Los días han pasado tranquilamente, era una mañana tranquila, y la azabache iba en camino a su trabajo en su coche, al doblar la esquina un auto apareció cerrando el paso de la azabache, la cual observo a un par de hombres encapuchados que salían de la camioneta, taparon su boca y nariz con un pedazo de tela con algo de cloroformo hasta que dejo de pelear, la subieron a la camioneta y la llevaron hasta una cabaña a las afueras de Tokio.

Eran las 12 del día Bankotsu había decidido ir a ver a su amada y a llevarle algo de comer, al llegar a la empresa subió hasta la oficina de su amada pero no había nada, preguntó a la secretaria la cual no supo darle razón, busco a Shippo.

-¿Has visto a Aome?- preguntó el pelinegro.

-No, ella no a llegado- dijo el castaño.

Al escuchar eso sintió una punzada en su pecho, salio rápidamente de ahí detrás de el iba Shippo.

-Hey espera te acompaño- dijo el castaño.

Ambos chicos se dedicaron a buscarla por varias horas hasta que dieron con el auto que era de ella.

-La secuestraron- dijo el castaño.

-¿Pero quien?- dijo el pelinegro- Esta embarazada.

El pelinegro realmente estaba preocupado, y Shippo se encontraba igual.
Después de un rato siguieron buscando, caminaron durante un rato pero no había seña de ella.

Mientras tanto a las afueras de la ciudad la azabache apenas despertaba se encontraba atada de pies y manos.
Una silueta apareció frente a ella.

-¿Quien eres? ¿Que quieres de mi?- dijo la azabache.

-¿A caso no me recuerdas?- dijo la voz femenina.

-Muestrate- dijo la azabache.

-Soy yo cariño, no me recuerdas, esa a la que le quitaste el amor de Inuyasha- dijo la voz femenina.

-Kikyo- dijo la azabache- Yo... Yo no te quite nada.

-Y esa a la que le quitaste la oportunidad de ser feliz a lado de Bankotsu- dijo otra voz.

-Lo repito, no les quite nada- dijo la azabache.

-Lo siento Aome pero solo quiero mi venganza- dijeron ambas.

-No me hagan daño por favor, estoy embarazada, no dañen a mi hijo- dijo la azabache- Haré lo que ustedes pidan.

La azabache lloraba inconsolable, sentía miedo de que pudieran dañarla o dañar a su bebe.
Finalmente decidieron dejarla libre.

-Esta bien, pero debes irte lejos, nosotras estamos involucradas en la mafia y no creo que quieras que te dalemos a ti en tu estado- dijo Kikyo- Así que te iras cuanto antes, dejando a Bankotsu y a Inuyasha.

-Pero si Inuyasha se fue- dijo la azabache.

-El a vuelto, de eso su amigo trabaja para ti, hemos investigado todo Aome- dijo Lucia.

La azabache se quedo sin habla, hacia mucho que no sabía sobre el y que ni siquiera escuchaba su nombre.

-Esta bien, me ire- dijo finalmente la azabache con su mirada cristalina y lágrimas a punto de caer- Ahora dejenme ir, me siento mal.

Después de eso, unos hombres soltaron a la azabache y la subieron a una camioneta negra, la dejaron cerca de un hospital y al llegar a emergencias perdió el conocimiento. Las enfermeras gritaron asustadas, y fueron a su auxilio, un doctor la revisó estando ya en una camilla, la azabache se encontraba pálida y con algo de desecho en su parte intima a lo cual dio a conocer que tenia amenaza de aborto, la azabache se encontraba aun inconsciente el esfuerzo que había hecho fue suficiente para que esta sangrara.
Mientras tanto Shippo llegaba a la casa de Inuyasha, con los ojos rojos, nervioso y asustado.

-Al fin llegas.... ¿Estas bien?- preguntó el peliblanco.

-No- dijo el castaño.

-¿Pasa algo?- dijo el peliblanco.

-Al parecer secuestraron a mi jefa- dijo el castaño con un tono de tristeza.

-¿Quien es tu jefa?- preguntó el peliblanco con un tono de preocupación.

-Inuyasha, eso no puedes saberlo- dijo el castaño.

-¿Pero por que?- dijo el peliblanco algo molesto.

-Porque no te gustara mi respuesta- dijo el castaño- O tal vez si pero trataras de averiguar.

Después de la respuesta ambos guardaron silencio.

Continuará...

Cherry34806