Nuevos profesores y dejar de esconderse
- ¡Expecto Patronum!
Una extraña y cálida luz blanca junto a una niebla plateada salieron de la varita del hombre y empujo al extraño ser por la puerta, cuando la conmoción acabo Hermione se dejo caer de rodillas tratando de devolver el oxigeno a sus pulmones y controlar las nauseas que aun la atormentaban.
- ¡Hermione! ¿Estas bien? - Draco se arrodillo a su lado y la abrazo acariciando su espalda intentando reconfortarla, entonces levanto la vista y la fijo en Harry - ¡Harry!
- No os preocupéis, estarán bien, tomad, el chocolate os hará bien – En ese momento Harry comenzó a despertarse y Remus lo ayudo a sentarse de nuevo en el asiento, rompió una tableta de chocolate en trozos y los repartió entre todos - ¿Todo bien?
Ron no había tardado ni dos segundos en tragarse su trozo de chocolate y ahora estaba felizmente sentado disfrutando del regusto a chocolate que se le había quedado en la boca, Harry, aunque algo desorientado comía su chocolate sintiendo como poco a poco el calor volvía a su cuerpo y la sensación de mareo se desvanecía Draco seguía arrodillado al lado de Hermione frotándole la espalda y comiendo lentamente su chocolate y sujetando el de Hermione que se aguantaba medio erguida con una mano en el suelo y la otra apretando fuertemente su pecho intentando aliviar el malestar.
- Vamos Hermione, come un poco – Pidió Draco, pero Hermione negó con la cabeza – Te sentirás mejor lo prometo.
- Ella a dicho que no, Malfoy – Dijo Ron , pero se callo al ver la mirada que le dirigieron los otros tres hombres del vagón.
Draco lo miraba con furia, no se preocupaba por ella cuando había caído y no podía respirar, pero ahora que había terminado de comer recuerda que Hermione lo estaba pasando mal, que caballeroso de su parte, Harry lo miraba con una clara expresión de "Si no tienes nada para confortarla no digas nada" y Remus lo miraba con desaprobación.
Finalmente Remus suspiro y también se arrodillo delante de Hermione y le coloco una mano en la frente y la otra en su muñeca.
- Estas un poco caliente, no llega a ser fiebre pero lo suficiente como para crear malestar y tu corazón va muy rápido, los dragones y los Dementores nunca se han llevado bien, son bastante opuestos en muchos ámbitos – Dijo Remus – Come el chocolate y trata de dormir lo que queda de viaje – Pero Hermione volvió a negar con la cabeza.
- No...no creo que...pueda mantener nada...en el...estomago – Medio jadeo.
Remus pensó durante unos segundos y pareció recordar algo.
- Mi nombre es Remus Lupin, seré vuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras – Se presento.
- Encantado – Dijo Draco – Él – Dijo señalando a Ron – Es Ronald Weasley, él es Harry Potter, ella es Hermione...esto...Granger, Hermione Granger y yo soy Draco Malfoy.
- Es un placer – Dijo Remus – Ahora, Señor Weasley, ¿Podría ir a sentarse al lado del Señor Potter? Gracias – Dijo Cuando Ron obedeció algo confuso – Señor Malfoy siéntese en un costado del asiento libre, intentaremos acostar a la Señorita Granger a ver si así se le pasa un poco el malestar.
Draco asintió y se sentó en un lado del asiento, Ron parecía querer objetar pero Harry le dio una palmada en el brazo, Harry estaba recuperando el color poco a poco y parecía que él y Hermione habían sido los mas afectados, izo una nota mental para preguntarle a Derek en caso de que a Hermione se le olvidara con todo el ajetreo.
Remus levanto a Hermione suavemente y la dejo sobre el asiento, Draco ayudo al hombre a posicionara de manera que estuviera cómoda, le aguanto la cabeza y la apoyo en su regazo.
- Bien – Dijo Remus – Trata de descansar un poco, aun quedan un par de horas para llegar a Hogwarts, una pequeña siesta podría ayudar y cuando te encuentres lo suficientemente bien come el chocolate ¿Vale?
- Si...gracias, Profesor Lupin – Murmuro Hermione.
- Las formalidades no son necesarias, aun no estamos en clase al fin y al cabo – Sonrió – He de ir a hablar con el maquinista para contarle lo sucedido y hacerle saber que ya podemos reanudar el camino a la escuela, confío que todo estaré bien si me voy – Dijo, algo vacilante de dejarlos solos cuando una futura alumna se sentía mal.
- No se preocupe, señor – Dijo Harry.
- Nosotros cuidaremos de ella – Afirmo Draco.
- Bien, estoy seguro de que Derek no tardara en saber lo sucedido y estará de los nervios – Dijo Remus, sorprendiendo a los chicos.
- ¿Usted...conoce a mi hermano? - Pregunto Hermione.
- Si y no – Dijo Remus – Yo también fui amigo de tus padres, ellos siempre fueron muy buenos conmigo, fui a ver el nacimiento de Derek y vuestro hermano mayor y por supuesto también al tuyo, al poco tiempo las cosas se complicaron y cuando le pregunte a Dumbledore por vuestro paradero él solo decía que tu y Derek estabais a salvo – Remus le sonrió con nostalgia y salio de la habitación.
Hermione suspiro antes de volver a cerrar los ojos, ¿Cuantas personas habían que conocían a sus padres y la verdad sobre su origen?
- ¿Hermione? - Dijo Draco, cinco minutos después de que el tren hubiera vuelto a avanzar - ¿Te sientes mejor?
- Un poco...lo siento por utilizar tu regazo como almohada, si te sirve es muy cómodo – Murmuró.
- Jejeje, no te preocupes, lo que importa ahora es que te sientas mejor – Dijo Draco, comenzando a acariciar el pelo de Hermione con ternura.
Hermione murmuro adormilada y en apenas unos minutos su respiración se volvió acompasada y suave, lo que confirmaba que se había quedado dormida.
- No se lo que planeas, Malfoy – Dijo Ron, al menos tubo la decencia de no levantar demasiado la voz para no molestar a Hermione – Pero no te funcionara, ella necesita a alguien mejor.
- Sobre que ella merece algo mejor es cierto, de echo estoy seguro de que nadie es lo suficientemente bueno para ella, ya ni hablemos de su hermano, y sobre lo que ella necesita, dejemos que ella misma decida – Gruño Draco.
- Draco tiene razón, Ron, Hermione es lo suficientemente madura como para saber lo que le conviene – Intervino Harry.
- Pero él es un Slytherin, solo busca aprovecharse de ella, aprovecharse de su estatus – Chilloneo Ron.
Por la expresión en la cara del rubio Harry sabía que se estaba conteniendo para no decir algo como "No, el que busca beneficiarse de su estatus eres tu", pero se callo y siguió acariciando el pelo de una Hermione felizmente ajena a la discusión que se estaba manteniendo.
- Yo mismo casi acabo en Slytherin, Ron – Recordó Harry.
- Pero finalmente fuiste con los que valían la pena – Objeto tercamente.
- Todas las casas valen la pena, todas tienen sus cualidades, crear odio por ser de una casa o otra es una estupidez – Dijo Draco
- ¡Al menos yo no soy una asquerosa serpiente! - Grito Ron, pero esta vez su voz fue suficiente para perturbar el sueño de Hermione que se removió incomoda y se giro para esconder el rostro en el estomago de Draco.
- Shhh...shhh – Acuno Draco, consiguiendo que Hermione volviera a dormirse.
- Baja la voz, Ron – Pidió Harry, fastidiado – Y acepta de una vez que Draco es amigo nuestro, de echo él a sido amigo nuestro antes de que tu fueras mi amigo, y no incluyo a Hermione por razones que te tocan a ti descubrir.
- Ah, y que sepas que las serpientes descienden de los dragones – Dijo Draco, con una sonrisilla maliciosa.
Finalmente, después de poco menos de dos horas el tren se detuvo en la estación de Hogsmeade.
- Hermione, venga que ya hemos llegado – Dijo Draco, sacudiéndola suavemente.
- Mmmhhh...no quiero – Gruño Hermione, es que estaba tan cómoda, no quería moverse.
- Venga, que ya estamos en Hogwarts – Alentó el rubio.
- Llevame...
- Por muy divertido que seria ver las expresiones de todos al ver a la princesa del mundo mágico en mis brazos, tal vez llamar la atención de esa manera no sea la mejor idea ¿No crees? - Dijo Draco a lo que Hermione volvió a gruñir y se levanto lentamente – Toma, que al final no te lo has comido – Dijo pasándole el trozo de chocolate.
En esta ocasión Hermione lo agarro y se lo comió felizmente.
Salieron del tren y saludaron a Hagrid que les señalo a los carruajes donde una figura estaba sobre uno de los carruajes mirando por encima de todas las cabezas de estudiantes, por la mirada, jadeos, cuchicheos y señalizaciones poco disimuladas de los demás no fue difícil darse cuenta de que ese persona debía de ser Derek.
- ¡Chicos! ¡Me e enterado de lo del Dementor! ¿Estáis todos bien? - Dijo alarmado y abrazando a su hermana – Tal vez hubiera sido mejor que hubieras venido conmigo después de todo.
- No digas tonterías, Draco y Harry son dos maravillosos guardianes – Ronroneo Hermione frotando su cabeza contra el pecho de su hermano.
- Bueno venga, subid, no querréis llegar tarde al banquete ¿Verdad?
Una vez dentó del carruaje Harry se acordó de sus dudan anteriores.
- Oye, Derek – Dijo para llamar la atención del castaño, y cuando este lo mito interrogante siguió hablando – Antes, en el tren cuando el Dementor ataco los mas afectados fuimos Hermione y yo, Draco y Ron parecían algo mareados y débiles pero no se desmayaron ni terminaron tan mal como Hermione y yo, ademas que el profesor Lupin dijo algo sobre que los dragones y los Dementores no se llevaban bien – Explico.
- Si – Dijo Derek, pensativo – Prestad atención en las clases, Remus Lupin puede enseñaros muchas cosas, en fin, Harry es posible que el ataque del Dementor te haya afectado tanto porque ellos se alimentan de la felicidad y esperanza de sus victimas, has tenido una vida dura y eso te a jugado en contra, Ron por ejemplo, a tenido una buena vida, con sus complicaciones, pero buena, padres amorosos, una vida segura, hermanos que lo proejen...y Draco, aunque su vida a sido mas complicada a tenido el apoyo incondicional de sus padres y de su padrino, a de mas de que al parecer es un chico fuerte y eso siempre ayuda – Dijo Derek, divertido por el sonrojo en la cara del rubio.
- Yo también e tenido una buena vida, mis padres me quieren mucho, nunca nos a faltado de nada y nos hemos podido dar numerosos lujos, si yo también tengo una buena vida ¿Porque me a afectado tanto? - Interrumpió Hermione, algo nerviosa – Incluso aquí, están cerca de Hogwarts.
- Si, están patrullando para encontrar a Sirius Black, aun así no creo que sea una buena idea tenerlos tan cerca de un montón de niños, deberíais haber visto a Albus...estaba lívido, Minerva estaba horrorizada y Severus estuvo despotricando contra el Ministerio durante media hora, él dice que en caso de que nos sintamos mal fuéramos a ver a Albus y que él nos dejaría salir de Hogwarts por unas horas.
- ¿Tiene algo que ver que seamos dragones?
- Si, los Dementores y los dragones hemos estado en guerra desde...bueno, desde siempre, ellos se llevan lo mas preciado que tenemos, la felicidad y esperanza, en el pasado a habido casos donde estos seres han acechado las guaridas de dragones para alimentarse de ellos, al parecer los dragones somos muy sabrosos a su parecer, pero le tienen miedo a la luz, una llamarada es suficiente para espantarlos...pero tu eres demasiado joven para producir fuego – Dijo Derek.
- Bueno, es una bruja ¿No? Puede hacer fuego con la varita – Dijo Ron, como si fuera algo obvio.
- Si, pero el fuego que exhalamos los dragones es diferente al fuego del que me hablas, nuestro fuego tiene propiedades mágicas...supongo que podría intentar enseñaros el Expecto Patronum – Dijo Derek sacudiendo su varita.
- Ese es el hechizo que el profesor Lupin hizo para espantar al Dementor – Recordó Hermione.
- Es un hechizo muy complicado, incluso los alumnos de sexto y séptimo año tienen problemas para realizar-lo, es un hechizo que produce una especie de luz y neblina que es luz pura, los mas poderoso toman forma de animal, se supone que reflejan nuestra alma, por lo que dicen mucho de nosotros y de las personas a las que amamos.
- ¿Como es eso? - Pregunto Derek.
- Bueno pues...el de Albus es un Fénix, lo que le va que ni pintado en mi opinión, Minerva tiene un gato como su forma animaga, los padres de Harry eran un ciervo y una cierva, por lo que se les podía considerar almas gemelas...mamá y papá tenían ambos un dragón por lo que también eran almas gemelas.
- ¿El tuyo también es un dragón? - Pregunto Harry.
- No, que va – Rió él – Mi patronus es una pequeña y juguetona nutria, aun no se por que, pero supongo que lo descubriré algún día.
- Me pregunto cual sera mi patronus – Dijo Hermione cuando ya habían llegado a las puertas de Hogwarts.
Fue un poco incomodo ver a absolutamente todos en el castillo girar se a mirar a Derek y Hermione, ambos decidieron ignorar esas miradas lo mas estoicamente posible y llegaron al gran salón donde se despidieron de Draco y Derek que se fueron cada uno a su mesa.
La selección de los primeros año fue bastante tranquila y todo lo normal que podía ser que un sombrero te dijera hacia donde debes ir, pero bueno, unos cuantos Gryffindor y Slytherin, algunos pocos Ravenclaw y algún que otro Hufflepuff.
- ¡Ahora si puedo tener vuestra atención, por favor! - Dijo Dumbledore, levantándose – Es un placer presentar al Profesor Remus Lupin como vuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras y al Profesor Rubeus Hagrid quien se encargara de impartir las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas, espero que les deis un cálido recibimiento.
Albus Dumbledore se quedo cayado por unos minutos, pero no se había vuelto a sentar por lo que todos estaban esperando los siguientes anuncios que tenia que hacer.
- Y para finalizar esta charla y poder llevar a cabo el banquete debo avisar que, como la mayoría ya sabéis, Derek y Hermione Firebreather, los herederos a la corona del mundo mágico se encuentran entre nosotros, pues si, eso es cierto pero debo advertir que los que molesten a alguno de ellos serán severamente castigados incluso con la expulsión, debéis tratarlos como lo habéis estado haciendo hasta ahora por petición de ellos mismos, gracias ¡Y ahora si, que comience el banquete!
Al decir estas palabras todas las mesas se llenaron con exquisitos mangares y nadie tardo en comenzar a llenar sus platos con la comida.
- Vaya estupidez – Dijo Ron con la boca embadurnada de salsa del pollo – Deberían trataros como la realeza, al fin y al cabo sois los que van a gobernar el mundo mágico.
- No – Dijo Hermione – Estuve hablando con Derek y ambos llegamos a la conclusión a que preferimos que se nos trate como hasta ahora, nos hace sentir mas cómodos y sobre el futuro del mundo mágico...quien sabe, Derek ya a asumido su control sobre lo que debe y según me e enterado el Ministro esta enfadado porque a perdido control sobre la sociedad mágica.
- Bueno, peor que Fuge no puede hacerlo – Dijo Harry a lo que Hermione se rio asintiendo con la cabeza.
Al día siguiente Hermione, Harry y Draco estaban sentados en una mesa donde podían ver una bola de cristal, la verdad es que Hermione se tapaba la nariz con la manga intentando aplacar el intenso olor del incienso que la Profesora Trelawney se empeñaba en poner por su clase.
- Ya me estoy arrepintiendo de esto – Gimoteo Hermione.
La Profesora Trelawney comenzó a decirles como gracias a su ojo interior había conseguido evitar grandes desgracias y como advertía que no todos en la clase podrían tener una destreza como ella debido a que el don de la adivinación era algo que se tenia o no se tenia.
La verdad es que en cuanto mas hablaba mas pensaba Hermione que todo lo que estaba diciendo eran simples tonteras, pero se mantuvo en silencio, la curiosidad la llevo a quedarse, pero la verdad, la clase tendría que ser tan fascinante como Runas Antiguas para decidir quedarse en esa clase y pasarse la clase y unos minutos después aplacada por el olor a incienso.
Las cosas se comenzaron a complicar cuando Trelawney se acerco a la mesa del trío y comenzó a hacer extrañas perdiciones que se veían en las hojas de te.
- ¡Oh! ¡Oh querido! ¡El Grim! ¡El Grim! - Lloriqueo la profesora después de predecir la herencia de una fortuna para Draco que ya era sabido por todos y continuar por Harry.
- ¿Que es "El Grim"?
- Se que es un presagio de muerte pero no se mucho mas – Dijo Draco
Dejame ver – Dijo Hermione sacando el libro de los monstruos, lo llevaba encima porque después de esa clase tenían su primera lección con Hagrid, encontró el capitulo que buscaba y comenzó a leer - El Grim es un presagio de muerte, que tiene fama de provocar el fallecimiento de la persona que se encuentre con él. El Grim toma la forma de un perro espectral, grande y negro. Tal vez el más conocido de todos los presagios, el Grim se ha ganado la infamia en todo el mundo mágico y es considerado como uno de los peores, si no el peor, de los presagios. El Grim toma la forma de un perro de gran tamaño de color negro azabache, y pertenece al mundo espectral. Posee un par de ojos amarillos que pueden destellar en forma funesta.
- Si que he visto a un perro negro – Dijo Harry, tratando de ignorar los lloriqueos dramatizados de la profesora – Pero no era un perro fantasmal y no tenia ojos amarillo destellantes, la verdad es que se veía como un perro callejero normal.
- No te preocupes, no creo que te pase nada – Dijo Hermione frotándole el brazo para reconfortarlo.
- ¡Oh, querida! Puedo ver que este año se te presentan grandes dificultades – Se lamento Trelawney mirando a Hermione.
- ¿A si? - Pregunto sarcásticamente - ¿Porque lo dice? ¿Por que una chismosa nos a revelado al mundo a mi hermano y a mi, porque todos nos miran como si nos hubiera crecido otra cabeza, porque Sirius Black a conseguido escapar o porque los Dementores son pésimos acompañantes de fiesta? - Hermione miro a la profesora con una ceja alzada, como si esperara a que ella le dijera que si, que era por eso.
- Oh, querida, hermosa como tu madre y protectora como tu padre, pero también de carácter indomable como el dragón en tu padre y negada a ver mas allá como tu madre, fue en parte eso que los llevo a su perdición, no cometas sus errores querida.
Hermione se la quedo mirando y sus ojos brillaron en azul durante unos segundos en los que ella le gruño y se levanto molesta saliendo de la clase y dando un fuerte portazo al salir.
- ¿Oh...he...he echo algo mal? - Pregunto Trelawney algo confusa por la repentina salida de la joven.
- No, para nada – Dijo Draco – Solo has provocado de mala manera a un dragón.
Hermione decidió que esperaría hasta la clase de Hagrid dando una vuelta por encima del bosque prohibido, se concentro en si misma e imagino como su cuerpo cambiaba de la pequeña y frágil forma humana a la grande y poderosa figura de su dragón, las llamas la envolvieron y crecieron desmesuradamente, cuando se disiparon Hermione ya era la hermosa dragona blanca con marcas violetas y de ojos azules que solo unos pocos habían tenido el placer de ver.
Con un suave gorgoteo mas animado estiro sus alas y comenzó a sobrevolar todo el bosque prohibido, vio a los unicornios galopar en manada por el bosque, desde el aire no era difícil diferenciarlos, era como ver estrellas en el cielo nocturno, también vio a los centauros que cazaban para prepararse para el invierno, la saludaron y Hermione les rujió un saludo amistoso, también le pareció ver a las acromantulas que dormían a la espera de la noche para levantarse y le pareció ver a algún que otro animalejo correr por el bosque.
Decidiendo que ya había perdido mucho tiempo dio media vuelta y aterrizo en el pequeño claro que había construido Hagrid para su clase.
- ¡Buenos días, Hermione! – Saludo Hagrid.
Hermione cerro los ojos y al abrirlos ya estaba de nuevo sobre sus dos piernas humanas.
- ¡Buenos días, Profesor! - Bromeo ella.
Estuvieron hablando durante un rato y en poco tiempo llegaron los demás, Draco y Harry llegaron junto a ella y le contaron como sospechaban que Dumbledore tenia algo que ver sobre que Gryffindor y Slytherin tuvieran tantas clases juntos.
La clase marchaba a las mil maravillas para alegría de Hagrid, esa clase les hablo sobre los Hipogrifos.
- Lo primero que tenéis que saber de los hipogrifos es que son orgullosos. Se molestan con mucha facilidad. Nunca ofendáis a ninguno, porque podría ser lo último que hicierais. Tenéis que esperar siempre a que el hipogrifo haga el primer movimiento. Es educado, ¿os dais cuenta? Vais hacia él, os inclináis y esperáis. Si él responde con una inclinación, querrá decir que os permite tocarlo. Si no hace la inclinación, entonces es mejor que os alejéis de él enseguida, porque puede hacer mucho daño con sus garras – Dijo Hagrid enseñándoles a tres hipogrifos.
Un hipogrifo es un animal mágico que se obtiene al cruzar un caballo con un grifo. Por ello tienen la cabeza, las alas y las garras delanteras de un águila gigante y el cuerpo, patas traseras y cola de caballo. Estas criaturas poseen un gran sentido del honor, son respetuosas con quienes les respetan, pero a la vez son indomables y violentas a quienes les falten al respeto.
Esto es algo que los que habían leído el libro o tenían alguna idea sobre criaturas mágicas sabían, pero al parecer Ron no lo sabia, extraño teniendo en cuanta que uno de sus hermanos trabajaba con dragones, irónicamente.
Harry había conseguido de primera mano un paseo en Buckbeak, un macho grande y de brillantes plumas blancas y grises, incluso alguna tenia un ligero tono azulado y un pelaje blanco.
Ron no parecía muy contento cuando Hermione lo abrazo y le decía lo impresionante que se había visto, Draco también estaba emocionado y decía que volar en una criatura así debía de ser increíble, en conclusiones, el pobre niño trato de lucirse y salto sobre Buckbeak cuando este estaba entretenido comiendo un hurón y se asusto mucho.
El pobre animal se levanto sobre sus patas traseras y se movió un tanto bruscamente para tratar de desacerse del joven por las buenas.
- Ron ¡¿Pero que haces?! ¡Dejate caer antes de que te hagas daño! ¡¿Como se te ocurre hacer algo así?! - Grito Hagrid horrorizado, si lo hacia por la perspectiva de que Ron saliera herido o porque Buckbeak lo estaba pasando mal aun no lo sabían.
- ¡No! ¡Seguro que esto no es tan difícil!
- ¡Ron, que te bajes! - Grito Hagrid.
Por supuesto Ron no hizo caso y Buckbeak se canso de ser gentil, con un poderoso chillido de águila se alzo por los cielos y comenzó a hacer peligrosos movimientos para que Ron se cayera de su lomo, cosa que no era demasiado complicado teniendo en cuanta la forma que se iba resbalando.
- Supongo que tenemos que ayudarlo – Suspiro Hermione.
- Si, eso estaría bien, vale que no te caiga bien pero una cosa es eso y otra que lo dejes caer a una altura suficiente para que se mate – Dijo Harry.
- No me tientes – Dijo Hermione cerrando los ojos, con un suspiro dramático volvió a transformarse ante la atónita y alucinada mirada de todos.
- Nunca me cansare de ver eso – Dijo Draco.
- Aun no has tenido tu paseo, que tal si salvamos al pobre idiota y luego sobrevolamos el lago, esta hermoso en esta época del año – Dijo Hermione casualmente tumbándose en el suelo para que Draco pudiera escalar hasta su espalda.
- Tus deseos son ordenes, Princesa – Dijo Draco mientras se Hermione comenzaba a volar hasta el furioso hipogrifo.
Hermione engancho a Ron por su túnica con sus garras y lo miro con sus penetrantes ojos de dragón.
- ¡Solo a ti se te podría ocurrir hacer algo tan estúpido como esto Ronald Weasley! - Se quejo Hermione – Vamos Buckbeak, ya te lo he quitado de encima, calmate y volvamos a tierra para que puedas volver al bosque con los demás – Animo con un asentimiento.
Hermione voló hacia el suelo y se quedo volando cerca del suelo donde sus alas comenzaron a dar viento a todos y a levantar un poco de polvo, dejo caer a Ron y Buckbeak aterrizo pacíficamente al lado de una hembra oscura que le cepillo las plumas del cuello con el pico.
- Bien, clase desestimada, Ron, ven conmigo, vamos a hablar con el director ¿Como se te ocurre hacer algo tan peligroso? ¿Te das cuenta que has puesto en peligro a toda la clase y a los hipogrifos por querer lucirte? Ya hubieras tenido tu turno para volar de forma segura sobre un hipogrifo – Comenzó a decir el medio gigante – Ah...gracias Hermione, Draco.
- No hay de que, yo no he hecho prácticamente nada – Dijo Draco.
- A sido un placer – Dijo Hermione.
- ¡Nos vemos para la cena! - Grito Harry mientras la pareja se alejaba volado hacia el lago negro – Bien empezamos el año...
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