Capitulo 1.

Suspiro ruidosamente saliendo del avión.
Pues nada, ya he llegado.

Voy hasta donde están mis maletas, y las cojo, y luego me dirijo hasta donde me darán a A.J.

Busco entre la sección de animales hasta dar con el precioso y gran pastor alemán negro.

Nada más verme viene corriendo hacia mi, y le agarro de la correa.

Comienzo a cruzar el aeropuerto con la vista fija en en suelo, hasta que de repente, A.J echa a correr, y salgo detrás de él arrastrando las maletas.

-¡A.J para!-gritó, haciéndome bruscamente paso entre la gente.-¡A.J!

De repente, se tira encima de un joven, y comienza a lamerle.

Me acerco a el, corriendo.

-¡A.J para!-se lo quito de encima y lo vuelvo a atar.-¿Porque te escapas?-le acaricio.

-Me habrá echado de menos.-dice el joven.

Levando la vista y abro mucho los ojos.
Dios mío, el hombre mas sexy y mas deseado de toda España está delante de mi.
Jesus esta delante de mi.
Y me sonríe con esa sonrisa tan jodidamente perfecta que tiene.

-¿Jesus?-susurro, mirándolo a los ojos.-¿Eres tu?

El me sonríe, y acaricia a A.J, que no para de hacerle fiestas.

-¿Como estas?-se atreve a preguntar.

-¿Yo?-lo miro, y hablo en un susurro, debido a mi nerviosismo.-Bien.

Se muerde el labio, y eso hace que me lo muerda yo.
Nos quedamos unos minutos mirándonos a los ojos, y noto como las mariposas que creía apagadas brotan con fuerza contra mi estomago.

-Dios.-susurro, tocándome la tripa.-Em..-lo miro.-Debería irme.

-¿A donde?-se agacha para jugar con A.J.

-A casa.-me muerdo el labio, y arrugo un poco la nariz.-Nos han vuelto a trasladar.

Y veo como a Jesus se le iluminan los ojos, y sonríe.

-¿Quieres que te lleve?-pregunta.-Acabo de llegar de un viaje de negocios, y voy para aya.

-No quiero molestar.-agarro mis maletas y lo miro.-Enserio.

-Tu nunca molestas.-me sonríe.-Venga, ven, no seas tonta.

Y en pocos minutos estamos entrando a su descapotable negro.

A.J se pone en los asientos de detrás, como si ya conociera el coche.

-Bueno.-pone las llaves en la cerradura.-¿A tu casa, no?

Asiento mientras sonrío.

-Echaba de menos tu sonrisa.-admite, mirándome por el espejo, y enrojezco.-Y también que te pusieras roja cuando te halagaban.

-Idiota.-me río.

-Eso también lo echaba de menos.-se ríe.

Ruedo los ojos, y me acomodo en el asiento.
Lo miro, miro como conduce, con la misma perfección que todos sus actos.

-¿Que miras?-sonríe.

-A ti.-admito, seria.

-¿Porque?-se ríe.

-Porque te he echado de menos.-le sonrío, y dirijo mi vista al frente, mientras veo como dejamos atrás el aeropuerto.

-Y bueno, cuéntame.-me mira, sonriente.-Que es de tu vida.

-Lo mismo de siempre.-me río.-Nada nuevo.

-¿Tan guapa y sin novio?-se ríe.-No me lo creo.

-Créetelo.-lo miro.-Tenía demasiado trabajo.

-Vale, si tu lo dices.-me guiña un ojo, y me río.
Es tan igual que antes que me da miedo quedarme igual de pillada.

-¿Y tu?-lo miro.-¿Tienes novia?

-No.-me sonríe.

-¿Tan guapo y sin novia?-levanto una ceja, imitándolo.

-Desde que te fuiste, no he tenido novia, la verdad.-me mira.-No quería.

Miro al frente, con una sonrisa.
Eso me ha gustado.
Me ha gustado mucho.

-Y yo también te he echado de menos.-susurra, mirando al frente.-Mucho.

Sonrío mirando a mi lado, viendo a diferentes coches pasar, y a A.J sacar la lengua.
Me río al verlo, y Jesus hace lo mismo.

Pasan unos minutos hasta que veo mi casa.
Jesus para en la puerta y me quedo mirándolo.

-Gracias.-le sonrió.

Me acerco para darle un beso en la mejilla,y cuando separo mis labios de su mejilla se gira, y quedamos a poquísimos centímetros.
Su respiración choca con la mía, y eriza mis pelos.
Me pone demasiado nerviosa.
Lo admito.

Me mira los labios, y yo lo miro a el.
Levanta una mano y acaricia mi mejilla.

-Sigues igual de preciosa que antes.-susurra, haciendo que su aliento choque con mi boca.-Incluso mas.

-Tu sigues igual de tonto.-me río, y el hace lo mismo.

Y aunque no lo creáis, ese jodido momento me marca.
Porque nos reímos, a pocos centímetros.
Y os juro que no sabéis las ganas que tenía de volver a oír esa jodida risa tan irresistible.

Me separo un poco, reaccionando.
Y miro mi casa.

-Supongo que ya nos veremos.-le sonrió.-Gracias de nuevo.

-Cena conmigo esta noche.-me propone.-Por favor.

Me muerdo el labio y lo miro.

-Claro.-digo al fin, sonriendo.-Entonces, nos vemos luego.

-A las ocho vendré a por ti.-me guiña un ojo.

Me río mientras bajo mis maletas y a A.J del coche.
Y le guiño yo el ojo, antes de que arranque el coche.
Comienzo a andar bajo su mirada hasta la puerta.

-Que no me entere yo que ese culo pasa hambre.-grita, alejándose con el descapotable.

Le saco el dedo corazón y me río, antes de tocar al timbre.

.....

-¡Este!-grita María.-Bueno, mejor este.-señala otro.-O mejor...

Me siento en la cama, mirando como rebusca vestidos en el vestidor.

-¿Este aun te viene?-y sonrío al ver el vestido.
Es el rojo, el que me regalo Jesus por Navidad.

-Puedo probármelo.

Y no tardo nada en hacerlo.
A los pocos minutos estoy frente al espejo, sorbiéndole.
Me esta ceñido, y realza mi figura.

-Con este vestido hoy follas.-se ríe por atrás Dani, andando hasta Maria para besarla.

Lo fulmino con la mirada, pero luego le sonrío.
Es mi mejor amigo, no puedo enfadarme con el.

-Amanda.-me llama María.-Le gustará.

-Le encantara.-admite Dani.-Tu le encantas.

Me giro y me cruzo de brazos.

-No hagas eso.-le amenazo.

-Venga, no seas tonta.-se acerca Maria.-A ti también te encanta, estáis hechos el uno para el otro.

-Hace casi cuatro años que no lo veo.-la miro.-A vosotros no puedo engañaros, si, aun me...., aun le...

-Aun lo quieres.-me mira Dani.

-Eso.-aparto la mirada.-Pero aun así, el no sentirá lo mismo, y son cuatro años joder, es mucho tiempo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top