Draco y Hermione se encontraron con Harry un rato después de la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, y Ron se acerco a ellos no muy contento, seguramente por su charla con el director.

Los chicos tampoco estaban muy contentos con él que digamos.

- ¿Que haces aquí, Weasley? - Pregunto Draco, que estaba sentado bajo el árbol que el trío de amigos se había adueñado.

- Vigilando que no le hagas daño a mis amigos, Malfoy – Gruño Ron.

- Vaya, quien lo diría teniendo en cuenta que has sido tu quien a hecho daño – Dijo Hermione garabateando en un pergamino.

- ¿Que? ¡Yo no he hecho nada! ¡Es Malfoy el que esta causado problemas no yo! - Se quejo infantilmente.

- ¿A si? - Pregunto Hermione con un clarisimo tono de burla.

- ¡Si! - Exclamo Ron, convencido de si mismo.

- Pues dime, ¿Quien a estado a punto de meter a Hagrid, que es nuestro amigo, en problemas? ¿Quien a estado apunto de poner en peligro a una criatura inocente como lo es Buckbeak? ¿Quien a puesto en peligro a toda una clase solo para lucirse? ¿Quien es el que no puede aceptar que dos personas de casas rivales pueden llevarse bien pero a la vez dice no tener prejuicios? ¿Quien es el que esta causando daño, Ronald? - Dijo Hermione mirándole fijamente.

Ron abrió la boca y la cerro un par de veces sin estar seguro de que decir sin molestar mas a Hermione, así que decidió ir por otro camino...un camino que tal vez era mejor no tomar...

- Bueno, a quedado claro que Buckbeak es peligroso, si Hagrid no puede controlarlos perfectamente era mejor no haberlos traído hasta que estuviera seguro de que no causarían problemas, por suerte sabias que hacer, de no ser por ti seguramente me habría roto un brazo o algo peor – Alago sonriendole, pero Hermione no le devolvió la sonrisa, de hecho estaba algo roja, algo que Ron interpreto como un sonrojo...Harry y Draco la conocían mejor.

- Uhhh... - Dijo Harry antes de darse una palmada en la frente.

- Ya la has vuelto a cagar, Weasley – Dijo Draco.

- ¡Sera posible! - Exclamo Hermione, sobresaltando a Ron quien no se esperaba esa reacción por parte de la castaña - ¡Encima de hipócrita, pelotero! ¡No lo hice por ti!

- ¿N...No? - Pregunto Ron algo asustado.

- Claro que no idiota, lo hice por Buckbeak, si él te hubiera hecho daño es posible que el Ministerio obligara a Dumbledore a despedir a Hagrid y a sacrificar al pobre Buckbeak y su vida vale mas que la tuya – Gruño Hermione, finalmente suspiro y sacudió la cabeza para volver a escribir en su pergamino, como si hubiera dejado la discusión como una perdida de tiempo.

- P...Pero – Comenzó Ron, pero Harry lo interrumpió.

- Dejalo, Ron, Hermione tiene sus razones para estar enfadada, ahora si solo has venido para decirnos que Draco es una mala compañía puedes irte, somos mayorcitos como para saber lo que nos conviene y lo que no.

Ron parecía sorprendido y herido por las palabras del chico de ojos verdes, pero finamente se alejo de ellos murmurando algo sobre como las serpientes estaban intentando contaminar a dos personas importantes.

Mientras Ron se alegaba enfurruñado los tres amigos suspiraron.

- Realmente no comprendo esta tontería sobre la rivalidad entre Gryffindor y Slytherin – Se quejó Hermione.

- Bueno, ya sabes, todo el tema sobre la rivalidad entre Godric y Salazar... - Dijo Draco.

- Bueno – Dijo Harry para atraer la atención de sus amigos de vuelta a él – Hermione, no nos ibas a contar algo de no se que cosa que te había dado McGonagall – Hermione abrió mucho los ojos, como si lo que se había olvidado de decirles fuera la cura de una enfermedad mortal.

- ¡Ah si! ¿Como se me a podido olvidad? Mirad... - Hermione se colo la mano por debajo del cuello de su túnica y tiro de una fina cadenita de oro de la cual los chicos no se habían dado cuenta antes, atado a la cadenita había lo que parecía ser un reloj de arena dentro de dos círculos también dorados.

- ¿Eso es lo que creo que es? - Pregunto Draco con sorpresa.

- Si, es exactamente lo que crees que es – Dijo Hermione con los ojos brillantes, la rabia que había sentido antes con la intervención de Ron se evaporo definitivamente.

- ¡Es increíble! - Chillo Draco tan emocionado como ella - ¿Puedo verlo mas de cerca?

Hermione vacilo durante unos segundos pero finalmente se quito la cadenita y se la dio a Draco con cuidado.

- Me he perdido, alguno de los dos puede decirme que es eso – Dijo Harry mirando confuso el extraño objeto.

- Es un Gira-Tiempo, Harry – Explico Hermione – Si le das la vuelta vuelves en el tiempo, lo único malo es que se crea una especie de paradoja, cuando viajas en el tiempo hay dos "Tú" y dicen que hay magos que se han visto a si mismos y se han vuelto locos, cosas malas les suceden a los magos que juegan con el tiempo .

- ¡¿Que?! Y porque McGonagall te daría algo tan peligroso – Exclamo Harry.

- No es tan peligroso como suena, solo he de tener cuidado en lo que hago ya esta – Tranquilizo Hermione a su amigo.

- Oye, pero...si estas cosas pueden llevarte al pasado...porque no los utilizaron para...no se ¿Viajar en el tiempo y detener a Voldemort cuando era un niño? Por ejemplo – Harry dijo esto como si fuera obvio y realmente esperaba que la respuesta al peligro que suponía Voldemort fuera tan sencillo de arreglar como eso.

- Si...yo también lo pensé, pero no se puede ir tan atrás en el tiempo, una vuelta es el equivalente de 1 hora, pero aunque des muchas vueltas lo máximo que puedes retroceder son 24 horas – Dijo Hermione sonriéndole con pesar a su amigo mientras Draco le devolvía el Gira-Tiempo, se lo volvía a colocar y lo escondía entre sus ropas de nuevo.

- Pues vaya palo...

Entonces las tripas de Draco rugieron haciendo que el rubio se sonrojara y que Harry y Hermione rieran.

- No necesitamos de un reloj para saber que hora es – Dijo Hermione riendo y levantándose del suelo.

- Si – Dijo Draco – Es hora de cenar, venga que se hace tarde.

Los chicos fueron a cenar y Hermione estuvo aliviada al notar que las miradas y cuchicheos cuando pasaba habían disminuido mucho, con suerte, en poco tiempo la conmoción del descubrimiento con los herederos pasaría solo a la privacidad y no cuando ella estaba delante, era demasiado pensar que la gente olvidaría algo así pronto, pero al menos los demás alumnos no la molestarían, puede que el aviso de Dumbledore tuviera algo que ver en eso.

Cenaron sin problemas y se fueron a dormir.

A la mañana siguiente el trío desayuno rápidamente para llegar a su primera clase de DCAO con Remus Lupin, tenían curiosidad de saber como seria porque bueno...

Después de un profesor loco que escondía a Voldemort en la parte trasera de su cabeza y un farsante que en realidad era un asqueroso cobarde, Lupin no puede ser peor.

Finalmente la clase comenzó y Remus se presento hablando sobre los Boggarts, a Hermione le sorprendió que realmente existiera una criatura que era capaz de transformarse en tu mayor miedo...y que la forma de repelerlo fuese un encantamiento que al principio le parecía muy sencillo, el problema llego a la hora de enfrentarse a él.

El primero en enfrentarse al Boggart fue Neville que resulto que su mayor miedo era el Profesor Snape.

- ¿En serio? - Dijo Draco cuando vio a la copia de su padrino salir del armario donde estaba el Boggart.

- Bueno...has de admitir que Snape se pasa un poco con el pobre Neville – Dijo Hermione mirando como el Profesor Lupin le susurraba algo a Neville.

El pobre chico asintió y se preparo para lanzar el hechizo.

- ¡R...Riddikulus! - Dijo y entonces vieron algo que nadie pensó que verían alguna vez.

¡El impasible Severus Snape estaba delante de ellos con la ropa de la abuela de Neville!

Era algo hilarante, el propio Boggart parecía desconcertado y miro hacia todos los alumnos que se reían sin control buscando una nueva victima para desacerse de la forma que se había visto obligado a tomar.

El Boggart paso por varios alumnos tomando formas mas "Comunes" como una serpiente gigante o un payaso, incluso Ron se había enfrentado a él, su miedo mas profundo parecían ser las arañas.

- Vaya, su aracnofobia parece ser algo realmente serio – Comento Hermione, pues debía ser malo si su mayor miedo era ese por encima de todo lo demás.

Lo curioso era que, por alguna razón, el Profesor Lupin parecía reacio a dejar que Harry y Hermione se enfrentaran al Boggart.

Harry no parecía haberse dado cuenta de este detalle, pero Hermione si que se había dado cuenta, Draco también lo había notado y miro a Hermione confuso.

Por desgracia, a pesar de los esfuerzos disimulados del Profesor Lupin por alegar a los dos Gryffindor, el Boggart tenia otros planes y, antes de que Lupin pudiera evitarlo, el Boggart se movió mas deprisa de lo que hubieran pensado posible y se detuvo delante de una sorprendida Hermione.

El Boggart se transformo...y no era una imagen como una serpiente o araña gigante...la imagen de un muerto John Granger se había materializado delante de la joven, el cuerpo del hombre estaba cubierto de sangre y heridas, sus ojos, normalmente brillantes y alegres ahora miraban hacia su hija vacíos y muertos, después de unos segundos la imagen volvió a cambiar, esta vez era Jane Granger, después Harry, Derek y finalmente Draco, pero Draco aun estaba vivo, el falso Draco estaba arrodillado en el suelo, también herido y lleno de sangre, sonrió a Hermione con un dolor agonizante y hablo.

- Lo siento, Princesa... - El falso Draco se desplomo y murió como todos los demás.

Toda la clase estaba en shock y algunos de ellos gritaron de horror, eso era algo que de verdad nadie se esperaba, Harry y Draco estaban pálidos y Hermione estaba igual o mas pálida que ellos, murmuraba cosas sin sentido y temblaba como una hoja, sus ojos abiertos en lo que solo podía ser horror y angustia.

Remus Lupin salio del Shock y corrió a colocarse delante de Hermione, al tener otra victima el Boggart volvió a transformarse, esta vez en una enorme y brillante luna llena, el Profesor Lupin frunció el ceño.

- ¡Riddikulus! - Grito y la luna se convirtió en un globo, con un poco de esfuerzo consiguió que el Boggart volviera al armario y lo selló para que no pudiera volver a salir, fue entonces cuando oyó un fuerte sonido sordo.

Al girarse vio a Hermione desmayada en el suelo, totalmente pálida al contrario que los demás que se estaban recuperando poco a poco.

- ¡Hermione! - Draco se apresuro a llegar a Hermione y se arrodillo a su lado acunando su cabeza entre sus brazos, Harry tampoco perdió el tiempo y fue junto a sus amigos para poder asegurarse de que Hermione estaba bien.

- ¡Clase desestimada! ¡Venga todos fuera! Todos excepto ustedes tres – Exclamo Remus haciéndoles un gesto hacia los tres amigos y Ron, cuando la clase se hubo vaciado Remus volvió a hablar – Harry, Draco llevaremos a Hermione a la enfermería, Señor Weasley, vaya a buscar a Derek y dígale que su hermana esta en la enfermería.

Ron parecía un poco inconforme pero salio corriendo de la clase a buscar a Derek, Draco recogió a Hermione y la alzo en brazos, Remus asintió y todos se apresuraron a llegar a la enfermería.

...

Ya habían pasado dos horas cuando Hermione volvió a abrir los ojos, no le hizo falta mirar a su alrededor para saber que estaba en la enfermería, el techo blanco y el olor de sala esterilizada se lo dijo enseguida.

- Si sigues así Poppy va a comenzar a pensar que estas enamorada de ella – Dijo la suave voz de Derek a su lado.

- ¿Hermano? ¡Derek, oh Derek...! - Los ojos de Hermione se llenaron de lagrimas y Derek se sentó en la cama de Hermione para poder abrazarla contra su pecho.

- Remus me ha contado lo que ha pasado en clase...

- ¡A sido horrible! - Lloró Hermione mientras su hermano la abrazaba con mas fuerza.

- Nada de lo has visto a sido real, hermanita – Dijo Derek – Todo a sido un truco del Boggart, te aseguro de que todos nosotros estamos bien.

Hermione negó con la cabeza y la escondió en el pecho de su hermano reprimiendo unos sollozos.

- Y encima....no se por que...pero desde que llegue al castillo...me he estado sintiendo...fatal – Lloriqueo Hermione.

- Si...es por culpa de los Dementores ¿Recuerdas lo que te dije sobre la enemistad entre Dementores y Dragones?

Hermione asintió y Derek estaba a punto de hablar cuando una suave tos los interrumpió.

- Lo sentimos, pero ya que las clases ya han acabado nos preguntábamos como estabas, Hermione.

Ambos hermanos se giraron y vieron a Draco, Harry y Remus delante de ellos.

- Los Dementores os afectan a los dos mas que a los demás, los otros alumnos y profesores puede que sientan mas frio o que en algunos momentos se sientan un poco melancólicos, pero es a vosotros los que mas salís perjudicados – Dijo Remus.

- Es normal que nos sintamos cansados y con una fatiga constante, es por eso que Albus se había negado tan agresivamente a que los Dementores vigilaran el castillo, pero de momento no podemos hacer nada – Se lamentó Derek – Va a ser un año largo...pero necesito que seas fuerte ¿Vale?

Hermione suspiro pero asintió.

- Todo va a estar bien, Princesa, ya lo veras – Dijo Draco cogiéndole la mano.

- Madame Pomfrey digo que en cuanto despertaras podrías volver con nosotros – Dijo Harry sonriéndole tranquilizadoramente a su amiga.

- Gracias, chicos – Dijo Hermione suspirando y frotando su cabeza en el hombro de su hermano.

- Tal vez... - Dijo Remus, llamando la atención de todos los presentes – Derek, se que ahora estas muy ocupado con todo el tema del Ministerio y se que estas presionando al consejo para que retiren los Dementores del colegio así que, tal vez yo podría enseñarles el Expecto Patronum.

- Esa seria una buena idea, seria una buena manera de mantenerlos alejados de vosotros si algo llega a pasar – Dijo Derek.

- Si, eso estaría bien – Dijo Harry, Draco y Hermione asintieron.

- Bien, que os parece, hmm...¿Mañana después de clases?

- Perfecto – Dijo Hermione.

Después de unos momentos Madame Pomfrey llego y después de lanzarle unos hechizos de diagnostico a Hermione afirmo que estaba sana, un poco cansada pero nada que un poco de descanso no arreglara, finalmente les dijo que el desmayo fue por una mezcla de factores, el cansancio, la emoción que habían arrastrado desde que habían sido descubiertos por el mundo mágico y el shock que había supuesto el Boggart habían conseguido derrumbarla.

La había dejado irse con otro trozo de chocolate en la mano.

- A este paso me voy a convertir en una vaca, todos se empeñan en atiborrarme a base de chocolate - Dijo Hermione comiendo su trozo de chocolate con bastante satisfacción.

- Que va, la ventaja de ser un dragón es el metabolismo jodidamente perfecto – Dijo Derek pasándose una mano por el pelo en gesto galán.

- Nos vemos mañana, avisadme si pasa algo – Dijo Draco cuando llegaron al cruce de la sala común de Gryffindor y las mazmorras.

- ¿Que a de pasar? - Pregunto Hermione.

- Nada, Princesa, pero aún así, de esa manera no tendrás que preocuparte de nada y podrás descansar sin problemas – Dijo Draco abrazándola por los hombros.

- Mi héroe – Rio Hermione, se despidieron con un abrazo y unas palmadas por parte de Harry y Derek y cada uno siguió su camino, Draco a su sala común, Derek a su mansión en el bosque y Harry y Hermione a la sala común de Gryffindor.

Finalmente llegaron a la sala común donde Oliver Wood, actual capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor estaba hablando con los gemelos Weasley sobre la nueva temporada de Quidditch, estaba muy emocionado.

- Vaya, realmente esta decidido a ganar la copa este año ¿Verdad? - Dijo Hermione sentándose en una de las butacas frente al fuego.

- Y que lo digas, hay un partido dentro de poco y nos esta atosigando a cada rato para entrenar – Respondió Harry.

- Hey, Hermione – Dijo Neville acercándose a ellos – Solo quería saber como estabas después de...bueno ya sabes – Continuo algo mas tímidamente.

- Estoy mejor, gracias Neville, simplemente me pillo por sorpresa, no volverá a pasar.

En ese momento Crookshanks salto al regazo de Hermione ronroneando y frotándose contra su cuerpo.

- Hola, amor ¿Me has echado de menos? - El gato le maulló a su dueña y elevo el tono del ronroneo – Aww, pero si es imposible no amarte – Dijo abrazándolo y él le lamió la mejilla.

- ¿Que es lo que lleva en la boca? - Pregunto Harry.

Ante la pregunta, Ron corrió a su mochila y saco de ella a Scabbers con un suspiro de alivio, obviamente había pensado que el gato había atrapado a su mascota.

- Es una arañita, honestamente Ron, ¿De verdad crees que Crookshanks va a ir tras tu rata en todo momento?

- Di lo que quieras pero ese monstruito la a tomado con el pobre Scabbers – Gimoteo Ron.

- ¿Sabes que? Cuando tienes razón, tienes razón – Dijo Hermione sorprendiendo a los presentes – Pero lo que no entiendo es porque la a tomado con él y no con cualquier otro gato o rata...esto va a sonar fatal, pero estoy comenzando a pensar que hay algo malo con Scabbers, como si tuviera algún maleficio o algo así...claro que eso es imposible – Dijo Hermione mirando a su querido gato que le gruñía y bufaba amenazadoramente a Scabbers y comenzó a acariciarlo para tratar de apaciguarlo un poco.

- ¡Pues claro que es imposible! ¡Scabbers es solo una rata! - Defendió Ron.

...

Las clases del día siguiente pasaron sin demasiado alboroto, por suerte no habían demasiadas personas que miraban a Hermione fijamente, aun así habían algunas personas que le dirigían miradas solemnes.

- El incidente de la clase de Defensa se ha extendido como pólvora – Dijo Draco en el descanso.

- Bueno, entonces sera mejor no darle chispa para que explote – Dijo Hermione con un suspiro.

Finalmente las clases acabaron y los tres amigos se dirigieron al despacho de Remus Lupin para aprender el encantamiento Patronus.

- Bien, lo practicaremos con un Boggart que se transforme en un Dementor, pero eso no sera hoy, tened en cuenta que el Expecto Patronum es un encantamiento con el que incluso los alumnos de séptimo año tienen problemas y vosotros apenas sois de tercer año, pero eso no significa que si os esforzáis no lo logréis – Dijo Remus, cogiendo su varita y repitiendo un complicado movimiento de muñeca – El conjuro es fácil de decir, el movimiento y la concentración junto a la fuerza del hechizo ya no es tan fácil, el movimiento de muñeca a de ser fluido y no seco.

Los chicos estuvieron practicando el movimiento pero se sorprendieron al darse cuenta de que era mas complicado de lo que habían pensado en un principio.

- Espera, Hermione, te estas alterando demasiado, tranquilizate – Remus le sonrió calmadamente a la joven y ella suspiro tratando de desacerse de la tensión en sus hombros, cuando volvió a intentar el movimiento le salio perfectamente - ¡Si! ¿Lo ves? El punto de este conjuro es estar relajados, es por eso que hacerlo ante los Dementores es tan complicado.

Después de una hora estudiando el movimiento y la pronunciación ya se había hecho bastante tarde.

- Ya es muy tarde, antes de iros de vuelta a vuestras salas comunes que os parece si intentáis hacer el conjuro, haber que pasa, recordad que tenéis que concentraron en un pensamiento feliz, el mas feliz que podáis recordar – Dijo Remus sentándose en un tamborete que tenia cerca – Venga, Harry, tu primero.

Harry asintió con mirada decidida y se coloco en posición.

- ¡Expecto Patronum! - De su varita salieron unos hilos plateados pero apenas salieron de su varita se disolvieron en el aire.

- No esta mal, ¿Que pensamiento utilizaste? - Dijo Remus.

- La primera vez que monte en escoba.

- Muy bien, pero tal vez puedas encontrar otro recuerdo mas poderoso, piensa en todos los momentos que has pasado con tus amigos por ejemplo, venga Draco, ahora tu.

- ¡Expecto Patronum! - La punta de su varita se ilumino pero no salio nada de ella, Draco hizo una mueca ante eso.

- No pasa nada, ya os he dicho que esto no seria algo que aprendierais de la noche a la mañana ¿Que recuerdo a sido?

- Yo...cuando recibí la carta de Hogwarts, no se me ocurre nada mas...

- Bueno, te diré lo mismo que a Harry, rebusca en tu mente, estoy seguro que has de tener algo mas, bien, ahora solo faltas tu, Hermione, veamos que tienes.

- ¡Expecto Patronum! - Hermione parecía haber tenido mas suerte con el hechizo pues de su varita salio una niebla plateada que se arremolino alrededor de su varita durante unos segundos antes de desacerse en el aire.

- ¡Bien hecho! ¿Cual a sido tu recuerdo?

- Bueno, mas bien a sido la sensación que tuve cuando me transforme en dragón por primera vez – Dijo Hermione algo ruborizada.

- Eso esta muy bien, es algo que también podéis utilizar, las emociones fuertes son tan buenas como los recuerdos, en fin, ya es muy tarde, mañana tenéis salida a Hogsmeade ¿Verdad? Espero que os divirtáis.

Los chicos le dieron las buenas noches a su profesor y se fueron a dormir, todo iba bien y estaban muy emocionados con la salida al pueblo...o bien, lo estaban asta que a la hora de entregar el permiso de sus padres o tutores Harry se dio cuenta de algo.

- Oh no...al final mi tío no firmo el permiso para ir al pueblo... - Murmuro Harry cuando se dio cuenta.

- ¡¿Que?! ¿Por que no? - Exclamo Draco.

- No lo entiendo, no necesitas el permiso de tus padres o tutores para volar en escoba y jugar a un deporte donde lo normal es acabar en la enfermería con algo roto pero si lo necesitas para visitar un pueblo totalmente seguro que esta al lado del colegio – Se quejo Hermione.

- Hey, a que vienen esas caras ¿No estáis emocionados por el viaje al pueblo? - Pregunto Derek que se acercaba a ellos junto a la Profesora McGonagall y el Profesor Snape, esta vez ellos eran los encargados de supervisar a los estudiantes.

- Harry no tiene el permiso firmado... - Dijo Draco.

- Bueno, no importa...os esperare en los terrenos del castillo, traedme algo de cerveza de mantequilla ¿Vale? - Dijo Harry cabizbajo, estaba apunto de irse cuando Derek le puso una mano en el hombro.

- Espera, tal vez podamos arreglarlo, dame tu permiso – Pidió, Harry se lo dio algo confuso y Derek conjuro una pluma para firmárselo – Aquí tienes Minerva, ya que sus parientes no han tenido tiempo para firmarlo ya lo he firmado yo, no hay ningún problema ¿No?

- Mira que eres... - Se rio Minerva aceptando el permiso.

- ¿Te estas aprovechando de tu nuevo estatus de Rey? - Pregunto Snape – Estoy muy orgulloso – Dijo palmeándole el hombro, lo que a su vez causó que Minerva rodase los ojos.

Los chicos rieron y abrazaron a Derek dándole las gracias.

- Awww, tanto amor – Dijo aceptando encantado el abrazo del trió.

En el viaje al pueblo se lo pasaron muy bien, pudieron ver la tienda de bromas, pudieron entrar a la tienda de chucherías y compraron tanto dulce como pudieron y no se olvidaron de probar una buena cerveza de mantequilla en las Tres Escobas.

Fue volviendo al castillo donde Derek les comento algo muy interesante.

- Por cierto, los del consejo están barajando la posibilidad de celebrar una coronación en el antiguo palacio real para presentarnos a Hermione y a mi al mundo mágico como reinantes – Dijo cuando llegaron a los carruajes que los llevarían de vuelta al castillo.

- ¿En serio? - Dijo Harry.

- ¿Cuando? - Exclamo Hermione algo asustada.

- Aun no sabemos si se hará o no, yo les dije que te lo contaría y que ya veríamos si se hacia o no, tal vez deberías venir a una de las reuniones para poder decidir si se hace o no – Dijo Derek levantando las manos en señal de paz.

- No seria mala idea... - Dijo Hermione aun algo aturdida.

Realmente pensaron que ya no podía pasar nada mas sorprendente, pero de nuevo se estaban olvidado que iban a Hogwarts, y que nunca hay nada normal en el castillo.

Cuando ambos Gryffindor llegaron a la entrada de su sala común se sorprendieron al ver a todo el grupo de Gryffindor afuera mirando a la pintura de la Señora Gorda y cuchicheando entre ellos.

- ¿Que a pasado? - Pregunto Hermione a lo que Harry se encogió de hombros.

- ¡Déjenme pasar, déjenme pasar! - Dijo la poderosa voz del director que llegaba seguido de los cuatro jefes de casa y de Derek.

Entonces, Hermione y Harry pudieron ver el retrato de la Señora Gorda, o lo que quedaba de él.

- ¡Que alguien busque a la Señora Gorda! - Exclamo el director.

- No será necesario, Albus – Intervino Derek – Ella esta aquí – Dijo señalando un cuadro de jirafas donde la Señora Gorda se escondía entre unos matorrales.

- Mi querida Señora, ¿Quien os a hecho esto? - Pregunto el director a la asustada pintura.

- ¡A sido él! ¡Del que tanto hablan! ¡Tenia un cuchillo y cuando le he negado el paso se a enfurecido y ha atacado! - Chillo la pobre mujer.

- ¿Pero quien a sido? - Insistió Albus.

- Vaya, vaya – Intervino Peeves – Ese Sirius Black tiene un genio insoportable.