22. Harper
-¡Siempre igual! -exclamo, pasándome las manos por las mejillas en señal de frustración-. ¿Es que ni siquiera sabes poner un despertador?
-Esto es maltrato psicológico -se queja Elliot, haciendo ver que llora.
-Arranca, anda -gruño, y Elliot arranca su coche y empezamos a ir hacia el instituto.
Como cada vez que me quedo a dormir en su casa, Elliot se ha olvidado de poner el despertador -de hecho creo que no lo pone nunca, porque siempre llega tarde- y ahora llegamos una hora tarde. Además sus padres hoy iban a trabajar mucho más temprano y no nos han podido despertar. Y seguro que Faith ha pasado de despertarnos y ha ido en autobús.
Cuando por fin llegamos al instituto, entro corriendo arrastrando a Elliot de la mano, y cuando entramos vemos que hemos llegado justo a tiempo para el cambio de clases, lo que significa que los pasillos están llenos de gente que va corriendo a todos lados.
-Joder, y encima tengo mates ahora -me quejo.
-Sobrevivirás -ríe-. Yo tengo química, estoy por tirarme por la ventana, pero no lo hago porque me echarías de menos.
-Por mí te puedes tirar -me encojo de hombros, y Elliot me mira abriendo la boca exageradamente y poniendo una mano en su pecho, como si estuviera muy ofendido.
-No aguantarías ni un día sin mí -dice, sonriendo de lado.
-Bueno, me voy ya a clase, deja de distraerme -digo mirando mi reloj, y él sonríe justo antes de acercarse a mí y besarme.
Correspondo a su beso automáticamente, pero cuando nos separamos y veo que todo el mundo nos mira con la boca abierta -algunos literalmente-, noto cómo el calor se acumula en mis mejillas.
Elliot suelta una risita al ver que me he sonrojado y se va corriendo como un niño que acaba de hacer una travesura.
-¡Harper Finlay! -el grito Olivia se oye entre los murmuros de la gente que sigue sorprendida por lo que ha pasado.
-¿Qué quieres? -le pregunto, como si no hubiera pasado nada.
-¡¿Cómo que qué quiero?! -exclama, agarrando mi brazo-. ¿Elliot y tú?
-Elliot y yo -asiento-. Ahora, ¿vamos a clase?
-Wah, espera, ahora me cuadra, por eso los dos habéis llegado tarde, ¡has dormido con él!
-Sí -me encojo de hombros.
-¿Y habéis...? Ya sabes -me mira con una sonrisa.
-No, pervertida -ruedo los ojos y empiezo a caminar hacia clase.
-Aún tienes que explicarme cómo ha pasado todo esto, ¿desde cuándo estáis saliendo? -pregunta Oli, siguiéndome.
-No estamos saliendo, creo... -murmuro, pensando sobre ello. Realmente no me pidió salir ni yo a él, así que en teoría no somos pareja.
-¿Sexo sin compromiso con tu mejor amigo? Esas historias siempre suelen acabar mal.
-Pero qué pesada con el sexo, que no hemos hecho nada -gruño.
-¿Besos sin compromiso?
-A Elliot le gusto, se me declaró, y me di cuenta de que él también me gusta desde hace tiempo -le explico, esperando que termine con su diarrea verbal.
-Aww, qué bonito, yo siempre creí en Helliot.
-Cállate de una vez -suspiro, y entramos en clase.
Es entrar en clase, y todas las miradas se posan sobre mí. ¿Cómo pueden correr tan rápido las noticias?
Ignoro los murmuros y las miradas de esta gente que no tiene nada mejor que hacer y voy a sentarme en mi sitio habitual, con Oli a mi lado.
La profesora todavía no ha llegado -para variar-, y estoy ocupada intentando ignorar la mirada penetrante de Wyatt sobre mí -no sé qué mierda quiere de mí ahora, ya tuvo lo que quería al fin y al cabo-, cuando Kelly, que se sienta delante de mí, se gira.
-Así que Elliot, ¿eh? -me pregunta, con una sonrisa pícara-. Menuda suerte tienes, follą como un jodido dios.
-Ah, bien -digo, incómoda.
-Lo que daría yo para tener a ese pedazo de tío en mi cama cada noche, aunque ya lo tuve dos noches... -empieza.
-Vale, suficiente -la corta Olivia-. Realmente no quiero saberlo, y dudo que Harper sí.
-Vale, vale -levanta las manos haciéndole señas de que se calme-. Yo sólo la felicitaba.
-Pues gracias -gruño, y Kelly rueda los ojos antes de volver a girarse.
-Bueno, al menos ahora tienes por seguro que es bueno en la cama -Oli se encoje de hombros.
La miro levantando una ceja y ella ríe.
La clase termina tras lo que parecen ocho millones de años, y cuando salgo voy a los baños con Olivia, encontrándome una "agradable" sorpresa.
-Harper -la sonrisa de Kiara es lo más falso que he visto nunca, después de sus extensiones, claro está.
La ignoro completamente y voy a lavarme las manos de forma casual.
-Así que Elliot y tú, ¿eh? -pregunta.
-Sí, ¿algún problema? -contesto.
-¿Por qué siempre te aborda en los baños? Se pasa de cliché -susurra Olivia a mi lado, y se me escapa una carcajada.
-Pues tengo varios, sí -dice Kiara, mirándome con odio.
-Bueno, yo lo que tengo es clase en cinco minutos, así que adiós -digo tras secarme las manos, y salgo del cuarto de baño con Olivia riendo a mi lado.
Sospecho que hoy va a ser un día de ser acosada con muchas preguntas, y quiero enterrarme en un agujero y alejarme de toda la humanidad ahora mismo.
La hora de la comida llega bastante rápido y Oli y yo nos sentamos en una mesa solas, para poder hablar de nuestras cosas, pero somos interrumpidas por Dennis prácticamente estampando su bandeja encima de la mesa y Elliot sentándose a su lado con esa sonrisa traviesa que tanto le caracteriza.
-Pero si son Oli y Harpy -dice Elliot.
-Olarpy -ríe Dennis, y Elliot se echa a reír con él.
-Que alguien me explique qué hacemos relacionándonos con este par de idiotas -suspira Olivia.
-Que me lo expliquen a mí también -contesto.
-Aw, en el fondo nos amáis -dice Dennis.
-Sí, mucho -contesta Olivia rodando los ojos-. ¿Y Mike? Si sois como el trío del instituto por excelencia.
-Está folląndose a no se quién en su casa, creo -contesta Elliot.
-Pero si quieres podemos formar un nuevo trío tú, Harper y yo -dice Dennis guiñándonos un ojo a las dos, con intenciones de molestar a Elliot.
-Como toques a Harper te arranco los huevos -contesta Elliot, golpeándole el brazo levemente.
Terminamos de comer entre bromas tontas de esos dos y charlas más o menos interesantes, y luego Dennis y Olivia desaparecen, seguramente para poder liarse contra la pared del instituto.
-Oye, Harper -dice Elliot cuando nos levantamos, consciente de que todos nos miran.
-¿Huh? -contesto, girándome hacia él.
Entonces Elliot presiona sus labios contra los míos rápidamente y vuelve a salir corriendo entre risitas.
Es un idiota, pero me encanta.
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