-Vamos deja de jugar.
-Acaso crees que estoy mintiendo? - Pues ahora que lo dices... No - Estuvimos callados unos segundos hasta que tomé la palabra.
-Si te sientes incómoda, puedes decirlo.
-No, no es eso es sólo que- se empezó a sonrojar, estaba muy nerviosa, hasta que habló - También me gustas Damian. - Sinceramente, creí que ella se sentiría rara conmigo al decirle esto, pero creo que tuve suerte.
-Es una broma?
-No - me responde cubriendo su rostro con sus manos avergonzada
- Creo que es un buen momento para preguntarte algo... - No se si deba hacerlo, estoy nervioso, pero ya no hay vuelta atrás - Quier.. Quieres... - no puedo decir lo, estoy tartamudeando, lo diré rápido - quieres ser mi novia? - ella se quedó seria, sin decir ninguna palabra, pero...
-Es en serio? Eres terco, arrogante, vanidoso, muy vanidoso, pero... Creo que es lo que más me agrada de ti, y, si te digo que si, me prometes que éstas características tuyas no desaparecerán? - me miró a lo ojos sin expresión alguna
-No te prometo nada.
Se me acerca, me quita mi antifaz y me susurra al oído - ese es el Damian Wayne que conozco - me da un beso en la mejilla, no separamos, pero por instinto nos volvíamos a acercar.
Hasta que nos besamos, el beso era cálido y aunque duela admitirlo, agradable, sus labios suaves rosando los míos me daban una sensación excitante, deseaba más de su contacto de su boca.
Las gotas de la lluvia caían en nuestros rostros, ellas los recorrían, hasta llegar a nuestros labios, ella puso una mano en mi mejilla y yo en su cintura.
Estuvimos así unos minutos hasta que nos soltamos.
-No quiero ocultar esto, es mejor decirles a nuestros padres, ¿qué te parece mañana en la mansión en la cena?
-Sí, perfecto.
Me puse la máscara verde que traía puesta, en ese momento ya era media noche, Mar'y volteó a verme y habló:
-Mira la hora, feliz cumpleaños - me abrazó yle respondí el abrazo.
-Te veo al rato Grayson
Nos despedimos y cada quien se fue por su cuenta.