¡Descubiertos!
FELIZES FIESTAS, FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO
Harry y Hermione, con Llama Eterna firmemente agarrada entre sus manos, suspiraron algo temblorosos y dudaron en seguir avanzando, el miedo finalmente había calado hondo en ellos, Hermione sacudió la cabeza con frustración.
- Venga, no podemos quedarnos aquí parados sin hacer nada, tampoco podemos volver porque el camino esta tapado, nuestra única salida es seguir adelante – Dijo Hermione sonriéndole a Harry con una confianza que claramente no tenía.
- Si...si tienes razón – Dijo Harry, ambos se juntaron todo lo cerca que pudieron y siguieron andando hacia adelante.
A pesar de que el miedo y nerviosismo se hacía cargo de casi todo el sistema nervioso de Hermione, la joven no pudo evitar darse cuenta de lo hermosa que era la arquitectura de la Cámara de los Secretos, las paredes estaban hechas de un tipo de piedra que reflectía de verde esmeralda con el agua que había en el suelo y que manchaba con charcos el pasadizo por el que pasaban, el verde se reafirmaba con las antorchas de fuego verde que se encendían a medida que ellos avanzaban más y más al igual que dejaban entrever las numerosas estatuas de serpientes y otros reptiles similares.
- Oye, mira – Dijo Harry que se había acercado a ver una estatua, Hermione se acercó para ver la misma estatua que su amigo estaba observando - ¿Crees que tu serás así?
La estatua que el chico de gafas estaba mirando era la estatua de un dragón grande y majestuoso con las fauces abiertas mostrando todos los colmillos, las patas firmemente apoyadas en la piedra y las alas medio extendidas, como si estuviera amenazando de saltar sobre quien se atreviera a meterse en su territorio.
- No lo sé, pero me gustaría ser así, Derek dice que es muy posible que sea físicamente igual a él ya que nuestro padre y hermano mayor junto con él eran así, pero que como las hembras son de un color más claro no sabe de qué color seré – Dijo Hermione, acariciando la cabeza de la estatua – Venga, no perdamos más tiempo, no podemos retrasar para siempre el enfrentamiento con el Basilisco.
Finalmente llegaron al centro de la Cámara donde la enorme estatua de la cabeza de Salazar Slytherin les daba la bienvenida.
Jadearon totalmente horrorizados cuando vieron a Ginny en el suelo mortalmente pálida, se acercaron corriendo intentando despertarla.
- Esta viva, pero parece que está totalmente inconsciente, está muy pálida, demasiado pálida como para que sea normal – Mascullo Hermione acariciándole la meguilla.
- Ginny, venga Ginny – Insistió Harry intentando despertarla y sacudiéndola un poco.
- Es inútil – Dijo una voz detrás de ellos.
- Tom – Dijo Harry en cuanto se giraron para verlo.
- ¿Tom? ¿Él es el dueño del diario? – Pregunto Hermione mirando desconfiada al muchacho delante de ellos.
- Sí, soy yo – Dijo el joven.
Hermione miro con suspicacia al joven delante de ella, era alto y de hombros anchos, ojos de un apacible color azul, pero con reflejos inquietantemente rojos por imposible que parezca, cabello perfectamente peinado de un tono marrón oscuro tirando hacia negro, si no fuera por el instinto que le gritaba que era un enemigo Hermione hubiera pensado que tenía cierto aire atractivo.
- Tom, Tom tienes que ayudarnos, rápido el Heredero de Slytherin debe estar a punto de aparecer – Dijo Harry, aliviado de ver a alguien más para ayudar, Hermione por el contrario frunció el ceño y le gruño.
- No, él no va a ayudarnos – Dijo Hermione con convencimiento, se levantó de su posición arrodillada en el suelo y se colocó delate de Ginny y Harry, colocando la letal hoja de la espada entre ellos y Tom.
- ¿Pero de que hablas? – Pregunto Harry, algo confuso.
- Vamos, ¿No te parece extraño? ¡Y muy imposible! Tom Riddle, aparentando unos dieciséis años como cuando "Descubrió al culpable de abrir la Cámara de los Secretos", cosa que paso hace 50 años, y en todo caso ¿Cómo sabes que la cámara estaba aquí oculta? Se supone que tu solo sabes quien abrió la Cámara, no donde está, deja de mentir Riddle, y escupe ya lo que todos sabemos – Las palabras fueron dichas con gran fuerza, tan fuerte que Harry se puso en alerta, más aún cuando vio a Tom sonreír con crueldad.
- Vaya, vaya, como has crecido – Ronroneo él – Es curioso, la última vez que os vi a ambos erais solo unos bebes, bebes que no me explico cómo escaparon de mi – Gruño él.
- Bueno Voldemort, es lo que tiene creerse mucho, que luego te decepcionas con tu inexistente brillantez – Dijo Hermione causando que Harry se atragantara con su propia saliva.
- ¡¿Voldemort?! ¡¿Él es Voldemort?!
- Harry...mira ¿Sabes qué? Eso no es lo importante ahora – Suspiro Hermione sacudiendo la cabeza.
- Si, yo soy Voldemort, ¿Creísteis que utilizaría el nombre de mi estúpido padre Muggle? Cree un nombre que todos temieran pronunciar, y lo hice con creces – Explico, escribiendo en el aire su nombre que se escribía mágicamente con letras de fuego para luego cambiar el orden creando el rotulo de "Yo soy Lord Voldemort" – Para cuando ella muera – Dijo señalando a Ginny – Yo seré totalmente real y gobernare este mundo.
- No lo logaste la primera vez ¿Que te hace pensar que podrás conseguirlo la segunda? – Inquirió Hermione, plantándose delante de Tom y apoyando la punta de la espada en su pecho.
- ¿Y qué te dice a ti que no lo conseguiré? Tu familia junto a mi podríais haber sido mucho más grande de lo que ya erais, pero no, tu padre era un miembro fiel de la estúpida orden del fénix, pero según recuerdo nuestra batalla no acabo bien para ellos, tu padre, tu madre y tu hermano mayor murieron ese día junto a decenas de mis Mortífagos, pero yo sobreviví y salí victorioso, yo soy e mago más poderoso de este tiempo, únete a mi Hermione, y te prometo que encontrare una manera de resucitar a tus padres y a tu hermano mayor ¿No te gustaría eso, tener la familia que perdiste? – Dijo Tom, sonriendo encantadoramente y estirando una mano, esperando a que Hermione se la estrechase.
- La familia que tú me arrebataste querrás decir ¿Me crees estúpida? ¡No iría contigo a ninguna parte! ¡Yo lucho junto al verdadero mago más poderoso de este tiempo, Albus Dumbledore, mi padrino! ¡Él es el verdadero mago más poderoso de este tiempo, no tú!
- ¡Mi simple recuerdo a conseguido que Dumbledore se haya ido del colegio! – Grito Tom, enrabiado.
- ¡No es cierto! ¡Dumbledore nunca dejara el castillo realmente mientras aun queden personas que le guarden lealtad! – Intervino Harry en un impulso de coraje.
Al instante se oyó un grito de pájaro y vieron a Fawkes aparecer volando por el pasillo, tan majestuoso como solo un fénix podría ser, sus plumas brillando en dorado y su voz resonaba con poder, en sus patas llevaba algo agarrado que dejo caer a los pies de Harry y Hermione, estos se fijaron en lo que era mientras Fawkes seguía volando en círculos sobre sus cabezas.
- ¿Eso es lo que trae el "Gran Albus Dumbledore" a sus leales alumnos? ¿El viejo Sombrero Seleccionador y un pájaro cantor? – Tom se rio de ello y llamo al Basilisco.
Harry aparto la mirada inmediatamente mientras que Hermione no tuvo la necesidad de hacerlo, sus ojos volvieron a brillar en azul y sus pupilas se convirtieron en dos finas rendijas.
- Nos volvemos a encontrar cachorro – La voz silbante del Basilisco estaba llena de burla, lógicamente recordando su último encuentro.
- Si, así parece, supongo que esto es algo definitivo, o mueres tu o muero yo – Gruño Hermione, sintiendo que sus músculos se tensaban y que comenzaba a temblar, pero no por miedo o frio, sino por algo más poderoso.
- Ambos sabemos quién será el vencedor de esto – Dijo el Basilisco antes de arremeter contra Hermione.
- ¡Desde luego! – Grito Hermione agarrando firmemente su espada y comenzó a pelear contra el Basilisco.
Harry se sentía seriamente mal, sobretodo porque no sabía qué hacer para ayudar a Hermione que seguía con su revancha contra la monstruosa serpiente gigante.
- ¡Deja a la chica! – Siseo Tom – Ve a por el chico, es el más fácil.
El Basilisco, aunque a Regañadientes obedeció a su amo y dejo a Hermione quien ya presumía unas cuantas heridas para fijar a Harry como nueva presa.
Harry se apresuró a mirar hacia el suelo, pero ahora no sabía para adonde huir para escapar de una muerte segura en las fauces del Basilisco.
- ¡Por los túneles, Harry! ¡Ve por los túneles! – Grito Hermione mientras se ponía en pie con algo de esfuerzo.
Harry hizo lo que su amiga le había dicho, pero entonces se tropezó al esquivar uno de los golpes del Basilisco y termino en el suelo, el muchacho cerro los ojos y se cubrió la cabeza cuando el chillido de Fawkes se volvió a escuchar, el fénix se lanzó contra el Basilisco y comenzó a picarle los ojos con el pico y a rasgárselos con las garras.
La pobre bestia soltó un sonido de dolor y agitó la cabeza para sacarse de encima a su enemigo, pero era bastante inútil puesto que por culpa del repentino ataque de Fawkes había dejado totalmente ciego al Basilisco y su mirada era inútil.
- ¡Harry, vamos! – Hermione no perdió el tiempo y ayudo a Harry a ponerse en pie y lo empujó hacia los túneles.
- ¡NO! – Grito Tom, totalmente impotente - ¡Puede que vuestro estúpido pájaro haya dejado ciego a mi Basilisco, pero aún puede oleros!
Hermione sacudió la cabeza, sus ojos comenzaban a picarle y sentía que su sangre comenzaba a arder, sonaba a que sería algo incómodo sino doloroso, pero en realidad era revitalizante, se sentía bien, muy bien.
Harry se fijó en que algo brillaba debajo del Sombrero Seleccionador, corrió hacia él mientras Hermione seguía entreteniendo al Basilisco y discutiendo con él, al apartar al Sombrero se quedó maravillado al ver la Espada de Gryffindor, la levanto apuntando vacilante con ella al Basilisco.
Entonces el Basilisco consiguió darle un golpe certero a Hermione que la mando a estrellarse contra la pared, al intentar levantarse de nuevo tuvo que dejarse caer de nuevo debido al intenso dolor.
- Menudo Déjà Vu... - Tosió ella, limpiándose con una mano la sangre que le goteaba del labio partido.
El Basilisco decidió dejarla para otro momento y se volvió a enfrentar a Harry debido a que era el más indefenso y al que su amo le tenía más ganas.
Hermione estaba al borde de la inconsciencia y trataba de recuperar energías todo lo rápido que pudiera para ir a ayudar a Harry, pero sabía que no podía, una suave melodía llamo su atención, Fawkes aterrizo cerca de ella y la observo a los ojos, negro y azul chocaron un instante antes de que los ojos de Fawkes se cristalizaran, el fénix se acercó un poco más a ella y apoyo su cabeza contra su pecho dejando ir dos lagrimas que el cuerpo de Hermione absorbió, al instante todas sus energías se renovaron y sus heridas se cerraron como si nunca hubieran estado hay, pero no solo eso, al parecer las lágrimas de fénix le dieron la fuerza suficiente para aguantar un cambio que se acababa de manifestar en el mejor momento.
Fawkes volvió a alzar el vuelo cantando alegremente cuando Hermione gruño con fiereza y se envolvió a si misma con llamas que parecían emerger de sí misma.
- ¡¡¡¡GGGRRROOOOOAAAAARRRRR!!!
Cuando las llamas se disiparon después de haber crecido en gran tamaño, en el lugar donde había estado parada Hermione, se encontraba una enorme, majestuosa y furiosa dragona, era realmente hermosa, sus ojos seguían siendo de un intenso azul con inteligencia brillando en ellos, sus escamas eran de un blanco perlado con degradados en violeta en zonas como el hocico, la espalda, cola y patas, sus alas eran grandes en comparación al cuerpo y su figura esbelta le daba una elegancia rara vez vista en estos seres.
Hermione volvió a rugirle al Basilisco en claro desafío de poder y eso era algo que el Basilisco no pudo dejar escapar.
Harry vio alucinado como Hermione se lanzó contra el Basilisco en su enorme forma de dragón y comenzaron a pelear esta vez en serio, la pelea duro varios minutos hasta que Hermione consiguió inmovilizar al Basilisco mordiéndole la yugular y empujándolo contra el suelo y manteniéndolo con su peso y la enorme presión de sus garras.
- ¡Ahora, Harry! ¡Mátalo con la espada! – Gruño Hermione, aun con los colmillos firmemente apretados contra el basilisco que no podía hablar porque la enorme presión de Hermione le quitaba el aire.
Harry se apresuró de salir del shock de escuchar la voz de su amiga salir de la poderosa criatura que estaba frente a él y se dirigió hacia el basilisco con la Espada de Gryffindor en la mano, cerró los ojos y le clavo la espada al Basilisco cerca de donde Hermione lo mordía, pero entonces, como último ataque antes de morir el Basilisco le consiguió morder ligeramente el brazo a Harry, lo suficiente como para clavarle un colmillo, en represalia Hermione incremento la presión hasta desgarrarle la garganta y rasgarle la piel con las garras.
El joven se tambaleo y hubiera caído de no ser que Hermione llego a aguantarlo con su hocico y ponerlo derecho.
- ¿Harry...? – Comenzó Hermione.
- Estoy bien, Hermione...estoy bien... - Jadeo con evidente dolor – Vamos a por Ginny – Hermione asintió y dejo que Harry se apoyara contra ella para llegar hasta la caída chica.
- Es inútil, estúpidos, puede que hagáis matado a mi Basilisco, pero el veneno de él matara a Potter en unos minutos y cuando la chica Weasley muera yo volveré completamente y tú, dragona, serás mía – Se burló Tom, con una sonrisa maliciosa y algo psicópata.
Sin saber muy bien que hacer para remediarlo Hermione intento escupirle fuego al diario, que fue el principal causante de todo ese lio, pero no pudo, solo llego a toser forzosamente.
- Mierda, no puedo... - Jadeo Hermione, recordando las palabras de Derek que fueron reafirmadas por las siguientes palabras de Tom.
- Pobre cachorro... - Se rio Tom – Eres demasiado joven, no podrás exhalar fuego hasta dentro de dos años...si es que permito que vivas para ese entonces claro – Termino con tono cantarín sarcástico.
- Puede...que Hermione no pueda exhalar fuego...pero atacar al diario...en lugar de atacarte a ti...no es mala idea – Jadeo Harry, sintiendo como el veneno comenzaba a avanzar rápidamente por su sistema nervioso.
- Harry... - Se lamentó Hermione al verlo así.
Pero el joven no hizo caso de ello y se sacó el colmillo del brazo, lo miro durante unos momentos y se dispuso a apuñalar al diario con todas sus fuerzas.
- N...¡Argh! – Cada apuñalada que Harry le daba al diario parecía que se la daban a Tom, finalmente Harry cerro el diario y le dio una última apuñalada que destruyo el diario y también el recuerdo de Tom.
- Argh...como arde... - Se quejó Harry dejando caer el colmillo y se sujetó el brazo herido.
- Oh, Harry...yo...yo no sé cómo curarte, no hay antídoto contra el veneno de Basilisco... - Lloriqueo Hermione, sacudiendo las alas y la cola con angustia.
- No sufras...ya encontraremos una...solución... - Suspiro Harry, entonces Fawkes volvió a aterrizar delante de ellos – Hey...hola Fawkes...has sido muy valiente...y yo demasiado...lento...
Fawkes se inclinó sobre la herida como si estuviera examinándola, luego levanto la vista para mirar a Harry, soltó una suave melodía enérgica y volvió a inclinarse sobre la herida para dejar caer dos gotas sobre ella, igual como Hermione, la herida se cerró automáticamente y borró todo rastro del veneno en su sistema.
- Fawkes... - Suspiro Hermione – Eres la criatura más maravillosa que haya visto nunca – Dijo mientras le arreglaba las plumas con el hocico y Fawkes cantaba su aprobación.
Un fuerte jadeo llamo su atención y se giraron para ver a Ginny despertar, pestañeo dos veces y luego chillo al ver a Hermione.
- ¿Tan horrible me veo? – Pregunto Hermione acercándose a uno de los muchos charcos para intentar verse a sí misma.
- Para nada, en realidad creo que te ves muy bien, no te ves para nada como la estatua que hemos visto antes, tu eres mucho mas bonita que ese dragón de piedra – Se rio Harry.
- ¿Hermione? – Pregunto Ginny incrédula al reconocer la voz que salía de la dragona.
- Es una historia muuuuyyyy larga, Ginny, y ahora mismo no tenemos tiempo para contarla, tu hermano, Draco y el inútil desmemoriado de Lockhart nos esperan hacia la salida – Respondió Hermione, cubriéndose la cara durante unos momentos con sus alas.
- Y que lo digas – Dijo Harry, acercándose a Hermione y acariciándole las escamas del cuello.
- Harry, yo no quería, fue el diario ¡Yo no quería! – Lloriqueo Ginny cuando pudo recuperarse un poco del shock inicial.
- Lo sabemos, Ginny – La tranquilizo Harry – Pero ahora tenemos que salir de aquí...Hermione, ¿Crees que puedes sacarnos de aquí volando? – Pregunto algo dudoso, en la pelea contra el basilisco Hermione no había alzado vuelo en ningún momento por lo que no estaba seguro de si podía volar o era muy pronto para ello.
- No lo sé...bueno, supongo que solo hay una manera de averiguarlo – Hermione se tumbó en el suelo y estiro sus alas en invitación.
- Vamos, Ginny ¿Te apetece un paseo en dragón? – Pregunto Harry con humor.
Harry se subió al lomo de Hermione y se aseguró de que sus piernas quedaban detrás de sus alas para no molestarla, lego ayudo a Ginny a subir detrás de él y le pidió que se agarrara.
Una vez hecho esto Hermione volvió a ponerse en pie y miro hacia la salida, estiro las alas y las batió experimentalmente.
- No sé si esto es buena idea...
- Vamos Hermione, vuelas muy bien en escoba ¿Porque esto sería diferente? – Dijo Harry
- ¿Es malditamente en serio? ¿Qué diferencia hay? – Gruño Hermione fastidiada.
Fawkes aterrizo al lado de Hermione y canto para llamar su atención, cuando Hermione lo miro el fénix se posiciono mirando hacia la salida, dio un par de pasos agitando las alas y despego suavemente hacia la salida, Hermione suspiro, pero imito al fénix, abrió las alas y dio un par de pasos antes de despegar detrás del fénix que cantaba su aprobación.
- ¡Bien hecho, Hermione! – Grito Harry, emocionado por la sensación de volar sobre un dragón.
Hermione soltó un leve rugido alegre que fue acompañado por Fawkes que cantaba, finalmente llegaron a donde se habían separado de sus compañeros y solo pudieron ver un hueco por donde era probable que Fawkes había pasado.
- ¿Draco? ¿Ron? – Pregunto Harry cuando Hermione aterrizo frente a las piedras que les median el paso.
- ¡Si! – Grito Draco – Estamos bien, ¿Habéis podido salvar a la chica?
- Si, todo está bien – Dijo Harry mirado el diario que había traído consigo – Apartaos, a lo mejor Hermione puede despejar el camino.
- ¿Estás loco? Es imposible, Hermione no tiene fuerza suficiente como para apartar las rocas – Grito Ron.
- ¿Perdona? – Dijo Hermione, algo ofendida – Si puedo inmovilizar a un maldito Basilisco puedo apartar unas estúpidas rocas – Gruño molesta.
- ¿Hermione? ¿Te has...bueno, ya sabes? – Pregunto Draco, pensando sobre la transformación.
- Si – Respondió Hermione simplemente
- ¡Genial! ¡Weasley apártate de la pared de rocas si no quieres morir aplastado!
Hermione se acercó y comenzó a empujar y a rasgar las rocas con las garras, después de poco tiempo consiguió derrumbarlas hacia uno de los lados y dejar vía libre para salir.
- ¡¿Pero qué demo...?! – Chillo Ron con una voz bastante aguda que causo que Hermione le gruñera para que se callara.
- Eres impresionante, Hermione, totalmente impresionante y hermosa – Draco se acercó a Hermione y la abrazo acariciándole las escamas, si los dragones pudieran sonrojarse Hermione realmente sería un gran ejemplo, pero solo llego a ronronear por las atenciones del rubio.
- ¡¿El dragón...es...es Hermione?! – Pregunto Ron, totalmente confundido y algo asustado.
- Si, es una historia muy larga – Dijo Harry.
- Salgamos de aquí, tenemos que llevar a Ginny y Lockhart a la enfermería – Dijo Draco.
El rubio también se subió sobre Hermione, pero con tres personas encima ya no podía más por lo que Fawkes agarro a Ron y Lockhart con sus garras y salieron todos volando por el agujero de la entrada a la Cámara de los Secretos.
Una vez de vuelta al baño y con todos de vuelta en el suelo Hermione suspiro, se alejó un poco de sus compañeros y con los ojos cerrados recordó las palabras de su hermano "Para volver a tu forma humana lo que tienes que hacer es relajarte, visualizar como tu cuerpo cambia, con el tiempo será tan sencillo como respirar"
Las llamas volvieron a rodearla hasta que menguaron y se disiparon dejando la conocida figura de la chica de trece años que era Hermione, sus ojos brillaron durante un segundo y volvieron al color àmbar.
- Vaya...no sé qué responder a eso – Rio Draco rascándose la nuca a lo que Hermione sonrió.
- Venga vamos – Dijo Hermione.
Los chicos arrastraron a Lockhart totalmente ido por los pasillos del colegio que por suerte estaban desiertos hasta la enfermería, al abrir las puertas se encontraron a Dumbledore, McGonagall, Snape, Sprout, Madame Pomfrey y a Derek.
Derek suspiro y corrió a abrazar a su hermana que lo abrazo con fuerza.
- Hay Gileroy, cortado por tu propia espada – Se lamentó Albus mirando al hombre frente a él.
- ¿Espada? Yo no tengo una espada, pero esos dos chicos de ahí si, tal vez ellos puedan prestársela – Dijo Lockhart con extraño convencimiento.
- Director, creo que tengo algo que puede interesarle – Dijo Harry, aun agarrando la Espada de Gryffindor, el Sombrero Seleccionador y con Fawkes posado en su hombro.
- Desde luego, Señor Potter, sígame por favor, los demás por favor quédense al cuidado de Madame Pomfrey – Dijo el director, aliviado de ver a todos con vida.
- Lo he hecho, Derek – Suspiro Hermione, aun en brazos de su Hermano – Me he transformado y hemos conseguido destruir el diario y hemos matado al Basilisco – Hermione froto su cabeza contra el pecho de Derek y este le acariciaba el pelo mientras la acercaba todo lo que pudiera a él.
- Te oí rugir, pero no podía ir a ayudarte, lo he pasado tan mal, sabiendo que tú estabas hay abajo luchando contra ese bicho y que yo no podía ayudarte, estoy tan orgulloso de ti – Resopló Derek, aguantando las ganas de llorar cuando sintió un reconfortante calor en su hombro, miro a quien le había apoyado la mano en el hombro y vio a Severus mirándolo con tranquilidad.
- Tal vez ambos deban ir a hablar en un lugar más privado y tranquilo – Sugirió lentamente.
- Si, tienes razón – Dijo Derek – Vamos pequeña ¿Fiesta de Pijamas en mi casa? Tengo un par de películas que tal vez podamos ver y seguro que mi pastel de chocolate te encanta.
- ¿A que estamos esperando? – Sonrió Hermione, limpiando un par de lágrimas que se le habían escapado.
Ron parecía que quería preguntar algo, pero Minerva no se lo permitió.
- Ahora no, Señor Weasley, ya mañana podrá hablar con sus amigos – Dijo Minerva sin darse cuenta de que un escarabajo verde seguía a ambos hermanos.
Derek y Hermione llegaron a la casa y Derek le pregunto si podría enseñarle su forma de dragón.
Hermione se concentró y volvió a transformarse, Derek la imito y también se transformó, físicamente igual a su hermana salvo por el tamaño y el color, él era de color negro con manchas de color verde al igual que sus ojos, estuvieron jugando durante un rato antes de que volvieron a su forma humana para entrar a la casa y comer algo antes de poder descansar.
Pero a la mañana siguiente se toparon con una noticia que les helo la sangre, en el profeta, en primera plana, había una foto de ambos jugando como dragones y luego volviendo a su forma humana, rendo alegremente con el título de:
LOS HEREDEROS PEERDIDOS RESURGEN DE ENTRE LAS LLAMAS
Así como lo ven mis queridos lectores, los jóvenes príncipe y princesa Derek y Hermione Firebreather que se había mantenido oculta bajo el apellido Granger con padres adoptivos vuelven a estar juntos, la realeza del mundo mágico vuelve a emerger y todos nos preguntamos cómo es que ha pasado tanto tiempo antes de que estos hermanos volvieran a juntarse y que es lo que les paso según sus puntos de vista.
Estamos seguros que dentro de poco sabremos más de ellos.
El articulo estaba escrito por una tal Rita Skeeter.
- ¡Maldita mujer! ¡A la mierda nuestra protección! – Gruño Derek lanzando el periódico a la chimenea encendida donde las llamas comenzaron a consumir el papel hasta dejarlo en cenizas.
- ¿Y ahora...que hacemos? – Pregunto Hermione, retorciéndose las manos nerviosamente.
- Agradezcamos que es ultimo día del curso, ahora es muy estúpido salir, si salimos ahora tendremos a todos encima nuestro, esperemos al año que viene, con suerte después del verano las cosas estarán más calmadas...llama a tus amigos para despedirte de ellos si quieres y luego te llevare a casa de los Señores Granger.
- Si, sobre eso, he hablado con mis padres y a ellos les encantaría conocerte, te han invitado a quedarte con nosotros durante el verano – Dijo Hermione, mirando suplicante a su hermano.
- No lo sé Herms...no quiero ser una molestia...
- ¡No eres una molestia! ¡Eres mi hermano! ¡Es normal que quieran conocerte! Además, cuando me entere de la verdad ellos dijeron que eres bienvenido en casa cuando quieras – Dijo Hermione, moviendo un par de maderas de la chimenea para mantenerla encendida y que carbonizara hasta las cenizas del maldito artículo.
- Esta bien, será divertido – Concedió Derek.
Más tarde, antes de que todos subieran al expreso para volver a casa Hermione se despido de Harry y Draco.
Hermione pidió hablar con Draco un momento a solas y cuando se alegaron un poco Hermione se quitó el colgante que en realidad era Llama Eterna y se la dio a Draco.
- Hermione ¿Pero qué...? – Comenzó Draco.
- Yo tengo garras, colmillos y fuerza sobrenatural, me sentiré más tranquila sabiendo que tú también tienes con que defenderte, por favor, no soportaría que algo malo te pasara, prométeme que tendrás cuidado – Suplico Hermione, con los ojos llenos de lágrimas.
- Te lo prometo – Juro Draco acercándose y abrazándola para darle un beso en la frente – Y tu prométeme que tendrás cuidado y que me escribirás ¿Vale?
- Si, te lo prometo – Respondió Hermione, algo sonrojada.
- Nos veremos en unas semanas, Princesa Hermione – Bromeo Draco
- ¡Bobo! – Respondió Hermione tapándose la cara con las manos, Draco se rio ante la tierna imagen y se despidió para subir al tren antes de que se fuera.
- ¿Lista para ir a casa? – Pregunto Derek a lo que Hermione asintió – Tenemos que aprovechar para descansar, el próximo año será interesante.
- Siempre decimos eso – Se quejó Hermione.
- Si, y creo que siempre lo diremos, hermanita.
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