Los días fueron pasando, el odio y la tristeza de Aome eran cada vez mas grandes, tantos días separada de su hija, esa pequeña que no tenia la culpa de nada, era una noche fría, Aome ya no quería seguir sin hacer nada esperando que las autoridades hicieran algo, porque era obvio que no hacen nada, salio a un restaurant cercano en donde Inuyasha la esperaba.

-Shippo me dio tu mensaje, ¿que sucede Aome?- preguntó el peliblanco.

-Ya no aguantó mas, quiero a mi hija aquí conmigo, y solo tu puedes ayudarme- dijo la azabache.

-Pero que tramas hacer- dijo el peliblanco algo nervioso.

La mirada de la azabache ya no era mas esa tierna y con brillo, desde que le arrebataron a su hija y la dicha de conocerla ese brillo que la caracterizaba se había ido, solo se podía ver odio y mucho sufrimiento, incluso Inuyasha desconocía a la nueva Aome, pero que esperaba después de todo lo que ha pasado.

-Tu y yo sabemos que Kikyo te quiere a ti, quiero que te acerques a ella y averigues donde tiene a mi hija- dijo la azabache- Necesitó tu ayuda Inuyasha.

-Esta bien Aome yo te ayudare, detesto verte así y si así puedo ayudar lo hare- dijo el peliblanco decidido.

-Gracias Inuyasha- dijo la azabache terminando su cafe- Debo irme, ni una palabra a Shippo ni a Bankotsu.

-Esta bien, cuenta con mi discreción- dijo el peliblanco.

Aome volvió a su hogar, Bankotsu la esperaba.

-¿Donde estabas?- dijo el pelinegro.

-Buscando a mi hija- dijo la azabache- La necesitó Bankotsu, si no esta en mis brazos voy a terminar muriendo.

-Aome, te entiendo, pero no puedes andar sola aun- dijo el pelinegro, preocupado.

Mientras tanto por otro lado Inuyasha ya sabia donde vivia Kikyo, así que al estar frente a la casa tomo carácter y toco, una de las sirvientes de Kikyo salio a su encuentro, Amelía, esa chica lo observo algo asombrada ya que Kikyo tenia bastantes fotos de Inuyasha.

-¿Esta Kikyo?- preguntó el peliblanco sacándola de sus recuerdos.

-Si pase, ¿de parte de quien?- dijo Amelía.

-De Inuyasha Taisho- dijo el peliblanco.

La chica de inmediato fue a la habitación de Kikyo y le hizo saber sobre la llegada de su "amor", de inmediato se levanto y arreglo su cabello.

-Mantener callada a la niña, y si no sera mejor que la lleves a la cabaña, ahí esperaré hasta que Inuyasha se valla- dijo la pelinegra.

Amelía solo asintió ante las ordenes de esta, fue a su habitación y se llevo a la bebe a la cabaña.

-Tranquila mi amor, pronto todo estará bien- susurro la chica.

Kikyo bajo y encontró a Inuyasha en la sala.

-Pero que sorpresa, ¿que te a traído hasta mi Inuyasha?- dijo la pelinegra.

-Solo me han dado ganas de visitarte amor- dijo Inuyasha, aunque muy en el fondo deseaba decirle esas palabras a su querida Aome.

-Es una verdadera sorpresa Inuyasha- dijo la pelinegra- Pero me alegra que estés aquí.

-A mi también, te extrañe- dijo el peliblanco mintiendo.

Después de un par de horas Inuyasha estaba a punto de irse.

-Kikyo- dijo el peliblanco.

-¿Si?- dijo la pelinegra.

-¿Porque odias tanto a Kagome?- dijo el peliblanco.

El semblante de Kikyo cambio al escuchar ese nombre.

-La odio, porque me quito lo que yo queria- dijo la pelinegra- El amor, la paz y la tranquilidad.

-¿Pero como? Si apenas la conociste cuando andaba con ella- dijo el peliblanco.

-No, yo ya la conocía de años atrás, antes eramos muy cercanas, pero ella tuvo un accidente y perdió la memoria, pero en ese accidente tambien fallecieron sus padres al igual que los mios, el doctor me ayudo a crearle una nueva vida, pero yo ya no existiría en ella y hasta la fecha no a recordado nada- dijo la pelinegra sonriendo con malicia- La voy a destruir, por quitarme lo que mas quería.

Continuara...

Cherry34806