Capitulo 50
Después de un rato de que Shippo y Amelía hablaran, Inuyasha bajo del auto, el deseaba ver a la bebé y llevársela a su madre, pero tenia que hablar con Amelía.
-Hola- dijo el peliblanco.
Amelía se quedo helada al escuchar esa voz.
-Señor Inuyasha- dijo la castaña.
-Amelía, sabes eres una gran chica y se que no eres mala- dijo el peliblanco- Existe alguien que espera a esta bebé, y que desea tenerla en sus brazos y esa persona es su madre.
-¿Como que su madre?- dijo la castaña- ¿La señorita Kikyo se la robo?
-Si- dijo el peliblanco.
-Disculpenme, de verdad yo no sabia nada- dijo la castaña.
-Lo se, Kikyo jamas te lo dijo- dijo el castaño.
-De verdad, yo jamas imagine que Sofie fuera una bebe robada- dijo la castaña observando a la bebé.
-Necesitamos llevársela a su madre- dijo el peliblanco.
-Por supuesto, yo jamas podría vivir con algo así, aunque sera dificil- dijo la castaña- Me he encariñado con ella.
-Veremos que puedo hacer, pero por el momento hay que ir rápido a la casa de su verdadera madre- dijo el peliblanco.
Los tres subieron a su auto, y este comenzó a manejar, al poco rato un par de camionetas negras aparecieron y comenzaron a disparar, Amelía era vigilada por hombres armados que trabajaban para Kikyo, Inuyasha intento esquivar cada disparo consiguiéndolo, a excepción de uno en el vidrio de atrás, después llegaron a casa de la azabache, la cual como cada día se encontraba nerviosa he inconsolable, los tres bajaron del auto con la bebe y se adentraron a la casa.
-Inuyasha- dijo la azabache.
Bankotsu salio del despacho para encontrarse con Shippo, Inuyasha y la joven que cargaba a una hermosa bebé.
-¿Quien es ella?- dijo azabache.
-Ella es Amelía- dijo el peliblanco- Trabaja para Kikyo.
-¿Y que hace aquí?- dijo el pelinegro algo exaltado.
-Ella se encargaba de cuidar a tu hija- dijo el castaño.
Aome y Bankotsu observaban a la chica, la cual estaba nerviosa.
-Amelía, ella es Aome la verdadera madre de la bebe- dijo el peliblanco.
-Señorita Aome, le juro que yo no sabia nada, me acabo de enterar de todo esto- dijo la castaña.
-Tranquila, yo solo- dijo la azabache- He esperado tanto este momento.
Aome se acerco hasta donde Amalia y observaba a la pequeña que traía en brazos, la tomo en los suyos mientras lágrimas caían por sus mejillas.
-Mi amor, mi chiquita linda, al fin te tengo conmigo- dijo la azabache emocionada, mientras lloraba.
Bankotsu se acerco a la azabache nervioso, y observo a la pequeña, la cual al abrir los ojos pudo ver esa mirada de Aome, pero con sus mismos ojos celestes, abrazo a su amada y beso a su hija, Shippo, Inuyasha y Amalia estaban tan conmovidos por tal escena, hasta que unos hombres entraron a la casa, Aome estaba con mas fuerzas que nunca, aun teniendo la herida en su vientre.
-Larguense de aqui- dijo la azabache.
-Lo siento pero queremos a esa bebe- dijo uno de los hombres.
-Pues lamento decirles que es mi hija y que no se la llevaran- dijo la azabache decidida y realmente furiosa.
Su actitud y semblante cambio.
-Llevenme con su jefa- dijo la azabache, su mirada mostraba una rabia inminente.
Le entrego la niña a Bankotsu y Amalia se quedo con el, Aome salio con los hombres y Shippo e Inuyasha siguieron la camioneta, Kikyo ya estaba al tanto, su sirvienta había entregado a esa escuincla que a pesar de tenerla harta no podía odiarla.
Finalmente las camionetas llegaron hasta la casa, Inuyasha y Shippo entraron también, Aome bajo de la camioneta y rápidamente se dirigió al interior de la casa.
-¡Kikyo!- grito la azabache- ¡¿Donde estas maldita?! ¡Da la cara de una vez!
Kikyo bajo de alcoba.
-Pero que sorpresa, la moscamuerta esta aqui- dijo la pelinegra- ¿Que quieres?
-Eres una maldita perra- dijo la azabache dándole una bofetada y dejándole un par de rasguños en su cara.
-¿Pero que diablos te pasa?- dijo la pelinegra.
-¿Porque me odias tanto?- dijo la azabache.
Kikyo pensó un momento, tal vez ya era hora de decirle la verdad, aunque no sabia como reaccionaria, pero eso no le importaba ella solo quería destruirla y ahora la tenia frente a ella.
Continuará...
Cherry34806
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