-Tendrías que haber venido a la fiesta de ayer en el Cosmik -me dice Olivia en cuanto me siento a su lado en clase-. Fue genial.

-Ya sabes que no me van estas cosas, Oli -contesto, sacando mi libreta de mi mochila.

-Qué aburrida eres -suspira.

-¿Y qué pasó en la fiesta, que fue tan genial? -pregunto levantando las cejas repetidamente.

-Conocí a un chico -contesta, emocionada-. Bueno, en realidad ya lo conocía, pero nunca había hablado con él. Va a este instituto, es un año mayor.

-¿Cómo se llama?

-Dennis Harries -contesta, y abro los levanto una ceja.

-¿El amigo de Elliot?

-Sí, ese -contesta-. Aunque Elliot no estaba en la fiesta.

-Ah, ¿no? -pregunto, sorprendida. Elliot casi nunca se pierde una fiesta.

-No -se encoge de hombros-. Al menos yo no le vi, y eso que estuve casi todo el rato con Dennis.

-¿Y qué hicisteis? -pregunto pícaramente.

-Hablamos, nos enrollamos y terminamos en su cama -contesta tranquilamente.

-¡¿Te acostaste con él?! -exclamo.

-Eso, tú grita más, que creo que en Taiwán no te han escuchado bien -rueda los ojos-. Sí, Harper, me acosté con él y fue increíble. No todas somos unas monjas.

-Lo digo por ti, Oli -suspiro-. Sabes que tanto Dennis como Elliot y Mike son de usar chicas y luego pasar de ellas.

-¿Y qué hay de Kiara? -pregunta, y ruedo los ojos ante la sola mención de su nombre.

-No te compares con Kiara, anda.

-¿No es su novia?

-No, no lo es -gruño.

-Ah, yo pensaba que sí lo era, y simplemente se eran muy infieles -se encoge de hombros.

-Elliot nunca le haría algo así a su novia, si la tuviera.

-Deberíais salir, Elliot está bueno -dice-. Apuesto a que con dos polvos suyos tienes felicidad para toda la vida.

-¡Es mi mejor amigo!

-Ya, claro -se burla, y antes de que pueda decirle algo, entra la profesora en el aula y empieza la clase.

Cuando termina la clase Olivia desaparece inmediatamente, y yo me dirijo a la salida del aula para ir a mi taquilla a coger los libros de la siguiente asignatura. Es entonces cuando una voz me para. Una ardiente y sexy voz.

-Hola Harper -dice la inconfundible voz de Wyatt, y me habría pellizcado el brazo para comprobar que no es un sueño, pero eso habría sido raro, así que me obligo a reaccionar.

-H-hola Wyatt -murmuro, girándome hacia él.

¿Qué mierda ha sido eso? Joder, soy ridícula.

-Hace tiempo que no hablamos, ¿cómo estás? -pregunta.

-Bien, como siempre, ¿y tú?

-Bastante bien -se encoge de hombros-. Oye, me preguntaba si te gustaría quedar para tomar algo algún día.

¿Esto está pasando de verdad? Oh, dios.

-Claro -contesto intentando ocultar mi emoción, porque si estuviera sola ahora mismo estaría chillando y saltando.

-Bien -sonríe-. Dame tu número y hablamos.

Asiento y anoto mi número de móvil en el suyo, y cuando termino me doy cuenta de que es tarde y debería ir ya al aula de matemáticas.

Creo que será la primera vez que vaya contenta a clase de matemáticas.

— o —

-¡Eso es genial! -exclama Olivia dando pequeños aplausos mientras salimos de clase-. A ver si salís y tenéis sexo duro, te hace falta.

-¡Oli! No voy a acostarme con él.

-No seas frígida, Harper -rueda los ojos.

-Joder, es que sólo piensas en sexo -bufo, exasperada.

-Dennis me tiene la mente nublada -contesta-. Y, por cierto, ¡me ha invitado a salir!

-¿Dennis? -pregunto, sorprendida.

-Ajá -asiente-. Me ha invitado a su casa esta noche.

-Ah, ya decía yo...

Todos sabemos lo que significa "me ha invitado a su casa esta noche".

-¡Jared Finlay! -grita Olivia metiendo la cabeza por la puerta de la clase de mi hermano-. Como no salgas ya y me hagas perder el bus, voy a hacer de tu vida un infierno.

-Oli, deja de amenazar a mi hermano, lo vas a traumatizar.

-¡Hola Harper! -dice una voz a mi lado.

-Hey, hola Faith -la saludo con una sonrisa-. ¿Todo bien?

-Sí, estoy esperando a Elliot.

-Uh, te compadezco. Con lo lento que es tu hermano, ya puedes ir preparando el saco de dormir para pasar la noche aquí -bromeo, y ella ríe.

La verdad es que es muy guapa, ha heredado la belleza de sus padres. Es gracioso porque Elliot es rubio, como su madre, de ojos miel como su padre, y Faith es al revés: castaña de ojos azules.

-Hola Harper, Faith -saluda Jared saliendo de su clase-. Olivia está acosándome.

-Es que eres muy lento y yo tengo un autobús que coger -se excusa Oli-. Vamos, anda.

-Bueno Faith, ya nos veremos, dale recuerdos a Sienna y Evan -me despido-. Ah, y a Sun.

-Lo haré -sonríe-. Dale recuerdos a tus papás también.

— o —

-Me gusta verte pintar -dice Elliot sentado en su skate a mi lado, con un batido en la mano.

Le doy una sonrisa y sigo pintando el paisaje de la playa al atardecer con mis acuarelas. Ya son las siete y media y no hemos hablado demasiado, a decir verdad. Elliot no está muy hablador, y sé que le pasa algo porque le conozco mejor que nadie.

-Elliot, ¿estás bien? -pregunto, dejando mi pintura de lado para mirarle.

-No -suspira-. Mis padres no están bien.

-¿Cómo que no están bien?

-Entre ellos -contesta-. Llevan un mes un poco mal. Apenas se hablan, ayer tuvieron una discusión muy fuerte y hoy apenas se han dirigido la palabra. Ellos nunca se pelean, se me hace tan extraño.

-Todas las parejas tienen crisis, Elliot -digo, acariciando su espalda de forma reconfortadora-. Tus padres se aman mucho, cualquiera con ojos lo ve rápidamente.

-Ya, pero no me gusta verlos así -suspira-. Ojalá pudiera hacer algo.

-¿Y si organizamos una reunión familiar este fin de semana? -sugiero.

-Sería genial -sonríe-. Cuando quieres tienes buenas ideas, Harpy.

-Oh, que te den -gruño, y él ríe.

Justo cuando empiezo a guardar mis acuarelas, me llega un mensaje.

Número desconocido: hey harper! soy wyatt, guárdate mi número y hablamos ;)

-¿Quién es? -pregunta Elliot mirando a mi móvil, como el buen cotilla que es, y en cuanto ve que es Wyatt su ceño se frunce-. Oh, así que ahora vas a quedar con Wyatt.

-Sí -contesto, entusiasmada.

-Sabes que no me gusta -me advierte.

-Lo sé, Elliot, y me da igual.

-Bueno, yo no voy a meterme, pero luego no me vengas a llorar.

-¿Por qué te pones tan idiota cuando tengo la oportunidad de quedar con el chico que me gusta? -pregunto, indignada-. ¡Deberías apoyarme!

-Yo te apoyo, Har, sólo no quiero que te haga daño -dice, acariciando mi brazo.

-No lo hará, lo sé -sonrío.

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Jelou

Bueno pronto empezará la chicha y los problemas, que da la sensación de que hay demasiada felicidad en la historia jajaja PUES NO. Pronto veréis uejeje

Uh iba a decir algo pero acabo de comer y mi cerebro está en modo "es hora de echarse una siesta". NO HAY SIESTA HOY CEREBRO, deJA DE JODERME.

Claire

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