Te necesita.

Lena.

Hay cosas que son muy difíciles de cambiar, amistades, que aunque se disipan, siguen presentes.
Amores que matan, o eso de que cuando el amor no muere mata, porque amores que matan, nunca mueren.
Existen también sonrisas de melancolía, lagrimas de felicidad, y luego existo yo.
Una chica con la vida mas desastrosa del mundo.
Primero, mis padres se sepa han porque mi padre es un gran capullo, luego, "accidentalmente" muere mi madre, seguidamente tengo que vivir con el hijo de puta que me condenó y rapta a mi mejor amigo, mi novio intenta matarme y yo aun así lo perdono, y ahora, borracho, se lía con Arian y me manda un mensaje disculpándose.
Enserio, ¿qué he echo mal para merecerme esto?
¿Tan mal karma tengo?

Salgo de la ducha intentando que la toalla que llevo enrollada en el pelo no se caiga y me siento en la cama para ponerme la ropa interior.
Me quedo mirando la pared, pensando en que ponerme o en lo jodida que estoy, ni yo lo se.

Me levanto y ando lentamente hasta el armario, juro que no se como he sido capa de levantarme de la cama esta mañana, pero me alegro de haberlo echo, porque tengo que ser fuerte y plantarle cara a la vida, a mi vida.

Me pongo unas simples mallas negras y una camiseta de tirantes, mas unas deportivas blancas.
Básica, para que mas.
Dejo que mi largo y nuevo pelo se seque al aire y no me molesto en maquillarme, para qué.

Cojo el movil y bajo las escaleras rápidamente para entrar en la cocina y fingir una pequeña sonrisa hacia Blanca.

-Buenos días.-saludo cogiendo una manzana y sentándome en un taburete.-¿Y David?

-Aquí.-aparece por la puerta sonriente y me da un beso en la cabeza.-Estaba comprando el pan.

-Ah.-suspiro y doy un bocado a la manzana.-¿Hoy han quedado?

-Han dicho de ir a ver una peli a casa de Ricky y quedarnos allí a comer, ¿te apuntas?

-Claro.-sonríe medianamente.

-¿Estas segura?-pone su brazo en mi hombro y suspiro.

-No, pero quiero ir.-me levanto y lo miro a los ojos unos segundos y comienzo a andar.-¿Vamos?

-Vale.-sonrío un poco.-Lena.-me giro para mirarle.-Así una se hace fuerte.

Asiento tragando saliva y voy lentamente hasta la puerta.

Puedo hacerlo.

Cuando abro la puerta oigo un trueno y comienza a llover, así de la nada.
Si creyera en las cosas imposibles, diría que es una señal para que no valla, pero yo ya no me creo nada, así que, allá vamos.

Abro el paraguas y David se abraza a mi para que empecemos a andar sin mojarnos, y no tardamos en llegar, aunque hayamos ido mas lentos de lo normal.

Cuando entramos en el porche cierro el paraguas mientras David toca y cuando Ricky aparece y me ve abre los ojos como platos.

-¿Lena?-sale y me abraza muy fuerte.-No creía que vendrías.

-Pues he venido.-intento sonríele pero no me sale.

-Antes de que entres... quiero que sepas que esta él.

-Me da igual.-cojo aire y ella asiente.
Entro en el salón sin mirar a nadie y trago saliva.-Hola chicos, ¿qué película vamos a ver?

-Estábamos entre una de miedo y una de amor.-habla.. ¿Arian? ¿Qué coño hace ella aquí?-Yo prefiero amor, pero no se deciden, ¿tu que dices?

Levanto la vista para mirarla con todo el rencor que puedo y suspiro aliviada al ver que esta sentada al lado de Bes y muy, muy, alejada de Jesus.

-La de miedo, obvio.-sonrío y le choco la mano a Marcos, que se aparta para que me siente a su lado.

Dani clava su vista en mi y no deja de mirarme durante varios largos minutos.
Joder, orgullo, lárgate de una vez.
Y parece que por una vez en mi vida me hace caso porque me levanto y voy hacia Dani, me inclino un poco y lo miro.-Siento como te trate ayer.-le susurro y el se levanta para abrazarme muy fuerte.-Enserio.

-No te preocupes.-susurra dejando un beso en mi pelo.-Tengo parte de culpa.

-No te culpes cuando no tienes nada que ver.-susurro y me separo para mirarlo a los ojos.-Guapetón.

-¿Como que has venido?-sonríe ampliamente y le devuelvo una sonrisa pequeña.

-Si te parece me quedo encerrada en mi casa.-me hago un sitio a su lado y sonrío a David, que se encuentra al otro extremo del sofá.

-¿Que vas a hacer?-susurra y me encojo de hombros, porque es verdad, no lo sé.

No he mirado a Jesus desde que estoy aquí y me da miedo hacerlo, porque se que el no me ha quitado ojo en todo el rato.
No me privo de hacerlo porque las ganas me pueden, y mordiéndome el labio lo miro de reojo para comprobar que esta bastante nervioso.
Cuando nuestros ojos chocan y ninguno aparta la mirada veo como los suyos enrojecen y no tarda en salir corriendo al baño para esconderse.
Dani hace el amago de levantarse pero no le dejo y el me mira raro.

-Es algo entre el y yo.-bufo.-Tengo que hablar con el.

-¿Vais a volver a salir?-dice con fastidio Arian y le fulmino con la mirada.

-No te hagas ilusiones, guapa, nunca lo hemos dejado.-y se que yo no soy de decir esas cosas, pero me sale solo, porque la mayor parte es verdad, ¿o no?

-Lena.-me llama Dani y me giro para mirarlo.-Piensa muy bien lo que decir, míralo, se arrepiente y...-se peina nervioso.-Te necesita para vivir, y joder, te lo juro que es así, no has pasado la puta noche sin dormir por su culpa.

-He pasado toda la noche sin dormir y por su culpa.-afirmo y miro a Arian.-Y por la de ella, pero tranquilo, las cosas se hablan, y si se puede,se arreglan.

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