Nuevos descubrimientos
(N/A: YA HE EMPEZADO LA ESCUELA POR LOQUE NO SE SI PODRE SEGUIR PUBLICANDO TAN REGULARMENTE COMO LO HE ESTADOHACIENDO, AUN ASÍ, INTENTARE HACERLO. TENEDME PACIENCIA PLIS, PROMETO SEGUIRESCRIBIENDO CADA SEMANA SOLO QUE ES POSIBLE QUE ALGUNA VEZ PUBLIQUE UNOS DÍASMAS TARDE POR CAUSAS DEL COLEGIO)
Hermione se adentró en el despacho del director y miro a su alrededor, y si hubiera estado menos asustada seguramente podría haberse fijado en todos los extraños libros en la biblioteca personal del anciano hombre, los extraños cachivaches que adornaban la habitación y el enorme ave fénix que la miraba con curiosidad desde una percha de oro al lado del asiento del director, quien no se veía por ninguna parte.
- ¿Director? ¿Señor? ¿Profesor Dumbledore, se encuentra aquí? – Pregunto Hermione, pensando que era más prudente tratarlo como una estudiante normal en caso de que el hombre se encontrara en compañía, estaba seguro que a otro estudiante o profesor le resultaría extraño el saber la familiaridad que compartían ambos.
El fénix, viendo como la nerviosa chica ni siquiera había reparado en él, decidió canturrear una ligera melodía alegre y tranquilizadora a la vez.
Hermione cerro los ojos para deleitarse con el hermoso sonido, y cuando volvió a abrirlos se sentía muchísimo más tranquila, fue entonces cuando se giró para ver al fénix que no había apartado la vista de ella en ningún momento.
Era un fénix enorme y por su postura Hermione dedujo que ya era muy viejo, sus plumas eran rojizas y amarillentas con toques anaranjados en los puntos específicos para que cuando le diera el sol pareciera que resplandecía en rayos dorados, una larga y hermosa cola a pesar del aspecto desaliñado debido a la avanzada edad y unos ojos negros que brillaban con la misma luz tranquila y simpática que Albus.
Hermione no lo pudo evitar, quedo totalmente hipnotizada por el fénix y se acercó suavemente a él, levantando una mano para intentar acariciarle las plumas. El ave no se quejó por las mimosas caricias que le proporcionaba la chica, es más, froto su cabeza contra su frente como si se tratara de un gatito mientras soltaba gorgoteos que simulaban el ronroneo de estos.
La castaña rio encantada por el animal hasta que sin previo aviso este se prendió fuego, Hermione aparto la mano instintivamente antes de darse cuenta de que, en realidad, no se había quemado, ella volvió a mirar a la percha donde hace unos instantes reposaba el hermoso fénix y ahora habían unas cenizas en un platito debajo de la misma.
- ¿Hermione? ¿Qué ocurre? – Dijo la voz del amable director.
- ¡Albus! Menos mal, tu fénix acaba de darme un susto de muerte – Lloro mientras se acercaba a él.
- Ah, no te preocupes, estoy seguro que ya sabes que el fénix muere... – Mientras decía esto se acercó a las cenizas y las aparto con un dedo suavemente, y, haciéndole una seña para que se acercara le mostro el pollito de fénix que ni siquiera tenía plumas aun, ni siquiera había abierto los ojos del todo, pero aun así ya estaba comenzando a graznar melódicamente -...y luego renace. Es impresionante como algo que al ser humano le aterra tanto como lo es la muerte puede convertirse algo hermoso para otras criaturas, manteniendo el equilibrio entre la vida y la muerte. Hace unos días que le decía a Fawkes que no tenía buen aspecto, menos mal que ya ha...renacido – Albus agarro con cuidado al polluelo y lo deposito en las manos de Hermione mientras el pequeño Fawkes cantaba y frotaba su cabeza y alas contra las manos de la joven en señal de cariño.
Hermione escucho atentamente las palabras de su padrino, finalmente suspiro y se dispuso a contarle lo que había sucedido hace apenas unos minutos.
- Albus, he encontrado a Sir Nicholas y a Justin, un chico de Hufflepuff, petrificados en un pasillo, iba tan metida en mis pensamientos que no estaba poniendo atención en donde pisaba, entonces me tropecé con Justin y me asuste tanto que chille, Minerva salió a ver qué pasaba y me ha traído aquí, ha avisado vía Patronus a la Señora Pomfrey y deben habérselos llevado a la enfermería - Explico Hermione mientras acunaba a Fawkes cerca de su pecho.
- Ya veo – Suspiro el director, perdiendo ese usual brillo que siempre adornaba la mirada del hombre.
- Albus...¿Tu y los profesores no tenéis aun una mísera pista de lo que sea que pueda ser el monstruo que Salazar Slytherin ha encerrado en esa cámara? – Pregunto Hermione.
- Me temo que no, de saberlo, de tener una pista, seguramente ya habríamos podido detener esta locura – Murmuro Albus, totalmente abatido – Te acompañare hasta tu sala común, ya es muy tarde y mañana tienes clase, después he de ir a la enfermería – Sentenció.
Hermione asintió obedientemente y volvió a dejar a Fawkes entre las cenizas y las amontono a su alrededor para hacerle una especie de nido, el pobre polluelo protestaba por haber sido movido de las suaves y cómodas manos de la chica que lo acunaba amorosamente.
- Lo siento Fawkes, pero te prometo que vendré a verte – Dijo Hermione acariciando con un dedo la cabecita del fénix para luego mirar a su padrino.
- Por supuesto, estoy seguro que a Fawkes le encantara tener a alguien joven y enérgico con quien jugar – Y con estas palabras ambos abandonaron el despacho para dirigirse a la torre de Gryffindor.
...
Unas semanas después el trio junto a Blaise y Theo estaban en el baño de Myrtle, Harry había conseguido un pelo de Crabbe mientras este se encontraba dormido gracias a una sencilla poción del sueño proporcionada por Hermione, que logro hacerla con los ingredientes que sobraron de la poción Multijugos, dejaron al chico dormido en un armario y siguieron con su plan.
Hermione en cambio consiguió un pelo de Bulstrode, una niña de Slytherin de su año, era corpulenta y de pelo negro corto de manera un tanto disparejo, además de utilizar el mismo método que con Crabbe para que nadie sospechara nada.
Una vez la poción estuvo lista la colocaron en dos pequeñas botellitas con la cantidad justa para que aguantaran el tiempo suficiente y pudieran preguntar a gusto.
- Bueno... - Mascullo Hermione mirando con asco la poción en sus manos – A vuestra salud – Harry asintió a las palabas de su amiga y bebieron todo lo rápido que pudieron.
Todos estuvieron ansiosos de lo que pudiera pasar, pero al principio no pasó nada, pero al instante Hermione y Harry se sostuvieron el estómago y se taparon la boca.
- ¡Voy a vomitar! – Exclamo Hermione corriendo a unos de los lavabos y encerrándose en él, Harry, en cambio, no dijo nada, solo corrió hacia un lavabo para encerrarse.
Los chicos estaban sorprendidos por la reacción de los dos Gryffindor, el primero en recuperarse del shock fue Draco que corrió hacia la puerta donde estaba Hermione.
- ¡Hermione! ¿¡Hermione, estas bien!? – Draco se pegaba a la puerta para intentar escuchar algo, pero lo único que oía era las arcadas y fuertes respiraciones de la chica.
El rubio estaba muy preocupado ¿Y si la poción había salido mal? Draco no quería ni pensar en lo que haría si algo le pasaba a Hermione.
Entonces Harry salió de su lavabo...bueno, en realidad Crabbe salió del lavabo.
- Eso ha sido desagradable...¿Hermione aún no ha salido? – Pregunto Harry.
- No, espero que este bien, la poción funciona bien, al menos ha funcionado contigo por lo que no sé qué ha podido pasar – Dijo Theo.
- ¿Hermione? – Volvió a preguntar Draco al notar que la respiración de la joven se calmaba hasta volverse constante.
- E...Estoy bien...seguid sin mí – Dijo Hermione, su voz temblorosa.
- Pero, ¿Qué dices? Pero si has sido tu quien diseño casi todo el plan y la que más ha trabajado para llevarlo a cabo – Dijo Draco sorprendido – Hermione, se sincera ¿Estas bien?
- Que sí, estoy bien...es solo que no puedo salir así...
- Ala, sabemos que Bulstrode es más troll que chica, pero...al fin y al cabo Harry también parece un troll – Dijo Blaise en un intento de calmar las cosas.
- ¡No es eso! Es que...es difícil ¿Vale? – Dijo Hermione en un bufido.
- Bueno...está bien, estaremos aquí lo antes posible...
- Si...está bien ¡y recordad ser astutos! –Chillo Hermione mientras oía a los chicos salir del baño.
Una vez que estuvo segura de estar sola, Hermione salió del lavabo para poder verse reflejada en uno de los tantos espejos del baño y ahogo un grito que llamo la atención de Myrtle.
- ¿Qué te pa...? ¡¡¡Jajaja...HAHAHAHAHAHA!!! – Myrtle comenzó a reír casi histéricamente mientras la apuntaba con un dedo.
- ¿Qué te hace tanta gracia? – Gruño Hermione de mala manera.
- ¿Pero tú te has visto? ¡Pareces un gato mutante! – Rio Myrtle mientras le lloraban los ojos de la risa.
Era verdad, Hermione parecía un gato, como un Furry de una gata persa de pelaje blanco y marrón con mucho pelo, sobre todo en las orejas y la cola con los ojos azules y la pupila redondeada por la oscuridad del lugar (N/A: Si no sabéis que es un Furry buscadlo en Google)
- No lo entiendo, estoy segura de que la poción estaba bien echa ¿Por qué no ha funcionado conmigo? A lo mejor no funciona con dragones..., pero si ese fuera el caso seguro que Derek me habría advertido, entonces, ¿Qué ha pasado? – Hermione comenzó a pasearse por el lugar, moviendo la cola de un lado a otro y agitando las orejas con frustración.
Finalmente, la solución pareció golpearla y corrió hacia su mochila donde tenía dentro de un frasquito de cristal dos más de los pelos que había utilizado para la poción, había agarrado más de uno por si uno solo no era suficiente, los agarró de la túnica de la Slytherin cuando fingió que tropezaba con ella.
Llevo el frasquito a la altura de sus ojos y finalmente lo abrió para poder frotarlos entre sus dedos.
- Son suaves...demasiado suaves como para ser de un humano...¡Espera un momento! ¡Oh no, soy estúpida! –Hermione soltó un gemido lastimero y volvió a andar por todo el baño en un intento de calmarse mientras trataba de ignorar las burlas de Myrtle.
¡Había cogido pelos de gato!
La poción Multijugos no funcionaba con animales, solo con personas, había estado tan metida en acabar la poción lo antes posible y en asegurar que Harry consiguiera un pelo de otro Slytherin que no había prestado atención en su propia tarea.
Hermione se sentó en el suelo de nuevo y cerró los ojos hasta que se cansó de las burlas de Myrtle.
- Myrtle bonita, ¿Podrías dejar de ser hipócrita, por favor? – Bufo de mala manera, Myrtle dejo de reír al instante.
- ¿Hipócrita yo? – Pregunto la fantasma ofendida.
- Si – Afirmo Hermione con fría decisión – Siempre te lamentas de que los demás se burlan de ti y pides respeto y que dejen de molestarte, pero estas aprovechando un momento de debilidad para burlarte de otra persona, en este caso yo, pero ese no es el punto, el punto es que te estas comportando de la misma manera de cómo se comportan esos alumnos que te molestan, ¿Qué te hace pensar que sus burlas hacen daño pero que las tuyas no?
Myrtle se quedó callada durante unos segundos en los que pareció reflexionar sobre las palabras dichas por la bruja, al final pareció sinceramente avergonzada y arrepentida.
- Lo...lo siento mucho, tienes razón, si yo me burlo de alguien de una manera tan cruel no soy mejor de los que se burlan de mí, ¿Me perdonas? – Se disculpó la fantasma mirando hacia sus fantasmagóricos pies.
- Por supuesto – Sonrío Hermione, satisfecha con el resultado.
- ¿Y ahora que harás? – Pregunto Myrtle sentándose a su lado.
- Pues esperare a que los chicos vuelvan...no tengo otra opción – Suspiro Hermione agitando una última vez la cola.
Los chicos regresaron poco antes de una hora que era el tiempo límite que tenían hasta que la poción terminara su efecto.
Al entrar en el baño la apariencia de Harry ya había cambiado y volvía a verse como un chico delgado de desordenado pelo azabache y ojos verdes detrás de sus gafas.
- ¿Hermione, estas bi...bien...? – Comenzó Draco, tropezando con las palabras al verla y finalmente dejando la pregunta en el aire.
- ¿Pero qué demonios te ha pasado? – Cuestiono Theo mientras fulminaba con la mirada a Blaise que hacia un esfuerzo sobrehumano para no comenzar a reír hasta ahogase.
- Oh, nada – Comento Hermione, ligeramente irritada – Solo me he equivocado con el pelo que recogí, resulta que el pelo de la túnica de Bulstrode era de su gato, y la poción Multijugos no funciona con animales, pero eso no importa ahora, lo importante es, ¿Habéis descubierto algo nuevo? – Dijo Hermione, bufándole a Blaise cuando intento acariciarla.
- Me temo que no – Suspiro Harry.
- Hemos hablado con Pansy – Conto Draco – Pero, aunque parecía muy complacida con el hecho de que los hijos de Muggles estuvieron siendo atacados podemos asegurar que ella no sabe nada sobre la bestia que se esconde en la cámara ni de quien es el heredero, y desde luego ella no es la heredera, de serlo hubiera estado fanfarroneando y presumiéndolo – Estas últimas palabras fueron dichas con más dureza de la que había querido.
- Draco está enfadado – Explico Theo y ante la muda pregunta de Hermione el castaño siguió – Pansy ha dicho que le gustaría que tu fueras la siguiente – Aclaro.
Hermione gruño estrechando los ojos con fastidio.
- Esa maldita... - Mascullo de mala gana – En fin, no le hagas caso, no me pasara nada – Draco asintió algo más aliviado y se posiciono a su lado, levanto una mano vacilante y la acaricio detrás de las orejas, Hermione cerro los ojos con gusto y soltó un ronroneo que inmediatamente detuvo al taparse la boca y levantándose de inmediato, totalmente avergonzada y sonrojada.
- ¿Acabas de ronronear? – Dijo Harry aguantándose la risa.
- ¡No! – Exclamo Hermione con las orejas pegadas al pelo en señal de incomodidad y la cola erizada.
- Lamento interrumpir – Llamo Theo – Pero, ¿No deberíamos llevar a Hermione a la enfermería?
- Si, pero, ¿Cómo demonios explicaremos que me haya convertido en la mascota de Gryffindor sin dar explicaciones sobre una poción ilegal? – Pegunto Hermione.
- Diremos que estábamos practicando hechizos y que uno salió mal – Aconsejo Blaise encogiéndose de hombros, como si fuera algo totalmente probable y que ya había pasado, aunque conociendo a Blaise, quien sabe...
- Buena idea – Dijo Harry, de acuerdo con el moreno.
Los chicos llevaron a Hermione a la enfermería debajo de la capa de invisibilidad de Harry a petición de ella misma, le daba mucha vergüenza que los demás la vieran así.
Una vez en la enfermería Madame Pomfrey no tardo en correr al lado de Hermione y pedir explicaciones, Draco le dijo que habían estado practicando hechizos y que uno había salido mal.
La enfermera no tuvo muchos problemas para creerle, al fin al cabo ella llevaba mucho tiempo siendo enfermera en Hogwarts y había visto cosas mucho más raras cruzar esas puertas.
Pomfrey condujo a Hermione a una de las camillas más alejadas y coloco cortinas para que pudiera tener intimidad en caso de que otro alumno herido llegara a la enfermería, ella le informo que debería tomar una poción en específico para acelerar el proceso debido a que el efecto del "Hechizo" eventualmente se pasaría solo.
Antes de irse para dejar a Hermione descansar un rato ella le dijo a Hermione que llamaría a su hermano para que se quedara con ella, esto sorprendió y asusto a Hermione a partes iguales, pues ella pensaba que solo sus padrinos, el Profesor Snape, Harry y Draco (Y tal vez Hagrid u otro profesor) sabían de su parentesco con Derek o más bien sobre su verdadero origen.
- O querida, soy la enfermera de un colegio de magia lleno de adolescentes, tengo las fichas medicas de todo vosotros, por supuesto que están fuertemente guardadas y selladas para que nadie que no sea yo o que yo misma lo autoricé pueda verlas, sé que Derek es tu hermano y que eres una dragona, sospecho que no tardaras mucho en transformarte ¡Oh vamos, no me mires así! Tu hermano estuvo en la enfermería muchas veces cuando era estudiante, le encantaba meterse en líos y también lo vi transformarse un par de veces, su primera transformación fue cuando tenía aproximadamente tu edad – Y con esta explicación la bruja mayor le sonrió a la atónita joven y salió en busca del hermano mayor.
Derek no tardó en aparecer, pues, aunque trato de ocultarlo lo mejor posible, en cuanto Poppy le dijo que Hermione estaba en la enfermería y le pidió si podía ir y cuidarla mientras ella salía a hacer unos recados, él salió corriendo hacia la enfermería...¡No sin antes mirar a Poppy ofendido! ¡Ella no debía pedirle que cuidara de su hermana! ¡Lo haría con gusto y con mucho mimo!
- ¡Hey! ¿Todo bien gatita? – Pregunto Derek cuando se coló en la extraña tienda de campaña que Hermione se había hecho con las cortinas colgándolas del mismo ángulo, sospechaba que usando magia, y apoyándolas en algunas sillas para darle espacio a su alrededor.
- Muy gracioso... - Suspiro Hermione, mirando de reojo a su hermano.
- Venga, si eres adorable – Dijo Derek sentándose en la cama al lado de su hermana y apoyando la espalda en la cabecera de la camilla.
Hermione se movió y se coló entre las piernas del mayor para poder sentarse cómodamente y apoyar su cabeza en el pecho de él, Derek sonrió y la abrazo acercándola hacia a su cuerpo, y para vergüenza de Hermione, ella soltó un ronroneo, pero lo que la dejo en shock fue que Derek le devolvió el ronroneo de forma más audible y grabe, de hecho, podía sentir su pecho vibrar por el suave sonido que producía.
- ¿Has ronroneado? Es decir, lo entiendo viniendo de mi parte porque literalmente parezco un Furry de gato, pero, ¿Tu? – Cuestiono Hermione sorprendida.
- ¿No sabias que los dragones podemos ronronear? – Cuando Hermione negó con la cabeza asombrada se dispuso a seguir explicando – Los dragones tenemos unas cuerdas bocales que son algunas gruesas y otras finas además de muy fuertes, eso hace que no sea incomodo al exhalar fuego y que podamos controlar una gran gama de sonidos y sus intensidades que, junto al lenguaje corporal, permiten saber a los demás como nos sentimos, (Claro que con nosotros da igual porque podemos hablar, pero los demás dragones no) uno de esos sonidos es el ronroneo, lo solemos utilizar para demostrar cuando algo nos gusta o nos satisface, además que también es un método que se utiliza para calmar, demostrar afecto o arrullar a las crías cuando están asustadas o nerviosas por algo, pero también puede servir para tratar de calmarse a uno mismo, aunque para este propósito no suele utilizarse mucho.
Después de esto ambos hermanos continuaron hablando un largo rato hasta que Hermione finalmente se durmió debido al cansancio acumulado por el estrés provocado por la situación actual, debían mantenerse en secreto, su "Metamorfosis" a dragón estaba a punto de completarse y el maldito asunto de la cámara de los secretos, eso la había superado.
Derek ronroneo arrullándola con enorme cariño como él mismo había explicado y se levantó suavemente para estirarla correctamente sobre la cama, la arropo con las mantas asegurándose de que no cogería frio y le dio un suave beso en la cabeza.
- Que descanses, Princesa – Y con esas palabras el joven salió de la enfermería satisfecho.
Derek era un joven cariñoso que, a pesar de haberlo pasado muy mal, cariño no le había faltado, y aunque sabía que a su hermana tampoco le había faltado porque John y Jane eran dos padres amorosos, sentía la necesidad de proteger y cuidar de su hermana pequeña, para los dragones la familia era siempre lo primero, y ya que no había podido cuidarla prácticamente toda su infancia, se aseguraría de cuidarla de ahora en adelante como el hermano mayor cariñoso, responsable y leal que era.
...
Hermione pudo salir una semana después y llego a la conclusión que Snape sabía que habían sido ellos los que habían asaltado su despensa, pero no estaba completamente segura debido a que el severo profesor no reclamo en ningún momento y tampoco hizo preguntas, se limitó a darle las pociones necesarias y ya está.
Después de ello Hermione, Harry y Draco se dirigían hacia el cruce donde debían separarse para ir cada cual, a su respectiva sala común, era viernes y las clases ya habían acabado, una hora y media antes por ser viernes.
Caminaban con tranquilidad y hablaban animadamente cuando oyeron los lamentos de Myrtle más agudos de lo normal, se miraron entre ellos, cuestionándose lo que deberían hacer, y finalmente entraron en los lavabos para saber qué era lo que tenía a la pobre Myrtle tan mal.
- ¿Myrtle? ¿Qué tienes? – Pregunto Hermione mirando a la fantasma que estaba sobre una de las grandes ventanas acurrucada.
- A entrado alguien y me ha lanzado un libro, no me ha dado de milagro – Sollozó lastimeramente.
- Pero...si a ti no te dolería el golpe – Comento Harry a lo que Draco se dio una palmada en la frente y mascullo algo que sonó a "Se un poco más sensible por favor"
- ¡Ah, claro! ¡Vamos todos a lanzarle cosas a la llorona de Myrtle, total, ella no puede sentirlo! ¡20 puntos para quien se lo cuele por el estómago! ¡50 si es en la cabeza! – Chillo indignada a lo que el pobre Harry levanto las manos en señal de disculpa.
- No le hagas caso Myrtle, Harry a veces habla sin pensar, dime, ¿Qué es lo que te han lanzado? – Intervino Hermione en un intento de calmar los ánimos.
- Ese libro de ahí – Murmuro señalando el susodicho libro.
Hermione arqueó una ceja y se acercó cautelosamente al libro, una vez se aseguró de que aparentemente no tenía ningún hechizo que pudiera hacerles daño lo levanto del suelo y lo abrió.
- Nada – Dijo asombrada – Está totalmente en blanco – Volvió a cerrar el libro y se fijó en la sencilla portada, fue entonces cuando se fijó en el nombre del antiguo dueño - ¿Tom Riddle? ¿De qué me suena ese nombre?
- Ese nombre está en la sala de trofeos ¿Recuerdas? Ese tipo logro un premio por servicios a la escuela – Aclaro Draco a lo que Hermione asintió, pareciendo pensativa durante unos segundos.
- Oye Myrtle, ¿Te importa si nos llevamos el diario? – Dijo Hermione frunciéndole el ceño al libro en sus manos.
- Adelante, haced lo que queráis con él, como si decidís quemarlo – Y con un ademan, se despido de ellos y se deslizo entre las paredes del lavabo.
- Hermione, dámelo por favor – Pidió Harry, cuando Hermione se lo dio el joven de gafas sintió un desagradable cosquilleo en su cicatriz que lo obligo a frotársela.
- ¿Estás seguro de llevarlo? – Dijo Draco desconfiadamente y Harry asintió, seguro de sí mismo.
- Si, este diario tiene algo raro, y quiero saber que es – Dijo Harry.
Y con estas palabras los chicos continuaron su camino hacia sus salas comunes.
Esa noche Hermione pensaba en cómo descubrir lo que era exactamente el monstruo que controlaba el Heredero de Slytherin.
La única conclusión clara que había podido sacar era que, definitivamente, el monstruo era una serpiente de algún tipo o una subespecie de serpiente, ¿Por qué una serpiente? Sencillo, el escudo de Slytherin era una referencia clara, podía parecer muy obvio, pero era ahí donde residía la gracia del misterio, era tan obvio que la mayoría de las personas pensaban que Salazar Slytherin no utilizaría una bestia que podía incriminarle tan directamente, por eso era un plan tan brillante, la pregunta ahora sería ¿Qué clase de serpiente? Y ¿Cómo hace para moverse por el castillo sin ser visto?
Hermione se anotó mentalmente que debía ir a la biblioteca y consultar Animales fantásticos y donde encontrarlos, de Newt Scamander para investigar sobre las serpientes y sus subespecies.
A la mañana siguiente Harry les conto como había estado hablando con Tom Riddle, antiguo dueño del diario y de que le había mostrado que hace cincuenta años esto ya había pasado, y había sido tan grabe que había matado a una alumna, les dijo que Riddle había acusado a Hagrid de ser el dueño del monstruo y que debido a esto lo expulsaron.
Harry y Draco se negaban a creer que Hagrid fuera el causante de todo aquello, conocían al grandote y amable guardabosques y sabían que Hagrid era incapaz de hacerle daño a alguien, Hermione en cambio dejo en claro que ella de quien dudaba era de Tom Riddle, uno no acusaba de una manera tan desesperada pero a la vez con un semblante tan calmado a menos que estuvieras intentando encubrir algo, además, ellos conocían a Hagrid, pero no tenían ni idea de quien era ese tal Tom Riddle además de que fue un estudiante de, Sorpresa Sorpresa, Slytherin.
Hermione gruño fastidiada, tenían que darse prisa en detener al monstruo y al Heredero de Slytherin antes de que acabara con la muerte de otra persona inocente.
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