Annabeth se encontraba en una cafetería con sus amigos y su novio, Percy. Empezó a hacer muecas de dolor, puesto que sentía que no podía mover su mano izquierda y tenía un molesto calambre en su pierna derecha. Sufría en la noche de calambres en sus extremidades, desde hacia ya una semana.
Todos sus amigos seguían platicando tranquilamente, preguntándose unos a los otros que iban a hacer, hasta que Percy notó las muecas de dolor por parte de Annabeth.

-Listilla, ¿te encuentras bien? ¿Te duele algo?- Le llamó y preguntó Percy en un tono cariñoso, aunque preocupado, mientras le sobaba suavemente su muñeca y palma con su pulgar. Sabía que sufría de dolores repentinos.

-No es nada, Sesos de Alga, estoy bien, solo es un pequeño calambre- Le respondió Annabeth, intentando calmarlo.

-Annie, llevas una semana con calambres, deberías ver un médico- Le recomendó su mejor amiga Thalía en un tono preocupado.

-No es nada, luego se me pasará- Le respondió tercamente Annabeth.

-Listilla, es lo mejor, deberíamos ver un médico, que te duren tanto unos calambres no es normal, hay que sacar cita de una vez- Le explicó y regañó Percy.

..........

-No sabemos exactamente que te sucede, Ann, pero me temo que esta afectando muy seriamente tu capacidad motriz, al igual que tu sistema nervioso. Irás perdiendo la sensibilidad y capacidad motriz en ciertas partes de su cuerpo. No sabemos si será permanente o no; pero puedes llegar a quedar paralítica de alguna extremidad, de cintura para abajo o de cuello para abajo- Mencionó el Dr. Quirón, un medico al cuál su familia había tomado mucha confianza e inclusive había llegado a ser un segundo padre para Annabeth.

La vista de Chase comenzó a nublarse y sus oidos comenzaron a zumbar. De repente se sintió mareada, para luego dar un traspié y caer en la inconsciencia, con voces preocupadas de fondo.

...

Lamento si fue relativamente corto, pero es pa' picarlos (dejarlos con la duda, atraparlos en la historia)

Ciao,

Laura.