Dueles, pero jamas el dolor habia tenido una sonrisa tan bonita.

Lena.

Toco varias veces a la puerta del baño, pero nadie contesta.
Joder, si esto ya es difícil por si solo, el lo hace mas.

-Jesus, soy yo.-susurro con la voz temblorosa.

Tengo un miedo de cojones, lo juro.
¿Que se supone que voy a hacer?
¿Perdonarlo así de fácil?
Es que es lo que quiero, joder, para que mentir, pero no quiero que se acostumbre a que lo perdone a la primera y se crea que conmigo tiene el cielo ganado, porque no.

Oigo el pestillo y abre la puerta, dándose la vuelta para sentarse en el suelo de nuevo.
Ando lentamente hacia él y me escurro en la pared para sentarme a su lado.

-Tengo tantas cicatrices en el cuerpo, como decepciones en mi mente.-susurro de repente.-Tantas putadas y tantas ganas de nada.-alza la cabeza y me mira, joder, esta llorando.-¿Sabes?, tengo tatuada la primera vez que me hicieron daño y aún así, aun tengo sitio en la piel para que puedan volver a hacérmelo.-trago saliva.-¿Nunca has sentido que no vales para nada?

-Siempre que te decepciono.-susurra y lo miro atentamente.-Me duele hacerte daño a ti.

-Y a mi que seas tu el que me lo hace.-cierro los ojos y agacho la cabeza.

-Se que... que la he cagado, y no se que haces aquí cuando tendrías que estar odiándome, pero...-lo oigo tragar saliva y lo miro para que siga hablando.-Iva a buscarte y de repente alguien me besó, veía borroso y creía que eras tu, por eso se lo seguí.-agacha la cabeza y lo oigo sollozar.-Aunque se que te sonara como una excusa, quería intentarlo.

-Vale.-susurro y pongo mi mano en su hombro para que me mire.-Sonríe, por favor.

-No puedo.-admite.-Tu eres mi sonrisa.

Sonrío un poco y enseguida el al verme a mi, se me une.

-Dueles.-susurro.-Pero nunca el dolor había tenido una sonrisa tan bonita.

-Te quiero muchísimo.-me agarra la mano y la aprieta cariñosamente.-Te juro que te quiero, y no voy a pedirte que me perdones, esta vez no, porque sé que no me lo merezco.

Una única lagrima se desliza por sus mejillas y se la quito con el pulgar.

-Aquí quien decide que si te lo mereces o no soy yo.-trago saliva.-Y puedo asegurar que tu te mereces toda mi vida.-susurro.-Te la mereces toda porque tu me la devolviste, Jesus.-me muerdo el labio.-Pasé de ser Elena, a ser Lena, no se si me entiendes.-me quito una lagrima que se escapa rápidamente.-Me devolviste todo lo que había perdido, me ayudaste a volver a ser yo misma y sobre todo me enseñaste a volver a querer, y todo eso te juro que puede con todo lo que me hagas o dejes de hacerme, lo juro.-me acerco un poco a el.-Quiero perdonarte, voy a perdonarte, pero por favor, no vuelvas a hacerme daño.

Me abraza con fuerza y nunca en la vida me había sentido tan augusto.

-Te juro que si alguna vez vuelvo a fallarte, te dejaré en paz ya, lo juro.-susurra entre sollozos.

-No quiero que me dejes en paz.-me muerdo el labio y dejo un suave beso en su cuello.-Quiero tener que aguantarte durante muchos, muchos años.

-Te prometo que así será.-sonríe al separarnos.-Aun no entiendo porque eres tan buena.

-Porque me has echo algo, que aunque me rompieras el corazón cien veces, yo te perdonaría ciento una.

-¿Que te he echo?-sonríe pícaro.

-No te lo digo que te lo crees.

-Dilo.-se apega un poco a mi.

-Conseguir enamorarme, bobo.-le doy un suave empujón.

-Ah.-dice y sonríe.-¿Entonces me quieres?

-¿Tu lo haces?-le sonrío.

-Te juro que no se puede querer tan fuerte como yo te quiero a ti.-roza nuestras narices.

-Si que se puede, y es como te quiero yo.-le doy un pico y me separo rápidamente.-Estas castigado.

Pone una mueca de fastidio y doy una pequeña risilla.

-Anda vamos.-me levanto y le tiendo la mano.-¿Hacemos como que nos odiamos y todo eso para gastarles una broma? Hoy están rarísimos.

-Vale.-ríe.-Pero antes.-me coge de el brazo y me besa con todas sus ganas.-Te quiero.

-Y yo, pero eso de tragarse las babas de Arian no mola nada.-le señalo y salgo pegando un portazo.-¡Eres despreciable!

-¡Eso tu!-grita saliendo detrás de mi y juro que estoy apunto de estallar a carcajadas al ver la cara que ponen mis amigos.-¡Que no sabes perdonar!

-¡¿A no!?-le grito.-¡A lo mejor estoy cansada de que lo jodas todo siempre!

-Eh, parar.-viene Dani hacia nosotros.-¿Que coño hacéis?

Miro a Jesus y sonrío un poco.

-Dar algo de vidilla  a la situación, que hoy estáis todos mustios.-río y me acerco a Jesus para que el me abrace por la cintura.-Tranquilos chicos, solo era una broma, estamos bien.

-Es demasiado buena, y yo demasiado capullo.-da un beso en mi mejilla y todos aplauden por nuestra reconciliación, todos, menos Arian.

-Eres muy tonta, Lena, yo no perdonaría ninguna infidelidad.

-La tonta eres tu.-la miro alzando las cejas.-Que primero, te crees que Jesus podría llegar a quererte, segundo, fuiste tú quien lo besaste y el no sabia ni que eras tu y tercero, ya veo porque estas así de sola.

-¿Perdona?-se sorprende.

-Perdonada.-le sonrío.-No, que cojones, que besaste a mi novio, ni perdón ni hostias, ¿y qué coño haces aquí?

-Había venido a merendar, Ricky ayer me invito.-susurra con miedo.

Ue, esto de imponer mola.

Miro a Ricky y ella asiente.

-Pues lárgate de una puta vez, que lo único que has echo es joderlo todo.

Me giro hacia Jesus que me mira frunciendo el ceño y sonrío.
Nunca había sacado este carácter delante de él y ni yo sabia que lo tenía, pero me gusta, no se, mola saber defenderse de vez en cuando.

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