-Eres increíble Lee Sung Kyung solo te pedí un favor, comportarse frente a mis socios ¡Y ni siquiera eso pudiste hacer! - gritó histérico mi padre

-Por favor, hice lo mejor que pude. No es mi culpa que ellos no aguanten un poco de diversión

-¿Diversión? Llegaste ebria, vomitaste encima del señor Jung, y bailaste sobre de la mesa donde estaba la comida ¡Yo no le veo lo divertido a eso!

Empecé a reír - Yo sí

-¡Es hora de que empieces a comportarte como la heredera de empresas que eres!

-No tengo ganas de eso padre

-No te lo estoy preguntando, es una orden ¡Estoy harto de tu comportamiento!

-¡Y yo estoy harta de que me obligues a hacer cosas que no quiero! ¡Tengo veintitrés años, déjame vivir!

-¡Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo diga!

-Perfecto ¡Me mudaré!- grite y ahora era mi padre quien reía

-No seas estúpida Sung, no sabes ni hacer tu cama ¿Y vivirás sola?

-¿Sabes que aprendí de ti padre? Que si alguien te subestima lo mejor que puedes hacer es restregarle tu éxito en la cara -sonreí y me levanté de la silla- ahora sí me disculpas, iré a empacar mis cosas