Capitulo 40.
-Jesus.-me río.-¿Te has dado cuenta de que son tus fans no?-digo, una vez que ya nos hemos despedido de ellas.
-Aja.-se ríe.-Pero te dije que te demostraría que te quiero, y voy a hacerlo, y si las fans se tienen que enterar, pues que se enteren.
Sonrío mientras entramos a la tienda de maquillaje.
Veo en un estante el deseado maletín de María, y lo cojo sin pensármelo.
Pagamos y salimos de la tienda.
-Nos queda media hora.-digo, mirando el reloj.-Después iremos a comer con los tortolitos.
-Pues ven.-y tira de mi.
-¿Donde vamos?-pregunto, mientras ando deprisa, detrás de el.
-No se.-admite, riendo.-Pero me da igual, siempre que este contigo.
Suelto una carcajada y le doy un golpe suave en el hombro.
-Cursi.-me río.
-Eh.-me sonríe.-Que es verdad.
Sonrío y lo abrazo muy fuerte.
Lo necesito, la verdad.
Lo quiero tanto que.
-¿Ves?-me susurra.-Contigo todo es mejor.
-Te quiero, Jesus.-sonrío, contra su pecho.
-¿Enserio?-me da un beso en la mejilla.
-Muchísimo.-susurro, separándome de el y mirándolo a los ojos.
Se acerca poco a poco a mi y quedamos a tan pocos centímetros que nido tu respiración chocar con fuerza contra mi cara.
-¿Eso significa que te puedo besar o me tengo que aguantar las ganas aun mas?-susurra.
-Eso significa que te quiero.-me río.-Pero sí, puedes hacerlo, si quieres.
Y no se lo piensa dos veces, coloca las manos en mi nuca, y me pega a el rápidamente.
Pongo mis brazos al rededor de su cuello, y hago el beso mas intenso, mas profundo, mas perfecto.
-Te juro que son mi puta droga.-susurra, cuando nos separamos.
Sonrío instintivamente y le robo otro beso, que se sigue alargando.
-Amanda.-me llama.
-Jesus.-le sonrío.
-Te quiero.
Doy una suave carcajada y me acerco de nuevo para besarle.
-Deberíamos ir en su busca.-susurro.
-Deberíamos.-susurra encima de mis labios.
Sonrío mientras me muerdo el labio.
-Yo también te quiero.-susurro.-Mucho.
Es esta vez Jesus el que se ríe.
Pasa su brazo por mis hombros atrayéndome a él y comenzamos a andar.
*Narrador en tercera persona*
-¡Si!-se ríe Dani, entrando a la tienda de música.-¡Esta aquí! ¡El primer ejemplar!
Maria entra detrás de el, extrañada.
-¿El que?-se ríe.
-El nuevo disco de Justin.-lo señala.-Lo sacaban hoy.
-Cómpralo, corre.-se ríe la rubia.
Dani coge el disco, y comienza a hablar de algo con el dependiente, mientas Maria revisa algunos discos.
-¡Genial!-se le oye al chico.
-¿Que pasa?-sonríe Maria.
-Dos entradas en primera fila para el concierto.-se ríe, enseñándomelas.-Están agotadas.
La rubia rueda los ojos, soltando una carcajada.
Ventajas de ser famoso, supongo.
-Vale.-sonríe.-Vallamos a por el regalo de Amy.
Los dos salen de la tienda, abrazados por el frío, y comienzan a andar por las distintas calles del centro comercial.
-¿Que le vas a comprar?-pregunta Dani, mirando el escaparate ante el que han parado.-¿Un perro?
-Un perro.-sonríe esta.-Un cachorro de pastor alemán, siempre ha querido uno.
*Narra Amy*
-Y como siempre.-comienzo, suspirando.-Llegan tarde.
-Lo bueno se hace esperar.-canturrea Maria, por atrás.
-Ya era hora.-sonríe Jesus.-¿Entramos? Tengo hambre.
Y pocos minutos después ya estamos sentados en una mesa de un Buffet de comida asiática.
-¿Vamos primero Amy y yo y luego vosotros dos?-pregunta Maria, tirando de mi.
-Os esperamos aquí.-me guiña un ojo Jesus.
Y comenzamos a andar hasta la barra donde están los distintos platos.
Huele bien.
*Narrador en tercera persona*
Maria y Amy se alejan en busca de comida.
Los gemelos, uno en frente del otro, hablan animadamente sobre diversos temas.
-¿No me digas que esos son los Oviedo?-una irritante voz suena detrás de Dani.
Una niña rubia, con el pelo corto, ojos verdes, muy guapa, y su hermana gemela se plantan delante de ellos.
-Las Martínez.-sonríen los chicos.
Se saludan los cuatro con dos besos y las chicas ocupan el sitio de Amy y Maria en la mesa.
-¿Que hacéis por aquí?-dice Sara, una de las gemelas.
-Navidades, ya sabéis.-sonríe Dani.
-¿Y vais solos?-pregunta la otra gemela, Thaís.
-Eh eh.-interrumpe Amy.-Fuera de mi sitio, barbie.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top