Que si te pierdo me muero.

Lena.

-¡No!-grito cerrando el primer libro de After de golpe.
No, no, no, Dios mío no puede ser.
¿Cómo es capaz de dejar el libro así?
Hay dios, que todo era una apuesta, joder, una puta apuesta.
Hardin ha engañado a Tessa, y oj, pobrecita.

Me acerco al baño y me lavo la cara para borrar el rastro de lagrimas que ese libro ha producido.

Miro mi reloj de muñeca mientras me seco la cara y me asusto al ver que son las tres de la mañana.
Creo que me he pasado de la raya con eso de leerme veinte capítulos en un día, pero supongo que da igual.

Me asomo a la ventana para que me de un poco el aire porque sinceramente no tengo sueño y comienzo a reír al ver a David intentando trepar a su habitación.

-Ts,David.-le llamo entre risas.-¿Bajo a abrirte?

Seguramente venga otra vez de estar con Bea, pasan casi todas las noches juntos, y os juro que son adorables.

Bajo sin hacer ruido y le abro la puerta, me da un beso en la mejilla y el guiño un ojo.

-Te debo una.-susurra subiendo delante de mi en las escaleras.

-Ya van mas de una.-bromeo y entro en mi habitación para tirarme en la cama.-Buenas noches, idiota.

-Descansa.-sonríe y se apoya en el marco de la puerta.-¿Estas bien?

-Perfectamente.-le aseguro apagando la luz.-Anda, lárgate, que tengo sueño.

Oigo su risa antes de verlo desaparecer y me duermo pensando en todo lo que ha ocurrido hoy.
Mañana tendré que ir a casa de mi abuela, ya que la acercan con la ambulancia y tengo que ayudar a instalarla, y después buscar a alguien que la cuide ya que a mi me lo prohiben.

......

-¿Como quieres que te repita que estoy bien, cariño?-dice mi abuela mientras busco en internet números de personas capacitadas para cuidar de ellas.-Además, cada vez que vienes y te veo, me alegro un poco mas.

-Te quiero abuela.-le sonrío.-Por eso tengo que encontrar a alguien que cuide de ti ya que yo no puedo hacerlo.

-Eres increíble, Lena.-susurra.-¿Alguna vez te lo han dicho?

Niego tímidamente con la cabeza y sigo a lo mío, y así me paso toda la mañana, marcando números y preguntando, hasta que al final doy con la indicada y no dudo en contratarla.

-Bueno abuela, me voy.-le abrazo.-Blanca se ha empeñado en que pruebe su nueva receta secreta.

-Ve tranquila, cariño, pero mañana vuelve, que es tu cumpleaños y quiero celebrarlo contigo.

-Vale.-le tiro un beso y salgo de la casa.

Si os digo que no me acordada de que mañana cumplo los dieciséis, ¿como os quedáis?
Lo se, lo se, se me ha ido la cabeza, pero con todos los líos que han sucedido estos meses en mi vida, no se ni a que día estamos.

Camino rápidamente hasta mi casa y cuando entro un delicioso olor inunda la entrada.

-¿Blanca?-grito.-Ya he llegado.

-Pasa, cariño, la comida esta lista.-dice desde la cocina y al entrar Lucia ya esta sentada.

-Hola bonita.-le doy un beso en la mejilla.

-Hola teta.-sonríe y deja el vaso que llevaba en la mano.-¿Como esta tu abuela?

-Eso.-aparece David y me despeina cariñosamente.

-Bien, como nueva.-les sonrío y ellos me miran atentamente.-¿Que?

-No nos has dicho que mañana era tu cumpleaños.-amenazada y yo me sonrojo.

-Esque no me acordaba.-río un poco.-Con todos estos líos..

-Menos mal que tenemos a tu abuela.-bromea David sentándose a mi lado.-¿qué quieres que te regale?

-Oh, nada.-le sonrío.-Enserio, no celebro los cumpleaños desde que mi madre murió y no le encuentro sentido eso de celebrar que te haces vieja, así que....

David me mira y luego mira a su madre.
Odio cuando hacen eso, porque joder, se entienden con la mirada y yo no me entero, y odio no enterarme de las cosas.

.....

-No me puedo creer que te lo hayas tenido tan calladito.-me señala Dani, entrando en el salón.-¿Tanto te costaba contárnoslo?

-¿Es lo que estoy haciendo, no?-le sonrío mientras rodeo con mi brazo el cuello de Jesus.

-¿Y qué quieres que te regalemos?-dice de repente, abrazándome por la cintura.

-Nada.-le despeino cariñosamente y le guiño un ojo a Dani.

Jesus sonríe y joder, nunca entenderé como toda mi felicidad cabe en una sonrisa suya.

-La princesa no se puede quedar sin regalo.-apunta Dani y frunzo el ceño.

-No quiero regalo, ¿entendido?-los señalo.-Prohibido gastarse el dinero en mi.

-Vale, vale.-levanta las manos inocente.-Anda me voy tortolitos, hasta luego.

-Adiós.-me despido tirándole un beso y miro a Jesus de reojo.-¿En qué piensas tu, eh?

-Pues en ti, como suele ser siempre.-susurra y consigue sacarme una sonrisa.

¿Porque a el le resulta tan fácil hacerme sonreír?

Veo como se apoya en mi pecho y se queda en silencio.

-¿Que pasa?-me sonrojo algo nerviosa.

-Nada.-susurra.-Solo estaba comprobando si te acelero el corazón de la misma manera tan tonta como tu me lo aceleras a mi.

-¿Y bien?-apoyo mi cabeza en la suya.

-Me gusta.-admite.-Me gustas.

-Oh, yo creía que me querías.-le pico apartándome un poco de el.

-Pues no te quiero.-pone sus manos en mis costados y levanta las cejas.

-No.-me niego.-Jesus, estate quieto.

-Ah, no.-sonríe.-Me encanta verte reír y así lo voy a conseguir.

Y comienza a caerme cosquillas y os juro que si no fuera porque es el estaría dandole patadas porque me estoy meando.
Literalmente.

-¡Jesus!-grito entre carcajadas.

-Lena.-me acaricia la mejilla parando de golpe.-Te amo, joder, y tanto que lo hago, dios.-me atrae hacia el.-Te quiero.

-Yo también, Jesus.-rodeo su cuello con mis brazos.-Muchísimo.

-¿Sabes que?-se acerca un poco a mi.

-¿Que se?-rozo su nariz con la mía.

-Que si te pierdo me muero.-roza nuestros labios y yo hago que el beso sea mas intenso.
Empiezo a reírme de la nada y el sonríe.-Eh, déjame besarte.

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