-¿Que toca ahora?-digo mirando el movil.
Dentro de dos minutos tendremos que ir a la siguiente clase.

-Optativa.-dice, mientras gusta su móvil.-¿Que te has cogido?

-Informática.

-Ah pues...-se rasca la nuca.-Te va a tocar aguantar a la rubia y a mi hermano.

Pongo los ojos en blanco mientras me levanto al escuchar el estridente ruido.

Dani me mira, sonriente.

Y no me puedo contener mas y le doy un abrazo.

-¿Nos vemos luego?-me dice.

-Claro.-me despido con la mano.

Y siguiendo a la gente, llego hasta el aula de informática.
Hablo con el profesor y me pone en última fila.

Mierda.

Justo al lado de Jesus y de la rubia.
Menos mal que a mi lado hay otro chico porque si no seria de lo mas incomodo.

Dejo la mochila en el suelo y enciendo el ordenador.

Me miran penetrantes, como si me estudian.
Pero yo miro seria la pantalla del ordenador, intentando no mirándolos.

-María, deja de mirarla.-se ríe el chico que tengo al lado.-Esta mas que claro que es mas guapa que tu, aunque no te lo creas.

Me giro y lo miro, es moreno, de ojos azules.
Le sonrío un poco y vuelvo a fijar la vista en el ordenador.

-Yo veo mas guapa a Maria.-dice Jesus.

Pego una suave carcajada irónica.

-¿Que te pasa?-me dice la chica mirándome mal.-¿Que acaso no tiene razón?

-Pues no.-se ríe el chico, por atrás.

-No he dicho eso.-hablo por fin.-No he dicho nada.

-¿Y porque te has reído?-pone voz de pito.

-Porque me ha dado por ahí.-le sonrío falsamente.

-Déjala María, es mas falsa que un billete de treinta euros.-dice Jesus, mirándome con asco.

-Pues te la comías con la mirada.-dice el chico, a lo que suelto una carcajada.-Soy Ruben, preciosa.

-Amanda.-le sonrío.

Miro a Jesus de reojo.
Esta apretando los puños.

Ya no hablamos mas en toda la clase.
Cuando toca el timbre y salgo, Dani está en la puerta esperándome.

-Hola fea.-pasa su brazo por mi hombro.-¿Que quieres hacer?

-Almorzar, que tengo un hambre.-me río.

Pero se me apaga la sonrisa al ver pasar a María y a Jesus.

-Puta barbie.-murmuro.

Dani suelta una carcajada.

-Vino hace una semana y ya es la mas popular.-pone mala cara.-Esta pegada a Jesus, y el le sigue el rollo, raro es que aun no se hayan liado.

Tenso la mandíbula y la mío.

-Pues que tenga cuidado.-susurro.

-¿Porqué?-se sorprende Dani.

Abro los ojos como platos.
Mierda.
Me ha escuchado.

-Por nada.-suspiro.-Decía ella, que tenga cuidado ella.

-¿Porque?-se ríe.

-Porque Jesus puede pasar de quererte a odiarte en un minuto.-tenso la mandíbula, sentándome en un banco.

-No te odia.-me mira Dani, sentándose en un banco a mi lado.-Y no deberías haberte sentado aquí.

-¿Porque?-me río.

-Eh, Amanda.-me giro para ver a María.-Ese es mi banco, levántate.

La miro de arriba a bajo y pego una carcajada.

-Ya bueno, aquí no ponía ningún cartel de reservado ni nada por el estilo, así que...

-Te ha dicho que te levantes.-salta Jesus, serio, mirándome mal.

-¿Y desde cuando le tengo que hacer yo caso a ella?-levanto una ceja, desafiándolo con la mirada.

Jesus se acerca a mi y me coge de las muñecas.

Hago una mueca de dolor debido a que los cortes que tenía en las muñecas eran mas hondos y aun duelen.

-He Jesus, tampoco te rayes.-se levanta Dani, intentando que me suelte.

Pero el me mira a los ojos, serio, con odio.
Me aprieta fuerte las muñecas.

-Jesus, me haces daño.-las lagrimas amenazan con salir.

No se si por el dolor, o por el daño que me esta haciendo con esa mirada Jesus.