CAPÍTULO 25.
LANA.
Me aferro a los brazos de Devon, mi muñeca herida se encuentra vendada, Devon la trató hace unas horas, el se mueve con cuidado sobre mi, aprieto mis labios evitando hacer algún ruido por el dolor, aunque el estaba siendo delicado estaba lastimada de días anteriores cuando por lo brusco que es cuando se molesta, Devon se inclina y deja un beso rápido sobre mis labios, entierro más mis uñas en los músculos de sus brazos, mi cuerpo tiembla, el sigue su movimiento, aumenta de velosidad y sus manos van a mis piernas abriendome más, hago un gesto con dolor cuando se hunde más profundo, sus gemidos roncos solo me hace estremecer.
-Lana- Murmura suavemente, escucho como gime alto, su respiración es agitada, parpadeo y miro su rostro, porque Devon no pudo hacer las cosas bien, todo hubiera sido distinto, ¿porque le gustaba hacerme daño?.
El se mantiene en mi interior, me remuevo un poco incómoda, el se inclina más y sostiene su peso con sus brazos, sonríe de medio lado, victorioso por a verme tenido otra vez, aparto mi mirada, el se inclina y deja un beso sobre mi frente, luego mejilla y por último mis labios, aferro mis manos a las sábanas, solo quiero que se quite, necesito limpiar mi cuerpo.
-¿Porque no puedes quererme como yo lo hago?- Pregunta suavemente, mi cuerpo se tensa, como puede decir que me quiere con todo lo que me ha hecho
-¿Quererme?, tu no me quieres, ¿no te das cuenta?- Me atrevo a decir, pero con voz baja, no quiero que se altere cuando me encuentro vulnerable ante él.
Devon tensa su mandíbula, sale lentamente de mi interior y se acuesta a mi lado, suspira y mira el techo, parece pensar algo, y eso no me gusta, no quiero que alguien tan demente como el este pensando tan seriamente en algo. Trato de levantarme para ir al baño y ducharme pero Devon toma mi brazo y me hace acostar de nuevo.
No lo miro, me quedo quieta sintiéndo su agarre en mi brazo.
-Tu me quieres, se que te gusto Lana, aunque quieras luchar contra ello- Murmura, frunzo levemente mi ceño y lo miro, su expresión es vacía y fría, mi pecho duele.
-Todo eso murió cuando abusaste de mí- Susurro con dolor, el frunce levemente su ceño.
-Tu me perteneces- Murmura de forma fría -Estarás mucho tiempo junto a mí, haré que vuelvas a quererme Lana- Añade con voz ronca.
Algo dentro de mi se remueve ante sus palabras, no quiero caer ante él, no quiero hacerlo, pero en estos momentos mi estabilidad emocional se encuentra quebrada, Devon me ha roto, solo quiero a alguien que me consuele, ha alguien que me abraze y me diga que voy a salir de este lugar.
Devon se acerca a mi, sus labios rosa los míos, cierro mis ojos, lentamente Devon toma mis labios, mi cuerpo tiembla, el hace que me acueste, y comienza a besar mi cuello, las lágrimas se acumulan en mis ojos.
-Si lloras voy a ser brusco, odio que llores- Gruñe en mi oído entre dientes, aprieto mis labios y cierro mis ojos.
......
Me despierto, abro lentamente mis ojos, miro a mi lado, me encuentro sola, suspiro con tranquilidad, me siento en la cama, llevo mi mano a mis labios, recuerdo a Devon, no sé qué pensar y no sé qué hacer, tal vez lo mejor sea hacer lo que el quiere, tal vez todo sea mejor si me rindo, incluso podría tener su confianza y podría dejarme salir.
Suspiro y me levanto, comenzaría con prepararle algo de comer, no podría olvidar todo el daño que Devon me hizo, pero iba a estar con el por mucho tiempo, no sabía incluso si algún día alguien me rescataria.
Necesitaba ganarme su confianza, Devon esta demente, se que no dudaría si le decía que lo amaba, podría salir de aquí más rápido de esa forma.
Camino hasta la sala de estar, parpadeo, varias cajas con rosas se encuentran por todo el lugar, suspiro y me acerco, me inclino y acaricio las rosas, son hermosas, esta vez no solo hay rosas negras, también hay rojas.
Salto el escuchar el golpe de la puerta, me asusto y miro entrar a Devon furioso, retrocedo con miedo cuando se acerca furioso, su mandíbula tensa y sus ojos siniestros me miran como si quisieran asesinarme, trago con dificultad.
-Ere una maldita zorra mal agradecida- Gruñe entredientes, los latidos en mi pecho comienzan a aumentar, Devon eleva su mano y tira sobre mi unas fotografías.
Tiemblo con miedo, las fotografías caen al suelo, bajo mi mirada y las observo, el horror me golpea, el nudo se instala en mi vientre, comienzo a negar, me inclino de rodillas, miro con terror todas las fotografías, es el agente especial Anderson muerto, con varios disparos en su cuerpo y otro en su frente.
-No- Susurro con desesperación en un hilo de voz.
Jadeo cuando Devon toma mi brazo y me levanta, me hace acorrala en la pared, lo miro con terror.
-Tu lo llamaste, ¡le dijiste donde estábamos!- Grita a centímetros de mi rostro, siento mi cuerpo débil, me siento pequeña a su lado, no se lo que hará, esta fuera de si, nunca lo había visto así -Vi la maldita llamada en el registro- Gruñe tomando mi mandíbula con una de sus manos.
-No me lastimes- Susurro con voz temblorosa, el hace un gesto y suelta mi rostro de golpe, me tambaleo un poco, y lo miro asustada, ni siquiera puedo moverme.
-Lo que necesitas es una lección, algo que te enseñará que no puedes hacer lo que te de la jodida gana- Murmura, busca algo en su saco, observo como toma su móvil - Enviare a alguien para que se deshaga de esa amiga tuya, tendrá una muerte dolorosa- Dice siniestro, comienza a marcar en su móvil.
-¡No!, no le hagas nada- Grito alterada llego hasta a el y tiro el móvil de sus manos, Devon tensa su mandíbula mirándome, solo veo oscuridad en sus ojos -¡Entonces cuando aprenderás!, cuando vas a aceptar que eres mía!- Grita alterado.
Respiro agitada, tengo miedo, Devon, se acerca a paso lento, su brazo envuelve mi cintura y me atrae a su cuerpo, me tenso al tener su rostro tan cerca del mío.
-La próxima vez que tu hagas algo tan estúpido como lo que hiciste, voy a asesinar a tu amiguita, y luego, voy a buscar a tus estúpidos padres drogadictos- Murmura en una amenaza que se que cumplirá -No vas a tener ningún lugar al que quieres volver- Susurra, lágrimas se acumulan en mis ojos, el limpia algunas que caen en mis mejillas.
Dos golpes en la puerta llama mi atención, Devon se separa de mi.
-Ve a la habitación, ponte algo de ropa, debemos largarnos de aquí, la DEA debe saber que me encuentro en este maldito edificio- Ordena, asiento temblorosa y camino rápidamente hasta la habitación.
Los latidos en mi pecho son rápidos, sin embargo Devon al menos no me hizo daño, ni a mi ni a Lucy y mis padres, se que lo pagaré, pero al menos por ahora no.
....
Me siento fascina al ver de nuevo el exterior, no he dejado de ver por la ventana del helicoptero, Devon se encuentra sentado a mi lado, su mano en mi pierna de forma posesiva, cuando aterrizamos, hago un gesto, no quiero volver a estar encerrada.
Devon me ayuda a bajar, frunzo mi ceño al mirar que es una casa de campo, miro a Devon, este toma mi mano y me guía al interior de la casa, no digo nada, simplemente lo sigo en silencio.
-Aquí es donde nos quedaremos unos días, y no intentes nada estúpido, la casa está completamente asegurada para que no puedas salir- Murmura, me abrazo a mi misma y observo la sala de estar, suspiro con tristeza.
Devon envuelve sus brazos en mi cintura, me temo de inmediato, el comienza a repartir besos en mi cuello.
-Estoy cansada- Susurro tratando de alejarme, Devon me da la vuelta y me mira de forma fría, tensa su mandíbula.
-Ve a la habitación, tengo asuntos que arreglar- Dice, aprieto mis labios y hago lo que dice, la casa no es muy grande, entro en la primera habitación, camino hasta la cama y me siento.
La única esperanza era el agente Anderson, ahora el esta muerto.
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Nuevo capitulo ❤️
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