Kikyo y Aome estaban frente a frente, y la azabache estaba realmente molesta, ahora odiaba a Kikyo y no le tendría compasión.

-¡Contestame maldicion!- dijo la azabache.

-Hay querida, por lo que veo aun no recuerdas ¿cierto?- dijo la pelinegra.

-¿Recordar que?- pregunto la azabache confundida.

-¿Recuerdas como murieron tus padres?- dijo la pelinegra.

-Solo se que en un accidente automovilístico- dijo la azabache.

Inuyasha escuchaba todo, junto con Shippo.

-Si se entera le dará un colapso- dijo el peliblanco- Debemos interrumpirla.

Shippo guardo silencio no sabia que hacer, ambos mantenieron su distancia.

-Si, así fue, pero no fueron los únicos que murieron tambien murió tu tía y tu tio- dijo la pelinegra- Los cuales eran mis padres.

Aome la observo con asombro y después movió la cabeza de lado a lado, quería recordar pero no podía.

-No, no es cierto, yo no recuerdo eso- dijo la azabache- Entontecer tu y yo....

-Si Aome, tu y yo somos primas- dijo la pelinegra.

-¿Y porque es que me odias tanto?- dijo la azabache- Somos familia.

-No, yo no soy nada tuyo, tu me quitaste el amor de mis padres, ellos te adoraban a ti, siempre hablaban de ti- dijo la pelinegra con un tono de odio- No sabes cuanto te detesto.

-Pero yo- dijo la azabache.

-Tu nada, tu vas a pagar por eso, por arrebatarme lo que era mio- dijo la pelinegra- Por eso te hice tanto daño, cuando supe que estabas con Inuyasha yo lo busque y me metí con el, por mi su relación se fue al diablo- decía la pelinegra metiendo una gran dosis de veneno- Nada me basto, tu encontraste la felicidad tiempo después con Bankotsu, pero a mi me llevaba el diablo, yo quería a Inuyasha y el.... El solo pensaba en ti cada maldito segundo, después conocí a Lucía, esa tonta enamorada de Bankotsu que logro su cometido, los separo, pero después se mostró ante mi como la débil que era... Aun recuerdo sus ojos llenos de tristeza.

- ¿Tu la mataste?- dijo la azabache algo asombrada.

-Si, yo la mate- dijo la pelinegra su mirada estaba perdida, se encontraba llena de odio y locura- Arruinaría mi plan, y estaba perfecto, después diste a luz, a esa escuincla.

-No la llames asi- dijo la azabache.

-Lo siento pero la odio, al igual que te odio a ti, me robaste todo, primero el amor de mis padres- dijo la pelinegra- Y después el amor de Inuyasha.

-¡Ya basta Kikyo!- dijo el peliblanco entrando al lugar.

Kikyo lo observaba con rabia.

-¿Ahora vienes a defenderla Inuyasha?- dijo la pelinegra.

-Tu solo tienes odio en tu interior, Aome no recuerda nada y tu haces esto por una venganza de hace años Kikyo- dijo el peliblanco- No puedes seguir con esto, ella es tu familia, lleva tu sangre.

-No me importa, no dejare que esta sea feliz cuando yo no lo he sido- dijo la pelinegra.

-No lo has sido por todo el rencor que tienes en ti- dijo el peliblanco- Vamos Aome- le dijo en un susurro.

Inuyasha camino hasta la entrada, Kikyo estaba realmente furiosa, su mirada mostraba un odio que nadie había visto, pero además esa locura que conjugaba perfectamente como si existiera alguien mas en su interior, tal vez creo otra personalidad, ya que los que la han conocido han ducho que es buena.

-¡Te destruiré Aome!- grito la pelinegra al ver a Inuyasha y Kagome llendose- Te matare ¡lo juro!

Aome, Shippo e Inuyasha escucharon las palabras realmente le dio un poco de temor a la azabache, Kikyo era una persona que no recordaba, pero muy en el fondo sabía que ella no era así, debía recordar, ¿como? No lo sabe, pero en algún momento todo debe volver a su mente, por mas difícil que sea. Aome volvió a su hogar Bankotsu y Amelía la esperaban, la chica se encontraba nerviosa no quería alejarse de la pequeña se había encariñado demasiado.

-Mi amor has vuelto- dijo el pelinegro abrazando a su amada.

-Banky, ¿como esta la bebé?- preguntó la azabache.

-Dormida- dijo el pelinegro- Se parece a ti en eso.

Ambos sonrieron, después de largos meses eran felices y sonreían nuevamente.

-Bueno yo... Creó que me retiro- dijo la castaña.

-Amelia- dijo la azabache provocando que la castaña se detuviera- Gracias por cuidar a mi hija, aunque ahora se me hace injusto que te vallas, se que te encariñaste.

-Señorita Aome, no es necesario, ahora ella esta a salvo- dijo la castaña.

-Amelía- dijo la azabache con algo de ternura- Quedate aqui, se la nana de mi hija.

La castaña se sorprendió al escuchar eso, pero muy en el fondo le alegraba, estaría cerca de la pequeña que le había robado el corazón.

Continuara...

Cherry34806

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P.D: La chica de la imagen es como imaginó que seria Amelía... ¿Linda no?

Saluditos y espero estén disfrutando esta novela, gracias por su apoyo de verdad lo aprecio mucho... ❤😍😍
Cherry34806