Corrí como loca para poder llegar a las inscripciones extras de materias y ahí estaban Hipo y Mérida. Ellos me vieron de arriba abajo e Hipo se acerca para sostenerme. Me agarré mi pecho y sentí el tirón de mi cabello. Se me había olvidado por completo trenzarlo, por lo que Mérida e Hipo empezaron a cargarlo rápidamente para poder empezarme a peinar.

—¿Que te paso? Tu nunca llegas tarde—expresa Mérida.

—Me quedé leyendo en la noche, perdí la noción del tiempo, pero ya estoy aquí y estoy bien—. Hipo, se agacha y deja salir un suspiro. Toma mi hombro y me mira fijamente.

—¿segura que no tienes algo extra que decirnos?—. Saben lo de los libros. Pero Mery lo agarra para que la ayudara y pudieran terminar rápido.

—Hola chicos, como están ocupados le entregare a Rapunzel, las solicitudes para que puedan inscribirse a una clase—. Mire y me había dado varias. Mordí mi labio y busqué la de arco. Era ahora o nunca, puse el nombre de Mérida en esa clase, ya después nos inscribí en clases de pintura y se la entregue a Loreta, ella lo ve y le digo que guarde este secreto. Ella ve a Mérida y se retira.

—Listo—expresa Mery, sentándose a un lado— ¿por qué tienes esa cara? — suspire y voltee a verla.

—Lo siento, Mery, pero te inscribí en el club de arquería.

—¡Qué!—expresaron los dos-—¿por qué?

Me levante y la tome de la mano para irnos lejos para poder hablar con tranquilidad, pero ella me detiene en seco. Volteo rápidamente y mire que Hipo venia caminando para poder alcanzarnos, así que tenía que aprovechar en decirlo.

—Porque tú eres buena, yo veo cómo te duermes en las clases de arte, no lo disfrutas, Mery—la tome de los hombros—por favor, por mí, inténtalo y si no, te cambias nuevamente a la clase de pintura—. Ella me veía con una mirada molesta, pero después rueda los ojos.

—Está bien, solo iré a una clase, pero tú y yo tenemos que hablar seriamente—. la abrazo con fuerza y me separo—iré a la cafetería a comer algo, los veo allá—se va un poco molesta. Se que me lo agradecerá tiempo después.

—¿por qué?—expresa Hipo y volteo un poco más seria. Tenía que hablar con él. De una u otra manera, tenía que enterarme que era lo que sentía por Mérida, amistad, apego...si había una posibilidad de que la viera.

—Hipo, es por su bien- la mi mira extrañado—a ella no le gustaba esa clase.

—¿De qué hablas? Claro que si—rodé los ojos. Pude comprobar, que ni siquiera se había tomado la dedicación de prestarle atención.

—Hipo, alguna vez, y se franco—hago una pequeña pausa poniendo mis manos en medio de ambos—¿le has puesto atención a Merida?—.

—Claro que si y sé que a Mérida no le gusta el arco, odia el pai de manzana como a mí y su color favorito es el verde, por eso es mi mejor amiga—suspire con fuerza y cruce los brazos. Estoy segura de que unas cosas se las dijo Mérida, pero otras las saco para justificar su respuesta vaga e incorrecta.

—No Hipo, a Mérida no le gusta nada de eso. Ella es una persona valiente y atlética, le gusta la arquería, el color turqués y ama el pai de manzana—el me mira extrañado—. Por una vez, en tu vida, ponle atención, así como ella te lo pone, créeme te lo agradecerá demasiado—.Empecé a caminar a otra dirección. 

Muchas veces, me sorprende el hecho de que no prestamos atención a las demás cosas que se encuentran a nuestro alrededor. Supongo que estamos enfocados en lo que va a hacer y en nosotros que ciertos detalles de la vida nos lo perdemos, como los cielos despejados, los lindos amaneceres, las letras de canciones cosas que son tan insignificantes. Caminaba por aquel pasillo, justamente observando a los que había a mi alrededor. Unos reían, caminaban, hablaban de la temporada de quidditch, que se suspendería por la copa, sobre tareas, clases.

—Rapunzel—volteo ligeramente y a lo lejos veo a Jack, correr hacia a mí. Sentí como toma mi mano jalándome para que pudiera empezar a correr—te quiero enseñar algo. 

Empezamos a correr hasta la salida para ir al bosque. Nos detenemos y el empieza a volar y pude observar que era un pequeño nido, voltea a verme y me mira aun abajo. La verdad tenía pereza de quitarme la trenza y subir a verlo.

—Oh, déjame te cargo—abrí mis ojos y volteo a todos lados, se pone enfrente de mí y se gira–¿qué esperas? Te lo perderás— empiezo a me subí a su espalda, empieza a flotar hasta llegar aquel nido, había unos pequeños huevitos en el nido. Empezaron a moverse y empezaron a salir unos pollitos chiquitos. En eso llego un colibrí y se acerca a nosotros, lo cual hace que Jack retroceda un poco y su mamá se pone sobre sus polluelos para cubrirlo.

—Wow—que hermosa—estiro mi mano, pero Jack me detiene y va bajando poco a poco.

—Espera si la tocas, posiblemente no regrese—Me bajo de su espalda y voltea.

—¿Como lo descubriste?

—Vengo aquí cuando quiero pensar, estar solo—expresa viendo hacia arriba—esa amiguita me acompaña en algunas ocasiones, supongo que por eso escogió colocar su nido aquí—sonrió ampliamente—Rapunzel—bajo la mirada para verlo a los ojos azules—Quiero agradecerte por tus palabras de ayer, me sirvieron para darme cuenta de que es muy complicado estar con ella, sobre todo porque no le puedo dar la vida de una reina...la vida que ella se merece—.

—Jack—Exprese en un suspiro melancólico—no me refería a eso.

—Lo sé, pero es la verdad y es algo que tengo que afrontar—alza la vista nuevamente para ver el nido.

Realmente no pensé en sentirme tan mal por lo que estuviera viviendo, realmente espero nunca tener el corazón roto, dicen que es uno de los peores dolores que el ser humano puede vivir, aunque siento que sería más como la decepción porque las cosas no son como tu pensaste.
Idealizar también a una persona es malo, supongo que es lo que termina por matar de dolor a otra persona, a la persona que te ama porque ella tiene una expectativa de ti, que es muy difícil que llegues a lograr. Nunca sabrás lo que está pensando.

Jack, a pesar de que lo estuve evitando, podía observarlo de lejos, siempre ha sido carismático, ayuda a todos para que puedan sentirse mejor con ellos mismos, ayuda a sus amigos, es demasiado travieso, curioso y juguetón, Su sonrisa hacía que muchas veces me sintiera mejor en días que la verdad no me sentía bien. No dudo que él no los tuviera, pero realmente por su forma de ser, parece como si no los tuviera.

—Bien, creo que es hora de irnos-baja la mirada y yo la desvió un poco sonrojada—esta rojita del rostro ¿tienes frio? ¿fue por mi culpa? —expreso preocupado.

—No, no, es eso, solo que...—de la nada me abraza.  Quedé perpleja por esta acción tan espontanea que ni siquiera supe cómo surgió todo. Mi corazón empezaba a latir con fuerza y sentía aún más rojas mis mejillas-tu corazón late muy rápido-se separa de mí y me toma de los hombros y me ve, para después tocar mi frente con su mano—Rapunzel, creo que tienes fiebre ¿te llevare a la enfermería? —Agarre su rostro para que me prestara atención.

—¡Jack!—me mira de una forma tierna—estoy bien si, no te preocupes por mí, solo me avergonce un poco por la situación—, Sentí como su cuerpo se relaja demasiado. Miré mis manos y lo suelto con delicadeza—perdón...no, no quería—sin ningún aviso, sentí como pegaba sus labios con los míos. Estaba sorprendida por lo que estaba ocurriendo, sus labios estaban muy fríos, pero sentí como agarraron un poco de calor por los míos-. Se separa de mí y yo alzo la vista. Muegano, ¿en primavera?, bajé la mirada sorprendida y sin pensarlo salí corriendo de ahí. 

Escuche como corría para poder alcanzarme, pero afortunadamente, me logre meter en el baño de niñas.

—Rapunzel, lo siento mucho...no sé qué es lo que me paso—expreso un poco agitado—¿puedes salir para poder hablar?—

—Te veo después si—exprese y me mire al espejo, mi cara estaba toda roja, me acerque un poco y toque mis labios con delicadeza, retirando un poco de escarcha, mire mis dedos y después mi rostro. No hay nada como un primer beso.

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perdon la tardanza pero es que tuve algunos problemitas pero aqui esta el capitulo :)