Al llegar a la mansión, todos se encontraban desayunando.

-¿Donde estaban?- preguntó la castaña.

-Fuimos al aeropuerto Ayame- dijo la azabache.

-¿Y a que?- preguntó el pelinegro.

-Sesshomaru volvió a Tokio- dijo el peliblanco.

-Oh ya, emmm vengan a desayunar, hoy hay mucho que hacer- dijo la castaña.

Para este entonces Koga y Ayame ya estaban casados, al igual que Zasuke y Yaki, que incluso ya estaba embarazada y pronto se convertirían en papás. La ceremonia y festejo de Koga y Ayame fue en la mansión un hermoso lugar para tan importante acción, Aome e Inuyasha fueron los padrinos de los anillos de ambas bodas, la boda de Yaki y Zasuke fue en la mansión de este, Aome le regalo el vestido a la novia al igual que a Ayame.
Todo era perfecto nuevamente, pero Inuyasha tenia una sorpresa para su amada Aome, había pedido a Ayame que la llevara al centro comercial y que todos los que se quedaban lo ayudaran a adornar la casa, y el se encargaría de su habitación, todos ayudaron a arreglarla incluso sus hijos, Inuyasha subió a su habitación llevaba pétalos de rosas y velas pequeñas, comenzó a hacer un camino hasta la cama desde la puerta las velas adornaron e iluminaron el lugar y después salió al balcón que tenia la habitación y ahí coloco una mesa con una tina con hielo y el vino que mas le gustaba a Aome, eran casi las 8:30 el sol comenzaba a meterse, cuando Ayame recibió el mensaje de Inuyasha para que volvieran.

-Bien amiga vamonos- dijo la castaña.

-Al fin me he cansado de tanto caminar- dijo la azabache.

-Anda no seas floja, vámonos ya- dijo la castaña.

Subieron al auto, y manejaron hasta la mansión, al llegar Aome bajo rápidamente.

-Aome esperame- dijo la castaña.

La azabache entro encontrándose con una fotografía enorme de ella e Inuyasha, dejo caer las bolsas, estaba sorprendida, y después Inuyasha bajo por las escaleras estaba nervioso y se le notaba a kilómetros, traía una pequeña cajita negra con detalles dorados donde se encontraba un anillo, se poso frente Aome y se arrodilló.

-Inuyasha- dijo la azabache.

-Shhh- dijo el peliblanco poniendo su dedo en la boca de esta- Aome, hoy quiero pedirte perdón frente a todos por lo que paso en Tokio, yo se que arruine nuestro matrimonio, pero por eso estoy aquí hoy, además de demostrarte que te amo, quiero hacerlo también de esta manera, Aome, ¿Me harías el honor de ser mi esposa?- dijo el peliblanco algo nervioso.

La azabache se quedo en silencio mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, observaba al peliblanco que de verdad estaba arrepentido.

-Inuyasha, yo te amo como el primer día que te conocí, y sabes que Siempre Te Voy A Querer, así que si, acepto ser tu esposa- dijo la azabache.

Todos aplaudían mientras la pareja se daba un tierno y largo beso, todos estaban presentes incluso sus hijos los cuales lloraban de la felicidad, después de eso la pareja subió a su habitación, antes de entrar Inuyasha vendo los ojos de Aome y la ayudo a entrar, al cerrar la puerta, le quito ka venda y esta quedo sorprendida al ver la habitación.

-¿Todo esto lo hiciste tu?- preguntó la azabache.

-Solo para ti lo haría mi amor- dijo el peliblanco.

Los dos se dirigieron al balcón, comenzaron a cenar lo que Inuyasha mando preparar, una rica lasaña tres quesos y el vino que el había puesto, la cena transcurrió tranquila mientras charlaban, era una noche hermosa de luna llena, al terminar trajo el postre, un rico pastel de chocolate negro con trozos de chocolate blanco, ambos lo comieron mientras lo disfrutaban, después bailaron un rato era una velada perfecta para ellos, después Inuyasha comenzó a besarla mientras la abrazaba, el era delicado con sus caricias y Aome se encontraba sonrojada y nerviosa.

-Te amo Aome- susurro el peliblanco al oído de la chica.

-Y yo a ti Inuyasha- respondió la azabache.

Los besos y caricias fueron subiendo de intensidad, Inuyasha la llevo hasta la cama, la acostó delicadamente mientras besaba su cuello delicadamente, ambos estaban sonrojado, poco a poco se despojaron de la ropa mutuamente hasta quedar desnudos, siguieron besándose hasta que Inuyasha recorrió todo su cuerpo con besos sin dejar un centímetro, para después de unos cuantos minutos Inuyasha se introdujo dentro de ella lentamente, mientras esta lo besaba, siguió moviéndose fundiéndose en el placer mutuo que recibían, así fue un momento hasta que Inuyasha dejo su semilla dentro de ella, la abrazo fuerte y la beso tiernamente, después se acostó a su lado mientras la abrazaba.

-¿Estas bien?- preguntó el peliblanco.

-Perfectamente mi amor, gracias por ser paciente y delicado conmigo- dijo la azabache.

-Te amo Aome y mucho, jamas te obligaría a hacer algo que no quisieras- dijo el peliblanco besando la frente de la azabache.

Finalmente se quedaron profundamente dormidos con una sonrisa en su rostro.

Continuará...

Cherry34806

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Queridas inufans, hoy gran final de esta novela, gracias a todos los que votaron por esta historia, por sus vistos y comentarios que aunque no responda los leo con gusto....

Gracias por su apoyo...

Cherry34806