La noche paso tan lenta, Aome se encontraba durmiendo al igual que Sesshomaru, la azabache se encontraba en un sueño, era sobre su pasado con Inuyasha, todo era luz y de la nada solo se oscureció.

-Yo no quería dañarte- decía aquel peliblanco- Perdoname, no volverá a pasar.

-No puedo, tu me engañaste- le respondía ella.

-Lo lamento, perdiste al bebe- le decía aquel doctor.

Durante ese sueño la azabache lloraba en la realidad, estando dormida, el recordar cada palabra que la hizo sufrir, que le rompió su corazón.

-Seras mía quieras o no- retumbaba esa voz en su cabeza.

Dicho eso todo volvio a la realidad, la azabache despertó de golpe, y solo pensó que había sido un sueño, volvió a dormir, al día siguiente Sesshomaru se levanto temprano al igual que la azabache quien estaba acomodando sus cosas  para irse, daba mil vueltas al sueño que había tenido, pero para ella era solo eso, bajo a la sala y ahí se encontró con el, recordó el beso que se habían dado la noche anterior al igual que el baile, se ruborizó al hacerlo, lo miro apenada, pero pronto fue sacada de sus pensamientos.

-¿Estas bien?- preguntó el peliblanco.

-Mmm si, solo no dormí bien- dijo la azabache.

-Entiendo, ¿Quieres desayunar?- dijo el peliblanco.

-Claro- dijo la azabache sonriendo.

Ambos se sentaron a desayunar algo de fruta, al poco rato una pequeña hizo su aparición.

-Buenos días papa, buenos días tia- dijo la pequeña criatura sonriendo.

-Buenos días pequeña- dijo la azabache levantando a la niña- ¿Como dormiste?

-Muy bien, soñé con mi mama- dijo la pequeña peliblanca.

-Que hermoso- dijo la azabache- Ahora vamos a desayunar.

-Debemos ir a dejar a tu tía a su casa- dijo el peliblanco.

-¿Mi tía se ira ya?- dijo la pequeña.

-Si cariño, no puede quedarse- dijo el peliblanco.

La pequeña solo hizo algunos pucheros mientras comía, no quería que su tía Aome se fuera, estaba contenta con ella en su hogar, ya que había tomado esa luz que habia antes de que su madre partiera. Antes de que la azabache se fuera Sesshomaru quería hablar con ella sobre lo ocurrido.

-Aome- dijo el peliblanco- Perdoname por el beso...

-No, Sesshomaru no tienes porque disculparse, fue cosa de los dos- dijo la azabache.

-¿Entonces sientes lo mismo que yo?- preguntó el peliblanco.

-Aún no puedo decirte, estoy algo confundida, hay heridas que deben sanar- dijo la azabache.

-Ten por seguro que te esperare el tiempo suficiente- dijo el peliblanco amablemente.

-Gracias Sesshomaru- dijo la azabache- Es hora de irnos.

Finalmente llego la hora de que Aome volviera a su casa, Sesshomaru, Kumiko y Aome subieron al auto, este manejo hasta la casa de la azabache y al llegar un auto negro estaba esperando afuera.

-Hasta que al fin llegas- dijo el peliblanco menor que se encontraba recargado en el auto viendo a su ex-esposa y hermano bajar del auto plateado.

-¿Que haces aquí Inuyasha?- preguntó la azabache.

-Quiero hablar contigo- dijo el peliblanco menor- A solas.

-Ni se te ocurra- dijo el peliblanco mayor.

-Esta bien Sesshomaru- dijo la azabache- Es hora de acabar con esto.

La azabache se despidió de Kumiko, y después de Sesshomaru con un beso en la mejilla, Inuyasha solo los observo con coraje, después de eso Sesshomaru se fue y Aome entro a su hogar, seguida de Inuyasha, ambos fueron al despacho.

-Bien ¿de que quieres hablar?- preguntó la azabache.

Esperaba la respuesta de Inuyasha, cuando este se encontraba frente a ella, después solo la beso con ternura, ese beso subió de tono, Aome sabia que no era correcto hacer eso, pero por mas que luchaba no podía alejarlo, Inuyasha aprovechó el momento y le quitó la ropa, y después la de el, dejando ver la intimidad de ambos.

-Inuyasha por favor para- dijo la azabache con tono suplicante.

-Te amo Aome- dijo el peliblanco jugando con sus encantos.

-Yo... Yo- dijo la azabache siendo callada nuevamente por esos labios que en algún otro momento la hubieran vuelto loca.

Continuará...

Cherry34806