Después de la muerte de Lucia, Bankotsu se sorprendió de la noticia, una chica muerta encontrada en un barranco, gran idea de Kikyo ¿no?

Los días han pasado la azabache aun se encuentra en coma, no a despertado, pero tal vez ese día todo cambiaría.

Era un hermoso día, lleno de sol, Bankotsu acababa de entrar a la habitación de Aome la cual estaba repleta de regalos y rosas, sus favoritas, le tomó la mano se sentía bien a su lado.

-Aome, mi querida azabache, pirfavor despierta nuestra hija te necesita, ya me entere de todo, y no entiendo como no me lo dijiste- dijo el pelinegro- Te extraño, no he dejado de amarte, necesitó que vuelvas, que me perdones, te necesito en mi vida.

Después de eso, sintió como la azabache apretaba su mano, de un momento a otro la azabache abrió los ojos, dejando ver sus hermosos ojos cafés.

-B-bankotsu- dijo la azabache.

-Aome, mi niña has despertado- dijo el pelinegro.

-¿Que a pasado?- dijo la azabache.

Bankotsu le explicó todo lo sucedido y fue entonces cuando ella recordó todo.

-Tu, tu te acostaste con esa maldita- dijo la azabache alterándose un poco.

-Lo se, fue un error y no te pondré como excusa que estaba ebrio, estaba molesto por lo que hablas dicho- dijo el pelinegro.

-Aun así no sabes cuanto me dolió verlos- dijo la azabache entre lágrimas- Ya sufrí demasiado.

Mientras tanto en algún lugar del hospital Kikyo cargaba a una bebe, Aome sintió una punzada en su pecho.

-Mi bebe- dijo la azabache mientras se levantaba.

Bankotsu la observo con nerviosismo.

-Aome ¿que haces? No puedes levantarte- dijo el pelinegro.

-Quiero que vallas con la niña, algo no esta bien- dijo la azabache.

Bankotsu salio de la habitación y corrió hasta los cuneros, al llegar busco a la bebé pero no estaba en su cuna, se acerco a una enfermera que se suponía cuidaba de los bebes.

-Señorita, ¿donde esta la bebe Higurashi?- pregunto el pelinegro.

-Su madre se la ha llevado- dijo la enfermera.

-¿Como que se la a llevado? Su madre es Aome Higurashi, acaba de despertar del coma en el que estaba- grito Bankotsu furioso- Es una inepta.

Bankotsu corrió al estacionamiento y solo vio una camioneta negra irse.

-Kikyo- dijo con bastante furia.

Regreso al hospital, el director general ya se encontraba en los cuneros.

-Señor Bankotsu siento mucho lo ocurrido- dijo el doctor.

-¿Como es posible? Se han llevado a mi hija- dijo el pelinegro.

-Lo siento mucho de verdad, solo queda avisar a las autoridades para que la busquen- dijo el doctor.

-Autoridades, ellos no harán nada, quien se la llevo esta metida en la mafia- dijo el pelinegro aun molesto.

Aome se encontraba a unos pasos de donde estaban hablando.

-Bankotsu- dijo la azabache- ¿Donde esta mi hija?

-Aome- dijo el pelinegro- Lo siento no pude detener a Kikyo.

-Kikyo, ¿ella se la llevo?- dijo la azabache.

Sentía una gran ira dentro de ella.

-Quiero que me den de alta ya mismo- dijo la azabache.

-Pero señorita Higurashi- trato de decir el doctor, siendo ignorado.

Quedarse en el hospital no era una opción. Bankotsu la siguió, a pesar de verla fuerte sabia que por dentro su corazón se rompía.

-¿Estas bien Aome?- preguntó el pelinegro.

-Lo estaré cuando tenga a mi hija en mis brazos- dijo la azabache.

-Lamento mucho no haber llegado a tiempo- dijo el pelinegro.

-No es tu culpa- dijo la azabache- Esa mujer esta loca.

Después de un par de horas le dieron la alta a firmar a la azabache la cual lo hizo rápida, caminaban a la salida, cuando la azabache se mareo un poco.

-¿Estas bien?- preguntó el pelinegro.

-Si- respondió la azabache algo nerviosa, hacia tanto tiempo que no estaba tan cerca de el.

Sentir su cuerpo, su respiración, sus caricias, todo de el, la ponía como la primera vez e estuvo con el, esos nervios y esas ganas de besarlo, de perdonarlo, pero aun se encontraba herida y con una furia interna.

Continuará...

Cherry34806