14. Harper

Martes

Me obligo a respirar hondo antes de cruzar la puerta del instituto. Ayer no me sentía mentalmente preparada para ir a clase, pero no puedo esconderme eternamente así que aquí estoy.

Olivia está pegada a mi lado, ella ha dormido en mi casa hoy y ha venido conmigo, agradezco tenerla en estos momentos porque me ha apoyado mucho, aunque siga insistiendo en que debo hablar con Elliot. Y sé que tarde o temprano voy a tener que hacerlo, pero ahora mismo no puedo ni mirarle a la cara, no teniendo en cuenta lo que recuerdo de la fiesta del viernes.

Suspiro, pasándome una mano por el pelo en un intento fracasado de calmarme un poco, y entro.

Tenía el miedo de que la gente del insituto se hubiera enterado de lo que pasó, y acabo de confirmarlo. Todo el mundo me mira de arriba a abajo, algunos cuchicheando entre ellos, y siento ganas de vomitar.

-Esta gente estúpida, que no sabe hacer nada más que meterse en la vida de los demás -gruñe Olivia a mi lado, y seguimos caminando hacia la clase que nos toca, Literatura.

Entro en clase y noto varias miradas posarse sobre mí, pero intento ignorarlo. Lo que no puedo ignorar es la mirada de desparobación que me da Wyatt en cuanto me ve, y duele, joder si duele. Probablemente él ya no quiera saber nada de mí, y eso me hace querer echarme a llorar, pero me obligo a mantenerme fuerte.

Las cuatro primeras horas pasan demasiado lentas, tanto que es incluso agobiantes, y cuando por fin llega la hora de comer, voy a la cafetería con Olivia. Ella va a saludar a Dennis unos segundos y Elliot me ve. Me congelo en mi sitio, sin poder apartar la mirada de él. Parece agotado, tiene unas grandes ojeras debajo de los ojos, como si no hubiera dormido, al igual que yo. Pero cuando empieza a caminar hacia mí salgo prácticamente corriendo y me encierro en los baños más cercanos.

Lo que estoy haciendo es jodidamente inmaduro, lo sé, pero me aterra tener que hablar con él, y eso que es mi mejor amigo, él era como un hermano para mí y esa noche lo jodimos todo.

-Vaya, así que aquí estás -oigo la voz de Kiara detrás de mí-. Ya sabía yo que tu apariencia de monjita virgen era una gran mentira.

-Déjame en paz -le pido, ya que no me siento con fuerzas para enfrentarme a ella ahora mismo.

Me giro, y veo que Kiara me mira como si quisiera matarme, y a su lado está la idiota de Amy, su mejor amiga.

-¿Sabes? Elliot no estaba tan ebrio, y recuerda perfectamente cómo pasó todo -dice Kiara, con una sonrisa maliciosa-. Ayer por la tarde estuve en su casa, föllamos, y luego me estuvo contando entre risas lo horrible que eres en la cama, dijo que tuvo que acabar él con su mano porque no conseguiste hacerlo llegar al orgasmo. Yo le dije que eso es lo que pasa por tirarse a vírgenes ebrias.

Sus palabras se clavan en mi pecho profundamente. No quiero creerla, quiero pensar que Elliot nunca dijo ni hizo eso. En mi mente pasan mil escenas de Elliot riéndose de mí, y no quiero creerlo, me niego, pero algo dentro de mí siempre creerá lo malo que dicen sobre mí.

-Te he dicho que me dejes en paz -digo, luchando por aguantar las ganas de llorar.

-¿Quién iba a pensar que ibas a aguantar tan poco el alcohol? -ríe Amy.

-Estoy bastante segura me pusiste algo en la bebida, Kiara -digo-. Voy a ignorarte porque ahora mismo no quiero peleas, pero que sepas que si encontrase pruebas claras podría denunciarte por ello.

-¿Denunciarme? -ríe-. Te voy a enseñar lo que les pasa a las que me amenazan.

No ha ni terminado de hablar y su puño aterriza en mi mandíbula. Amy aprovecha para golpearme en el estómago y luego me agarra de los brazos con fuerza para que Kiara pueda seguir pegándome sin que yo me pueda defender. Recibo algunos golpes más en la cara, y casi vomito cuando su pierna patea mi estómago.

Amy me suelta, y caigo al suelo. Kiara se agacha hasta estar a mi altura, y sonríe.

-No vuelvas a amenazarme, puta -dice, y se levanta para salir de los baños junto con su amiga.

Me quedo en el suelo varios minutos, y entonces oigo el timbre que indica que vuelven a empezar las clases. Me levanto como puedo, y cuando estoy por salir se abre la puerta del baño y aparece Elliot.

-Harper, tenemos que habl... oh, mierda, ¿qué te ha pasado? -pregunta, preocupado-. ¿Quién coño te ha hecho esto?

-Déjame en paz -murmuro, y él me agarra un brazo para impedir que me vaya-. ¡No me toques!

Me suelto de su agarre y las lágrimas que he estado reprimiendo todo el día empiezan a bajar por mis mejillas.

-Harper... -murmura, intentando volver a acerarse a mí.

-No -niego con la cabeza-. Déjame en paz.

Antes de que pueda contestar, salgo de los baños a toda prisa y empiezo a caminar sin rumbo por los pasillos del instituto. Debo tener la cara hecha una mierda, así que tras merodear durante un rato decido irme a casa. En teoría no puedo salir del edificio sin permiso de mis padres pero me importa una mierda, sólo quiero irme a casa. Ya le pediré a Olivia que me traiga la mochila esta tarde.

-¿Harper? -oigo una voz llamándome cuando ya estoy fuera, y cuando me giro veo que es Wyatt.

-Oh, hola -finjo una sonrisa.

-Mierda Harper, ¿qué te ha pasado? -pregunta, acercándose a mí y examinando los golpes en mi cara.

-No es nada -digo, intentando quitarle importancia.

-Y una mierda -contesta-. ¿Quién te ha hecho esto?

-Kiara y Amy -suspiro.

-¿Las de nuestro curso? -pregunta, y asiento-. Esas dos no saben cuando parar de dar por culo. Joder, yo no puedo hacer mucho, pero te recomiendo que se lo digas al director.

-Pero no tengo pruebas de que fueran ellas -contesto.

-Hay cámaras en los pasillos, las habrán grabado saliendo antes que tú.

-Lo haré mañana. Ya he tenido suficiente mierda por hoy -digo, y él asiente.

-¿Quieres que te acompañe a casa? -pregunta, y me encojo de hombros.

Al cabo de veinte minutos ambos estamos en mi habitación, y Wyatt está poniendo hielo sobre el chichón que está creciendo en mi frente, y ya me ha limpiado las heridas. Me pone bastante nerviosa esta cercanía pero no de una forma negativa, no le tengo miedo ni nada de eso, pero me gusta, y que esté tan cerca de mí me pone nerviosa.

-¿Estás mejor? -pregunta, y yo simplemente asiento-. ¿Te ha golpeado por todos esos rumores de Hank y tú en la fiesta del viernes?

-Sí -murmuro, odiando que me haga esta pregunta.

-Siento si te incomodan mis preguntas -dice.

-No pasa nada, es normal que las hagas -sonrío un poco, intentando aligerar la tensión del ambiente.

-Y, um... ¿esos rumores son ciertos? -pregunta, un poco nervioso.

-Sí, lo son -suspiro, no quiero engañarle-. Estaba ebria y sospecho que Kiara o alguien me había echado algo en la bebida, acostarme con Elliot no es algo que tuviera pensado hacer, él es mi mejor amigo... 

-Ya...

-¿Estás enfadado? -le digo, agachando la cabeza.

-No, no lo estoy, Harper -contesta-. No tengo nada que reclamarte y es una mierda si te echaron algo en la bebida, me da rabia que alguien pudiera hacerte algo así. Y bueno, creo que es obvio que me gustas, y no me gusta la idea de tú con otro chico.

-Espera, ¿te gusto? -pregunto, sonrojada.

-Sí, Harper, joder, me gustas mucho -dice, acercándose aún más a mí-. Y me muero por besarte ahora mismo.

-Hazlo -susurro, mirando sus ojos verdes-. Bésame.

Y lo hace. Presiona sus tibios labios contra los míos durante unos pocos segundos, pero luego se separa, seguramente no quiere agobiarme.

-Bésame otra vez -le pido, y él sonríe y vuelve a conectar nuestros labios.

________

¿Recordáis que dije que a lo mejor hacía un maratón? ¡Pues aquí está! He escrito bastante hoy, y mañana tendré tiempo, así que subiré capitulo hoy, mañana y lunes.

¿Qué pensáis de las decisiones que está tomando Harper últimamente? ¿Y de lo que ha dicho Kiara?

Hasta mañana?
Claire

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