.Capítulo 28.
¿Anton?, ¿de verdad puede ser posible que sea tan estúpido y haya ignorado por completo a los dos magos?, ahora tendrá que enfrentarse a este sujeto que no dejaba de mirarlo cómo si fuera a comerlo vivo.
Entre todos los aplausos y luces decidió pensar en que hacer, no podía mover su cuerpo y eso le dificultaba usar su magia, debe de existir un punto débil que acabe con las tonterías de Anton. Posiblemente deba seguirle el juego. Es un hombre necesitado después de todo.
- me tomaste por sopresa, debo admitirlo -. Sonrió de lado, Anton lo observó fijamente -, nunca creí que Remus y Deceit puedan fusionarse sin que yo me de cuenta
- hay tantas cosas que debes empezar a creer, Dylan -. Miró sus uñas esta vez, Dylan buscó con la mirada una salida rápida o algo que pueda usar a su beneficio -, creo que es hora de que veas también que tus actos afectan la vida de varios. Un ejemplo, tus amigos. Tu lindo Patton no debe estar muy orgulloso de ti
No hizo caso, ni efecto, su concentración puesta en su brazo derecho y no en las palabras del contrario, intentaba mover su mano que agarraba el trofeo aunque sea.
- así que, dicho esto, ¿por qué no me das el reloj y acabamos con esto de una vez?
Dylan negaba en su interior, el pánico fluía por todo su cuerpo mientras de reojo notaba su mano izquierda agarrar el reloj y extendérselo a Anton, éste sonrió, tomó el brillante objeto y luego besó los nudillos de su acompañante en señal de agradecimiento.
- aquí acaba todo, Dylan, fue un gusto conocerte
Los ojos de Dylan brillaron y, antes de que Anton termine con su patético show, pudo tomar control de su cuerpo, entregándole de regalo un puñetazo en toda la cara.
Las luces parpadearon y los invitados sopresa gritaron del susto. Anton estaba en el suelo, tocándose el rostro y sonriendo entre dientes, es ahora o nunca, Dylan invocó su guadaña, sin más dilación lo apuñaló por la espalda.
Las luces se fueron, el único sonido entre toda esa pesada masa oscura era la respiración agitada de Dylan.
- maldito hijo de perra -. Suspiró -, ¿dónde estará ese estúpido reloj...?
- ¿buscabas esto?
Dylan se volteó, Anton seguía con vida y con sangre escurriendo de su espalda hasta el suelo, el reloj se meneaba en su mano. Hijo de perra. Los dos se miraron, la ira era visible en los relajados ojos de la fusión.
- si lo quieres puedes tomarlo, es tuyo después de todo, ¿no es así?
Dió un paso al frente, de la oscuridad dieron presencia los demás, Remy gruñía a la par que la cadena dorada ya rota colgaba de su cuello. Bien, retroceder es una buena opción. Retrocedió, no sabía si mirar al príncipe apuntándolo con la espada o a Virgil dispuesto a saltarle directo al cuello.
Emile tomó la iniciativa, disparó usando la magia de Patton, tomando por sorpresa a Dylan que no esperó ser cortado a la mitad con todo y escenario, la guadaña cayó al suelo al igual que el "cadáver" de Dylan.
- ¡demonios! -. Roman logró apartarse del escenario que caía a pedazos -, ¡Emile, creo que te pasaste!
- osea, el plan no era matarlo -. John no sabía que sentir respecto a esto, tal vez sentía asco y muy posiblemente culpa, sólo debían golpearlo, sacarle el reloj e irse
- el que busca encuentra -. Fue todo lo que Emile dijo -. Vámonos de aquí
Dylan no se iba a rendir, sus garras se clavaron en el escenario, sus filosos colmillos asustaron a Virgil y ni hablar de sus oscuros ojos penetrantes.
Sus gruñidos parecían del inframundo, ese humo negro que Emile reconoció muy bien los rodeó a todos en cuestión de segundos, nadie podía apartar sus ojos del cuerpo monstruoso de Dylan hasta que éste se abalanzó sobre Anton y ambos cayeron del otro lado del roto suelo.
- ¡atrás, rápido! -. Virgil se lanzó también del otro lado, ignorando las súplicas del científico -, ¡Virgil, vuelve aquí!
Anton vió impactado a Dylan regenerarse de un giro, sus garras clavándose en su cuello buscando no dejarlo ir a toda costa, deseaba tener a Patton aquí para que los proteja con su barrera pero al ver que eso no sucederá tendrá que encargarse solo de sus problemas y aceptar que caerá de espaldas al suelo a su muy inevitable muerte.
Deceit o Remus, uno de ellos morirá si alguien no detiene esta caída.
- ¡V-Virgil! -. Anton sonrió, reconocía esas hermosas alas blancas deslumbrando con la luz de la luna
Con suma precisión, y usando la guadaña de su enemigo, decapitó a Dylan en un solo movimiento, sangre espesa y oscura cayendo sobre el rostro pálido de Anton, iba a vomitar si seguía viendo la escena frente a él. Es una suerte que el cuerpo de Dylan haya desaparecido en un parpadeo, ¿o es mala suerte?.
- ¡Anton, no temas, te atraparé!
Eso esperaba, su corazón iba a salirse por su boca con cada pensamiento intrusivo que afectaba su concentración, Virgil extendió sus brazos y se preparó para el impacto, juraba que alguna costilla se le rompió y no por el echo de que recibió varios golpes contra varios árboles hasta su invitación al suelo, sino porque Anton caía con tanta velocidad que cuando lo atrapó su espalda chocó contra su pecho, fue imposible reducir la velocidad con la que cayeron, afortunadamente están bien.
Virgil tosió, entre lágrimas de dolor viendo a Anton brillar hasta desaparecer y a Remus caer sobre el césped con Deceit a su lado.
- ¡Deceit! -. Remus intentó detener la sangre que salía a borbotones de las heridas en el cuello de Deceit -, ¡por favor, cálmate, yo lo solucionaré!
¿Que tan profundo Dylan clavó sus garras en el cuello de Deceit?, no deja de sangrar, es increíble. Remus sentía que iba a llorar, no es la primera vez que ve sangre en sus manos, la diferencia es que esta vez no fue su culpa y estamos hablando de Deceit, no de su asquerosa familia.
- Deceit -. El mago continuaba tosiendo sangre, sus manos buscando aferrarse a los brazos de Remus -, lo siento tanto, Deceit, hice lo que pude...
Los sostuvo con fuerza, Deceit dejó de toser, sus ojos casi sin vida viendo el borroso rostro de Remus, sabía que estaba llorando, sentía los brazos del mayor temblar.
- e-estoy bien -. Sonrió, su mano izquierda acariciando la mejilla de su amigo -, volveré, l-lo sabes
- tardaste dos años en volver en nuestra anterior línea temporal -. A la mierda todo, lo abrazó, no sabe cuanto tiempo pasará hasta que pueda hacerlo de nuevo -, me gustaría creer que volverás en menos de dos años, mas no puedo, odio verte inconsciente...
Virgil se sentía culpable por ello, en todos esos dos años ha estado trabajando duro junto a Leonardo intentando traerlo a la vida aunque sea a la fuerza, sin embargo fue difícil, el fuerte impacto que tuvo Dylan sobre su magia fue impresionante.
- nunca debimos fusionarnos, es todo mi culpa, lo siento tanto...
Deceit intentó no toser, ya no podía mover sus brazos adecuadamente pero se esforzó, con ambas manos sostuvo el rostro de Remus y besó sus labios, a la mierda la sangre, a la mierda si Virgil los está viendo algo sonrojado, hará lo que sea para calmar a Remus.
- ¿te gustaría ser mi pareja? -. Remus lloró peor, parecía un bebé. Deceit cerró los ojos, no había tiempo de escuchar su respuesta, sentía sus piernas desaparecer con los segundos -, respóndeme luego, y-ya me tengo que ir
Deceit desapareció, dejando a su paso pequeñas partículas amarillas que se perdieron de vista en el césped, Remus jamás lloró tanto en su vida.
- Remus, prometo que lo traeré de vuelta lo antes posible... -. Virgil lo abrazó por la espalda, sus alas blancas rodeando el cuerpo encorvado de su amigo, su corazón se destrozaba lentamente
- voy a matar a Dylan...
Remus siempre cumple con sus palabras.
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¡Gracias a Lauren_786 por su lindo dibujo de Anton y Dylan!
¡Muchas gracias, Jackie-Chan23, por dibujar a Anton, me encanta!
¡Y gracias a ti por leer, nos vemos en la próxima actualización!
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