A la caza de un lindo conejito

(Dedicado a cotee7967 y MauricioVarela3)

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si Len hubiera sabido que después de decir esa frase Miku haría lo que estaba por hacer, lo hubiese pensado mejor.

¿Por qué?  La chica se había puesto y propuesto a encontrar el amor de Len... o al menos ayudarlo en el intento.

Y así, durante aproximadamente dos meses ella lo había estado llevando a citas y más citas: había conocido a pelirrojas, peliblancas, peliverdes, pelirosas, etc., etc., etc.
Era sorprendente el cambio que había pasado pues días antes la aguamarina estaba como magdalena llorando a más no poder y ahora desbordaba de carisma y alegría, incluso estaba actuando más como una "persona normal".

Pero eso era lo que necesitaba Miku. Algo o alguien que la distrajera de todo lo que pasaba en su lujoso y desolado círculo social. Len se volvió para ella como una vía de escape al saber que por fin, hacia algo bien para ayudar a alguien más

Sin embargo y a pesar de todo eso, el rubio comenzó a ver de una manera distinta a Miku pues en cada cita que ella organizaba podía conocer un poco mejor a través de esa barrera descarada y manipuladora que ella había formado y que ella misma se lo había revelado. Esa persona descarada y manipuladora por fuera era una amable y divertida chica por dentro.

Por ahora Len se encontraba en el karaoke concursando con una chica llamada Rin, la canción que cantaban se llamaba suki kirai. Gustar o no gustar. Miku los observaba disfrazada ubicada en una mesa algo alejada. Parecía divertirse.

Desde la tarima Len podía verla bien. Al principio de la canción ella recibió una corta llamada y las muecas que hacia le divertían. Luego casi al final de la canción Miku se puso a jugar con los bocadillos lanzando uno por accidente a la mesa de alado. Un joven giró para ver quién era el responsable, pero solo pudo ver a una pelinegra dedicarle una coqueta y discreta sonrisa. El chico se ruborizó y giró rapidamente su rostro. Miku solo rio y Len sonrió en su mente.

"Era cierto. Aquella chica era una completa manipuladora."

Lo comprobó cuando otro chico se acercó y le pidió algo, ella simplemente le sonrió y le murmuró algo al oído. El chico se fue con una sonrisa boba y regresó con su pedido para ella. Miku solo sonrió como agradecimiento y el chico quedo más embobado.


Al término de todo Len se ofreció a llevar a la rubia a su casa, cosa que ella negó. Tenía otros pendientes, aun así agradeció el pasar aquella tarde con Len y se despidieron amistosamente.


— ¿Y? — el rubio recibió esa pregunta al acabar de subirse al auto de Miku.

— Siempre preguntas eso después de cada cita — la miró mientras se colocaba el cinturón de seguridad.

— Solo quiero saber que tal te pareció — una chica pelinegra lo miraba intrigante.

— ¿Qué me dices de tu peluca?

— Esa cosa comenzaba ya a picarme la cabeza — la chica se la quitó dejando que su cabello aguamarino cayera como cascada por su cuerpo mientras Len la contempló admirado. Su cabello siempre le había atraído y a pesar de ser del mismo color que el cabello de Mikuo, la cabellera de ella le parecía único.

— ¿Dejarás de ver mi cabello y me contarás como te pareció en verdad? — esos ojos color aguamarino lo miraban atentamente.

— Pues la chica es muy divertida, pero no es mi tipo — se encogió de hombros siendo sincero.

— Es una lástima, pudieron hacer una buena pareja — su celular comenzó a vibrar — Y parece que el sentimiento es reciproco. A ella le pareciste un lindo chico, pero nada más — mostró el mensaje al rubio. Si, Hatsune Miku controlaba cada cita con Len, se aseguraba que la chica con que fuera a salir tuviera ciertos requisitos para él.

— Al menos me divertí. Y supongo que tú también lo hiciste con ese chico ¿O me equivoco? — el rubio sonrió de lado ignorando ese sentimiento raro que le provocaba que ella le sonriera a otros así.

— Eres muy observador — la chica ya estaba conduciendo — Estaba un poco aburrida y él se acercó. No es mi culpa.

— Si claro. Pobrecillo, lo dejaste babeando y sin otra oportunidad. Eres muy mala en realidad.

— ¿Quieres cenar o tomar algo? — evadió la chica mirando fijamente la carretera. Cosa que Len notó.

— ¿Un helado de arándano tal vez? — con el tiempo juntos que pasaban Len descubrió las cosas que le gustaban y disgustaban a la chica. En poco tiempo aquellos dos parecieron volverse mejores amigos.

— ¿Y yo tendré que pagar no es así? Creo que un día te aré llegar la cuenta — Miku rio estacionando el coche en una heladería muy buena.

— Tendré que mudarme un día de estos entonces para que no me encuentres — Len también rio y se bajó del auto adelantándose — ¿Miku? — preguntó debido a que ella tardaba aun en bajar.

— Yo no soy Miku — respondió una pelinegra bajando del coche, la chica se había puesto la peluca de nuevo.

— Creí que esa cosa te picaba la cabeza — dijo viéndola raro, en realidad estaba apreciando la figura de ella con el cabello negro.

— La belleza cuesta Len. Además quiero usarla otro ratito más — la chica dio una vuelta — Y ¿Cómo me veo?

— Como una tonta — respondió el rubio mirándola serio.

— Pues entonces esta tonta se va a comer un tropical Split completamente sola — y se adelantó al local fingiendo estar molesta.

— ¡Tonta! — gritó el chico riendo en su lugar y viendo a Miku alejarse. "Ella se veía muy bien" "Tal vez demasiado"

— ¿Piensas quedarte alli? — Miku esperaba en la entrada — Yo quiero ese tropical ahora.

Len sonrió y Miku le respondió con una sonrisa especial.

Sonrisa que Len comenzaba a amar aunque él no lo supiera.











Un nuevo día de clases que Len apenas pudo procesar debido a la cita con la chica rubia el día anterior, pero eso no detuvo a Miku que apareció en su salón y lo arrastró "delicadamente" a la biblioteca.

— Bueno, antes de empezar contigo necesito que me ayudes a ordenar los papeles para el festival.

— ¿Los documentos del festival? Creí que ya los tenías...

— Etto... digamos que anoche me quede revisando otras cosas y aprovechando que ya estás aquí... además, como delegado de la clase es tu deber ayudarme.

— Floja... — murmuró el rubio pero Miku lo alcanzó a escuchar.

— ¿Qué dijiste? — Miku lo miró tratando de no reír.

— Que eres una floja.

Miku solo le sonrió y procedió a escribir en su computador. Media hora más tarde ella ya había acabado mientras Len... él estaba entretenido viendo a cierta pelimorada.

— Bien ¿Por dónde empezamos? — la voz de la aguamarina despertó a Len de su ensoñación — ¿Te gustan los conciertos? —  mostró una pequeña libreta en mano.

— Miku yo...

— Podríamos contratar a algún cantante y así recaudar un poco más de los ingresos. Conozco a alguien que podría aceptar, es una buena amiga mía...

— Me he divertido mucho en las salidas que has organizado para mí pero...

— Y también podríamos contratar un juego de arcade... — la chica movía las hojas acomodando las peticiones por presupuestos — Y no podían faltar los cafes-maid — murmuró viendo una cantidad importante de papeles con esa solicitud.

— Quiero que me ayudes con Yukari — finalizó viéndola.

— ¿Qué?... ¿Yukari? — Miku dejó todos los papeles y puso una mirada de confusión — ¿La "chica conejo"? perdón ¿La chica del cabello... morado? ¿Ella te gusta? 

— Si — Len vio como el rostro de Miku se tornó serio. Incluso llegó a pensar que se había molestado por lo que había dicho. La chica había gastado su dinero en citas y Len salía con que era otra chica que le gustaba.

Miku se quedó pensando por unos momentos viendo el techo y luego mostró una sonrisa.

— Búscame mañana en el aula de consejo — se levantó de su lugar y recogió todos sus papeles — Asegúrate de traer lo que te corresponde en orden — le dedicó al final una sonrisa de lado. Sonrisa que Len supo interpretar que ella estaba tramando algo y no era nada bueno.











Al día siguiente Len encontró a Miku en su computador. Y recibió unos papeles en cuanto se sentó frente a ella.

— Yukari, Estudiante de nuestra escuela — Miku comenzó a hablar mientras escribía en su computador y Len revisaba las notas — De padres promedio con un trabajo en la empresa Murakami... bla bla bla... aquí esta... Yuzuki Yukari, 18 años. Ama el color morado, le fascinan los conejos y todo lo relacionado a estos. Le gusta la comida tradicional y el helado de vainilla. Estudiante de esta escuela cursando el segundo grado... 

— ¡¿La investigaste?! —  Len gritó.

— Sip — contestó como si fuera lo más natural del mundo mientras seguía tecleando a una velocidad increíble — Dije que no te investigaría a ti, mas no dije que no lo haría con los demás — Y continúo con su revisión de documentos.

— Miku... — Len trataba de respirar hondamente mientras una venita salía en su frente. Ella aún tenía hábitos que serían difíciles de quitar.

— Que... — el rubio la miraba fijamente —  Por favor, si comenzamos sin saber nada no sabrás cual será tu próximo movimiento.


...


Fase 1 "temporada de conejos"

— Bien. Ella está en el salón F-2 del ala Sur y tú estás en el E-5 del ala Este... — Miku mordía su dedo en señal de concentración mientras explicaba en una pizarra, a saber de dónde la había sacado — Y pueden verse en los casilleros suroeste al menos tres días a la semana en el receso de mediodía. Por lo que se no te relacionas con nadie así que se verá muy sospechoso que tú le hables directamente a ella, aunque me comentaste que has hablado dos veces con ella...

— Entonces... — Len alzó una ceja.

— Tendremos que hacer que ella sea la que dé el primer paso para hablarte — finalizó la chica sonriéndole.

Era martes y el rubio se encaminaba a su casillero con un muy lindo peluche de un conejo y unos libros. Cosa que no pasó percibido por la chica pelimorada.

— Hola — una voz dulce distrajo al rubio.

— Hola Yuzuki-san — saludó cortésmente Len, cosa que aprobó una chica peliroja cerca de ellos ¿Quién era? Obviamente Miku.

— Dime Yukari solamente. Después de todo tenemos casi la misma edad.

— Si... — Len se sentía algo incómodo — ¡Tómalo! — el rubio le dio el peluche a la chica y cerrando su casillero se fue rápidamente de allí.


— ¿Eso que fue? — la pregunta la recibió nada más al entrar a aquel salón vacío.

— Yo... yo estaba nervioso y...

— Veamos... muéstrame como te comportarías con una chica ya estando en una cita — la aguamarina se dirigió a Len y señaló a una rubia de pelo esponjoso que se ubicaba en otra mesa.

— Etto... yo...

— Solo dile alguna frase linda — instó Miku viéndolo recargada en una mesa con los brazos cruzados.

— Podría ser de alguna canción — ayudó la chica rubia.

— Cuando me miras con esa sonrisa, quiero abrazarte con todos mis intestinos — esa letra la había escuchado de una canción que a Lily le gustaba ¿Eso contaba no?

—...—

—...—

(...)

Llevaban ya dentro del aula unas tres horas y Len había sido un completo desastre. Miku suspiró resignada dispuesta a utilizar el protocolo de emergencia.

— Lo siento, no hay otra opción — fue lo último que Len escuchó antes de ser noqueado.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Dando momentos Lenku y luego arruinándolos.

Alto allí, bajen los puerros y las bananas que si me matan ya no tendrán más de esto.

Honestamente tenía flojera y luego la pinshi inspiración nomás no me ayudaba ( Y por si fuera poco dentro de una semana vuelvo a la escuela) y pues ya no se como va quedando esto.

.

.

.

¡Momento de SPAM!

Sé que la mayoría aquí sabe que me gusta el YumaxMiku y -Yoonie- publicó una historia de ellos llamada Second Chance for Love. Me gustaría que le dieran una oportunidad. Plis.

.

.

.

Gracias por leer ¡Niconiconi!

Cheza fuera. (hacia tiempo que no lo decía)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top