Y de repente, te das cuenta de que tus cartas ya están echadas sobre la mesa, que no hay vuelta atrás.
Que todo lo que creías perdido, en realidad, no lo esta.
Y que, por una vez, puedes ser tu, puedes controlar tu vida, puedes controlar tu felicidad.

Abro la puerta.
Allí esta Dani, con su preciosa sonrisa que me tiene loca.

-Mi niña.-me abraza.

-¿Pasas?

-Claro, ¿Estas sola?

-Si, que raro ¿he?-digo con ironía.

Los dos pasamos y nos sentamos en el sofá.

[...]

-¿Y si jugamos a una cosa?
Yo te digo una palabra y tu me dices un texto de esos filosóficos.

-Venga, vale.

-Enamorarse.

Me pienso un poco las palabras y lo cojo la mano.

-Para mí, enamorarse es algo que nace en una mirada, en una sonrisa, o en una sola palabra.
Es poder decir "te quiero" sin sentirte una estúpida.
Es despertarte por la mañana, aún con el recuerdo del sueño con sus ojos, con su boca, con sus toques de alegría.
Es mirarte al espejo y querer que aparezca detrás de ti, e imaginar una vida a su lado.
Es tener en común todo, y lo que no tienes en común, intentar mirarlo desde otra perspectiva.
Es querer estar a su lado en todo momento, cada día, a cada hora, y pensar en él cada segundo que no está contigo.
Es tener el corazón latiendo a mil por hora sólo porque te ha saludado, sólo al oír su dulce voz en tus oídos.
Es pensar que puedes morir de felicidad y vivir eternamente en su mirada.
Es sentirte una niña a su lado, pero que te trate como una mujer.
Es querer conocer todo de él, y aprenderte su número y su color favoritos mejor que tu propio nombre.
Es meterte en una asignatura que ni te habías planteado, pero que a él le encanta, sólo para tener algo de lo que hablar.
Es poder pasarte horas en silencio a su lado sin que resulte incómodo.
Es oír su canción favorita mil veces seguidas y que se te siga poniendo el pelo de punta como la primera vez que la oíste.
Es sentir algo tan fuerte por dentro que jamás hubieras pensado que tu corazón podría aguantar.
Es mirar tu futuro y verle a tu lado.
Es poder sentir que tiene un principio, pero no tiene un final.
Es saber que tenéis ideas distintas, pero ante todo hay respeto.
Es sentir que puedes tocar el cielo sólo con pensar en él.
Es notar alas en tu espalda y sentirte la princesa de tu propio cuento de hadas.
Es sonrojarte por cualquier cosa que te diga.
Es sentir que tu vida ha encontrado su sentido desde que le conoces.
Es tener la sensación de que si faltase en tu vida, nada sería lo mismo.
Es sentir por dentro frío y calor al mismo tiempo, y en respuesta a eso sólo te salga un "te quiero".
Es poder oír que mencionan su nombre en cualquier momento.
Es quedarte absorta mirando a quién sabe donde, imaginándole a tu lado.
Es pintar corazones en todos los lugares que puedas, poniendo un guión por cada letra de su nombre.
Es escribir frases de canciones románticas en tu agenda, queriendo vivir esos momentos citados con él.
Es poder pasarte horas y horas hablando con él, sin hablar de nada en concreto.
Es preocuparse si durante un día no has sabido nada de él.
Es darle un toque para desearle un buen día.
Es regalarle algo porque te sale de dentro sin pedir nada a cambio.
Es sentirte la persona más afortunada del mundo sólo porque le has conocido.
Es quererle cada día más y más, y pensar que ya no puedes quererle más, hasta que pasa otro día y te das cuenta de lo equivocada que estabas.
Es poder confiar ciegamente en esa persona porque sabes que jamás te fallará.
Es tener mil mariposas volando en tu estómago, y sentir que se te va a salir el corazón del pecho.
El echo de estar enamorado es muy difícil de explicarlo con palabras. Lo mejor? sentirlo.

Parpadea varias veces, atónito.

-Enserio, aun no se como lo haces.

-Es fácil, solo tienes que sentirlo.

Dani se acerca a mi poco a poco.

-Y si es lo que tu has dicho, entonces.. me temo que estoy enamorado.
De ti.

Sonrío un poco.
Y me doy cuenta, que si no lo hago ahora, luego será demasiado tarde.

Y me lanzo en sus brazos, para besarlo.