Bajo mi maleta del coche y tiro de ella hasta dentro de la casa.
Ahora mismo es la hora de cenar, ya que es tarde.

Los gemelos nos guían hasta una habitación con dos camas, y nos dejan ahí, para que nos pongamos el pijama.

Cuando ya nos hemos puesto cómodas, salimos del cuarto y bajamos las escaleras, hablando de tonterías.

-Nosotros nos vamos hoy a cenar por ahí con amigos.-informa Eva.-No hagáis males.

Nos sentamos en la mesa con los gemelos y comenzamos a devorar la pizza que nos ha cocinado Eva.

-¿Y ahora que hacemos?-pregunta Dani.

-¿Una peli?-propongo.

-Nah.-se ríe.-¿La play?

-Nah.-dice Jesus.-Yo prefiero película.

-Y yo Play.-dice Maria.

-Pues arreglado.-dice Dani.-Jesus y Amy iros a arriba a ver la película y Maria y yo nos quedamos jugando a la play.

Los tres estamos de acuerdo, así que, después de cenar, recogemos la cocina y cada uno se va a su sitio.

Entro a la habitación de Jesus, es muy acogedora.

Me siento en su cama, mientras el enciende la televisión.

-¿Puedo abrirla?-pregunto.-Tengo frío.

-Claro, fea.-me guiña un ojo.

La abro y me meto dentro, tapándome hasta el cuello.

-Pero déjame un sitio.-se queja, entrando conmigo.

Y ahí, los dos en la misma cama, me recuerda tanto a México que... me entran unas enormes ganas de besarlo.
Pero me controlo.
Me quedo unos segundo mirando el techo, recordando como me enamore de el.

-Y bueno...-susurra.-¿Cual quieres ver?

-Me da igual.-admito, en un susurro, gritándome para mirarlo.

-Bueno, dejemos esta, es buena.-dice, dejando Antena 3.

Me quedo mirándolo, en silencio.
Estoy temblando.
Hace frío.

-¿Que te pasa?-se gira y me mira.

-¿Me abrazas?-susurro.

A Jesus se le dibuja una sonrisa y me atrae hacia él,para hundir mi cabeza en su pecho y sentirme más segura.
Vuelvo a oír su corazón.
Tan rápido como siempre que lo oigo.

-Jesus.-susurro

-Dime.

-Quiero saber que es lo que te pasa.-lo miro.- La verdad.

-¿La verdad?-clava su vista en mi.-Puede que no la soportes.

-¿Y crees que es mejor seguir viviendo una mentira,¿sea cual sea?-suspiro.

-Depende lo que estes dispuesta a arriesgar por mi.

-Todo.-le sonrío.-Ya lo sabes.

Se queda unos minutos en silencio, mirando el techo.

-Esta bien, te lo diré.

-¿Sin mentiras, sin rodeos, solo la verdad?-levanto una ceja.

-Solo la verdad, pero cuando empiece tendrás que escucharme hasta el final, por mucho miedo que te dé, aunque tengas ganas de besarme o de salir corriendo, ¿prometido?-sonríe un poco.

-Prometido.-vuelvo a apoyar la cabeza en su pecho, con una sonrisa.

-Hace tiempo que no se en que día vivo, fue el día en el que me enamore de ti. En cuanto te veo me pierdo en tus ojos y no se salir, y cuando no estoy a tu lado no hago mas que pensar en tu mirada. Es tenerte al lado y no querer tocarte por si es todo un sueño y desapareces, y no tenerte al lado y tener ganas de ti, es algo grande, muy grande que no puedo explicar con palabras pero que a la vez es como si me empujasen dentro de la boca para salir, porque es que contigo un "siempre" se me queda pequeño. Aquí tienes tu ansiada verdad, ahora puedes salir corriendo por no quererte sentir atrapada en algo así, entiendo que quieras ser libre, no se pero lo que tengas que decir dilo ya por favor.-me mira.-Se que estas con Dani, créeme que lo se, pero joder, eras mía, y yo... Te quiero, te quiero muchísimo, y no soporto verte con otro, cuando se que el se esta enamorando de María y no te merece.-se le ponen los ojos rojos.-Amy, y yo se que soy también un capullo, y que tampoco te merezco, pero joder, estoy enamorado de ti.

Se me dibuja una sonrisa en la cara, y me acerco a él.

-¿Sabes cual es el problema?-susurro.-Que podrías habérmelo dicho desde un principio.

-Tenía miedo a que no sintieras lo mismo.-se quita las lagrimas.

-Oh venga, no llores que lloro.-le sonrío.-¿Enserio te crees que alguna vez te he dejado de querer?
No podría.

Jesus sonríe mientras acaricia la mejilla.

-Y... ¿puedo besarte o me espero a que hables con Dani y le digas que vuelvas a ser mía?-se ríe.

-Eh.-le señalo.-Oh me besas, o te beso, tu eliges.