El hermano de Sesshomaru comenzó a atender a la joven estaba realmente delicada, sus signos vitales estaban muy débiles, su presión arteria era demasiado alta para su estado, ella aún seguía inconsciente, comenzaron con la labor, le hicieron cesárea y al tener al bebé en sus manos la chica prácticamente murió por un momento, sus signos vitales desaparecieron, Sesshomaru entro a donde se encontraba lloraba, tomo su mano y entre susurros.

-Mi amor, porfavor no te vallas, no nos dejes, nuestro hijo y yo te necesitamos- susurro el peliblanco- Se fuerte pelea, no te rindas, te amo Rin.... Te amo.

De un momento a otro la chica apretó la mano del peliblanco, Sesshomaru la observaba detenidamente, al igual que su hermano, era un milagro, pero solo despertó de la muerte ya que a los pocos instantes entro en estado de coma, la herida ya estaba saturada, el bebe era un hermoso niño con cabello como el de su padre y una marca realmente curiosa al igual que el la portaba en la frente, Sesshomaru lo tenia en brazos, estaba contento, feliz con su hijo, pero por una parte estaba triste por que la mujer que ama se encuentra mal, mientras tanto Rin a sido llevada a terapia intensiva, esta conectada a varios aparatos, entre ellos uno que dice la frecuencia del corazón de la pelinegra.
Sesshomaru después de haber llevado a su hijo a los cuneros se dirigió a la zona donde se encontraba la chica, un cristal los separaba, la observaba detenidamente jamas había sentido tanto miedo de perder a alguien como lo sentía en ese momento.

-Porfavor Rin quedate conmigo- susurro el peliblanco con lágrimas en sus ojos.

Al poco rato vio a su hermano que había atendido el parto.

-¿Que fue lo que le sucedió?- pregunto el peliblanco.

-Hermano, ella llego muy mal, su presión arteria estaba muy alto, además de que aun le quedaban 3 semanas de gestación- dijo el pelinegro- Su corazón se detuvo y después volvió a la vida, eso es un milagro.

-¿Cuanto tiempo estará así?- preguntó el peliblanco exaltado.

-No lo se, pueden ser semanas, meses incluso años- dijo el pelinegro.

-No, has todo lo posible para que despierte- le dijo el peliblanco.

-Eso ya no depende de mi, ahora es su turno, ella decidirá si despierta o no- dijo el pelinegro.

Sesshomaru solo volteo a ver a su amada, estaba triste, no quería que ella partiera no aun.
Esa noche llamo a la azabache varias veces pero esta no contestaba, la última era la vencida.

-Bueno- se escucho al otro lado de la linea.

-Aome, que bueno que contestaste, necesito que vuelvas- dijo el peliblanco.

-¿Que paso Sesshomaru?- preguntó la azabache.

-Rin, ya se alivio, pero esta muy mal, esta en estado de coma- le dijo el peliblanco.

-¿Que?- dijo la azabache preocupada- Iremos para haya lo antes posible.

-Esta bien, los estaré esperando, ya nació tu sobrino- dijo el peliblanco con una leve sonrisa.

-¿Fue niño?- preguntó la azabache.

-Si, un hermoso niño- dijo el peliblanco.

-Esta bien ya quiero conocerlo, mañana nos veremos, gracias por estar al pendiente de ella- dijo la azabache.

-La amo, daría mi vida por ella- dijo el peliblanco.

-Nos vemos mañana, mantenme al tanto- dijo la azabache, para después colgar.

Después de eso Sesshomaru le pidió permiso a su hermano para que dejara quedarse a lado de Rin a lo cual accedió, el peliblanco estaba a lado de la camilla en una de las sillas, entre el silencio solo se escuchaban los debiles latidos del corazón de la mujer que amaba, para el era una tortura verla así, tomo la mano de la chica y le dio un suave beso.

-Rin- susurro el peliblanco- No sabes cuanto te necesito.

Comenzó a contarle sobre su estado de animo desde que se alejo de ella, realmente la extrañaba y haría hasta lo imposible para que lo aceptara nuevamente, el tener a su hijo en brazos le ablando un poco el corazón, era su hijo y no lo dejaría ni a el, ni a su madre.

-Te amo tanto, despierta, nuestro hijo te necesita- le dijo el peliblanco.

Después de eso, acostó si cabeza a lado de la chica y se quedo profundamente dormido.

Continuará...

Cherry34806