Bajando a la Cámara de los Secretos

Hermione despertó de nuevo en la enfermería, sentía un pitido molesto en los oídos y le estaba costando mucho enfocar la vista hacia el único punto que podía visualizar tendida en la camilla, es decir, el techo.

Trato de moverse, pero se arrepintió al instante al notar un profundo dolor a forma de pinchazos en sus costillas y su cabeza, que volvió a darle vueltas, espero unos minutos antes de poder mover ligeramente su cuello para mirar a su alrededor.

¿Qué había pasado...? Ah sí, el enfrentamiento contra el Basilisco...

¡El Basilisco! ¡Debía avisar a Derek!

Pero estaba tan cansada...ya mañana avisaría a su hermano...sabía que esperar era irresponsable y un tanto egoísta, pero el cuerpo no le respondía, el agradable calor que la rodeaba debido a las mantas era una delicia y la oscuridad en la que estaba sumida la habitación solo la invitaba a dormir un poco más, los ojos se le fueron cerrando poco a poco hasta que volvió a dormirse.

No fue hasta unas 8 horas más tarde que volvió a despertarse en la oscura habitación junto al reconfortante calor, solo que esta vez se le sumaba una gentil mano que le acariciaba la meguilla con cariño y un suave y tranquilizador ronroneo.

- ¿Hermanita? ¿Estas despierta, pequeña? – Oyó la voz de su hermano susurrarle.

- ¿De...Derek? – Mascullo ella tardando un par de intentos abrir los ojos y enfocar para ver a Derek mirarla con un enorme alivio en sus enormes ojos marrones.

- Menudo susto que nos has dado... - Suspiro algo tembloroso – Espera un segundo, avisaré a Poppy y le diré que has despertado, ella podrá acabar de curarte ¿Esta bien? – Su voz fue en todo momento baja y apacible.

- ¿Qué hora es? – Pregunto algo confundida por la oscuridad del lugar, era la misma que cuando despertó la primera vez y estaba segura de que había dormido por bastante tiempo como para que aun fuera de noche.

- Las dos del mediodía, la habitación está a oscuras para que no te molestara la luz – En cuanto Hermione asintió Derek fue a buscar a la enfermera.

Las siguientes dos horas fueron muy largas para Hermione, Poppy se encargó de curarla perfectamente, pero, aunque con la ayuda de la magia y su metabolismo era sabido que la joven estaría como nueva en un par de días, eso no quería decir que fuera totalmente indoloro, cuando la enfermera termino de curarla completamente Hermione estaba tan exhausta como cuando despertó y la enfermera la miro con simpatía mientras volvía a arroparla.

- Te dejare descansar un rato ahora, cariño – Le dijo con suavidad, Hermione estaba realmente sorprendida de que la enfermera no estuviera regañándola por haberse enfrentado a una bestia que era obviamente más poderosa que ella, aunque pensó que era posible que la bronca ya se la hubiera dado a Derek.

- Espera Poppy, tengo la poción para dormir que me pediste hace rato – Llego la voz sedosa del maestro de pociones.

- ¿Dormir? No puedo dormir ahora, ya he dormido suficiente, lo que necesito es hablar con todos, ya sé que es lo que está atacando al colegio, se cómo se está moviendo ¡Es importante! – Exclamo Hermione alternando su mirada hacia Madame Pomfrey y el Profesor Snape.

- A peleado con el monstruo de la cámara, Derek no ha podido darnos muchos detalles más allá de que es un Basilisco y que usted consiguió causarle algunas heridas, a la par que usted gano algunas, la persona que este controlando a esa bestia no es tonta, sabe que volver a atacar tan pronto es estúpido, casi suicida ahora que ya sabemos que es, le recomendaría que bebiera la poción para dormir y que descansara un poco más, su hermano esta ahora mismo comiendo pero cuando vuelva a despertar estará aquí como lo ha estado en todo el tiempo en el que ha estado inconsciente, entonces podrá hablar con él y él nos avisara a nosotros para preparar un grupo y terminar con esa bestia – Dijo Snape con el rostro inexpresivo pero en su voz faltaba el tono de frialdad con el que solía hablarle y en sus ojos se podía vislumbrar cierta calidez – También debo decirle que a pesar de que hemos logrado cerrarle algunas heridas con éxito le quedaran cicatrices en el área del vientre y el hombro – Hermione asintió.

- No me importan las cicatrices, es una manera de recordar que uno sigue vivo – Dijo la castaña aceptando la botellita con la poción y bebiéndola de un solo trago.

Al instante comenzó a sentirse somnolienta y como sus parpados se cerraban lentamente, volvió a recostarse en la cama y lo último que supo antes de volver a dormirse es que la volvían a arropar.

Cuando volvió a despertar tampoco estaba sola, la habitación seguía en una apacible oscuridad, pero podía oír a varias voces hablar entre ellas, cuando pudo enfocar bien y girar el cuello para mirar quien la acompañaba se sorprendió de ver a tanta gente, Derek, Draco, Harry, Albus, Minerva y Snape estaban esperando a que despertara, seguramente para preguntarle qué era lo que había pasado con exactitud.

- Buenos días – Dijo Hermione para llamar la atención.

- ¡Hermione! – Esa era la voz de Draco mientras saltaba a la cama de la joven y la abrazaba con fuerza – Menudo susto nos has dado – Lloro él.

- Y que lo digas – Suspiro Derek.

- Vale, vale Draco, déjela respirar para que podamos saber que ha pasado – Pidió Snape que estaba sentado en una de las múltiples sillas que habían colocado alrededor de la cama.

- Lo siento – Dijo Draco soltándola y bajando de la cama totalmente avergonzado.

- ¿Cómo te encuentras? – Pregunto Derek dulcemente.

- Mejor, ya casi no me duele nada – Respondió Hermione, aliviada y sorprendida al notar que, efectivamente ya no le dolía nada, solo una leve molestia que pasaría en unas pocas horas.

- Bien, eso es que las pociones han hecho su trabajo y su metabolismo ha hecho el resto – Snape asintió - Ahora Hermione, podrías decirnos que es lo que ha pasado – Pidió Albus.

- Si, aunque no hay mucho que contar...descubrí lo que es, un basilisco, uno enorme...cuando salí de la biblioteca con la información necesaria corrí hacia el bosque para contárselo a Derek, pero obviamente no llegue, oí al Basilisco, estaba enfadado porque lo descubrí y vino a atacar, peleé con él durante un rato, conseguí mandar una señal a Derek y solo restaba entretener al bicho gigante para que Derek llegara, pero alguien me lanzo un hechizo por la espalda – Relato todo lo tranquilamente que pudo.

- ¿No pudiste ver al segundo atacante? Es seguramente él quien está controlando al Basilisco – Dijo Albus acariciándose su larga barba.

- No, lo siento, me ataco por la espalda y apenas toque el suelo aguante consciente hasta que llego Derek, no me podía mover – Respondió Hermione acariciándose el área de las costillas.

- ¿Y tú Derek? – El anciano se giró hacia el joven que negó con la cabeza.

- No, cuando llegue el Basilisco rodeo al mago o bruja y se lo llevo, seguramente de vuelta a la Cámara de los Secretos, estaba cubierto con una enorme capa negra, de pies a cabeza, era imposible ver siquiera su rostro – Suspiró.

- Lo que yo aún no me explico es como nadie ha visto a una serpiente gigante moviéndose por el castillo, alguien debería haberlo visto ¿No? Y es increíble que tengamos a varios petrificados, pero nadie, gracias a Merlín, ha muerto aun, eso es sospechoso teniendo en cuenta que el Basilisco mata a sus víctimas mirándolas a los ojos – Dijo Minerva.

- No necesariamente – Respondió Hermione, causando que todas las miradas volvieran a enfocarse en ella – El Basilisco se mueve por el castillo a través de las tuberías, son lo suficientemente grandes como para que pueda moverse sin muchos problemas, y sobre los petrificados es fácil de explicar, si pensamos un poco nadie miro al Basilisco a los ojos directamente, la Señora Norris lo vio a través del agua que había en el suelo ¿Recordáis que el suelo estaba encharcado? Colin lo vio a través de su cámara por lo que el cartucho se destruyó, pero salvo a Colin, Justin lo vio a través de Sir Nicholas y aunque Sir Nicholas si lo vio directamente ya está muerto, no puede morir dos veces por lo que la única alternativa es la petrificación y la última, Penélope ¿Harry, recuerdas que Ron estaba muy pesado porque Percy había pasado horas arreglándose para su cita con Penélope? Pues no es extraño que ella también lo hiciera y que llevara el espejo de mano para acabar de retocarse el pelo mientras llegaba a su cita, ella lo vio a través del espejo, para lo único que no tengo explicación es para mí misma, yo sí que lo mire directamente, varias veces de hecho, mientras peleamos, pero yo estoy bien, ni muerta ni petrificada – Explico con simpleza.

- Para eso soy yo quien tiene la explicación – Intervino Derek – Cuando peleaste contra el Basilisco tus ojos volvieron a cambiar instintivamente, la mayoría de reptiles tienen una membrana cubriéndoles los ojos, en los dragones es muy útil porque nos sirve para proteger nuestra vista de polvo o pequeñas partículas que se encuentren en el aire a la hora de volar además del humo cuando exhalamos fuego, o el propio fuego, la serpiente desciende del dragón, y aunque el Basilisco no es una serpiente normal y corriente no deja de ser una serpiente por lo que los dragones están por encima lo que le impide petrificarnos con la mirada, pero como la membrana cubría tus ojos tampoco podía matarte – Explico de carrerilla, como si lo hubiera ensayado y hubiera estado esperando para decirlo.

- Bueno, eso explicaría su enojo, no podía matarme con su mirada por lo que lo intento físicamente... - Murmuro Hermione entrecerrando los ojos.

- Básicamente – Concedió su hermano.

- Bueno, sugiero que dejemos a Hermione descansar – Intervino Albus – Hermione querida, mañana por la mañana podrás salir de la enfermería.

Hermione asintió y se despidió de todos con un "Adiós" además de un abrazo de Harry y Draco y un beso en la frente de parte de su hermano.

Tal como lo había dicho Albus a la mañana siguiente Poppy la dejo irse un poco a regañadientes, era sábado por lo que el trio decidió ir con Hagrid para preguntarle sobre el monstruo que él guardaba y por el que lo habían acusado injustamente.

Lamentablemente aquella charla no acabo del todo bien a causa de la repentina aparición de Lucius Malfoy, fue en ese momento en el que el trio, sobre todo Draco, agradecieron a los dioses de haberse llevado la capa de invisibilidad y que pudieron echársela por encima antes de que la puerta se abriera.

Lo peor llego cuando Lucius presento unos papeles ante Dumbledore donde estipulaba que el consejo de padres lo suspendía temporalmente de su puesto debido a que no pudo solucionar todos los problemas que acarreaban tener un jodido Basilisco merodeando por el castillo, y no solo eso, sino que el estúpido del Ministro también ordeno que se llevaran a Hagrid culpándolo de nuevo por el monstruo.

Ambos se fueron sin ofrecer demasiada resistencia, por lo menos por parte de Dumbledore que estaba muy tranquilo, aun así, Albus demostró porque se decía que era uno de los mejores magos del mundo al dejar un claro mensaje, dejando saber que sabía perfectamente que los chicos se encontraban allí.

- Antes de irme solo debo decir que Hogwarts siempre le dará ayuda al que la pida y que, una vez sabiendo lo que amenaza al castillo, recemos porque la evolución llegue a su punto máximo, recordemos que hay seres que, por muy jóvenes e inexpertos que sean, siempre están por encima gracias a la evolución de la especie por lo que tienen poder suficiente como para dar batalla e incluso ganarla – Con esas simples palabras el anciano mago se acarició su larga y plateada barba para luego asentir y salir pacíficamente de la cabaña.

Una vez se aseguraron de estar solos los tres amigos se quitaron la capa y se miraron entre ellos antes de suspirar.

- No me puedo creer que mi padre haya echo eso... - Mascullo Draco pateando el suelo.

- No es culpa tuya Draco, ya nos habías advertido de que tu padre no era precisamente la mejor persona del mundo – Dijo Hermione, tratando de animar a su amigo, pero ella misma estaba lo suficientemente decaída como para que su sonrisa no llegara a sus ojos.

No podía creérselo, Dumbledore no estaba en el colegio...y probablemente no lo estaría hasta que atraparan al Basilisco y al Heredero de Slytherin, el castillo estaba más desprotegido, ahora más que nunca ¿El lugar más seguro del mundo mágico? ¡Los cojones!

- Vamos, debemos encontrar a Minerva, Derek o Snape, cualquiera de ellos sabrá que hacer – Dijo Hermione.

Los chicos asintieron y salieron corriendo hacia el castillo, estaban a mitad de camino, corriendo todo lo rápido que podían mientras que Harry y Draco jadeaban y trataban de aguatar el flato producido por el repentino esfuerzo junto al frio aire de la noche cuando vieron a Derek correr hacia ellos.

- ¡Chicos! Menos mal...tenéis que venir conmigo...el Heredero ha vuelto a atacar, y esta vez ha ido en serio – Dijo con un gruñido, su rostro, normalmente alegre y enérgico ahora era serio y sombrío.

- ¿Qué ha hecho? Nadie ha muerto...¡¿Verdad?! – Exclamo Hermione repentinamente aterrada.

- No...por ahora – Dijo él – Es largo de explicar, venid conmigo a la Sala de Profesores.

Los chicos junto a Derek aceleraron su carrera lo más que pudieron, entraron en la sala donde estaban los Profesores Snape, McGonagall, Flitwitck y Sprout, junto a unos asustados Ron, George, Fred y Percy Weasley.

- Buenas noches chicos, gracias por traerlos Derek – Susurro Minerva – Le pedí a Derek que os trajera aquí porque, dadas las circunstancias, pensé que era mejor que vosotros también lo supierais, los Señores Weasley's ya lo saben por lo que lo resumiremos de la mejor manera posible...¿Cómo decir esto sin endulzarlo pero sin asustaros demasiado...? – Cuando la mujer comenzó a divagar Severus tomo la palabra.

- El Heredero ha vuelto a actuar, y esta vez se ha pasado de la raya, hemos descubierto orto mensaje en la misma pared, pero este decía "Sus huesos reposarán en la cámara por siempre" – Dijo Severus, sus ojos aún más fríos que de costumbre, eso hizo que los tres jóvenes sintieran un escalofrió recorrerles la espalda.

- ¿Se ha llevado a alguien...? – Susurro Harry, deslizando su mirada de Snape a los demás profesores, los hermanos Weasley y finalmente volvió a Snape.

- Si... - Esta vez fue Minerva la que respondió.

- Ginny ¿Cierto? – Dijo Draco a lo que Derek y Snape asintieron.

- ¡Si! ¡Mi hermana! ¿Cómo lo sabes? ¿¡Y que se supone que haces aquí, Malfoy!? – Dijo Ron, levantándose en obvia alteración.

- Cálmese, Señor Weasley – Pidió el Profesor Flitwick.

- Lo sabe porque vosotros y Ginny sois los únicos Weasley del castillo, falta Ginny y estáis mas alterados que nunca, eso nos dio una pequeña pista, y para que quede claro, él está aquí porque la Profesora McGonagall ha decidido que esto es de nuestro interés y yo también lo quiero a él aquí conmigo, debes calmarte, estar alterado y a la defensiva no liberara a tu hermana – Dijo Hermione fulminando con la mirada al pelirrojo que tuvo la decencia de apartar la vista de ella y de Draco.

- Uuuhhh...a sacado el carácter de la madre – Le dijo Snape a Derek.

- Y que lo digas – Dijo él con una sonrisilla.

Justo en ese momento Lockhart apareció en el despacho.

- Anda mira, el héroe del libro – Sonrió Derek, ahora con cierta malicia – ¿No fanfarroneabas esta mañana sobre que podrías vencer fácilmente a un Basilisco? Para ti no debe ser nada, al fin y al cabo, un mago tan poderoso como tú, para ti solo será un juego de niños ¿O no?

- Cierto, el monstruo de la cámara se ha llevado a una alumna, estoy segura de que podrás recuperarla sana y salva ¿cierto? – Siguió Snape.

- P...Por supuesto que si...será pan comido...jejeje... - Respondió el hombre que había palidecido varios tonos.

- Bien, en una hora partirás en su rescate – Dijo Minerva.

- Sí, claro...voy a...a prepararme para esta noche – Y con eso se fue tambaleándose.

El trio se miró cuando Minerva les insinuó amablemente que se fueran a la cama junto con los Weasley, prometiéndoles que traerían a su hermana sana y salva.

Harry, Draco y Hermione se deslizaron de la vista de los hermanos Weasley y se fueron por otro pasillo que era un atajo hacia el despacho de Lockhart, estaban seguros que ese fraude moriría al segundo de entrar a la cámara.

Hermione suspiro al recordad como descubrió donde estaba la cámara, el lavabo de niñas donde vivía Myrtle, la joven que murió a causa del Basilisco, ella junto a los chicos fueron a preguntarle a Myrtle como murió y ella les conto que en realidad no lo sabía, y al no saber su causa de muerte no había podido avanzar y se había quedado como fantasma.

A Hermione se le encendió la bombilla y decidió compartir su hipótesis con los demás incluyendo a la fantasma.

Hermione dijo que era muy posible que Myrtle fuera la alumna que había muerto a causa del Basilisco, Myrtle había estado llorando en el baño porque unos alumnos de otra casa se habían estado metiendo con ella, cuando oyó a una persona entrar en los baños y al darse cuenta de que se trataba de un chico ella salió a reprenderlo por entrar en un lavabo de niñas...simplemente murió con un simple recuerdo de unos ojos amarillos, ojos que Hermione había mirado fijamente y había vivido para contarlo.

Draco estuvo confundido y pregunto cómo había sido posible si Myrtle llevaba gafas, Las gafas debieron haber protegido su vista y ella solo hubiera sido petrificada ¿No? Pues no, porque recordemos que Myrtle estaba llorando por lo que es natural que se hubiera quitado las gafas para limpiarse la cara, por lo que no tenía protección alguna contra el Basilisco.

Le preguntaron hacia que lavabo se dirigieron y cuando investigaron un poco el lavabo descubrieron la entrada, fue todo más accidental que otra cosa...pero bueno, las mejores invenciones del mundo han sido, en muchas ocasiones, un accidente.

Hermione se vio obligada a romper su hilo de pensamientos por culpa de una cuarta voz.

- ¡Hey, esperadme! – La cuarta voz era nada más y nada menos que Ron.

El muchacho Pelirrojo los había visto escabullirse y fue tras ellos para ofrecer ayuda.

- Yo también quiero ayu...¡Porque demonios Malfoy sigue aquí! – Hermione rodo los ojos con cansancio.

- Él está aquí porque es nuestro amigo, la verdadera pregunta es ¿Qué estas haciendo tu aquí? – Replico Hermione con ansiedad, debían llegar a la oficina de Lockhart y si Ron les entretenía aun y el muy cobarde se mataba intentando escapar.

- ¡¿Vuestro amigo?! ¡Es un Slytherin! – Exclamo dándole una mirada de desprecio a Draco que solo le sonrió de medio lado.

- Que observador – Se burló el rubio.

- Al grano, Ron – Pidió Hermione – Tenemos prisa y por mucho que nos gustaría quedarnos a charlar, no podemos.

- Sé que vais a ir a por el Heredero y a por el monstruo, hicisteis lo mismo el año pasado, iré con vosotros – Declaró Ron.

- ¿Por qué quieres venir a enfrentar a un bicharraco enorme que es probable que nos mate? – Pregunto Harry mirándolo sorprendido, nadie con dos dedos de frente iría a enfrentarse a un Basilisco...por lo tanto era una suerte que ni Draco, Harry o Hermione tuvieran dos dedos de frente.

- ¡Tiene a mi hermana pequeña! – Lloró, esta vez lo dijo con la voz temblorosa y ojos cristalizados.

- Esta bien...acompáñanos si eso es lo que quieres – Sorprendentemente esas palabras fueron dichas por Hermione con un tono solemne, lo que sorprendió tanto a Harry como a Draco, ambos sabían que la castaña no simpatizaba con el sexto Weasley, fueron las miradas alucinadas de sus dos amigos lo que la obligo a explicarse.

- ¿Que? Él quiere salvar a su hermana pequeña, eso me parece un acto noble, cualquier hermano que se precie, ya sea el mayor o el menor haría cualquier cosa con tal de ayudar a su hermano a estar a salvo...cualquier cosa...incluso alejarse para mantener a su hermano menor a salvo de los malos... - Su voz comenzó fuerte...pero termino en un susurro.

Fue en ese momento en el que tanto Harry como Draco entendieron el verdadero motivo por el que Hermione permitía al Pelirrojo acompañarlos aun sabiendo que muy probablemente los entorpecería.

Se trataba de ella y Derek, Derek la había llevado con los Granger para mantenerla a salvo, la salvo del troll, cuando tomo la poción equivocada cuando fueron a por la piedra, estuvo con ella cuando se convirtió en gato y la volvió a salvar cuando se enfrentó por primera vez al Basilisco, él siempre había estado allí comportándose como el hermano mayor que es, y estaba contenta de que Ron fuera un hermano responsable, seguro que Ginny se alegrará de ver a su hermano con ella cuando lograsen rescatarla.

- Bien – Dijo Draco – Pues venga, se nos hace tarde y tenemos a alguien que rescatar.

- Draco tiene razón, venga vamos – Alentó Harry.

Corrieron hasta que llegaron al despacho de Lockhart y entraron sin llamar...lo que vieron no les gustó nada...nada de nada...

- Lockhart...¡SE PUEDE SABER QUE COÑO HACE! – Grito/Gruño Hermione.

Gilderoy Lockhart, en todo su "esplendor" estaba juntando desesperadamente sus cosas para meterlas en una enorme maleta, estaba pálido y sus pupilas estaban contraídas en algo que solo podía ser terror, pero ni Harry ni Draco supieron decir si era por tener que enfrenar al basilisco o por el chillido de Hermione.

- Yo...yo...esto no es lo que parece... - Intento excusarse.

- ¿Ah no? Vaya...menos mal, ¡Y yo que iba a acusarlo de cobarde y de intentar escapar! – Se burló Draco metiendo las manos en los bolsillos de la túnica.

- Yo...no, por supuesto que no...es solo que... - El pobre hombre se quedó sin argumentos por lo que se quedó callado.

- ¡No se atreva! ¡Usted acepto ir a salvar a mi hermana! – Dijo Ron alterado.

- Realmente jamás pensé que diría esto, pero...Ronald tiene razón, si todo lo que dicen sus libros son un fraude y solo le robo el crédito a otras personas, ¿Porque acepto esta misión? ¿Es cierto que estuvo fanfarroneando sobre que podía vencer a un Basilisco? Que estúpido es, cuando alguien miente tan descaradamente acaba en situaciones como esta de las cuales es muy probable que no pueda escapar – Dijo Hermione cruzándose de Brazos.

- ¡Tenéis que entenderme! ¡¿Qué arias vosotros en mi situación?!

- Asumir mis responsabilidades y, o bien admitir mi fraude o enfrentarme al Basilisco como dije que haría – Dijo Harry con los ojos entrecerrados.

- ¡¿Pero vosotros habéis visto a ese bicho?! – Exclamo el rubio de bote, porque seguro que el pelo era tan falso como sus libros.

- ¿Es una pregunta sería? – Pregunto Draco alzando una ceja mientras Hermione se daba una palmada en la frente.

- No estamos muertos ni petrificados por lo que en teoría no deberíamos haber podido verlo, pero yo sí que lo he visto, es grande, escamoso, da escalofríos, tiene unos colmillos gigantes y venenosos y es jodidamente fuerte y aterrador, pero usted dijo que lo enfrentaría y lo va a hacer...y no solo eso, también traerá a Ginny Weasley sana y salva de vuelta con nuestra ayuda – Declaro Hermione con tono firme.

Lockhart se vio atrapado y trato de huir derribando a Ron, pero no llego muy lejos porque se detuvo a punto de ser cortado por una fina espada.

- Atrévase...Venga atrévase, demuestre que tiene huevos – Susurro mortalmente Hermione – Ahora le diré lo que vamos a hacer maldito cobarde, usted vendrá con nosotros a por Ginny, y si no ayudara se quedara atrás sin intervenir ¿Estamos claros? – Lockhart asintió sin confiar en su voz.

Después de esta pequeña disputa los chicos junto al profesor se dirigieron a los baños, se plantaron delante el lavabo que era la entrada a la cámara y esperaron a que Harry hablara en Parsel para abrirla.

No habían andado demasiado tiempo por el extraño y húmedo pasillo mal iluminado cuando Lockhart les robo las varitas a Ron y Draco.

- ¡Aja! ¡Puede ser cierto que no hice todo lo que escribí! ¡¿pero saben con lo que soy muy bueno?! ¡Los hechizos de memoria! – El pobre hombre intento lanzar un Obliviate a los cuatro jóvenes, pero le salió el tiro por la culata.

El hechizo lanzado por la varita de Ron que, rota como estaba, causo que el hechizo fuera devuelto en su contra y que se estrellara contra una de las paredes del pasillo y el hechizo lanzado por la varita de Draco funciono, pero Hermione lo desvió con algo de esfuerzo con Llama Eterna, el hechizo golpeo el techo que causo que se derrumbara, Hermione empujo a Draco para apartarlo del derrumbe pero se vio obligada a saltar hacia atrás para no ser atrapada ella, quedando separados por una enorme pared de rocas.

Harry y Hermione estaban en el lado que les permitía seguir y Draco, Ron y Lockhart estaban al otro lado.

- ¡Draco! ¡Estáis todos bien! - Exclamo Harry mientras miraba a Hermione recuperar el aliento con una mano en su pecho.

- ¡Si! ¡Weasley y yo estamos bien, pero parece que Lockhart ha perdido la memoria! ¡Vosotros seguid adelante! ¡Salvad a la chica, nos encontraremos aquí, nosotros trataremos de despejar el camino!

- ¡Por favor, traed a mi hermana! – Dijo Ron.

- ¡Y por lo que más queráis, volved sanos y salvos! – Dijo Draco.

- ¡Lo aremos! – Dijeron Harry y Hermione.

Ambos se miraron con duda y miedo, suspiraron y se dispusieron a seguir adelante para encontrarse con el Heredero de Slytherin, el Basilisco y con una, esperemos, viva Ginny Weasley.

Parecía que el verdadero enfrentamiento entre el Basilisco y el Dragón era este...

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