Sorbo por la nariz, abrazando mis propias rodillas con más fuerza. El llanto no tarda en volver y entierro la cabeza en el hueco que queda entre mis brazos.

Intento no hacer ruido para que mi familia no me oiga y venga a hacer preguntas, no quiero que sepan lo que ha pasado, de hecho ojalá nunca hubiera pasado.

Le he dado mi virginidad a mi mejor amigo, y ni siquiera recuerdo la mitad de las cosas que pasaron.

No sé qué pensar, mis sentimientos son tan confusos, estoy enfadada con Elliot pero también lo estoy conmigo misma por haber dejado que ocurriera. No voy a beber nunca más, joder. Y eso que yo creo que no bebí tanto, pero supongo que el hecho de no estar acostumbrada a ello fue lo que lo jodió todo.

-¡Unidad de emergencias presente! -exclama Olivia entrando en mi habitación. Supongo que mis padres le habrán abierto la puerta.

La verdad es que ha venido bastante rápido, no hace ni media hora que le he mandado un mensaje pidiéndole ayuda y ella vive bastante lejos, pero ya está aquí.

-Woah, parece grave -dice, acercándose a mí y sentándose a mi lado en el suelo.

-Lo es -contesto, sorbiendo por mi nariz.

-¡Harper! -grita papá Dean desde el pasillo-. ¿Se puede pasar?

-No -contesto.

-Bueno, visto que ya estás despierta, ¿por qué has llegado hoy a las nueve de la mañana? -pregunta.

-Dormí en casa de Olivia -miento-. Ella ha venido a traerme ropa ahora.

-Oh, está bien -contesta, sin abrir la puerta, por suerte-. ¿Recordaste no dormir mirando hacia arriba estando ebria? Puedes...

-Si, papá, lo sé, puedo ahogarme con mi propio vómito, gracias -ruedo los ojos.

-Bien -contesta, y sé que está sonriendo.

-Dean, deja de decirles estas cosas a nuestros hijos, no vas a conseguir que no beban -oigo a papá Kyle.

-Como sea, Harper, nos vamos a comer a casa de los Keagan -dice, refiriéndose a unos amigos de papá Kyle que trabajan con ellos-. Jared viene con nosotros, pero no creo que tú quieras venir.

-Pues la verdad es que no -contesto.

Ellos se despiden rápidamente y se van, dejándonos a Oli y a mí solas en casa.

-Bueno, ahora quiero que me expliques lo que ha pasado -me dice Olivia, y siento la ansiedad invadir mi pecho de nuevo.

-He perdido la virginidad -murmuro.

-¡¿Qué?! -pregunta, impactada-. ¿Con quién? ¿Cómo?

-Con Elliot -sollozo-. Y no tengo ni idea de cómo, sólo recuerdo algunas cosas borrosas y luego me he levantado esta mañana desnuda con él, en su cama.

-Joder Harper, pensaba que había sido con algún desconocido -suspira, aliviada-. Al menos era Elliot.

-No lo entiendes -digo, intentando retener las lágrimas que salen de mí sin parar-. Ni siquiera lo recuerdo, estaba tan ebria... Quiero a Elliot, pero quería perder la virginidad con alguien especial, al que amara. 

-Lo sé... pero piensa que es Elliot, seguro que te habrá tratado bien -dice, intentando calmarme.

-Sí, supongo -suspiro, masajeándome las sienes.

Entonces mi móvil suena por enésima vez, y cuando estoy dispuesta a colgar otra de las muchas llamadas de Elliot, veo que son varios mensajes.

Elliot: harper por favor, contesta a mis llamadas

Elliot: tenemos que hablar

Ignoro sus mensajes, pero pocos minutos después llega otro.

Elliot: estoy de camino a tu casa, sé que tus padres no están y vamos a hablar lo quieras o no

-Mierda -murmuro.

-¿Qué pasa? -dice Oli, sacando de una bolsa varias tabletas de chocolate "contra la tristeza" que me ha traído.

-Elliot viene hacia aquí.

-Oops... Bueno, en algún momento tendréis que hablar -contesta.

-No quiero hablar con él ahora -suspiro-. Así que vamos a fingir que no estamos, y como se te ocurra abrirle la puerta te juro que te mato.

-Vale, vale... -levanta las manos en señal de derrota-. Pero que sepas que tendrías que hablar con él.

-No hay nada que hablar -contesto.

No pasan ni cinco minutos, y oigo el timbre de mi casa sonar. Mis nervios aumentan pero me obligo a quedarme quieta y no hacer ruido, no quiero que me oiga. El timbre suena varias veces y no obtiene respuesta, y creo que ha desistido cuando oigo sus gritos debajo de mi ventana.

-¡Sé que estás en casa! -grita-. Y sé que Olivia está contigo, su coche está aparcado delante. Que sepas que, aunque ahora me odies, siento lo que ha pasado, y necesito hablar contigo. Te quiero, Harper, no lo olvides por favor.

Suspiro, intentando no hacerle demasiado caso, y pronto oigo su coche arrancando.

-Pobre Elliot -dice Olivia-. Con lo tierno que ha sido, y tú vas y le ignoras.

-No puedo hablar con él ahora, Oli, entiéndelo.

-Bueno, haz lo que quieras -se encoge de hombros, y me pasa una de las barritas de chocolate.

No sé qué hacer.

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Últimamente me están quedando capítulos muy cortos :/ pero bueno subo a menudo así que no hay problema. Seguramente los siguientes serán más largos jeje.

El siguiente lo subiré jueves :)
Claire