He recorrido de arriba abajo, están por están, libro por libro. Mi cabeza va a explotar, mañana es la competencia y no encuentro aquel libro del que las sirenas hablan. Tengo un mal presentimiento. Dejé libros en la mesa y empecé a hojearlos, pero era imposible concentrarme. Ya era tarde y no había comido nada. Es mejor que me vaya a la cafetería por algo.

Es extraño, siempre que estoy en la biblioteca Jack viene a buscarme para ayudarme con mis problemas. Jack, él siempre está ahí para mí y me ha salvado en más de una ocasión. El es demasiado inteligente, bueno y estratégico, demasiado a mi parecer. Me encanta cuando su rostro esta serio, pero lo amo aún más cuando sonríe. Cuando hace pequeñas bromas con Hipo y como cuida sus palabras cuando estoy presente. Jack Frost es como un susurro helado en el aire, un destello de luz plateada que danza entre los copos de nueve. Su cabello, como hilos de escarcha, brilla con la luminosidad del invierno, mientras sus ojos, de un azul profundo, reflejan la esencia del cielo. Hay una chispa de travesura en su sonrisa, como si supiera secretos que el mundo aún no ha descubierto. Siempre hay una ligera brisa fresca cuando está el, y los copos de nueve parecen seguirlo, como si fueran sus cómplices en juego eterno. Su presencia suele ser fría, pero hay cierta calidez que irradia esperanza y magia.

Cuando salí de la biblioteca para poder dirigirme al comedor me percaté de un sonido de sufrimiento. Provenía de aquel gran pasillo que te llevaba a los baños. Con un poco de temor me fui acercando, preparé mi barita por si era necesaria un hechizo de defensa. Aquel sonido que reflejaba dolor se iba intensificando más y más. Provenía del baño de los hombres. Tenía un mal presentimiento, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo haciendo que las piernas empezaran a temblar del miedo. Suspire y abrir rápidamente la puerta. 

Tenia un poco de pánico debido a que no quería que también pensaran que estaba espiando el baño de los hombres o que Jack pensara cosas de las cuales eran incorrectas. Al abrir aquella puerta todo se encontraba en una obscuridad muy perturbadora.

—Lumus— grité y vi como una sombra se alejaba por aquella ventana. Prendí la luz y para mi sorpresa era Flynn. Corrí rápidamente hacia el para poder ayudarlo— ¡por todos los soles! Estas sangrando, necesitas un doctor.

—No, no...estoy bien...solo necesito salir de aquí—. Exclama con dificultad. Necesitaba curarlo y rápido. Como pude puse mi brazo en mi cuello para poder ayudarlo a levantarlo. Era demasiado pesado, pero al final pude sacarlo de ahí. ¿A dónde podría llevarlo? Maldita sea a donde, no quiere ir a la enfermería debido a que no quería responder preguntas. Tenía que curarlo en algún lado sin que nadie nos viera o se acercara. 

Escuche como los tabiques empezaban a moverse, la cámara de los secretos había aparecido. Abrí rápido la puerta para adentrarnos en ella. La cama siempre aparece cuando un estudiante lo necesita y vaya que si lo necesito. Lo recosté en una camilla y empecé a inspeccionarlo.

—¿Qué era? —pregunte con desesperación—¡por un demonio, FLYNN! —exclame asustada. Toda la habitación estaba alumbrada, tenia el miedo de que fueran apagarse. Si así pasara moriría del susto.

Abrí su camisa con rapidez, y el horror se apoderó de mí al ver la herida: profunda, como si algo más que un simple cuchillo la hubiera causado. La sangre que brotaba de su pecho era espesa y oscura, pero lo que realmente me heló la piel fue la arena negra que se mezclaba con ella. No entendía qué significaba, pero sentí que aquello era algo mucho más grave de lo que parecía.

—Esa sombra que viste salir por la ventana—sus palabras hacen que regrese a la realidad—es mi padre— me quede en shock. Al ver su herida, era demasiado profunda. ¿Acaso lo apuñalo? ¿Qué clase de padre le hace esto a su hijo? No pregunte más y coloque mi cabello para curarlo.

Mientras lo hacía, veía de reojo que estaba llorando, realmente es muy difícil para mí... pensar que él ha tenido una vida muy difícil, más difícil de la que pude llegar a pensar. 

Nunca imaginé que las piezas de su vida encajaran de una manera tan dolorosa. Flynn Raider, el chico problemático, el solitario, el canalla... todo tenía una explicación, pero la respuesta no me gustaba. ¿Cómo podía alguien tan herido por dentro mostrarse tan indestructible por fuera? Había sido injusta con él, había juzgado su dolor como si fuera solo un capricho de un joven problemático, cuando en realidad era una carga mucho más pesada de lo que podría haber imaginado.

Aquella habitación había preparado todo para atender sus heridas, pero no fue necesario. En eso un carrito salió y al parecer tenia comida. Me acerque a el y eran dos tazones de caldo de pollo con verduras. Los tome con delicadeza y le acerque uno.

Él estaba mejor gracias a mi poder, comimos en silencio. Había muchas cosas por decir, era demasiado obvio, pero preferí callar.

— Quisiera... —volteo a verlo — que no comentaras nada de lo que viste hoy —. No volteaba a verme, él estaba con un semblante que jamás había visto en él. Incluso podía sentir la decepción en sus palabras.

—¿por qué? — el voltea a verme y me hacho avergonzada —. Perdón, no es de mi incumbencia.

—Tengo una hermana, jamás...pude conocerla, ni a mi madre, sé que en algún punto mi padre fue bueno...pero eso cambio cuando las perdió. Él... él no solo me apuñaló. Mi padre me ha convertido en un peón en su juego, Rapunzel. Al principio pensé que podía hacer lo que él quería para ganarme su amor, pero no puedo. No si eso significa hacerle daño a alguien que... alguien que me importa más que cualquier cosa —expreso en un suspiro —. Él quiere lastimarte Rapunzel —. No sabía qué hacer con esas palabras, con la verdad cruda que me estaba arrojando. ¿Cómo reaccionas cuando alguien te dice que te ama, cuando sabes que tus sentimientos ya pertenecen a otra persona? Y aún así, sentí que mi corazón daba un vuelco ante la sinceridad de su mirada, ante el dolor que cargaba tras esa confesión. No era justo.—Rapunzel...tu...me gustas —. me he quedado más en shock.

—Flynn...

—Se que estas con Jack y lo que he dicho es incluso difícil de creer, pero te prometo que jamás te haría daño. Desde que te vi en la biblioteca leyendo aquel libro de romeo y julieta, supe que eras demasiado inocente para este mundo. Realmente podrías iluminar a todos con tu cariño, valentía, tu curiosidad y bondad. Cuando te veo protegiendo a los que quieres, haces que me inspire para ser igual. — baja la mirada para ver el plato —. Hiciste que bajara la guardia blondie, gradualmente. Me siento cautivado por tu personalidad y tu luz interior. Rapunzel, quiero protegerte por siempre.

No voy a negar que esas palabras han sido hermosas, y me siento honrada, pero lamentablemente no puedo corresponderle. No sé si Jack, sea o no la persona con la cual mi alma este conectada, pero lo que si se es mi amor que tengo por él. Yo me inspiro en Jack Frost, porque a pesar de ser un hombre solitario y a veces poco frio, sé que tiene un corazón muy noble. Él me ha hecho ver la diversión de la vida, me ha enseñado a disfrutarla con un poco de travesuras y libertad.

—Me honras con tus palabras, pero no puedo corresponder Flynn —. El voltea a verme —. Yo ya amo a alguien y creo que sabes quién es. Se que esto incluso puede sorprenderte, pero realmente siento algo muy especial por él y además...

—Él no te ama —. volteo para verlo con rapidez, sintiéndome un poco ofendida —. Rapunzel, escucha, sé que esto puede sonar un poco descabellado si tú quieres, pero él no puede amarte, él no lo hará nunca. Él está destinado a estar con Elsa —. sonrió ligeramente porque sé que eso es mentira.

—Lo que dices no tiene sentido... Jack no puede ser eso, no puede ser lo que tú crees. No después de todo lo que hemos compartido.

—Rapunzel, escúchame bien. Jack no es quien crees que es. El alma de la Luna, la verdadera esencia que lo conecta con todo lo que tú sientes... no ha reencarnado en él. Y lo peor, mi padre lo sabe mejor que nadie. Jack está vinculado a algo mucho más oscuro de lo que tú imaginas. Y tú... tú estás en el centro de todo eso—. Me levanto rápidamente alejándome de él. —. No, eso no es verdad, yo sé que es él su reencarnación porqué sentí esa conexión que no he tenido con nadie. La tensión se sentía en el aire, pero sobre todo mi coraje—. El sol tampoco la había tenido...hasta ahora y aún no sabemos porque la luna no ha rencarnado...pero no tardara mucho para que eso pase...

—No sabes lo que dices —exclame moleste —. Lo que dices es ilógico, ¡el sol no rencarna si la luna no lo ha hecho!...eso es.

—Lo sé, se que es difícil de creer, pero eso es lo que se y por algo te lo digo —. Poco a poco voy retrocediendo, esto no podía ser verdad, esto era mentira. No quería seguir escuchando sus palabras por lo que decidí salir del salón. 

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a las escaleras que se movían, sin darme cuenta de que había tomado la equivocada. <<Lo que me faltaba>> pensé limpiándome las lágrimas. En eso la puerta se abrió, lo que me parecía curioso, las puertas siempre están cerradas, solo los estudiantes calificados y profesores tienen acceso a estas puertas, los demás solo tenemos acceso a los dormitorios. 

Mi curiosidad fue más grande y entre con mucho cuidado. Las luces se encendieron y al fondo vi un espejo, por lo que me acerqué poco a poco en él. <<Si en este cuarto solo hay un espejo...por qué?>> de las sombras aparece Jack, volteo hacia atrás rápidamente, pero no había nadie, regreso mi vista y ambos lucíamos diferentes. 

Miré fijamente al espejo, desconcertada por lo que veía. ¿Era yo? Mi reflejo... era tan diferente. Mi cabello, dorado, tan corto como si fuera una versión de mí que nunca había existido y que es imposible. Mi silueta era un poco más voluminosa. Junto a ella estaba Jack, no como lo conocía, sino como alguien que pertenecía a otro mundo, a otro tiempo. Jack portaba un traje muy similar a los que usa el reino de...Arendelle, era un poco más robusto y su peinado hacia atrás lo hacía lucir bien. Vi como el reflejo de Jack toma mi mano con delicadeza, mi reflejo voltea con felicidad y se recarga en su hombro y en ese instante justo donde estaba mi reflejo, este se rompió y una risa se hizo presente en la habitación.. La risa resonó en la habitación, y supe que lo que acababa de ver no era solo un reflejo. Era un aviso

<< ¿Acaso me está diciendo un mal presagio? >>. Escuche como el sonido de las escaleras empezaba a moverse. Tenia que salir de ahi si no seria más complicado para encontrar una escalera que me llevara a mis dormitorios.

Corri con rapidez, al llegar a la salida y ver que ya estaba un poco lejos, tuve que retroceder un poco y brincar para poder alcanzar las escaleras. Al caer, mi respiracion estaba un poco agitada, volteo y la puerta se cierra rapidamente, confundiendome a un más.