fui muy rudo?>>. Sonríe ligeramente —no tienes por qué explicar nada, solo que me sentí...me siento...un poco nerviosa por la situación—. Me sorprendí un poco por su confesión—. La verdad yo...nunca había besado a nadie y la verdad no era la forma que yo me hubiera imaginado que pasaría—. Abro más mis ojos <<¿Acaso...fui su primer beso?...¡Que he hecho!>>, pense—. Creo que hay que olvidar lo que paso ¿sí? —No comente nada. La había regado, no podía creer que había sido lo contrario. Fui su primer beso. Es demasiado inocente y yo un completo tonto. De haber sabido que era su primer beso, lo habría hecho más especial.

Rapunzel Corona, no es una chica ordinaria, al contrario es diferente a las demás, realmente su inocencia es verdadera, ella es real, genuina, como ninguna otra. Me a cautivado por completo. Mire mi mando, donde la había tocado, recordando aquel beso. Se veía tan linda con su nariz roja por el frío qué hay, sus ojos reflejaban admiración y emoción por lo que acababa de ver y yo me he comportado como un patan.

—¿Escucharon aquel sonido?—todos salen corriendo y yo me quedo sentado viendo a todos. Rapunzel, se había ganado mi corazón.

—No puede ser, su cabello...lo han cortado—. Ese comentario me ha sacado de mis pensamientos. Por lo que me levanto y sin ordenarlo mis piernas caminan con más rapidez. Empujó a todos para abrirme paso hasta llegar enfrente.

Aquel largo mechón de cabello oscuro era barrido por el conserje, me acerque a ver el interior del sanitario y los espejos estaban rotos.

—Rapunzel—. Murmure y empecé a correr detrás de la maestra. Vi a Merida acercarse a una de ellas y sin embargo la han dejado afuera. Al llegar a ahí, me ve y me abraza. Mi cuerpo estaba congelado, como si nunca hubiera presenciado una escena peor. No sabía que hacer, por lo que le correspondí aquel abrazo.

—La encontraron inconsciente en el baño, al parecer le cortaron su cabello—. Abro mis ojos y sentí como empezaba a respirar de forma rápida. Se separa de mi, su rostro estaba rojo e hinchado—. No saben cuándo podrá despertar.

Me vuelve abrazar. Era increíble que alguien fuera tan despiadado como para hacerle algo así. A un corazón tan puro. Me siento peor porque pude ir tras ella, evitar que eso pasara, sin embargo, me quede pasmado. Viéndola ir.

Después de 5 horas nos permitieron pasar. En ese momento llegó Hipo, quien estaba en una clase de combate y no le habían permitido salir.  Cuando entramos la vimos acostada, su cabello era color castaño, era corto. Tome su mano y Merida tomó la otra. Vi aquel vendaje en sus costillas, tenía mucha sangre.

—Ah sufrido una fuerte hemorragia—.volteamos a ver a la enfermera—. Fue un corte superficial, pero me temo...que no podrá recuperar sus poderes—. Regreso mi vista a ella. Merida se deja caer sobre su brazo, llorando de forma desconsolada y yo me siento en la cama de aún lado, agachando la cabeza.

Sin previo aviso, escucho una respiración profunda, se ha levantado de golpe, sobresaltada

—¿Rapunzel? —exprese con alivio y preocupación por cómo había despertado, como si hubiera estado bajo un hechizo—por fin despertaste—la  abrace, pero sentí como se quejaba por mi acto de impulso, había olvidado su vendaje. Se toca con cuidado las costillas, percatándose de su herida

—Zel—expresa Mery abrazándola  con cuidado—pensé que estabas muerta.

—Rapunzel ¿pero que fue lo que paso? —. Le cuestione rápidamente. Hipo no decía nada, solo la miraba con asombro. Yo sabía que estaba preocupado, pero sobretodo estaba asustado por la situación. Se acomoda su cabello hacia un lado, pero se detiene al sentirlo  muy corto. Voltea  a ver a Mérida preocupada y sus ojos se llenan de lágrimas.

—Como lo siento amiga—. Merida saca de su bolsa un espejo y se lo entrega. Yo solo la miro preocupado, realmente me sentía mal por ella, estaba demasiado preocupado porque por algo no se cortaba su hermoso cabello. Realmente no me imaginaba el porque, siempre pensé que le gustaba pero ahora entiendo que era mágico. Empezó a acelerar su respiración y la tome de la mano con delicadeza. Ella alza la vista para verme, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

—Lo siento mucho—veo dolor en su rostro y la abrazo con cuidado. Me corresponde con mucho cuidado. Empezó a sollozar. No había nada que pudiera hacer para recuperar su cabello. Me sentía muy incompetente por no ayudarla. Una lágrima sale de mi, mojando su cabello. De reojo pude alcanzar a ver un pequeño polvo dorado haciendo la forma de una flor, me separé de ella para poder observar mejor y de la nada, salen destellos en todo el cuarto. Todos estaban impresionados por lo que estaba pasando. Parecía como si sandman estuviera ahí. En eso vi un destello  en su cabello, justo donde había caído mi lágrima, me sorprendí demasiado y en un instante su cabello brilló demasiado volviéndolo a la normalidad. Nuevamente era rubia.

—Funciono—expresó con una sonrisa—la mire sin entender. ¿Acaso fue ella misma? No, por su actitud que tuvo dudo que haya sido ella, pero entonces ¿a que se refiere con funciono?

—¿Pero dime, Rapunzel? —volteo a ver a Jack— ¿quién fue? —su rostro se notaba molesto, al igual que el de los demás. No podía decir la verdad, no podía hacer que sus vidas cambiaran de repente, por mí, pero si no lo hago, posiblemente quieran hacerles daño.

—No quiero meterte en problemas por mi culpa—Mérida, me toma de los brazos para que la vea.

—Mira Rapunzel—me quede asombrada—tú me dices quien fue o lo investigo por mi cuenta y sera peor el resultado—mire a todos; Hipo estaba impresionado porque era la primera vez que veía a Mérida de esta forma tan explosiva, porque siempre que esta él, la verdad es muy poco, luego se desquita, pero siempre es lo mismo. Mire a Jack de reojo y él se encontraba molesto, me imagino que no es por Mérida, sino que es por el simple hecho de que no puedo decir.

—Fue Elsa—exprese agachando la mirada y queriendo llorar de nuevo. Mi corazón en ese momento supo lo que tenía que hacer. Por alguna razón sabía que ella no mentía ¿por qué lo haría? Estaba herida, vi como la cargaban mientras gotas de sangre caían al suelo, la vi inconsciente.

Una ola de ira estaba presenciando, realmente estaba tan enojado que sin pensarlo tome mi callado y salí de ahí. La busqué hasta encontrarla, ella me ve con una sonrisa y sin pensarlo la tome del brazo con fuerza

—¿Qué era lo que planeabas hacer?—. Me mira sorprendida—. ¿Crees que nunca me daría cuenta? ¿Acaso pensaste que nunca me lo diría? —. Ella mira mi mano y trata de safarce

—Jack, me lastimas—. Cuando menos sentí me ha empujado con su poder. La suelto por el impacto. La mire con asombro, esto era algo que no conocía de ella. Su respiración se agitaba al ver su brazo un poco rojo. Alza la vista y se acomoda un mechón.

—Así que...lo confesó—. Me acerque a ella, pero ella lanza nuevamente su poder pero ahora lo esquivo, sentí como la gente se acercaba cada vez más—Jack, tú...y yo, somos perfectos juntos... somos iguales.

—Te equivocas—jale su tobillo con mi callado, pero antes que tocara el piso la sostuve de la mano y la baje poco a poco—. Tú y yo no somos iguales—. La solté y me enderecé para verla fijamente a los ojos. 

Ella me ve con tristeza y suspira con fuerza levantándose pero ahora con una sonrisa en el rostro. Su actitud había cambiado eso lo sabía y ahora temía por el bienestar de Rapunzel.

—Bien, si así tú lo quieres—. Se sacude y crea una pared de hielo para taparnos a los dos y me lanza nuevamente contra la pared, haciendo que soltara mi callado—. Haré que tu florecita sufra tanto que deseara no haberte conocido nunca, de eso me encargare yo.

Quita aquel hielo de un chasquido. La mire sorprendida. Tenía que proteger a Rapunzel a toda costa. No podía creer que en algún momento ame a Elsa, es alguien a quien yo realmente no conocía