7. Elliot
Harpy: por cierto, la cita ha ido genial, gracias por todo Elliot
La risa que me había provocado su anterior mensaje donde me recriminaba el haberle contado a sus padres lo de Wyatt desaparece en cuanto leo el segundo mensaje. No me gusta Wyatt para Harper, ella es una chica genial que merece lo mejor, no un jodido gilipollas que se pasa el día fumando, bebiendo y haciendo cosas no muy normales en un chaval de diecisiete años.
¿Por qué mierdas querría una chica como ella estar con alguien como Wyatt? No lo entiendo, joder.
Suspiro y doy otro trago a mi cerveza, guardando el móvil de nuevo en mi bolsillo.
-¿Bailas? -me pregunta Kiara, mordiéndose el labio.
La verdad es que, aunque salgo bastante de fiesta, no suelo hacerlo los lunes ni los días entre semana en general, pero hoy simplemente tenía ganas de hacerlo. Además, mis padres ahora están tan reconciliados que estaban teniendo sexo sin reprimir sus gritos y gemidos, y no es algo que me apetecía demasiado escuchar. Suerte que Faith está durmiendo en casa de una amiga suya, no quiero una hermana traumatizada.
-Claro -le contesto, sabiendo perfectamente que apenas bailaremos.
Efectivamente, diez minutos más tarde estoy föllando a Kiara con todas mis fuerzas en uno de los compartimentos del baño de mujeres, sin molestarme en taparle la boca para que la gente no oiga sus gemidos.
-Oh dios, ¡Elliot! Justo ahí, no pares -gime, y yo cada vez estoy más excitado, siento cómo me encuentro mejor anímicamente con cada embestida.
Me siento en el retrete y dejo que sea Kiara la que lleve el control, dando saltitos encima mío, montándome. Mis manos van a sus caderas y la aprieto más hacia abajo en cada embestida, haciendo que mi pölla llegue más profundo y que ella no pueda parar de gritar. Mis manos masajean sus increíbles y enormes tetas y pellizco sus pëzones de vez en cuando. Realmente esta chica ha sido bendecida en cuanto a pechos.
Pronto Kiara llega al orgāsmo, gritando tanto que es imposible que no nos hayan oído fuera, y a mí me toma sólo unas pocas embestidas más para correrme llenando el condón.
-Mmm, tan perfecto como siempre -sonríe Kiara antes de dejar un beso en mis labios-. ¿Sabes? Podrías venir a mi casa y hacerlo otra vez, y otra, y otra...
La oferta es tentadora, no voy a negarlo, pero por algún motivo hoy no me apetece ese plan.
-Nah, creo que iré ya hacia casa. Pero mañana nos vemos -le guiño un ojo y ella asiente con una sonrisa.
Nos vestimos rápidamente y salimos de los baños, encontrándonos a una chica ebria que nos grita algo sobre haberlo disfrutado allí dentro, pero tampoco le hago demasiado caso.
Me despido de Mike, que está intentando ligar con una chica rubia, y voy a despedirme de Dennis pero me lo encuentro metiéndole la lengua hasta el estómago a Olivia, la amiga de Harper.
Harper, maldita Harper, ¿por qué quiere a Wyatt? Es un idiota.
En cuanto salgo del bar, miro a mi móvil y veo que todavía no es ni la una de la madrugada, llevo dos horas fuera y no creo que mis padres hayan terminado, así que decido ir a casa de Harper. No es la primera vez que voy ahí después de salir de fiesta, así que no creo que a Harper le moleste.
En cuanto llego a su casa, llamo a Harper. Le enviaría un mensaje, pero no quiero esperar, necesito que me abra ahora porque hace un frío horroroso.
-¿Qué quieres? Es la una y media de la mañana -gruñe Harper en cuanto contesta.
-Estoy en tu puerta, ábreme -digo, y oigo cómo suspira y finaliza la llamada.
Pocos segundos después, una Harper en sólo pantalones de pijama y una camiseta -mía, por cierto- me abre la puerta.
-Esto no es un refugio para alcohólicos -se queja.
-Mis padres están teniendo sexo, ¿quieres estar tú en mi casa? -le pregunto, y ella hace una mueca de asco.
Subimos a su habitación y me quito los pantalones y la camiseta, dispuesto a dormir.
-Pero ponte algo, hombre -me regaña Harper.
-Cualquier chica daría lo que fuera por tenerme en su cama en ropa interior, así que no te quejes -le guiño un ojo y ella me golpea el hombro.
-Ahora, por cerdo, duermes en el sofá -dice.
-¿Qué? ¡No! -me quejo, haciendo un puchero y pateando el suelo como un niño pequeño.
-Para de una vez, idiota, mis padres y Jared duermen.
-Déjame dormir contigo -insisto.
-Nop -dice, y se mete en su cama.
Suspiro, resignado, y me echo en el sofá que hay en su habitación, tapándome con una manta que hay ahí. Le envío un mensaje a mi madre, avisándole de que duermo en casa de Harper, y tras ignorar varios mensajes muy sexuales de una ebria Kiara -aunque sí miro las fotos que me envía donde enseña sus geniales pechos-, dejo el móvil en el suelo y me dispongo a dormir cuando la duda vuelve a mi ebria mente.
-¿Por qué te gusta Wyatt?
Hay unos instantes de silencio y pienso que Harper se ha dormido, pero entonces contesta.
-Es amable, no es como aparenta ser -contesta-. ¿A ti por qué te gusta Kiara?
-Tenemos química sexual -contesto, y Harper suelta una carcajada.
-¿No te sabe mal tratarla así? -me pregunta.
-¿Tratarla cómo? Yo desde un principio le dejé claro que no estaba interesado en una relación y que no iba a enamorarme de ella. No la obligué a nada, nunca lo haría, ella fue la que aceptó -explico-. No le he mentido en ningún momento, y ella tampoco siente nada por mí. Ambos estamos con más gente pero tenemos sexo juntos porque disfrutamos el uno con el otro.
-Bueno, si lo miras así... Pero, ¿qué te gusta de ella? A parte de sus pechos.
-Ella es simpática cuando quiere, es buena en la cama y... bueno, tiene un buen cuerpo. Pero si le preguntas a ella qué le gusta de mí, te responderá algo parecido, no es como si estuviéramos enamorados, Harper, es solo sexo.
-Mis pechos son pequeños -dice, sonando insegura.
Odio cuando no se da cuenta de lo genial que es.
-Tú no necesitas unos pechos grandes para gustarle a nadie, eres perfecta siendo así -digo-. Además, a mí me gustan tus pechos, son pequeños pero redondos y perfectos.
-¡Elliot! -ríe-. ¿Cómo te van a gustar mis pechos si no los has visto?
-Me fijo cuando vas en bikini -confieso.
-Eso es raro.
-Nah, no lo es, soy un hombre, me gusta mirar pechos.
-Pero que mires los míos es raro.
-Encima que halago tus pechos -me quejo.
-Ve a dormir, Elliot, estás borracho -dice, riendo un poco.
-Sí, mejor me voy a dormir -asiento, y el silencio vuelve a apoderarse de la habitación.
Pasan varios minutos y no consigo dormirme, odio este sofá.
-Harper... -empiezo.
-Sí, puedes venir a dormir conmigo -contesta, anticipándose a mi pregunta, y sonrío antes de levantarme del sofá y meterme en su cama con ella.
-Buenas noches, Harpy -le digo, dejando un beso en su frente.
-Buenas noches, Elliot, te quiero -contesta, y sonrío.
Mis brazos abrazan su pequeño cuerpo contra mí y me quedo dormido en cuestión de segundos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top