Capitulo 10
Changmin estaba regresando al escenario para recibir el premio cuando vio correr con velocidad a cierto castaño. Verlo llorar lo preocupo mucho y sintió todo su corazón romperse. No dudo en ir tras BaekHyun y dejar con la palabra en la boca a Taemin, quien iba a buscarlo tras su tardanza.
El moreno siguió corriendo hasta que logro encontrar al chico en el parque. BaekHyun lloraba de pie bajo una lámpara.
—Baek...— pronuncio sintiendo la lluvia caer. El menor respingo y al mirarlo volvió a romper su corazón. — ¿Qué sucede?
El chico estiro sus brazos y se abrazó al pecho de Max. Lloro con mucha mayor fuerza cuando el pelinegro lo abrazo y lo dejo desahogarse.
No pregunto nada hasta que el más bajo dejo de llorar y afianzo un poco más su agarre. Fue entonces cuando se tomó el atrevimiento de tomar su cintura y su mentón para levantarlo. Los ojos de BaekHyun estaban muy rojos, sus mejillas rosadas y sus delgados labios estaban abultados en un puchero.
—Baek, ¿Qué te ha hecho llorar así? No te obligare a decirme pero me preocupa mucho verte así.
Al chico le volvió a temblar el labio pero se lo mordió para no volver a llorar. —hyung, ¿te has enamorado de alguien que no te quiere?
Changmin se desencajo un poco por la pregunta pero no tardo en ligar lo que JongDae le había dicho sobre BaekHyun. Hizo una mueca al pensar que el prometido de Baek lo había hecho llorar o que quizás el castaño no estaba enamorado de su prometido.
Afirmo suavemente con la cabeza. —una vez hace un año. ¿Te está pasando lo mismo?
—Estoy enamorado de ChanYeol pero él no me quiere y se ve muy feliz con su novia... y-yo no sé qué hacer...— y de nueva cuenta comenzó a llorar. Max suspiro con pena, tomando el rostro de BaekHyun para que lo mirara de nuevo.
—Baek, eres precioso y no me gustaría ver que lo haces por estar lastimado... de verdad siento lo que pasas pero si aceptas mi consejo entonces déjalo ir.
Los ojos del castaño parpadearon de pánico. — ¿q-que? ¿Dejarlo ir? — Max asintió. —pero yo lo quiero.
—lo sé pero no es sano que te aferres a él si no te quiere.
BaekHyun negó separándose. —pero yo no quiero separarme de ChanYeol. Me voy a casar con él.
La mirada de Changmin se ensombreció. Tomo al chico de los hombros y lo miro a los ojos. —es tu decisión, Baek. Pero si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en venir conmigo ¿hecho?
Bae asintió recuperando su sonrisa. —gracias, hyung.
Cuando regreso a su casa, BaekHyun tuvo cuidado de que su hermano o JongIn no se dieran cuenta de su estado. KyungSoo detectaba con facilidad cuando no estaba bien pero JongIn era un caso más extremo.
—hey, Baek...— se escuchó del moreno desde la cocina. —ven. — suspiro y se dio la vuelta en espera de la reacción del mayor. —lloraste por ChanYeol. — afirmo con los brazos cruzados.
El chico se sintió intimidado y bajo su rostro como cuando KyungSoo lo regañaba de pequeño. Asintió jugando con sus dedos.
— ¿Por qué? — antes de responderle hecho una ojeada por la primer planta de la casa. KyungSoo no parecía estar ahí. —KyungSoo no está, esta con JongDae y MinSeok.
BaekHyun volvió a quedarse en silencio. Si KyungSoo era temible estando enojado, JongIn lo era cinco veces peor. Verlo serio intimidaba mucho.
—es por la chica ¿cierto? — JongIn levanto un poco su mentón, pareciendo mucho más alto de lo que ya era.
—ChanYeol... nunca me va a querer ¿verdad? — las lágrimas volvieron a desbordarse de sus ojos, el solo recordar la alegría con la que el alto peliplata presento a aquella chica, le hizo tomarse el pecho.
JongIn flaqueo su mirada. El castaño era como un hermanito y un hijo para él y verlo herido por el amor que con tanta dedicación le daba a ChanYeol, lo hacía infeliz. Paseo sus dedos pos las mejillas rojas hasta lograr borrar las lágrimas.
—Baek, te amo y odio que no seas feliz con esto. El corazón de ChanYeol no es tuyo y no quiero que sigas estando tan herido.
El menor cerró sus ojos sollozando. Changmin le había dicho lo mismo de una manera menos directa, intentando que la verdad no lo lastimara tanto. Pero JongIn no era así cuando aquello también lo estaba lastimando a él. BaekHyun de verdad lo apreciaba y aunque supiera que tenía razón no quería dejar de estar mal.
—Pero yo lo amo a él...— susurro abrazándose contra el pecho del bailarín. —de verdad lo amo...
El peliblanco cerró sus ojos con tristeza. No iba a lograr cambiar de parecer a BaekHyun con solo esas palabras. Pero ojala pudiera.
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BaekHyun aliso las arrugas invisibles en su ropa, tomando aire y afianzándose al agarre en el brazo de LuHan. El ahora pelirosa apretó su mano y ambos entraron a la ajetreada fiesta en el gimnasio de la escuela. Esa noche se estaba dando la fiesta después del festival y era un asunto de proporciones descomunales por las locuras y diversiones que se hacían.
No tardaron en toparse con los demás chicos y chicas a los que les hablaban y pronto se vieron empujados a las mesas de bocadillos y bebidas de sabores. LuHan se negaba a separarse de BaekHyun, el chico le había contado el motivo de su repentina huida con unas cuentas mentirillas. Ahora el mayor creía que el castaño tenía una leve migraña y ya le había hecho prometer que si le dolía la cabeza le diría y se irían sin rechistar.
Pero Baek no quería que su mejor amigo no se divirtiera por estar cuidándolo.
—estaré bien, Lu. Anda, ve a bailar. — el chino puchereo no muy convencía, cual mama gallina preocupado por su polluelo.
— ¡tiene razón! — exclamo Zelo jalando al pelirosa del brazo y llevándolo a la pista de baile. El alto peliblanco le guiño un ojo con complicidad y le movió los labios asegurándole que le debía una buen grande.
BaekHyun solo pudo reír ante eso. Ya se visualizaba en una tienda en busca de algún artículo de dinosaurios o un dinosaurio de juguete. Volvió a reírse de solo imaginarlo.
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Así paso cerca de dos horas. De vez en cuando se levantó y se sumó al baile cuando las canciones que sonaban eran las clásicas o le gustaban. Bailo hasta que le dolieron los pies y la garganta la tenía seca de tanto cantar y gritar. Su aguante en el baile no era nada comparado al de JongIn o Taemin. Había escuchado que Lay, en sus tiempos de estudiante, era el mejor bailarín y su gran resistencia estaba a la par que la de JongIn.
Agarro un gran vaso de ponche y se lo bebió rápidamente, haciendo unas cuantas muecas en cuanto se lo termino. Sabía muy amargo y extraño.
—Joder... esto tenia alcohol...— bufo limpiándose los labios con el puño de la chaqueta que llevaba. Era obvio que los chicos mayores iban a adulterar el ponche de la fiesta pero no pensó que iba a ser mucho. Se golpeó la frente con la palma por haberlo olvidado.
Meneo la mano en negativa cuando LuHan volvió a invitarlo a bailar, le señalo el ponche y su puchero le saco unas sonoras carcajadas al mayor. Ya había captado que el alcohol lo había mareado y conociendo su poca resistencia, tenía que sentarse un buen rato hasta que se le pasara.
Jugueteo con el vaso de plástico hasta que necesito un poco de aire fresco. El ambiente solo lo había mareado más y seguramente vomitaría si se quedaba ahí.
Camino hasta una banca de la escuela y se recostó con el brazo en los ojos. Sintió algo de sueño e incluso de planteo dormir un poco para que el efecto se le pasara un poco más rápido. Hasta que lo escucho a "él".
—Baek, ¿Qué haces aquí? — ChanYeol sonreía ampliamente, sujetando su chaqueta debajo del brazo. Al menor se le encendieron las mejillas por lo sexy y atractivo que se veía. — ¿ya no quisiste bailar?
El chico se enderezo con rapidez, peinando su cabello y ordenando su ropa. —solo me maree un poco. — admitió con vergüenza.
El peliplata asintió y estiro su mano. —vamos a comer algo rico a mi casa. — propuso con una brillante sonrisa.
BaekHyun se quedó de piedra mirándolo a la cara. — ¿eh?
—vamos, mis padres están de viaje de negocios y mi hermano y Lay están en Daegu. — el alto enrosco la delgada mano de Baek en su brazo y comenzó a llevárselo de la escuela.
—p-pero tengo que avisarle a LuHan. — excuso con la cara encendida en vergüenza.
—le avisaras en el camino. ¡Corre! — ChanYeol comenzó a correr mientras reirá y arrastraba al menor consigo hasta su moto.
BaekHyun subió sin que le volviera a preguntar. Estaba tan emocionado e ilusionado que olvido su temor a esas máquinas con ruedas y se afianzo a la cintura de ChanYeol.
No tardaron en pisar la casa del menor de los Wu así como ChanYeol no tardo en atacar los labios de BaekHyun una vez entraron a su habitación. Y BaekHyun ignoro el sabor del alcohol en los besos que ChanYeol repartió por sus labios antes de bajarlos por su cuerpo. La ilusión le hizo ignorar el estado de embriaguez del mayor.
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