Capitulo 11.
-¡Te he dicho que corras joder!-tiro de Jesus, intentando que salga.
Dani le agarra del brazo y tira de el, mientras enchufo el aparato de mi oreja y comienzo a gritar hasta que alguien habla.
-Los gemelos están fuera, venid rápido.-ordeno, antes de que la fuerte manos de Antonio golpee con mi cara.
-¡¿Que coño haces?!-me grita.
Oigo la puerta de la calle cerrarse y suspiro aliviada.
-No se merecen estar aquí.-dirijo mi mano a la mejilla, donde minutos antes me había golpeado.-¡Tienen que ser libres, tienen una vida!
Me coge de las muñecas y me las aprieta muy fuerte, haciéndome mucho daño.
Y me doy cuenta de que es hora de usar todo lo que he aprendido desde que nací, necesito salir de aquí.
Miro mis muñecas, que poco a poco se van incubando gracias a la gran fuerza de Antonio.
Y de una fuerte movimiento por mi parte, me suelto.
Lo miro desafiante, intentando entretenerlo para que no valla detrás de los gemelos.
-No quería hacerte daño.-me mira mal.-Pero tu te lo has buscado.
Y no me da tiempo a reaccionar porque su puño penetra con fuerza en mi ojo izquierdo.
Hago un gesto de dolor y contraatacó.
Voy hasta el y le doy una fuerte patada en el estomago.
Echo a correr hasta el sofá y me subo.
Miro la lampara.
Es una de estas de arañas, tan grandes.
Esta alta.
Pero lo hago al ver venir enfurecido al secuestrador corriendo hacia mi.
Pego un salto y estiro los brazos hasta quedarme colgada de la lámpara.
Una vez allí arriba, salto encima de Antonio y cae al suelo, conmigo encima.
Pero me aparta de un empujón.
-Estoy empezando a dudar de que seas modelo.-admite, agarrándole las manos y levantándome.
-¿Has tardado tanto tiempo en averiguarlo?-sonrío maliciosamente, mientras esta vez la patada va a su miembro, haciéndolo retorcerse de dolor.
Corro hasta la cocina y él detrás.
Busco varias cosas con la mirada y cuando las tengo voy hasta ellas.
Pero Antonio no me deja cogerlas y tira hasta mi con fuerza de nuevo hasta el salón.
Me agarra de la cintura y con todas sus fuerzas me tira contra una puerta de cristal que da a otra escalera.
La puerta se rompe cuando impacto con ella, y caigo al suelo, llena de cortes por el cuerpo.
Veo como se acerca a mi y voy hasta el mueble que tengo al lado dolorida.
Cojo un muñeco de hierro mientras tiemblo debido a toda la sangre que sale de mi cuerpo.
Me acerco a el decidida y con todas mas fuerzas que me quedan le estampo el muñeco contra la cabeza.
Antonio cae al suelo inconsciente.
Voy hasta un armario y cojo una cuerda.
Lo ato a la escalera para que cuando despierte no se mueva y me escurro en la pared para descansar.
Observo todos y cada uno de mis cortes.
Sangre y mas sangre.
En un intento de levantarme me mareo.
Pero tengo que salir de aquí.
Comienzo a gatear lentamente hasta la puerta y la abro.
Me levanto con ayuda de la pared y salgo fuera.
Bajo los primeros escalones mientras enciendo el dispositivo.
-Acabo de salir.-digo en un susurro.-Necesito un médico rápido..
Cuando he bajado el último escalón, y estoy apunto de marearme, unos brazos ma abrazan fuertemente.
-Amy..-susurra esa voz, antes de que me desmaye por completo.
*Narrador en tercera persona*
-Minutos antes-
Dani tira de su hermano hasta la calle, y se esconden detrás de unos arbustos.
Jesus comienza a llorar con impotencia mientras Dani lo abraza.
Se oyen ruidos y mas ruidos en la casa, golpes, gritos.
Cada uno de los golpes inquietan mas a los gemelos.
De repente una limusina aparece y de ella sale una chica morena.
-¿Estáis ahí, chicos?-susurra.
Los gemelos salen de su escondite y la miran.
-Tenemos que esperarla.-anuncia Jesus, serio.
Justo la puerta se abre y una niña llena de cortes sale de ella un poco mareada.
Jesus corre hacia ella y la abraza con fuerza.
Pero esta ya se ha desmayado.
-Tranquilo.-dice Sofia.-Se pondrá bien.
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