Y te diré "te quiero" hasta que te lo creas.
Lena.
Me mira fijamente, como si estuviera viendo un fantasma.
-Eh.. ¿Lena?-susurra sorprendido.
Parpadeo varias veces, el corazón me va a mil y sinceramente no se si echar a correr o ir a abrazarlo muy fuerte como llevo deseando hacer un mes.
-Yo...-susurro.-Ho-hola.
Veo como sonríe medianamente y noto mis piernas temblar, por lo que me agarro al hombro de Dani.
-Yo.. os dejo solos.-dice Eva, yendo hacia la cocina.
-Em...-sonríe.-¿Que tal?
-Bien.-digo rápidamente, sin moverme.-¿Tu como estas?
-Ahora bien.-suspira sonriendo.
-¿Ahora?-sonrío un poco, sin darme cuenta de que he hablado.
-Estoy mucho mejor cuando estas cerca.-susurra mordiéndose el labio y acercándose un poco a mi.
-Eh.. iré a ayudar a mamá.-dice de repente Dani, sonriente.
-¡No!-intento agarrarle pero me guiña un ojo y desaparece.-Ay, dios, que corte.
-Bueno, pasa, no te quedes ahí mujer.-sonríe un poco y viene hacia mi para cerrar la puerta.
Cuando su brazo roza el mío se me eriza la piel y el parece notarlo, por lo que sonríe.
Me giro para mirarlo y el ya lo esta haciendo, y volvemos a lo mismo, ojos contra ojos, pupilas contra pupilas, y una magia en nuestro interior que es imposible parar.
De repente se le llenan los ojos de lagrimas y se las quita rápidamente.
-¿Estas bien?-pongo mi mano en su mejilla y le aparto las restantes lagrimas.
-Si.-susurra.-Es solo que eres demasiado buena.-suspira.-Te he echado tanto de menos y cuando he venido no esperaba verte aquí, creía que estarías enfadada y no querrías ni verme de lejos, pero estas aquí, siendo fuerte, y joder Lena, no tienes ni idea de lo mucho que me arrepiento de lo que intenté hacer, pero de algo si estoy seguro, no habría sido capa de apretar el gatillo porque te quiero y joder, te necesito.
Entreabro la boca un poco y suspiro.
Aparto mi mano de su mejilla y la dejo caer junto a mi brazo.
-Jesus.-se me llenan los ojos de lagrimas.-Necesito tiempo.
-Lo sé.-esta vez es él quien me quita las lagrimas.-Pero no pienso rendirme, y te voy a repetir lo mucho que te quiero hasta que te lo vuelvas a creer, si es necesario te lo diré a cada segundo porque joder.-susurra.-Te quiero, y puedes tener la seguridad de que siempre estaré ahí cuando me necesites.
Sonrío un poco y no se dice nada mas, porque no podemos, no nos sale.
Entramos al salón donde esta Dani y me siento junto a el para ver los Simpson.
Pero no presto atención, simplemente miro disimuladamente a Jesus, porque hostia, esta guapísimo.
En un mes se le ha echo mas cara de hombre y su sonrisa es mas bonita incluso que antes.
Me fijo en su forma despreocupada de pasarse la mano por su pelo,perfectamente peinado,mientras que con la otra se aprieta los labios prestando atención a los dibujos.
Suspiro sin que nadie me oiga sabiendo lo mucho que me gustaría estar ahora mismo entre sus brazos pero de momento no puedo, no se si es porque soy una tonta, o porque realmente soy una cobarde que le tiene miedo.
-Chicos, a comer.-anuncia Eva apareciendo por el salón.-Dani, Lena, ¿qué tal os ha ido el examen de latín?
-Mal.-contesto con una tímida sonrisa.-Ha sido desastroso, probablemente lo suspenda y tenga que hacer un trabajo, pero no tengo ni idea de el idioma.-río un poco.-Simplemente no me entra.
-Yo puedo ayudarte.-dice de repente Jesus con una sonrisa.-Se me da bastante bien.
-Me harías un gran favor.-me muerdo el labio, sin saber que la consecuencia de mis palabras es pasar mas tiempo con el.
-Bueno, y a Dani también, que como no apruebe, la lleva clara.-aparece Carlos, su padre, el que me sonríe tiernamente.
Comemos todos mientras hablamos animadamente, Jesus nos cuenta un poco lo que ha echo allí, que se reduce en huir de los gilipollas que le querían pegar y sentirse como un rey por ser amigo de la hija del director.
Nada mas comer, Eva nos obliga literalmente a subir a la habitación que ahora comparten los gemelos y hacer los deberes que teníamos pendientes.
Jesus simplemente se tira a la cama con su movil, claro, el aun no tiene deberes.
-Tio, deja un poco el movil.-dice Dani, cogiendo otra hoja de su carpesano.
-Eh, que he estado un mes sin usarlo.-sonríe.
-¿Y se puede saber que haces que no paras de sonreír?-levanta las cejas Dani.
Jesus pone cara de "oh, me han pillado", y suelta una risilla tonta, pero no responde, por lo que Dani se levanta corriendo y le agarra el movil.
-Así que era esto.-dice sonriente mientras huye de su hermano.-Esta viendo tus fotos, Lena.-ríe.-Hijo, la tienes aquí delante, puedes mirarla, que es real y no se desgaste.
-Déjame en paz.-se sonroja por lo que río suavemente.-Dani.-le llamo.-¿Te sabes la respuesta de esta pregunta de historia?
-¿Sobre que es?-dice devolviéndole el movil a su hermano.
-De los Romanos y los Griegos, sobre su vida y tal.-muerdo la tapa del boli casi sin darme cuenta.
-Si, lo hice ayer.-sonríe y señala su mochila.-Esta en la libreta azul.
Me levanto y la cojo, copio el ejercicio y doy por acabado mis deberes.
Algo que nunca soportaré son las sociales, haber que me importa a mi el faraón Tutankamón y la madre que lo parió.
-Pues ya esta.-cierro el libro de golpe.-¿A ti te queda algo?
-No.-sonríe.-¿Que hacemos ahora?
-Lo que queráis.-miro mi reloj de muñeca y veo que apenas son las cuatro.
-¿Os hace una de JudDance?-sonríe Jesus, guardando su movil en el bolsillo.
-Si.-sonrío y me levanto de la silla.-Os voy a pegar una paliza, chicos.
-Oh, mírala.-ríe Jesus.-Va de sobradita, la niña.
-Porque puede.-me defiende Dani poniendo el juego en la tele de su habitación.
-Así que bailas bien, eh.-se acerca a mi.-Demuéstralo.
-Vale.-le sonrío mientras me pierdo en esos ojos marrones, se me queda mirando como un tonto y joder, adoro que haga eso, porque en esos momentos me siento bien, siento que de verdad puedo llegar a gustar a alguien.-¿Que?
-Que tienes la sonrisa mas besable y bonita del mundo.
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