Capitulo 39
Las amigas continuaban charlando en la oficina de la azabache, afuera el sol se habia ocultado.
Sesshomaru se encontraba en su casa, limpiando un poco acomodando su habitacion y la de su hija, esa noche le pediria algo a la azabache y estaba nervioso ya que no sabia si ella aceptaria o no, al caer las 8 de la noche Sesshomaru volvio a la empresa de la azabache, al llegar bajo de su auto todas las chicas lo observaban seguia siendo joven y guapo, subio hasta el ultimo piso donde se encontraba la oficina de su amada, toco un par de veces hasta que escucho un "pase", el peliblanco entro observando a las chicas quienes se encontraban riendo.
-Linda noche joven Taisho- dijo la castaña.
-Sango ya te habia dicho que me llames por mi nombre- dijo el peliblanco.
-Lo se, perdon- dijo la castaña sonriendo.
-Hola mi amor- dijo el peliblanco al ver a su amada con unas carpetas en su escritorio mientras le dedicaba una calida mirada.
-Sesshy, mi amor- dijo la azabache, sonrojada.
-Vengo por ti para ir a cenar amor- dijo el peliblanco.
-Mmm suena rico- dijo la azabache- Solo dejame acomodar esto y nos vamos ¿Si?
-Esta bien amor, te espero afuera- dijo el peliblanco.
La azabache guardo las carpetas que tenia sobre el escritorio, y despues de un rato salio, el peliblanco la esperaba afuera charlando con Sango.
-Bien, ya podemos irnos- dijo la azabache sonriendo.
Los tortolos se tomaron de la mano mientras caminaban al ascensor, Sango sonreia al ver a su amiga nuevamente contenta y feliz. La pareja entro al ascensor solos, Sesshomaru la tomo en sus brazos mientras la besaba tiernamente, poco a poco el beso se comenzo a hacer mas intenso ante lo cual la repego a la pared y subio sus manos sostenuendolas mientras la besaba, en un momento se separaron por falta de aire se miraron mutuamente y volvio un beso mucho mas apasionado que el anterior, sin duda alguna eso los exitaba a ambos, finalmente el ascensor llego al primer piso, ambos acomodaron su atuendo y salieron de el y la empresa subieron al auto del peliblanco y de ahi se dirigieron a un conocido restaurante, un chico joven los llevo a su mesa y les dio la carta, despues de eso ambos pidieron y comenzaron a charlar comodamente, finalmente les trajeron su pedido y cenaron tranquilamente.
Sesshomaru tenia una sorpresa para su amada, esa noche seria muy especial para ambos.
La noche transcurria, la joven pareja continuaba en su mesa, un par de meseros comenzaron a arreglar esa parte donde estaban, comenzaron a acercar champaña, pasteles y unas fresas bañadas de chocolate, Aome se encontraba contenta.
Finalmente un mesero comenzo a servir ambas copas una de ellas tenia un pequeño regalo al fondo.
-Quiero brindar esta noche- comenzo a hablar el peliblanco- Para agradecer el gran regalo que me a dado la vida- guarda silencio- Tu mi amada Aome, eres esa mujer que me mostro que podia volver a amar, eres esa mujer con la cual quiero estar hasta que mi corazon deje de latir.
Todos los presentes brindaron con ellos, la azabache comenzo a ver el fondo de la copa en la cual se encontraba un hermoso anillo.
-¿Pero que es esto?- dijo la azabache.
-Kagome, ¿Quieres casarte conmigo?- pregunto el peliblanco mientras tomaba el anillo, siendo observados por todos.
-Sesshomaru- dijo la azabache entre un suspiro mientras pensaba su respuesta- Si, si quiero casarme contigo- respondio la azabache mientras el peliblanco ponia el anillo en su dedo.
Despues de eso Sesshomaru tomo a la azabache y la beso tiernamente frente a los presentes.
-Te amo- dijo la azabache- Me has hecho la mujer mas feliz.
-Te amo Kagome, como no tienes idea- dijo el peliblanco mientras todos los presentes aplaudian.
Despues de eso, terminaron de comer el postre, las personas hablaban de ellos, conpartian su felicidad.
Paso media hora mas, el peliblanco habia pagado la cuenta, ambos salieron del restaurant y subieron al auto, el peliblanco la llevo hasta su casa, la cual pronto seria su hogar, ambos entraron la azabache se quito su saco y lo dejo en a entrada, estaba feliz no paraba de sonreir.
-Esta sera nuestra casa- dijo el peliblanco mientras abrazaba a la azabache por la espalda.
La azabache acariciaba los brazos de su amado, le encantaba sentirlo, que la estrechara entre sus brazos.
Continuara...
Cherry34806
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