Una semana más tarde

-Tío, quita esa cara de perro de una vez -me dice Mike cuando estamos en el pasillo, esperando a que suene el timbre de entrada a la primera clase, pero le ignoro.

Mi atención está centrada en Harper y Wyatt, que entran al instituto cogidos de la mano. ¿Qué coño está pasando entre ellos? ¿Estarán saliendo? Joder, ella se ve tan feliz...

A lo mejor yo no era tan importante para ella, a lo mejor era algo prescindible, ya que el hecho de que no quiera saber nada más de mí al parecer sólo me ha dolido a mí. Yo no he vuelto a hacer nada ni voy a hacerlo con Kiara, ya que está expulsada por darle una paliza a Harper junto con su estúpida amiga, Amy. Y seguramente soy un gilipollas por haber dejado de hacer cosas con Kiara por Harper, pero aún así lo he hecho.

-Vamos, Elliot, no vale la pena estar así por eso, Harper terminará recapacitando -me anima Olivia, quien ahora está pasando más tiempo con nosotros ya que está saliendo con Dennis oficialmente-. Ya te he dicho que es por vergüenza, ella está avergonzada de sí misma y no acepta lo que pasó.

No me molesta en absoluto estar con Olivia, es una chica genial y muy divertida, me cae bien. Además, parece que Harper tampoco está pasando mucho tiempo con Olivia por Wyatt. Ese gilipollas... Sigue sin darme buena espina, pero al parecer ahora ya he perdido el derecho a opinar al respecto.

Por fin suena el timbre y empiezo a ir a clase, no sin antes darle una mirada a Harper, y me sorprendo al ver que ella también me está mirando. Aparto la mirada de inmediato y entro en la clase de matemáticas.

Paso toda la clase pensando en el hecho de que mañana, sábado, tenemos una de esas reuniones familiares, y tendré que ver a Harper. No quiero que nuestras familias noten que algo está pasando entre nosotros dos.

La primera clase después de la hora de la comida es Educación Física -lo cual yo creo que es una pésima idea, pero bueno-. Me alegra tener esa clase, el deporte me ayuda a despejarme un poco, y más hoy que jugamos a fútbol. Tras pegarle una paliza al equipo contrario, el profesor me felicita y me meto en la ducha, poniendo el agua bien caliente. Me quedo tanto rato en la ducha que cuando salgo no queda nadie en el vestuario, y seguramente llegaré tarde a la siguiente clase pero me da bastante igual. Me visto sin prisa, y en cuanto termino y salgo, oigo unas voces al pasar por el lado del vestuario femenino.

-¿Has visto a Harper y Wyatt Johnson? -reconozco la voz de Amy y esa risita insoportable de Kiara-. Estoy segura de que él sólo la está usando, aunque no tengo ni idea de para qué, no es como si Harper sirviera de mucho.

Mi mandíbula se tensa al oír su tema de conversación, y lo que dicen sobre Harper. Las que no sirven para una mierda son ellas, joder.

-No sé cómo Wyatt puede fijarse en ella -contesta Kiara-. Pero a lo mejor ahora Elliot deja de pasar de mí, echo de menos nuestros polvos en los vestuarios.

-Seguro que pronto se lo piensa mejor.

Ni de broma, pienso, rodando los ojos.

-Eso espero -suspira Kiara-. La verdad es que lo de la fiesta lo jodió todo, y yo sólo quería reírme un poco de Harper y que Elliot dejara de estar con ella para follär conmigo, pero no me salió bien.

Frunzo el ceño y me acerco más a la puerta para oír mejor lo que están hablando.

-Bueno, es que eso de ponerles droga en la bebida a los dos fue pasarse un poco -ríe Amy.

Ya he oído suficiente. Abro la puerta del vestuario y pierdo los nervios al verlas riendo tan felizmente, pero su cara cambia a sorpresa cuando me ven.

-¿Elliot? -pregunta Amy-. Qué hac...

-Cierra la püta boca -gruño, luchando por no perder completamente el control-. Kiara, ¿qué mierda es eso de que nos metiste droga en la bebida?

-Yo no he dicho nada de eso, yo no drogué a nadie -miente.

-¡No me mientas, joder! -grito, perdiendo los nervios por completo-. Mierda, ¡¿se te fue la olla o qué?! Le quité la virginidad a Harper, joder, nos hemos distanciado y todo por tu puta culpa, quiero matarte ahora mismo.

-E-Elliot, m-me estás asustando -dice, con los ojos llenos de lágrimas.

-Joder, joder... -murmuro, intentando calmarme un poco.

-¿Qué está pasando aquí? -pregunta el profesor de Educación Física, el señor Herbert.

— o —

-La verdad es que nunca habría esperado algo así de usted, señorito Hank -dice el director, sentado en su despacho, delante de mí-. ¿Esa es la educación que le enseñan en su casa?

-No, no lo es en absoluto -contesta mi padre, sentado a mi lado.

Poco después el director termina sus regaños y salgo del despacho junto a mi padre, viendo a Kiara junto con Amy sentadas donde la secretaria. Les doy a ambas una mirada de asco y sigo mi camino. Ahora estoy expulsado del instituto por una semana, y eso obviamente va a repercutir en mi historial académico -que tampoco es tan brillante, pero bueno-.

-¿Te has vuelto loco? -me pregunta papá cuando ya estamos dentro del coche-. Joder Elliot, creo que tu madre y yo te hemos dejado claro desde el primer día que nunca debes alzarle la voz a nadie, y estoy bastante decepcionado por esta mierda que has hecho.

-Ella me drogó -murmuro, en mi mente no dejan de repetirse las palabras de Kiara en el vestuario.

-¿Qué? -me pregunta, levantando una ceja.

-Hace una semana fui a una fiesta -le explico. Mi padre es la única persona en la que confío al cien por cien, y aunque también confío mucho en mi madre, con papá me entiendo mejor-. La cosa es que terminó con Harper y yo acostándonos estando ebrios, y ella ahora se niega a dirigirme la palabra.

-¿Qué coño? -dice papá, abriendo los ojos como platos-. Mierda, eso es muy jodido, Dean va a cortarnos los huevos a los dos.

-¿Quieres escucharme? -ruedo los ojos, intentando sacarle de sus paranoias, y él asiente y vuelve su atención a mi historia-. Bueno, la cosa es que hoy me he enterado de que Kiara nos puso a los dos en la bebida esa droga rara que no sé cómo mierdas se llama y que te pone muy cachondo.

-Qué hija de perra -dice papá, y luego se tapa la boca-. Ups.

-¿Ves? Tú también piensas igual.

-Bueno, igualmente no deberías haberle gritado así -dice-. Ahora tendrás que contarle la verdad a tu madre.

-No, no, no voy a contárselo a mamá, y tú tampoco vas a hacerlo -le digo-. Por favor, no quiero que ella lo sepa, no quiero decepcionarla.

-Como se entere de que se lo he ocultado me corta los huevos -suspira-. Terminaré sin huevos, por parte de Dean o por la de Sienna, pero está bien, te guardaré el secreto. Ahora sólo queda inventarse algo para contarle a tu madre y explicar el por qué estás expulsado por una semana.

Cuando llegamos a casa mamá no está, sólo estamos papá, Faith y yo. Y hablando de Faith, ella sigue bastante enfadada conmigo por lo de Harper, así que le contaré la verdad, lo que pasó.

Tras hablar con Faith durante un buen rato, llega mamá, y después de que ella quiera matarme por estar expulsado una semana, papá y yo le contamos que Kiara estaba golpeando a una chica y yo simplemente las separé, y lo de los gritos se lo inventó Kiara. Una historia de mierda, pero funciona.

-Entonces, ¿ya has pensado qué vas a hacer cuando termines el instituto? -me pregunta mamá mientras cenamos.

-Um... creo que sí, pero no sé dónde voy a hacerlo -digo-. Me gustaría hacer Comunicación Audiovisual.

-Oh, eso es genial -sonríe mamá.

-En la universidad de Miami la hacen, y es bastante prestigiosa -comenta papá.

-Eso está muy lejos -dice mamá.

-Me gustaría estudiar en Miami -digo, y ambos me miran.

-¿Estás seguro? -pregunta mamá.

-Sí, hace algún tiempo que me planteo irme a estudiar a otra ciudad, y dado que tenemos un apartamento en Miami, sería buena idea -digo.

Lo hablamos durante un buen rato, y al final decido que ir a la universidad de Miami será una gran idea, aunque a mamá no le hace demasiada gracia porque está en la otra punta del país, casi. Igualmente, ambos me apoyan, así que cuando subo a mi habitación y con la ayuda de mamá, me inscribo en la universidad de Miami, y pongo la de San Diego y la de Los Ángeles de segunda y tercera opción, por si no me aceptan en Miami. Mis notas son bastante aceptables, así que creo que me cogerán.

Quitando a mi familia, a Dennis y a Mike, ya no me queda ningún motivo para quedarme aquí, pienso mientras observo cómo empieza a llover en la calle.

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Siento haber tardado tanto, no sabía bien como editar este capítulo.