La tensión aumentaba cada segundo, la mirada de Aome era diferente, tenia demasiada rabia, Lucia la observaba  como queriendo retarla.

-¿Esta es tu amada noviecita?- preguntó la castaña de ojos verdes.

-Si, ¿algún problema querida?- respondió la azabache observando a la castaña.

-Eres poca cosa para este hombre- dijo la castaña.

-Ya callate Lucia- dijo el pelinegro molesto.

-¿Has escuchado zorra?- dijo la azabache.

-Tu callate- dijo la castaña.

-A mi nadie me calla maldita- dijo la azabache.

La azabache camino hasta donde se encontraba la castaña, le dio un par de cachetadas y después la tomo del cabello y la saco de la oficina.

-No te vuelvas a acercar a mi novio, maldita zorra- grito la azabache molesta.

La multitud observaba el momento, entre risas y murmullos los cuales susurraban "se lo merece por zorra", Aome volvió a la oficina y observo a Bankotsu, en su mirada reflejaba decepción y tristeza.

-De verdad no era lo que estas pensando- dijo el pelinegro nervioso.

-No importa, nos vemos en casa- dijo la azabache tomando su bolso.

Camino a la puerta pero Bankotsu la detuvo.

-Por favor Aome, espera- dijo el pelinegro tomándola del brazo.

La azabache se detuvo en seco y se quedo dándole la espalda.

-No quiero que me lastimes- dijo la azabache con sus ojos cristalizados.

-Lo lamento de verdad, yo no la bese fue ella quien me beso a mi- dijo el pelinegro abrazándola por detras- Yo solo tengo ojos para ti.

-Y yo para ti- dijo la azabache.

Después de eso la azabache volteo y lo abrazo fuertemente acorrucandose en su pecho.

-Te amo Aome, no lo dudes nunca- dijo el pelinegro.

-También te amo Bankotsu- dijo la azabache para después besarlo- Tu sólo eres mio y de nadie mas, cualquier zorra que se acerque le ira muy mal.

El beso fue subiendo de intensidad, las caricias comenzaron, Bankotsu cerro la puerta con seguro y siguió besándola mientras metía sus manos bajo la ropa de su amada.

-Ah ah ah, aquí no- dijo la azabache sonrojada.

-Vamos mi amor- dijo el pelinegro suplicante.

-Lo siento- dijo la azabache acomodándose la ropa- Pero si quieres de esto- señalo su cuerpo- Sera hasta que llegues a casa mi amor.

-Esta bien- dijo el pelinegro haciendo pucheros.

La azabache se retiro después de haberle dado un beso intenso a su amado, Bankotsu se recargo en la puerta.

-Que mujer tengo a mi lado, la amo tanto- dijo el pelinegro mientras recordaba lo de hace unos minutos.

Después de haberse controlado, salio de su oficina.

-¡Lucia!- grito el pelinegro provocando que todos voltearan.

La castaña se levanto de su asiento y entró a la oficina de su jefe.

-¿Si?- dijo la castaña.

-Toma- dijo el pelinegro dándole un papel.

-¿Que es esto?- pregunto confundida al ver el papel y leer lo que decía.

-Tu liquidación, quiero que te vallas ahora mismo- dijo el pelinegro furioso.

-¿Pero porque? No, me rehusó- dijo la castaña.

-No tienes opción- dijo el pelinegro- No quiero verte mañana aquí, quiero que recojas todas tus cosas y te largues.

La castaña lo observaba furiosa, salio de la oficina dando un azoton a la puerta, recogió sus cosas y las metió en una caja.

-Maldita seas Aome, juro que me vengare de ti- susurro la castaña.

Después de eso salio de la empresa y se fue a su hogar.
Mientras tanto la azabache ya había llegado a si hogar, se dio un largo baño y al salir se vistió con una lencería de color negro, muy erótica, en toda la casa depósito velas aromatizadas con un agradable olor a rosas, era una velada perfecta, ahora solo faltaba que su amado llegara.

Continuara...

Cherry34806