-Espera, espera, espera.-dice Mabe-Repite.

-¿ESTÁIS SALIENDOO?-grita Nuria y Noa a la vez.

Les tapo la boca corriendo.

-Haber.. nos besemos, pero nose....-susurro.

-Pues pregúntaselo, tonta.-sugiere Noa.

-¿Y que le digo? Eh Jesus que si estamos saliendo? A si a lo happy ¿no?-las tres pegan una carcajada por mi reacción.

-Hombre, las divipotorras.-dicen los gemelos a la vez.

Mabe enseguida va hacia Dani y lo besa.

Y de repente todos desaparecen.

Uy uy uy que nervios.

-Buenos días, rubia.-se acerca a mi y me da un beso en la frente.-¿Vamos para clase?

Asiento aun sin saber que decir.
Nos sentamos en nuestro sitio y la profesora entra enseguida.
Los primeros diez minutos pasan lentos, por lo menos para mi.
Estoy entre preguntárselo o no.
Y se me ocurre una idea.
Arranco un trozo de hoja y escribo en ella.

Entonces.... ¿que somos?

Jesus pega una carcajada pero se tapa la boca.

-Jesus, al pasillo.-dice la profesora.

-Pero.. ha sido culpa mía.-digo.

-Pues los dos al pasillo, venga.-grita.

Nos levantamos y en silencio vamos hasta el pasillo.

Cuando atravesamos las puerta empezamos a reír.
El por la pregunta y yo por impotencia.

Me escurro en la pared y lo miro, en silencio.

El se sienta a mi lado y pasa su brazo por mis hombros.

-¿Tu que quieres que seamos?-susurra.

-Yo... n-no lo se.-estoy nerviosa vale.-Tu tienes mas experiencia.

-Yo lo único que se es que me has cambiado la vida para bien.-me sonríe.-Y que estoy enamorado de ti.

Apoyo mi cabeza en su hombro y sonrío.

-Entonces....-susurro.

-Yo no soy de esos que prometen un siempre.-sonríe.-Soy de esos que los cumple.
Pero nunca los prometo, a mi me gusta que me lo demuestren y demostrarlo.
Así que.. ¿Quieres salir conmigo?-sonríe.

Pego una carcajada ruidosa al ver el lio que se ha montado en la cabeza.

Me acerco a el y le doy un tierno beso.

-¿Eso te responde?-sonrío.

Y de repente, se oye un portazo.

*Narrador en tercera persona*

La chica rubia de ojos verdes pega un fuerte portazo entrando en el baño.

-¡Mira que lo sabía!-da vueltas por el cuarto de baño.-¡Sabia que me lo quitaría! Y no! No se va a salir con la suya.
¡¡Jesus es mío, solo mío.!!

Se mira en el espejo y suspira.

-¿Que tiene ella que no tenga yo?-resopla.-Los voy a separar, sea como sea, los voy a separar.

*Narra Paula*

-Tranquila.-me acaricia la espalda Jesus.-Seguro que es una fan o una niña a la que le tengo loca.

Lo asesino con la mirada.

-¿Que creído vas tu no?-le doy un toque en el hombro.

-Porque puedo.-me saca la lengua.

Suelto una carcajada y niego con la cabeza.

-Niño, eres imposible.

-Rubia, eres preciosa.

Y de repente, se queda serio.

-Ahora que eres mi novia...-me mira a los ojos.-¿Confías en mi?

-Si.-asiento.

-Entonces... ¿Me puedes contar porque vives con tu tía y porque te pusiste a llorar en el hospital?

Abro mucho los ojos.
No puedo contárselo.
No puedo.
Seguro que me ve como un juguete usado.
Y eso, un juguete usado no lo quiere nadie.