Maravillosa velada
Hermione estaba en casa de su hermano, Derek la había llamado y le había dicho que tenia algo para ella.
- ¿Me tienes un regalo? No es mi cumpleaños – Se rió Hermione, sentada en el sofá de su hermano mientras él le traía una taza de cacao.
- ¿Necesito que sea tu cumpleaños para regalarte algo? - Derek hizo un puchero y se llevo una mano al pecho falsamente ofendido.
- No, no – Sonrió Hermione – Claro que no.
- Pero antes... - Dijo Derek, con tono de vieja cotilla, como las que siempre miran por la ventana a cierta hora del día – Dime, ¿Como fue la cita? Porque ambos sabemos que era una cita, no me lo niegues, no te atrevas a negarlo. Y yo, como tu hermano mayor, tengo que saber que es lo que esta pasando con mi inocente y dulce hermanita pequeña.
- ¡Oh, vamos! ¡No te lo crees ni tú! Solo quieres enterarte del salseo porque Alek esta trabajando, no vuelve hasta la noche y te aburres como una ostra ¿Tengo razón? – Hermione se cruzó de brazos y miró a su hermano con una ceja alzada.
- Bueno, es posible, hay alguna posibilidad, se oye rumorear, tal vez... - Derek rodó los ojos mientras tomaba un sorbo de su propia taza – Puede que tengas cierta razón.
- Aham – Asintió Hermione.
- Pero venga, cuéntame como fue – Dijo Derek – Cuenta, cuenta.
- Seras cotilla...¡Pero si tu estabas compinchado, que Draco me dijo que te pidió permiso!
- Si, es verdad – Dijo Derek – Fue tierno que quisiera mi permiso, el pobre estaba muy nervioso, creía que no le daría permiso y que actuaria como cualquier hermano sobreprotector, fue divertido verlo retorcerse antes de darle permiso.
- ¿Oh, acaso no te comportas como un hermano mayor sobreprotector? - Dijo Hermione con una sonrisa ladina.
- Solo si la situación lo amerita, que yo soy un hermano mayor muy guay, eh – Derek sonrió cuando Hermione le asintió exageradamente – Pero Draco es un buen chico, y aprecio que pensara en pedirme permiso antes de hacer algún movimiento, hoy en día estas formalidades ya casi no valen nada, todo va cambiando al fin y al cabo, pero no quita que haya sido dulce de su parte.
Ambos hermanos se mantuvieron callados durante unos segundos antes de que Derek volviera al ataque.
- Así que...¿Sois novios? - Preguntó con honesta curiosidad.
- No exactamente – Dijo Hermione, lo que sorprendió a su hermano, a sus ojos (Y a los de Alek, o casi a todos en Hogwarts) era un echo que tarde o temprano esos dos terminarían juntos, solo hacia falta ver como se miraban y como se trataban, había ocasiones en las que el pobre Harry se sentía que estaba haciendo la función de aguanta velas.
- ¿Oh? ¿Y eso? - Preguntó Derek.
- Bueno, una relación romántica requiere mucho trabajo...y muchas cosas pueden ir mal.
Derek asintió con cuidado.
- Y Draco es muy importante para mi, muy importante, no soportaría que dejáramos de ser amigos porque nuestra relación no acabase bien.
- Ya veo.
- Así que, hemos decidido que iremos juntos al baile y...si todo sale bien, podremos empezar a salir oficialmente como pareja – Hermione sonrió algo sonrojada.
Derek se rió alegremente.
- Buena decisión, me alegra que seáis precavidos – Dijo – Aunque según he oído Ron ha hecho el ridículo en la clase de estudió, he oído algunas chicas decir que se negaba a ver la verdad de no se que y que era un tonto por entrometerse en lo que no le llaman, no me he acabado de enterar pero ¿De que iba eso? Encima el otro día Alek y yo fuimos al Callejón Diagon a comprar un par de libros que quería leer y nos encontramos a Molly Weasley y nos miro de una manera que dio miedo, como aquellas personas que siempre actúan súper amables y afables...demasiado amables ¿Sabes? Me dan escalofríos solo de recordarlo, salimos de allí lo más rápido que pudimos.
Hermione resopló con cierta molestia.
- Ya – Gruñó – Hace un par de días, después de que Draco me invitara al baile, en la clase de estudio Ron trató de "Invitarme" a su manera, que a mi parecer es completamente ofensiva. Primero se dio cuenta de que, de hecho, soy una chica, luego dijo que seria muy triste si fuera sola ¡Ni siquiera paso por su diminuto cerebro que tal vez ya tenia una pareja para el baile! Y luego dijo que deberíamos ir juntos porque somos de la misma casa y al parecer "Todos esperan que así sea" - Bufó.
- Y por "Todos" supongo que es su madre – Suspiró Derek.
- Más que probable – Asintió Hermione – Aún me cuesta entenderlo, ¿Porque Molly gastaría tanta energía en buscarles buen partido a sus hijos? ¿Si quiere mejorar su estilo de vida porque no busca otras soluciones? Quiero decir, sus hijos ya no son pequeños bebes ¿No? Podría buscarse algún trabajo de media jornada para pasar el rato y no tener que estar sola en casa mientras su marido trabaja y sus hijos están en el colegio y encima se llevaría algún dinero extra. No lo encuentro tan malo.
- Lo se, Hermione, de hecho en un muy buen plan – Dijo Derek – Pero has de entender que Molly se ha criado de cierta manera, puede sonarte arcaico y en cierta medida un poco insultante, pero para Molly, su trabajo consiste en ser ama de casa y cuidar de los niños mientras su marido trae la comida a casa, tú, por otro lado, te has criado en un ambiente donde tus dos padres trabajan y les va muy bien, ambos han cuidado de ti en la mismas condiciones y te han criado para que puedas ser alguien independiente y puedas mantenerte sola, pero mientras que tú puedes ver las diferencias y saber que es lo que quieres para ti, Molly cree que su manera es la manera correcta y que es como debería ser y por lo tanto, lo que quiere para sus hijos.
Hermione miró a su hermano pensativa y asintió comprendiendo las palabras de su hermano.
- De todas formas, mientras que sus hijos mayores y Ginny han decidido por si mismos que no quieren que su madre controle sus vidas y ni mucho menos que trate de buscarles la pareja que más le convenga a ella, Ron esta de acuerdo con su madre y deja que ella le llene la cabeza con sueños de conseguir todo lo que desea sin esfuerzo, y al final, él mismo ha acabado por creerse las fantasías que le cuenta su madre.
Hermione suspiró, sabiendo que no podría librarse de Ron en el corto plazo.
- Pues no se como hacerle entender que no es que no quiera salir con él ¡Si no que ni siquiera me cae bien!
- Lo único que puedes hacer es ser igual de cortante y fría como hasta ahora, puede que si comienzas a salir con Draco se enfade y trate de convencer a todos de que te ha hechizado o algo así, pero con el tiempo no le quedara de otra que aceptarlo y seguir con su vida o quedarse amargado para siempre, nada demasiado peligroso...espero – Dijo Derek.
- Siempre podríamos dárselo de merienda a las Acromantulas – Comentó Hermione casualmente, como quien mira llover.
-¡Pobres acromantulas, les daría una indigestión! - Se rió Derek.
Y ambos hermanos estuvieron riéndose hasta que terminaron su cacao y Derek se levantó.
- De todos modos te pedí que vinieras porque me gustaría que tengas algo y que lo lleves en el baile, ven sígueme – Derek le sonrió a su hermana y camino hacia una de las habitaciones en las que guardaba las pocas cosas que había podido salvar de sus padres y su hermano mayor.
Hermione le siguió con curiosidad y miró con solemnidad la puerta, sabia que adentro estaban los pocos recuerdos físicos que pudieron mantener de sus padres y que era muy importante para Derek, sobretodo para él ya que ella apenas podía recordar a sus padres o su hermano más mayor, solo recuerdos vagos y el sonido de sus voces.
Entraron tranquilamente y Hermione observó la habitación.
Parecía una especie de trastero porque estaba llena de cosas colocadas, si bien con cuidado y mimo, sin ningún tipo de orden o sentido. Derek se acercó a un armario viejo y parcialmente quemado y rasguñado pero que todavía cumplía bien su función y sacó cuidadosamente dos prendas de ropa para estirarlas sobre una mesa y después agarró una cajita que también colocó al lado de la ropa.
- Derek...es hermoso... - Hermione observó la ropa con una mirada maravillada en los ojos.
Era un hermoso vestido de tonos azules con algún detalle en plateado, era obvio que era un vestido algo antiguo pero estaba perfectamente conservado y, de alguna manera, su belleza no había flaqueado en todo ese tiempo, al lado del vestido había una capa ligera del mismo estilo que el vestido salvo que los tonos azules eran significativamente más oscuros para contrarrestar con el vestido. Era un traje formal y majestuoso, definitivamente digno de cualquier realeza que pudiera existir.
- Lo es ¿Verdad? - Derek sonrió y abrió la cajita para enseñarle a su hermana un brazalete de plata con zafiros incrustados al igual que unos pendientes con forma de lagrima, la plata tenia finos diseños y los zafiros brillaban suavemente – Tanto el vestido como las joyas eran de mamá, ella las llevó en varias ocasiones cuando tenia más o menos tu edad, o al menos eso es lo que ella nos decía, estoy seguro que habían varias fotos, pero no se si alguna logró salvarse, no he encontrado ninguna.
Hermione asintió de nuevo mirando embelesada las joyas y el vestido, después de un asentimiento de su hermano, Hermione se atrevió a tocar delicadamente la tela del vestido y la capa, no estaba segura de que material era pero era ligero y suave a la par que cómodo, se notaba que estaba hecho para poder moverse con facilidad en el.
- Me gustaría que llevaras el vestido y las joyas en el Baile de Navidad – Soltó Derek, sacando a Hermione de sus pensamientos.
- ¡¿Yo?! - Exclamó sorprendida.
- Por supuesto – Sonrió Derek – No querría que nadie más que tú lo llevara, era de mamá al fin y al cabo, y estoy seguro de que te quedara genial, y a mamá le hubiera gustado poder verte bailar con el – Derek tenia lagrimas en los ojos, pero se esforzaba para no dejar que cayeran, estaba orgulloso de su hermana y quería que llevara algo de su madre en una noche tan especial.
- Gracias, Derek – Hermione abrazó a su hermano con fuerza, enterrando su cara el pecho de Derek, suspirando cuando lo sintió rodearla con los brazos y acariciarle el pelo con cariño – Te prometo que lo cuidare muy bien.
- Lo sé, hermanita, lo sé – Sonrió Derek
Después de ese momento, la emoción de Hermione por el baile creció todavía más, no quedaba mucho para la noche del baile y todos estaban ansiosos.
Para Hermione los días pasaron con tranquilidad a pesar de parecer ir más lento de lo habitual, solo hubo algunos incidentes con cierta persona pelirroja, pero pudo salirse bien del embrollo, como la del día anterior, por ejemplo.
Hermione había estado paseando por las orillas del lago, Draco tenia clase y se divirtió al alejarse lentamente y sin ser vista cuando vio a Harry hablar animadamente con una joven de pelo rubio y soñadores ojos azules sobre alguna criatura mágica que a Hermione no le sonaba de nada, pero no queriendo estropear el hermoso momento decidió irse discretamente antes de que la notaran y su hermano había ido con Alek a la reserva porque ese día le apetecía ayudar y su ayuda siempre era apreciada.
Y, aunque se encontró sola, no le molestó, aprovechó para pasar un rato a solas consigo misma y, sentándose a los pies de su árbol, saco un blog, un lápiz y comenzó a dibujar el paisaje frente a ella.
Aunque la paz no le duró más de unos miseros minutos.
- Oye, Hermione – Dicha chica alzó la vista para ver a Ron sonriendole delante de ella.
- ¿...Dime? - Preguntó desconfiada, ese día estaba de buen humor y no quería que una discusión sin sentido con Ron se lo estropeara.
- Siento haberte pedido ir al baile delante de tantas personas, se que debiste sentirte un poco avergonzada al tener a anta gente mirándonos – Sonrió, como si ese fuera todo el problema – Pero ahora no tienes que preocuparte, estamos solos así que puedes aceptar con tranquilidad.
- ¿Entonces piensas que rechace tu "Invitación" porque soy tímida? - Preguntó Hermione incrédula, no creía que Ron realmente creyera que era tímida o que se había sentido avergonzada.
- Bueno, pues claro – Se rió el pelirrojo – No hay otra explicación.
- ¡Te di una explicación! - Gruñó Hermione.
- ¿Uh? - Y como siempre, Ron no se entera de nada.
- Te dije que tenia pareja – Dijo Hermione levantándose – Lo siento, pero llegas tarde, ya me lo ha pedido otra persona y estoy más que complacida con dicha persona, y ahora ¡Largo antes de que te de a las Acromantulas para merendar!
No hace falta decir que Ron se puso pálido y volvió rápidamente hacia el castillo, aunque no parecía que fuera a desistir pronto.
Hermione se dedico a bufar y seguir con su dibujo con su humor algo estropeado pero que se arregló rápidamente cuando Draco salió de su clase y se reunió con ella.
Y, finalmente, después de unos pocos días más de emoción y espera el Baile de Navidad ya estaba allí.
Hermione pasó bastante tiempo admirándose en el espejo para poder ver bien el vestido de su madre, era absolutamente hermoso.
Ginny y Luna, con quienes había quedado para ayudarse entre ellas la miraron con una sonrisa.
Ginny se acercó y le coloco la capa del vestido con suavidad y Hermione acabó de ajustársela a su medida y gusto.
- Es precioso, Hermione – Dijo Luna.
- Si, es probablemente el vestido más bonito que he viso nunca, y eso que me gusta mucho mirar vestidos en revistas de moda, de aquellas en que las modelos llevan vestidos que valen tres veces más que mi casa – Se rió Ginny.
- Era de mi madre – Explicó Hermione – Derek dice que este era uno de sus favoritos.
- Y con razón, es realmente precioso – Dijo Ginny, estando completamente de acuerdo – Y tú estas impresionante.
Y estaba más impresionante después de que, con una poción, bastante complicada pero efectiva a modo de champú logró hacer que su pelo se volviera más dócil para hacer un peinado formal pero a la vez con aire informal y rebelde que su pelo mantenía.
- ¿Creéis que a Draco le gustará? - Preguntó Hermione, cuando finalmente estuvo lista.
- ¿Le gustará? ¡Jah! ¡Se le caerá la baba solo de verte! - Exclamó Ginny.
Y de hecho, después de unos minutos más, las chicas comenzaron a dirigirse hacía la entrada del gran comedor donde las esperaban sus respectivas citas.
Harry y Draco hablaban tranquilamente entre ellos, preguntándose porque las chicas siempre tardaban tanto en arreglarse.
- Eso es porque ellas tienen más con que trabajar, nosotros ya no tenemos remedio – Se rió Draco.
Neville, que era la cita de Ginny, se rió con ellos alegremente a pesar de estar nervioso.
Ron estaba más alejado de ellos, cerca de la puerta, estaba enfurruñado y haciendo pucheros porque no había conseguido una cita para el baile, como había esperado tanto, creyendo que Hermione le diría que si como le había dicho su madre, ya todas tenían pareja, y algunas de ellas simplemente mintieron descaradamente porque no querían ir con él.
Entonces pudieron ver a Ginny y Luna bajar de la escalera con sonrisas radiantes y se juntaron con sus parejas.
- Estas preciosa, Luna – Alagó Harry, mirando a su compañera con ojos brillantes.
- Gracias, Harry – Sonrió Luna, con su característica voz suave y soñadora – Tú también estas muy guapo.
- Tú también estas muy hermosa, Ginny – Dijo Neville, más rojo que un tomate maduro.
Ginny se rió suavemente, Neville era un chico tan dulce y tierno, era imposible no quererlo.
- ¿Tú crees? - Bromeó – Muchas gracias, tú también estas muy guapo.
- Lamentó molestar, damas – Comentó Draco – Pero por casualidad no habrán visto a una joven que tiene cierta tendencia a transformarse en dragón ¿Verdad?
- Oh, tal vez te refieras a...¡La chica más guapa de todo el castillo! - Dijo Ginny, animada.
- ¿No crees que exageras un poco, Ginny? - Dijo la voz de Hermione desde lo alto de las escaleras.
Todos se giraron para poder ver a Hermione bajar las escaleras lentamente, con una sonrisa vigilando donde ponía los pies, no quería que algo le pasara al vestido de su madre.
- Vaya, Hermione... - Dijo Neville, sorprendido.
- Estas... - Trató de decir Harry, también sorprendido.
- Absolutamente preciosa – Dijo Draco, acercándose a ella y tomando su mano para acompañarla mientras bajaba los últimos escalones y, una vez abajo, besarle la mano tiernamente – Aunque a mi no me importa si llevas un hermoso vestido o una sudadera vieja, para mi siempre estas preciosa, Princesa.
Hermione se sonrojo, mirándolo con una enorme y boba sonrisa mientras sentía mariposas en el estomago.
- ¿¡Él!? ¿¡Vas al baile con esa serpiente!? - Oyeron a Ron gritar, claramente indignado, eso era traición, todos sabían que los Gryffindor y los Slytherin no podían juntarse, de todos modos no se llevaban bien.
O al menos eso es lo que Ron pensaba.
Por suerte nosotros no pensamos esas estupideces ¿Verdad? En fin...
- ¿Te sorprende? - Preguntó Ginny, honestamente confusa, todos sabían que esos dos se miraban con ojos de cachorro – Era obvio – Se rió.
Ron estaba rojo de rabia y celos, encima Hermione se veía hermosa, se suponía que es con él con quien debía ir al baile, y es a él a quien tendrían que prestarle atención, y tendría que tener un mejor traje de gala, no aquella cosa que traía puesta que más que traje de gala parecía un vestido hecho con unas cortinas de la abuela.
Iba a decir algo más, pero no tubo oportunidad porque justo en ese momento McGonagall les avisó que tenían que abrir el baile, por lo que los Campeones con sus parejas se colocaron frente a las puertas mientras que la profesora hacía pasar al resto de los alumnos para que esperaran en el gran comedor a que los Campeones entraran.
Finalmente entraron y, mientras caminaban a la pista de baile pudieron ver como habían decorado el gran comedor, estaba impresionante.
- Hey mira – Le dijo Draco – Tu hermano saluda.
Hermione alzó la vista para ver a Derek saludar con Alek a su lado, también saludando, con alegría, Hermione les saludo de vuelta haciendo brillar las joyas al agitarse.
- Esta preciosa – Dijo Derek con lagrimas en los ojos – Mamá y papá estarían tan orgullosos – Una lagrima le resbalo por la mejilla y Alek le sonrió suavemente, limpiándole tiernamente la lagrima con un suave toque.
- Como cierto hermano que yo me sé – Le susurró Alek dándole un beso en la mejilla.
Cerca de ellos, Severus y Narcisa que habían venido juntos al baile también sonrieron al ver a la joven pareja.
- Hay, se ven tan tiernos – Suspiró Narcisa, mirando soñadoramente a su hijo y a su pareja – Espero que se lo pasen bien esta noche, se lo merecen – Dijo cuando los Campeones estaban bailando abriendo el baile, y algunos profesores y estudiantes comenzaban a unirse a ellos.
- Igual que tú ¿No crees? - Dijo Severus, tendiéndole una mano - ¿Me concedes este baile?
- ¡Oh, Severus! - Exclamó Narcisa, encantada - ¡Por supuesto que si!
Y ambos se dirigieron hacia la pista de baile para comenzar a bailar con el resto, aunque parecía que a ellos les daba igual las personas que los rodeaban.
Cuando los vieron, Draco y Hermione se miraron y soltaron una risita cómplice.
- No pueden meterse en problemas con Lucius ¿Verdad? - Preguntó Hermione, no queriendo que que algo estropeara la creciente felicidad entre la madre de Draco y su profesor.
- No – contestó Draco – Mi madre ha pedido oficialmente el divorcio, y mi padre no tiene como negarse realmente, por lo que en unos días mi madre será oficialmente Narcisa Black de nuevo y puede hacer con su vida lo que quiera sin tener que preocuparse por mi padre.
- Me alegro por ellos – Murmuró Hermione apoyando su cabeza en el pecho de Draco.
- Y yo, ambos se merecen ser felices – Respondió Draco, apoyando su cabeza en la de Hermione, ambos cerrando los ojos y disfrutando del momento.
Ojalá este momento no terminara nunca.
Para Draco y Hermione esa noche era muy especial, y sin duda la recordarían para siempre.
Se divirtieron bailando alegremente, hablando con Harry y Luna quienes también se lo estaban pasando muy bien,
Harry y Luna hablaron entre ellos, conociéndose, Harry admiraba que a Luna no le importara para nada lo que la gente decía o dejaba de decir de ella, no se dejaba llevar por lo que los demás esperaban de ella o lo que querían de ella, fue una de las razones por la que Harry quiso invitarla al baile.
Solo con haber hablado unos segundos con ella, Harry sabia que ella veía a Harry, solo Harry, no al gran Harry Potter, el niño que vivió. Fue un cambió refrescante.
Al cabo de unas pocas horas Hermione y Draco fueron a pasear a los jardines para despejarse un poco y estar un rato a solas.
- Esta está siendo una noche maravillosa – Suspiró Hermione, echando la cabeza hacia atrás y respirando el aire fresco de la noche.
- Desde luego – Dijo Draco, mirando a Hermione embelesado.
Hermione le sonrió y caminaron un poco más antes de instalarse en el suelo donde Hermione aprovechó para descansar contra el pecho de Draco y Draco aprovechó para abrazarla más cerca.
- Ojalá este sentimiento no desaparezca nunca – Dijeron los dos a la vez, lo que causó que ambos se miraran a los ojos durante unos segundos en silenció antes de comenzar a reír a carcajadas.
- No tiene que terminar nunca si no queremos que lo haga – Dijo Draco.
- Eso espero – Respondió Hermione.
Se miraron durante unos segundos sin estar muy seguros de que hacer hasta que, lentamente, ambos comenzaron a acercarse, más cerca, más cerca...un poquito más...
Entonces, ambos juntaron sus labios suavemente en un roce gentil y lleno de sentimiento.
Después del torpe comienzo, volvieron a besarse, esta vez con más confianza y, después de un par de besos más ambos juntaron sus frentes.
- Supongo que todo esta dicho ¿No? - Bromeó Hermione.
- Supongo que si – Se rió Draco, pero de todas formas dejame hacerlo de forma oficial.
Draco le acarició la mejilla y la volvió a besar, suave y tiernamente.
- ¿Te gustaría ser mi novia? - Preguntó, con una sonrisa.
- ¡Si! Por supuesto que si – Exclamó Hermione.
Sin duda fue una noche mágica.
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