Especial San Valentín II
Aventuras en Sistema de Auto-salvación del Villano Escoria II
La sorpresa que envolvió a todos fue tal que nadie fue capaz de decir palabra alguna en los siguientes minutos, simplemente mirándose en silencio. Shen Jiu, sobre todo, no podía terminar de procesar lo que estaba pasando. Frente a él había un...él, que lo miraba sorprendido con un abanico abierto. Su rostro era tan expresivo, sus ojos muy tranquilos y su mano sostenía el abanico con elegancia, pero no con arrogancia. Era algo así como una mala copia de Shen Jiu que estaba jugando a imitarlo, pero sin conseguirlo en absoluto. Se veía demasiado suave como para ser señor de pico.
—Yo...—la mala copia carraspeó—¿qué está pasando aquí?
Shen Jiu lo miró y luego se giró hacia Binghe. El chico los miraba a ambos alternadamente, como si tampoco entendiera qué estaba pasando.
Shen Jiu alzó la mano para dar a entender que hablaría. Todos lo miraron, pero él miró a Luo Binghe.
—Tengo tres preguntas, por favor, respóndelas y así podré entender qué pasó—el chico asintió rígidamente, como si comenzara a ponerse a la defensiva—. La primera, ¿caíste al Abismo sin Fin?
El Luo Binghe que lo miraba se giró hacia su mala copia, la cual asintió dándole permiso para responder, como si fuera un perrito bien entrenado.
—Lo hice.
—La segunda, ¿quiénes estaban cuando eso pasó?
—Shizun.
—La última, ¿cómo caíste?
—Shizun quiso salvarme y me instó a arrojarme.
—¿Te instó? Sé más preciso, chico—suspiró Shen Jiu.
Binghe apretó los labios, pero no respondió con palabras, solo corrió su túnica para mostrar su pecho musculoso, donde una cicatriz se veía a la altura del corazón.
Shen Jiu: ...
Claramente este no era su mundo. Este Binghe era tan masoquista como el que conocía, pero no era el suyo.
Ahora podía entender mejor todo. Pero antes de hablar, ChengLuan le apuntó. Shen Jiu solo rodó los ojos.
—¿Quién eres?—preguntó Liu Qingge, como si fuera necesario apuntarle con la espada para cuestionarle algunas cosas.
—Estaba por contarles esto antes de que como un incivilizado animal me apuntaras con esa porquería—Shen Jiu se cruzó de brazos—. Si no quieres que termine por meterte esa espada por donde desechas tu comida, será mejor que la bajes.
—¡Tú...!
—Liu shidi, por favor, detente. Escuchemos lo que tiene para decir—la mala copia intervino, poniendo su mano sobre el brazo de Liu Qingge y hablándole con suavidad.
Definitivamente estaba en otro mundo donde su pasado fue mucho mejor, de lo contrario Shen no explicaba esta actitud tan...suave.
Liu Qingge, otro perro bien entrenado, bajó la espada, pero no dejó de mirarlo. Claro, como si Shen Jiu en el estado que estaba fuera una gran amenaza. En cualquier mundo Liu Qingge siempre sería un idiota.
—Ahora sí, ¿puedes decirnos quién eres y qué haces aquí?—preguntó su mala copia, ingresando a la casita de bambú y cerrando la puerta.
El abanico todavía estaba abierto contra su pecho, apoyado ociosamente. Binghe se quedó cerca de Shen Jiu, pero parecía ser más como si estuviera vigilándolo, evitando que saltara sobre su mala copia a hacerle algo.
—Creo que tú sabes quién soy, quiénes somos. Pero si tienes dudas, mi nombre es Shen Qingqiu, maestro del pico QingJing, y terminé aquí por error—suspiró.
En cuanto su pico supiera que había sido llevado a otro lugar, cuando Yue Qi lo supiera...oh, Dios, el caos que se generaría.
—¿Por error? ¿Puedes explicarte?
Shen Jiu suspiró, su mala copia si bien parecía estar analizándolo, no se veía demasiado a la defensiva. Pero bueno, con esos dos perros bien entrenados rodeándolo, cualquiera se relajaba.
—Estaba en una misión con Liu shidi, nos teníamos que enfrentar a un...una cosa, no sé bien qué era del todo, pero podía abrir grietas. Me mandó a volar a través de una y aparecí aquí. Pensé que estaba en mi QingJing, pero vaya sorpresa me encuentro al ver que no es así—Shen Jiu suspiró cansado, ni siquiera le iban a pagar demasiado por esa misión como para que tuviera que pasar por todas estas mierdas—. Sinceramente, solo quisiera regresar a casa otra vez, tengo cosas que hacer allá.
Tenía discípulos que supervisar, un hijo al cual cuidar, un esposo al cual vigilar, una madre con la cual vivir y un hermano al cual regañar porque seguramente haría una estupidez si uno no estaba cerca.
Sin contar que, si no regresaba pronto, todas esas personas pronto comenzarían a crear el río Lágrimas Para Shizun. Todos como unos melodramáticos que exageraban completamente todo. Salvo su madre, ella no exageraba nada, pero los demás sí.
—Es muy sospechoso—dijo Qingge, mirándolo con su mano en la empuñadura de ChengLuan—. Si eres Shen Qingqiu, entonces, pruébalo.
—Claro, ¿quieres los archivos de mi entrada en CangQiong y que responda preguntas al respecto?—dijo sarcástico Shen Jiu, si bien los archivos tenían datos y cosas únicas de los miembros de la secta, no era como si Shen pudiera ir por ellos.
—Creo que es justo, ve por ellos.
Shen Jiu, Luo Binghe, la mala copia: ...
—Si pudiera ir por esos papeles, no volvería aquí te lo aseguro—suspiró Shen Jiu sentándose en la silla donde había estado antes—. Veo que incluso en este mundo, el pico BaiZhan sigue careciendo de neuronas. En todo caso, ¿si te muestro a XiuYa? ¿Me creerás así?
—Creo que eso es mejor—dijo la mala copia, luego de carraspear incómodo.
Shen Jiu desenvainó a XiuYa y se la ofreció a la mala copia. Tres curiosos se acercaron a la espada y la examinaron, los tres concentrados buscando alguna falla, pero no había ninguna. XiuYa sería XiuYa en cualquier mundo.
—Bien, te creemos—la mala copia cerró el abanico antes de mirar al Binghe llorón—. Binghe, prepara té.
—Sí, shizun.
—Liu shidi, creo que por el momento sería bueno que te marcharas. Como verás, tengo otros asuntos que atender.
Liu Qingge asintió, pero su mirada seguía en Shen Jiu, como si algo se procesara en su cabeza. Pero tardaba tanto en procesarse que parecía nunca llegar a nada. Bueno, el mono era lento de por sí, no se sorprendía si no terminaba de procesar ningún tipo de información.
Como fuera, al menos se había ido y los había dejado en paz. Shen Jiu comenzó a pensar en la forma de regresar a casa, donde su familia lo estaba esperando. Quizás...si tomaba prestada la espada de Binghe, lograría regresar a casa pronto.
Cuando alzó la mirada, descubrió que su mala copia estaba ahí, observándolo. El abanico que había cerrado, volvió a abrirlo. Realmente parecía querer imitarlo, pero era tan malo en eso que, si estuviera en su mundo, nadie se creería que era él.
—XinMo—dijo llamando la atención de su mala copia—. Si tu Binghe crea un portal o una grieta con XinMo tal vez yo pueda regresar a mi mundo.
Su mala copia desvió la mirada, como si estuviera pensando en lo que le diría.
—No será posible—dijo y antes de que Shen Jiu preguntara por qué, su mala copia le apuntó con su mirada a un rincón.
En el lugar había una espada envuelta en un sinfín de talismanes. Si no fuera porque Shen Jiu reconocía la empuñadura, no sabría que esa era XinMo, la famosa espada demoniaca.
—¿Por qué...?
—De esa manera no afecta a la mente de Binghe—respondió su mala copia.
Shen Jiu lo miró y luego miró hacia donde el chico preparaba té. Sabía que la estabilidad mental de Binghe era débil y que solo luego de décadas y una buena familia, logró fortalecerla, pero... ¿era tan mala como para tener que llegar a estos extremos?
Sí, XinMo era una espada desgraciada. Una sola vez la empuñó en un momento de desesperación, durante un problema en el reino demoniaco que atestiguó de visita por esos lugares, y hasta el día de hoy recordaba esa molesta voz que le hablaba, queriendo despertar el odio en su corazón. Luego de eso, no volvió a tomarla, principalmente porque esas situaciones no volvieron a repetirse. Binghe lo había visto tan afectado luego de empuñar a XinMo, que por poco extermina a todo el pueblo que estaba dando problemas.
Como fuera, XinMo era una mierda, pero si Binghe tenía una mente fuerte, no tendría que temer ser poseído por la espada.
Pronto, el llorón de mente frágil apareció, llevando el té para los dos y sirviéndose una para él, sentándose al lado de su shizun. Shen Jiu lo miró, se veía igual al suyo de no ser por la cicatriz en su pecho y porque al mirarlo no lo veía como si fuera su mundo. Sí, muy cursi, pero realmente así se sentía la mirada de Binghe.
—Teniendo en cuenta que necesito volver a mi mundo y que ustedes creo que son los únicos capaces de ayudarme, ¿tienen alguna idea de cómo puedo regresar?
Su mala copia apoyó el abanico cerrado contra su boca, mientras parecía pensar en una solución. La doncella loca a su lado también parecía buscar una solución para ayudarlo, mirando su taza de té concentradamente. No sabía si buscaba una solución o pensaba que el té estaba mal hecho, la cara que ponía podía decir muchas cosas.
—Binghe, ¿crees poder encontrar algo en el reino demoniaco que ayude en esta situación? Es mejor si podemos enviarlo a su mundo antes de que toda la secta se entere de esta...situación.
—Este discípulo no está seguro, shizun. Pero si shizun lo necesita, puedo ir a buscar algo.
—Eso sería muy bueno—su mala copia le sonrió a la doncella loca, cuya mirada parecía desbordar cariño y estar al borde de las lágrimas otra vez.
Un cariño demasiado necesitado y un llanto demasiado falso. ¿Cómo adiestró este Shen Jiu a su Luo Binghe? Le habían dado el manual equivocado sin duda alguna. Así no se adiestraba a Luo Binghe.
—Shizun...
Su mala copia le golpeó la cabeza antes de que la doncella loca comenzara a llorar.
—Ve rápido, necesitamos encontrar una solución urgente.
—Pero shizun, ¿no se despedirá de este discípulo?
Como un cachorro necesitado, la doncella loca se acercó a la mala copia, quien parecía hacerse el indiferente y estar en desacuerdo con ese trato. Pero lo veía en su postura, en su rostro, en sus gestos. No le molestaba en absoluto.
—Binghe, este maestro...
—¿Por qué no simplemente le das lo que te pide? Se nota que quieres, solo que parece gustarte que te ruegue—comentó Shen Jiu rodando los ojos—. Deja de comportarte como una doncella difícil, eres señor del pico QingJing. Hazlo o no, pero sé claro con tus acciones.
Se levantó de la silla, mirando las decoraciones de la casita de bambú ajena mientras le daba espacio a esos dos para que hicieran su teatro en paz. Este Shen Jiu debió tener en serio una buena vida como para ser tan estúpido. Shen Jiu envidiaba el hecho de que, al parecer, no había terminado prisionero de Qiu Jianluo ni abusado por el mismo.
Solo eso explicaría por qué era tan tonto.
Cuando sintió que Luo Binghe se había marchado, se giró con un objeto al azar que había tomado de los muebles. Una baratija de porcelana que tenía como decoración, un pequeño regalo de uno de sus hermanos marciales para un cumpleaños, mucho tiempo antes de empezar a llevarse bien.
—Tengo un par de preguntas que hacerte, me gustaría que me respondieras ya que parece que no hay mucho para hacer o que no tienes mucho para hacer—dejando la figurilla de porcelana de nuevo en su lugar, volvió a hablar—. ¿Alguien en este pico se llama Shen Fu? ¿O Tang Huaying? ¿Chen Xiaoyun?
Su mala copia lo miró, incertidumbre brillando en sus ojos. Solo con verlo, Shen sabía que este tipo jamás había conocido a estas personas en su vida. Un sentimiento de tristeza se instaló en su corazón. Un mundo donde su madre no existía, donde su hijo no existía. No era un mundo muy agradable para él.
—Lo siento, no conozco a nadie llamado de esa manera.
—Está bien, posiblemente en eso cambia este mundo, no tiene demasiada importancia.
No para esta copia barata de Shen Jiu, pero sí para Shen Jiu.
La cosa con su cara asintió y se quedó en silencio, su mente parecía dar vueltas tras vueltas en algo que Shen Jiu no podía entender. En lo único que podía pensar era en el hecho de que había dejado a su pico solo, a su hijo solo, a su esposo, a su madre, a su hermano. Toda su familia estaba sola, en un lugar seguro por suerte, pero sola y no podía hacer demasiado para regresar. Lo único que podía hacer era confiar en su Luo Binghe, el de su mundo, el hombre con el que se había casado, para que lo rescatara de ese lugar. Si ya lo había seguido una vez a su mundo, podría seguirlo a este tam...Mierda.
Esperaba que no tuviera que usar el mismo ritual que usó en su mundo para seguirlo o todo lo que Shen Jiu conocía estaría muerto ahora.
¿Por qué se casó con el loco? ¿Por qué? Él y Qi-ge estaban en verdad idiotas para elegir a los idiotas sin cerebro como parejas.
Recordaba que no mucho tiempo atrás, le dijo esto a Qi-ge mientras ambos desayunaban. Este gusto en común que parecían tener era en verdad problemático. Tan bajos estándares...no por apariencia. Liu Qingge y Luo Binghe eran muy apuestos los muy bastardos, pero en personalidad...dejaban mucho que desear.
Qi-ge le había dicho que Liu no era tan como Shen creía que era, que a pesar de todo era en verdad muy inteligente, solo que solía ser impulsivo y defendía demasiado sus ideales. Como Qi-ge.
Shen Jiu, por su parte, le dijo que Luo tampoco era tan como todos en la secta creían, que seguían pensando de alguna manera que era un loto blanco. Era astuto y cruel, posesivo hasta la médula y un demonio en toda regla cuando se enojaba. Como Xiao Jiu.
Ninguno supo que decir después de estas conclusiones.
Miró los libros ordenados en un estante, libros que había conseguido con sus años como señor de pico, libros que eran de utilidad o bien que simplemente los usaba para distraerse cuando su mente estaba saturada con problemas. Recuerda que un día, solo para molestarlo, Binghe había colado entre sus libros uno con contenido erótico. Su madre lo encontró cuando limpiaba y Shen Jiu, quien sospechaba sobre el culpable, le dijo que su esposo tenía una adicción a esos libros y que por eso ya casi no le prestaba atención en la cama. El sermón que se ganó Binghe de su suegra ese día, divertía a Shen Jiu hasta el día de hoy. Su esposo no pudo mirar a su suegra a la cara por tres meses.
Sentía al otro metido en sus pensamientos, así que se distrajo él mismo viendo los libros en los estantes. Por un momento, como solía pasar a veces, extrañaba al sistema. Aunque ni siquiera el mismo sistema supiera dónde estaban, al menos todavía tenía alguien más con él para acompañarlo en sus penurias. Su voz seguramente hubiera sido más divertida de escuchar que la de su otro yo que parecía analizarlo detenidamente. ¿Qué pasaría dentro de esa mente llena de algodón? Esperaba que al menos fuera mejor maestro de lo que era como...pareja. Esperaba que este QingJing fuera motivo de orgullo tanto como el suyo, que todavía podían tener el primer lugar en el Duelo Anual de los Doce Picos, superando muchas veces a QiongDing. Aunque en este último tiempo tuvieron más dificultad para conseguir el primer lugar gracias a la unión entre picos, que había hecho que muchos discípulos adoptaran otras técnicas para fortalecer las propias. Fuera como fuera, solo lo hizo más interesante para sus discípulos que constantemente buscaban mejorar.
—No tiene sentido...—su mala copia parecía ser que hablaba con él mismo, murmurando para sí, Shen Jiu lo ignoró mientras seguía viendo los libros, sacando uno para leer su contenido—Esto no pasaba en Camino del Orgulloso Demonio Inmortal...—Shen Jiu fingió seguir interesado en el libro frente a él, pero su audición fue directa a esta copia.
Él había escuchado eso antes, sí, sabía que Shang Qinghua se lo había comentado una vez. ¿De qué libro se trataba?
Su copia murmuró otras cosas que no llegó a escuchar, mientras él seguía fingiendo ser sordo.
—Tsk, maldito sistema, cuando uno lo necesita...
...
¡Claro que Shang Qinghua le habló de ese libro!
¡En ese maldito libro Shen Jiu era el peor villano de toda la historia!
Se giró abruptamente, dejando el libro en el primer lugar que encontró y tomó la muñeca de su mala copia.
—¿Hablaste de un sistema?—cuando el idiota iba a hablar, lo interrumpió con otra pregunta—¿Eres un transmigrador también?
Si este tipo habló de Camino del Orgulloso Demonio Inmortal, dudaba mucho que fuera un transmigrador como Shen Jiu, sino como Shang Qinghua. Pero usaría este dato omitido a propósito para sacarle más información.
—Espera, tú... ¿quién eres?—de repente abrió los ojos, como si hubiera llegado a una conclusión—¿Pepino Sin Igual?
Shen Jiu no entendía por qué había dicho tal estupidez, pero como aprendió gracias al sistema, lo mejor era seguir la corriente. Así que, imitando los gestos de esta cosa, se mostró "sorprendido".
—¿Tú cómo...?
—No lo puedo creer, ¿qué tipo de vida tuve para terminar siendo como tú? ¿Siquiera creyeron que eras el Shen Qingqiu original?—su copia suspiró, suspiró, como si su actitud se asemejara a la del Shen Jiu original.
¡Ahora tenía sentido, todo el puto sentido, que sea tan suave y estúpido! ¡Para empezar, este tipo seguramente no transmigró en su infancia, por algo seguía siendo tan tonto! ¡De hacerlo seguramente se vería más como él que como esta...cosa barata que intentaba imitarlo!
—¿Qué hay de ti? ¿Cuándo transmigraste?—preguntó cruzándose de brazos.
—Cuando Luo Binghe tenía catorce años, ¿tú?
Oh, justo cuando había estado maltratando a Binghe por cuatro años. Increíble que ese demonio masoquista se hubiera enamorado de él y hubiera olvidado esos años de maltrato.
—Seis meses antes de que Binghe ingresara.
—Ah, que suerte, tuviste tiempo para arreglar lo que Shen Qingqiu le hubiera hecho—esta mala copia suspiró, como si encontrara a Shen Jiu afortunado—. Yo tuve que arreglar lo que ese personaje hizo.
Y la verdad, no lo hizo bien.
—¿Arreglar? ¿Qué tanto?
—Ya sabes, las palizas de Binghe, los castigos en exceso y todo lo relacionado—la mala copia agitó su mano, como si le restara importancia al asunto—. No es fácil solucionar todo lo que un hombre tan lleno de rencor causó.
—Estoy de acuerdo con eso, tampoco la tuve fácil.
—No la tuvimos, nos tuvieron que hacer transmigrar justamente en el villano escoria—la mala copia se sentó en una silla, como si se sintiera derrotado—. Ah, hubiera preferido transmigrar en cualquier otro, pero no en el tipo por el cual pedí que castraran.
Espera... ¿qué? ¿Por qué?
...
¡¿Acaso en el libro nunca se aclaraban sus rumores sobre lo de sus discípulas y el Pabellón Rojo Cálido?!
—Sí, yo tampoco, demasiados rumores con los cuales lidiar—Shen Jiu se sentó frente a él, cruzándose de brazos—. ¿Pudiste adaptarte bien al papel?
—Sí, bueno, no tanto al inicio. El sistema me acusaba de mucho OOC y esas cosas. Pero me adapté rápidamente y pude fingir correctamente.
Shen Jiu: ...
—Y ¿te comportas así desde hace años?—preguntó mirándolo.
—Sí, ¿y tú? ¿Lograste adaptarte a tu papel?
Shen Jiu no pudo aguantarlo más, en verdad que no. Ver a este intento de Shen Qingqiu hablar de lo bien que se adaptó a su papel y de que con esa actitud de mierda logró engañar a todos, lo hizo reír. Era un chiste, una mala broma, no podía haber tantos descerebrados en esta secta para creer en este pobre teatro.
—No lo puedo...jajaja—Shen Jiu rio, tan tentado como nunca antes lo estuvo—Tienes que estar bromeando... ¿tú actuando bien? Jajaja Ah, esto es una mala broma, ¿sabes?
De repente, la postura de esta mala copia se tensó, su mano preparada para sacar a XiuYa en cualquier momento.
—¿De qué hablas?
—Hablo del hecho de que eres una mierda fingiendo ser Shen Jiu, de eso hablo—Shen Jiu sonrió, una mueca de burla hacia esta persona—. Me sorprende que todos te confundieran conmigo cuando no eres ni siquiera parecido a quien soy realmente. Solo con un reseteo de memoria podría ser así.
De repente, un entendimiento golpeó la pobre cabeza de este idiota. Su mano se aferró a la empuñadura de su espada, pero no la sacó. Shen Jiu elevó una ceja, divertido.
—Tú...eres el Shen Qingqiu original—dijo asombrado, una afirmación más que una pregunta.
—Lo soy—Shen Jiu suspiró— y soy un transmigrador como tú. Solo que, a diferencia tuya, no viajé a un estúpido libro.
—¿Cómo...?
—¿Sabes lo molesto que es enterarte de que eres el maldito villano del libro y que parece ser que todo el mundo te odia?
—Tú...yo no entiendo... ¿cómo fue que...?
Shen Jiu se cruzó de brazos, poniendo los ojos en blanco al ver a ese estúpido usurpador de cuerpos intentar hilar dos ideas.
—Morí y viajé para cambiar las cosas porque, a diferencia de lo que todos los lectores ignorantes como tú creen, las personas pueden cambiar. ¿Acaso crees que sería incapaz de ver mis propios errores? Si hubieras pasado lo que yo pasé a manos de Luo Binghe, no te sería muy difícil cambiar. Ese chico es como un karma con patas solo que masoquista y con tendencias de doncella pura—Shen Jiu suspiró y volvió a ver al usurpador, una sonrisa afloró en sus labios—. Adaptado al papel...pff, sí claro—y volvió a reír.
Porque ver a un imbécil como ese decir que se adaptó al papel y que Shen Jiu no estaba bien adaptado, era algo hilarante.
Sin duda alguna, Shang Qinghua había creado una manada de personajes idiotas solo para dejar como alguien inteligente a Binghe.
—En mi defensa, solo te conocí desde el punto de vista de Binghe, así que no tenía forma de saber cómo eras—dijo el usurpador tras carraspear—. Y desde su punto de vista, eras en verdad una escoria.
—Bueno, puedo entenderlo, no fui agradable en absoluto con él—Shen Jiu se encogió de hombros—. Tiene sentido que todo el mundo me viera así. Incluso si hubieran sabido mi pasado, no dejarían de pensar en que soy una escoria. Pero las escorias como yo también podemos cambiar y ser mejores.
Shen Jiu se encogió de hombros, volviendo a mirar la casita de bambú. Claramente Binghe la mantenía limpia, ese niño tenía un fetiche con ser una buena ama de casa, pero se notaba claramente que no parecían pasar demasiado tiempo en ese lugar. Todo estaba demasiado pulcro como para que habitaran ese lugar. No estaban los pergaminos ni los pinceles que Shen Jiu solía usar para corregir exámenes o bien redactar informes. No había nada de eso. Era como si se tratara de una casa donde solo pasaban un corto periodo de tiempo antes de marcharse e irse a su residencia permanente.
En su mundo, a pesar de haberse casado con Binghe, Shen Jiu todavía pasaba la mayor parte de su tiempo en QingJing, igual que Binghe. No solo porque seguía siendo el maestro del pico, sino porque QingJing era como una familia grande. Binghe no tendría problemas de llevárselos a todos a su palacio en el reino demoniaco, pero era una acción realmente innecesaria.
Aquí no parecía ser el mismo caso.
—Bueno...creo que sí—el impostor abrió el abanico, cubriéndose la parte inferior del rostro mientras miraba pensativo hacia un costado—. Pero tenemos cosas más importantes de las cuales preocuparnos ahora.
—Ni me lo digas, necesito llegar cuanto antes a mi mundo antes de que QingJing se inunde—Shen Jiu suspiró derrotado, sentándose de nuevo.
Si no llegaba a QingJing, sus discípulos, su esposo y su hijo inundarían todo el pico con sus lágrimas. Sin contar el estrés y la desesperación por la que pasarían Yue Qi y su madre al saber que Shen Jiu no estaba en la secta ni en ningún lugar que ellos supieran.
—¿Se inunde?
—Sí, o empiece a sonar música triste y sombría.
Nunca se sabía lo que sus discípulos eran capaces de hacer por su ausencia.
—No estoy entendiendo.
—¿Cómo se ponen tus discípulos cuanto no estás?—preguntó cansado Shen Jiu, a ver si así el usurpador entendía.
—Siguen su vida como siempre, cultivando y mejorando sus habilidades. Al menos así los encuentro siempre que regreso cada pocas semanas.
Cada pocas semanas...
Si Shen Jiu desapareciera y reapareciera cada pocas semanas, sus discípulos terminarían por irse con él o bien lo encerrarían en la casita de bambú para que dejara de irse.
—¿Y qué hay con las clases? ¿No las das?
—Otros maestros se encargan de las mismas, solo doy algunas pocas cuando estoy.
Ah, mierda, esta QingJing estaba en pie de milagro todavía.
—¿Cómo es que dejas que esos idiotas den las clases?—preguntó Shen Jiu indignado—¿Cómo es que los abandonas así?
—La mayoría ya están grandes, además a Binghe no le agrada demasiado y si paso mucho tiempo con otros, se pone a llorar y...
—Que lo haga en un rincón hasta que termine su teatro, ese chico es una doncella manipuladora que llora falsamente todo el tiempo—Shen Jiu no se había dado cuenta de que su voz había subido un poco más de volumen—. Entiendo que seas un idiota, ¡pero luego de leer ese puto libro no puedes creer que dejar la educación de QingJing en manos de los discípulos mayores sea lo mejor! Este lugar sigue en pie solo porque el cielo debe quererlo así, pero si fuera por ti toda la maldita secta estaría en problemas.
—Para tu información, me hice cargo de QingJing por años.
—Déjame adivinar, te hiciste cargo de QingJing durante los años que Luo Binghe fue discípulo, ¿verdad?—el usurpador no dijo nada, Shen Jiu resopló—Inútil, incompetente e impostor. Me compadezco en serio de todos mis discípulos de este mundo.
Si apenas este Shen Qingqiu se hizo cargo de QingJing, eso quería decir que la actitud de Ming Fan seguía siendo una mierda. Y si era así, eso quería decir que QingJing no era una familia unida.
Aunque bueno, eso era fácil de saber luego de que el usurpador dijera que iba cada pocas semanas de visitas a un pico donde era ¡la puta máxima autoridad!
¡Y él simplemente iba de visitas! ¡Era más negligente que el anterior señor del pico AnDing!
—Ellos no están mal, realmente han avanzado con su cultivo y son cultivadores fuertes.
—Sí, seguro—dijo sarcástico Shen Jiu, cruzándose de brazos—. Tan fuertes y capaces de luchar contra los demonios de Binghe y ganar.
—Todos tienen un límite.
—Dile eso a mis discípulos...Ah, realmente me quiero ir de aquí, este lugar es horrible.
El usurpador apretó los labios pero no dijo nada más, en su lugar se quedó en silencio. Shen Jiu lo agradecía, seguir escuchando sus estupideces solo le darían dolor de cabeza.
Ahora solo esperaba que Binghe o alguien regresara con una solución a sus problemas.
Amo que en el libro Shen Yuan creía que estaba fingiendo bien ser Shen Jiu cuando en realidad no era así jajajajajja
En breve el tercer capitulo :D
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