Después de haber dado de alta a Rin, esta comenzó a vivir con Sesshomaru, su relación a mejorado y el peliblanco la trata con mucho cariño, la llena de pequeños pero significativos detalles, Rin esta tan emocionada ya que en ningún momento dejo de amarlo.

Los días fueron transcurriendo Bankotsu y Aome se aman como la primera vez, son felices  y tal vez esa felicidad aunmente aun mas.

Era una tarde tranquila la azabache se encontraba en su casa, últimamente a tenido varios antojos y a comido como nunca, estaba acompañada por sus mejores amigas, Sango y Rin.

-¿Te terminaras todo eso?- preguntó una de las pelinegras.

-Tengo mucha hambre y muchísimas ganas de fresas con nutella- respondió la azabache mientras ponía un plato con fresas y otro mas pequeño que contenía la nutella.

-¿No estarás embarazada?- preguntó Rin.

-Claro que no, Bankotsu y yo tomamos nuestras precauciones- dijo la azabache.

-A veces puede fallar- dijo Sango.

-Por favor chicas, estoy perfectamente y no estoy embarazada- dijo la azabache.

Después de la pequeña reunión Aome por fin se quedo sola en si casa, esa charla sobre su embarazo le daba vueltas en la cabeza... ¿Y si estoy embarazada? Se preguntaba. Al día siguiente se dirigió temprano a la farmacia mas cercana, al volver a casa entro al baño y realizo la prueba siguiendo las indicaciones, al esperar cinco minutos se revelo el resultado el cual dio negativo, la azabache sintió como el alma volvía a su cuerpo y a la vez sintió como si estrujaran su corazón, ya que realmente deseaba tener un bebe de Bankotsu.
Al llegar a casa Bankotsu se encontraba ahí.

-Amor, ¿a donde fuiste?- preguntó ti el pelinegro.

-A dar un paseo amor, estaba aburrida- dijo la azabache haciendo pucheros- Te extrañe.

-Yo también te extrañe- dijo el pelinegro abrazándola.

La azabache percibió un olor de mujer una fragancia que ciertamente no era de ella.

-¿Y ese perfume?- pregunto la azabache algo molesta.

-Tranquila es de mi secretaria, estuvimos arreglando algunos papeles y estabamos a corta distancia- dijo el pelinegro con tranquilidad.

-¿A caso me crees tonta?- dijo la azabache molesta.

-Pero si te estoy hablando con la verdad- dijo el pelinegro.

La azabache rompió el abrazo.

-Dile a esa mosquita muerta que se aleje de ti o seré yo quien lo haga- dijo la azabache apretando sus puños.

-Por favor mi amor, sabes perfectamente que solo tengo ojos para ti- dijo el pelinegro.

-Aun así dice lo a esa zorra- dijo la azabache.

-¿A caso estas celosa?- preguntó el pelinegro.

-No- dijo la azabache cruzandoce de brazos.

-Vamos mi amor, sabes que solo te amo a ti- dijo el pelinegro abrazándola por la espalda y besando su cuello- Solo tu eres la mujer que me interesa.

-Bankotsu, sabes que te amo, pero ya pase por eso una vez y no soportaría pasar de nuevo por lo mismo- dijo la azabache con un tono triste.

-Tranquila mi amor, comprendo, pero siempre ten en cuenta que te amo solo a ti- dijo el pelinegro.

Acto seguido, Bankotsu comenzó a besar a la azabache, después de tanto al fin se encontraban nuevamente solos para hacer lo que les plazca, la beso intensamente mientras metía sus manos bajo su ropa, acariciando esa suave piel que lo volvía loco, comenzó a despojarla de cada prenda, hasta dejarla desnuda, la azabache hizo lo mismo dejando todo al descubierto.

-Eres hermosa- dijo el pelinegro admirando la belleza de su amada.

-Y tu realmente atractivo- dijo la azabache mientras se abalanzaba a el.

Después de besos y caricias, Bankotsu comenzó a tocar la parte intima de la azabache, acariciándola suavemente, comenzó a introducir sus dedos en ella provocando que esta gimiera algo fuerte, este callo cada gemido con besos, al estar en su puñado después de haber provocado el primer orgasmo de la azabache, se posiciono entre sus piernas mientras esta se encontraba recostada en el sofá, se introdujo en ella de una sola embestida y comenzó a moverse, primero lento y después mas rápido, cada embestida provocaba fuertes gemidos de la azabache lo cual exitaba aun mas a su amado, después comenzó a besar sus labios y después su cuello mordiéndolo, dejando marcas, mientras el pelinegro jugueteaba con los pechos de la azabache dándole mayor placer, ambos llegaron al clímax y Bankotsu derrochó su semilla en el interior de su amada.

-Te amo Aome- dijo el pelinegro observando a su amada, mientras observaba ese brillo que tenia en los ojos.

-Y yo te amo a ti mi amor- dijo la azabache abrazando a su amado.

Después de lo ocurrido ambos subieron a la habitación, tomaron una ducha y se recostaron a ver películas, ya que Bankotsu había tomado un día libre para estar con su amada Aome.

Continuara...

Cherry34806