Quince hermosos y tediosos años invirtiendo en su mas grande y única obra maestra, noches de desvelo entrenando, días enteros puliéndolo para que llegara a ser lo que es hoy, un hermoso y sobretodo fuerte e independiente muchachito de quince años, listo para superar a Olmait y proclamarse como el héroe numero uno. Nada arruinaría sus planes. 

Ni siquiera la adolescencia. 

...

O eso pensó, eso creyó hasta este día, día donde su hijo finalmente obtendría su licencia provisional de héroe, día donde descuido a su hijo solo cinco minutos y ya Inasa Yoarashi le coqueteaba a su Shoto. Lo odiaba, su obra maestra era su milagro pero también su maldición, Shoto era endemoniadamente hermoso por naturaleza, bonita cara, ojos enigmáticos, cuerpo atlético y tonificado, una sedosa y hermosa cabellera... Cautivando a los demás con tan solo caminar. Odiaba que su hijo fuera tan hermoso y que se rodeara de adolescentes hormonales con claras intenciones de cortejarlo y llevarlo lejos de el. 

Ahora Shoto estaba cómodamente sentado al lado de ese mastodonte calvo, hablando de quien sabe que, tal vez de como seria arrebatado de las manos de su padre y olvidar su misión de superar a Olmait. Inasa tenia rodeada la espalda del bicolor en un "amistoso" abrazo, hablándole animadamente con una enorme sonrisa, mientras su hijo... Bueno, sinceramente el semblante de su propio hijo siempre fue un enigma para el. 

Pero lo averiguaría, así que con sigilo, se acerco a los jóvenes héroes intentando no ser descubierto.

Pov: Enji

_No creo que podamos ser amigos_ Dijo Shoto con su estoica carita de ángel. El calvo malvado solo ensancho si sonrisa. _Ni siquiera estamos en la misma escuela_ Eso Shoto, déjale en claro que tu no tienes tiempo de jugar al noviecito.

El calvo malvado coloco con "disimulo" su enorme mano en el muslo, sobandolo pecaminosamente. _Bu-bueno la verdad yo tampoco quiero ser solo tu amigo, pero si me gustaría que nos acercáramos_  Tuvo el descaro de decir el mastodonte sin dejar de acariciar el muslo de Shoto.

No lo permitiría! Nadie era digno de ser el novio de Shoto, el mocoso era el mas joven de sus hijos, el mas inocente, era su joya preciada, la cual cuidaría hasta el final de sus días, mataría a cualquiera que osara siquiera pensar en robar.

Estaba a punto de intervenir, cuando de pronto apareció en su campo de visión, un tercero, una explosiva cabellera rubio cenizo y ojos feroces rubíes. Bakugou Katsuki, aquel insolente muchahcito que derroto a su obra maestra en el festival deportivo. 

_Ey helado de fresa, es hora de irnos_ Como le dijo a Shoto? _El nerd de Deku quiere verte junto a los otros perdedores_ Tal ves para Shoto no era obvio, pero tanto para Inasa como para el propio Enji las cosas eran mas que obvias, el explosivo joven Bakugou estaba celoso. 

Y todo fue mas obvio cuando el cenizo alejo de un manotazo el brazo de Yoarashina con el que abrazaba a Shoto. _Claro_ Fue la única respuesta del bicolor, tan carente de emociones como siempre y tan difícil de leer.

Como dijo, no permitiría a nadie robar su obra maestra, por lo que finalmente se presento ante los tres jóvenes, con toda la intención de cortar esa estúpida tencion repleta de hormonas adolescentes.

_Shoto, nos vamos a casa hijo_ Dijo con seguridad, dedicándoles una mirada de advertencia tanto al calvo como al de explosiva cabellera.

...

Ahora estaba en su casa leyendo sin leer, y es que desde que Shoto entro a la U.A. se desbloqueo un nuevo miedo, que las hormonas adolescentes invadieran el cuerpo de su hijo y eligiera empezar a salir con jovenes de su edad igual o mas hormonales, que se embarazara y echara a perder todo su futuro abandonando la escuela. 

_Papa_ La voz de su obra maestra lo saco de su trance, ahí, delante estaba su hijo enfundado en una bonita pijama rosa llena de fresas, era un niño aun, un niño muy lindo, su niño. _Podemos hablar?_ Eso era algo nuevo, normalmente Shoto era quien lo evitaba y evadía, pero ahora lo buscaba, tenia que aprovechar y ser un padre digno de la confianza de su retoño.

_Claro pequeño, para eso esta tu padre_ 

El menor adquirió un tierno rosado en sus pálidas mejillas mirando el suelo, se notaba que le costaba poner en orden sus ideas y expresar lo que quería. _Como se siente cuando te gusta alguien?_ Pregunto dejando a su progenitor helado, pálido y sin aliento. _Creo que a mi me gusta alguien_

El padre trago saliva dolorosamente, no podía ser cierto, debía ser una broma o un plan de sabotaje de Olmait ahora que Shoto le pisaba los talones!

_Te gusta una persona?_ 

_Creo que me gustan dos_ Se sincero el bicolor visiblemente incomodo de no entender sus propios sentimientos, de ni siquiera poder ponerle un nombre a lo que sentía, de no saber como aminorar las nauseas y las cosquillas que sentia cuando pensaba en...

_Papa!!_ Grito por primera vez preocupado de su padre el de ojos dispares, cuando lo vio tendido, completamente desmayado en la sala de su propia casa.