Un mes más tarde

Suspiro cuando salta el contestador de nuevo, cansada de esta situación.

Hace tres semanas que apenas sé nada de Elliot, me ha llamado sólo un día y apenas me envía mensajes. Solo sé que tiene mucho que estudiar y mucho trabajo en el bar. Yo lo entiendo, pero no puedo evitar sentirme molesta.

Guardo el móvil de nuevo en mi bolsillo y salgo del baño, adentrándome de nuevo en la multitud de estudiantes.

-Harper, ¿estás bien? -me pregunta Harry cuando me lo encuentro en las taquillas.

-Uh, claro, ¿por qué? -pregunto, intentando fingir una sonrisa.

-Llevas todo el día decaída, me estabas deprimiendo hasta a mí, al final me cambiaré de sitio eh -bromea, y no puedo evitar reír. Harry y yo seguimos sentándonos juntos y él es genial, nos llevamos muy bien.

-No es nada importante, no te preocupes -digo, y él me da una sonrisa.

-Bueno, sea lo que sea, espero que se solucione.

-Eso espero yo también -contesto, y camino con él hacia clase.

-Hey, ¿cómo ha ido? -me pregunta Olivia cuando me ve entrar en clase y Harry ya ha ido a sentarse.

-Ni una respuesta, para variar -suspiro.

-Este Elliot... -dice, negando con la cabeza-. Estará ocupado Har, no te comas la cabeza pensando en cosas que no son.

-¿Y qué voy a pensar? No llama, apenas me habla por mensajes y siempre que conseguimos hablar, él tiene cosas que hacer y tiene que ise. Espero que sólo sea una mala época, porque si tenemos que estar así los cuatro años que va a durar su carrera, no voy a poder soportarlo. De hecho dudo poder soportarlo un mes más.

-Pues díselo, envíale un mensaje y díselo, tarde o temprano lo leerá y se dará cuenta de que está haciendo el idiota -contesta Oli-. Y tú sal y entretente, que te estás comiendo mucho la cabeza. Hoy he quedado con Dennis y seguramente Mike también estará, podrías venirte.

-No suena mal -me encojo de hombros.

-Lo dicho, vienes -sentencia-. Hoy a las seis en el puerto.

A las seis en el puerto. Joder, como echo eso de menos.

Así que a las seis soy secuestrada por Olivia, Dennis y Mike, quien no deja de hablar de que ha conseguido una novia. Al parecer los tres playboys de la escuela, Dennis, Mike y Elliot, han sentado la cabeza, y es gracioso verlos así.

-Bueno tío, pues ya era hora de que encontraras a alguna chica que valiera la pena -le dice Dennis a Mike.

-Pues sí, y encima está buenísima -dice Mike, solo le falta que se le caiga la baba. Esta chica, una tal Taylor, lo tiene loco.

-Por cierto Harper, ¿sabes algo de Elliot? -me pregunta Dennis-. No he sabido nada de él en bastante tiempo.

-Yo tampoco sé nada de él -dice Mike.

Oh, al parecer no soy la única a la que ignora.

-Pues no, no sé nada de él, apenas hemos hablado en tres semanas -suspiro-. Supongo que estará ocupado con el trabajo y la uni, yo qué sé.

-Uh, eso ha olido a enfado -dice Dennis, y luego suelta un quejido de dolor cuando Olivia le da una patada en la pierna-. Ahora a doble enfado, qué suerte la mía.

Paseamos por el puerto durante un rato, pasando por todos los lugares donde solía estar con Elliot y haciéndome echarle aún más de menos. La verdad es que es extraño no venir cada día a las seis aquí, llevábamos cinco años haciéndolo y ahora él simplemente no está aquí, sino en la otra punta del país.

Compramos todos helado menos Olivia, que ha vuelto a meterse en una de las dietas raras e idiotas que su madre le obliga a hacer. Es lo que tiene que este año esté en el equipo de animadoras, su madre se ha obsesionado con ello y la obliga a hacer dieta porque "no está suficientemente delgada". Yo de verdad que a veces quiero golpear a la madre de Olivia o a la misma Olivia por hacerle caso. Es en estos momentos que doy gracias por tener a unos padres tan geniales como los míos, aunque sean un poco sobreprotectores a veces.

Cuando ya anochece, Dennis me deja en mi casa y al entrar me encuentro a Sienna y Evan sentados en el sofá, con Dean hablando con ellos.

Genial, lo que me faltaba, hoy es el día de recordar a Elliot en todo lo que hago.

-Hombre, pero si es la nuera más guapa -me saluda Evan, y no puedo evitar sonrojarme.

Todavía me da corte que todos sepan lo de Elliot y yo, siempre hemos sido mejores amigos y Evan y Sienna eran como mi familia, y ahora todo es un poco extraño.

-Harper, cariño, te he comprado chocolate del que te gusta -dice papá Dean, sonriendo.

-Papá, deja ya de intentar ganarme, Evan no va a robarme, yo soy tu hija -digo, rodando los ojos.

-Eso nunca se sabe, no subestimes los poderes de atracción de Sievan -bromea Evan, intentando molestar a mi padre.

-Dean, deja de ser tan protector -grita Kyle desde la cocina, y todos reímos, incluído Dean.

-Bueno, entonces, ¿tú sabes algo de Elliot? Porque no ha llamado en semanas, y estoy preocupada -me pregunta Sienna.

-No, él tampoco me habla demasiado, y tampoco a Dennis y Mike... Supongo que estará ocupado con el trabajo -me encojo de hombros.

-Es verdad, él encontró un trabajo en el mismo bar donde yo trabajé en Miami, qué recuerdos -comenta Dean, con una sonrisa-. Igualmente, Elliot fue a cenar con mi madre y Ken hace una semana, osea que al menos hace una semana estaba vivo.

-Oh, eso son buenas noticias -dice Evan, con sarcasmo. Parece enfadado con su hijo, y tiene motivos para estarlo.

Entonces se abre la puerta y entra Jared, escuchando música y pasando de saludar. El verano no le ha sentado bien a este niño, o la adolescencia le está pegando muy fuerte.

-Hombre, si tengo un hijo -bromea Kyle-. ¿Dónde estabas a estas horas?

-Estaba en casa de Diane haciendo un proyecto -contesta.

-Oh, Diane es la hermana de Harry, ¿no? -pregunto, recordando que Harry me dijo que tenía una hermana en el curso de mi hermano.

-Sí -asiente.

-¿Es la chica que te gusta? -pregunta Dean, esperanzado.

-Que no, pesado -contesta Jared, rodando los ojos.

-Cuatro meses y aún no he podido sonsacarle quién es la chica que le gusta, estoy perdiendo habilidades -suspira Dean.

-Tiene catorce años, es normal que no se comunique demasiado -ríe Sienna-. Faith está igual, o peor.

Me pierdo el resto de la conversación mientras escribo un mensaje para Elliot, queriendo arreglar ya esto.

Harper: ¿está todo bien? apenas me hablas, y tampoco a tus padres, ni a Dennis y Mike, ¿qué está pasando, Elliot?