CAPÍTULO 14

Aether y Paimon se dirigían a Liyue, disfrutando de sus recuerdos y compartiendo risas en el camino. Sin embargo, de repente, escucharon un grito de auxilio en la distancia. Decidieron acercarse con precaución y se encontraron con Keqing y Ganyu, quienes estaban luchando valientemente contra dos poderosos protodragartos de habilidades pyro. Aether se ocultó en las sombras mientras le decía a Paimon que se escondiera en un árbol cercano.

Keqing: (esquivando un ataque) ¡Cuidado, Ganyu! No te acerques demasiado.

Ganyu: (disparando flechas de hielo) Entendido, Keqing. ¡Cubre mi espalda!

Los protodragartos lanzaban llamas intensas y sus ataques hacían que el terreno temblara. Keqing y Ganyu se esforzaban al máximo para mantenerse a salvo y contraatacar, pero la resistencia de los enemigos era feroz. Aether observaba la batalla desde las sombras, analizando las habilidades de sus amigas y la fuerza de los protodragartos.

Keqing: (gritando) ¡No podemos rendirnos, Ganyu! ¡Sigue atacando!

Ganyu: (respirando agitada) ¡Lo intentaré, pero necesitamos un plan!

Keqing y Ganyu intentaron coordinar sus ataques para aprovechar sus habilidades y debilitar a los protodragartos. Sin embargo, los enemigos eran ágiles y esquivaban la mayoría de los golpes. Aether notó que las habilidades pyro de los protodragartos hacían que fuera difícil para Keqing y Ganyu acercarse lo suficiente para atacar.

Keqing: (frustrada) ¡Esto es más difícil de lo que pensé!

Ganyu: (con determinación) ¡No te preocupes, Keqing! ¡Podemos hacerlo!

Aether se mantuvo oculto, analizando la situación y esperando el momento adecuado para intervenir. Sabía que sus amigas eran valientes y fuertes, pero también sabía que necesitaban ayuda para enfrentar a los poderosos enemigos.

Keqing: (agotada) ¡No sé cuánto tiempo más podremos resistir!

Ganyu: (respirando pesadamente) ¡Tenemos que seguir adelante!

En ese momento, Aether decidió que era hora de intervenir. Cuando vio una oportunidad, invocó sus cuchillas anemo y las lanzó hacia los protodagartos, haciendo que cambien de dirección y se enfoquen en él.

Keqing: (sorprendida) ¿Cuchillas anemo? ¿Podría ser...?

Ganyu: (asombrada) No puede ser, ¿es Aether? pero él ha muer....

Aether, aún encapuchado, corrió hacia los protodagartos con su espada ahora imbuida con el elemento hydro. Utilizando su habilidad para controlar el elemento, debilitó a los enemigos y finalmente los venció con un poderoso ataque. Keqing y Ganyu observaron asombradas y agradecidas, pero también desconcertadas por la aparición del encapuchado.

Keqing: (seria) Encapuchado, ¿quién eres?

Ganyu: (preocupada) ¿Por qué no te muestras? ¿Eres un enemigo?

En ese momento, Paimon apareció volando y al escuchar su voz, Keqing y Ganyu reconocieron a su antiguo compañero.

Paimon: (alegre) ¡Aether! ¡Bien hecho!

Keqing: (sorprendida) ¡Espera! ¿Eso significa que el encapuchado es Aether? Detente y quitate la capucha.

El encapuchado se quitó la capucha, revelando su rostro y una sonrisa alegre.

Aether: (riendo) ¡Exactamente! Es un gusto volver a verlas, Keqing y Ganyu.

Keqing: (emocionada) ¡No puedo creer que hayas vuelto! Pensábamos que estabas... bueno, ya sabes.

Ganyu: (sonriendo) Sí, todos nos sorprendimos al verte nuevamente.

Aether: (agradecido) Lamento haberlos preocupado. Pero estoy de vuelta y listo para nuevas aventuras.

Keqing: (seria) Bien, pero debes decirnos qué ha pasado contigo todo este tiempo.

Ganyu: (asintiendo) Sí, hemos estado preocupadas por ti.

Aether: (sereno) Lo entiendo, y lo siento mucho. He tenido muchas experiencias y cambios en mi vida, pero ahora estoy aquí para ayudar y proteger a todos.

Keqing: (sonriendo) Bueno, eso es bueno escucharlo. Te perdonamos por habernos preocupado, pero no esperes que olvidemos esto tan fácilmente.

Ganyu: (riendo) Así es, deberás recibir una buena regañada.

Paimon: (riéndose) ¡Eso es justo! Aether ha aprendido muchas cosas y se ha convertido en un aventurero aún más poderoso.

En un instante sin que se dé cuenta Aether sería atado por las dos chicas, fue tán rápido ue Aether estaba sorprendido y confundido al verse atado y rodeado por Ganyu y Keqing, ambas con miradas dominantes y sonrisas macabras. No podía evitar sentirse intimidado por su actitud, aunque también sabía que era en parte su culpa por no haberles comunicado que seguía con vida.

Ganyu: (seria) Así que decidiste reaparecer después de todo este tiempo y no nos dijiste nada. ¿Cómo te atreves?

Keqing: (frunciendo el ceño) Estoy de acuerdo, deberías ser castigado por habernos hecho creer que estabas muerto, te llevaremos a la cámara de jade.

Ni bien llegaron, antes de que pudieran decir más, Ningguang llegó corriendo a la escena y al ver a Aether atado, sintió una mezcla de alivio y enojo. Le dio una cachetada a Aether, sorprendiendo a todos, y luego lo besó apasionadamente, dejando a todos boquiabiertos.

Ningguang: (enojada) ¡Idiota! ¿Te das cuenta de cuánto te he extrañado? ¿Cuánto he llorado pensando que ya no estabas aquí?

Aether: (sorprendido) Lo siento, Ningguang. No quería preocuparte. Pensé que estarías mejor sin mí.

Ningguang: (seria) ¿Mejor sin ti? ¿No ves lo equivocado que estás? No sé qué travesuras te traes ahora, pero eso no significa que puedas dejarnos así y hacernos creer que estás muerto.

Ganyu: (interrumpiendo) ¡Exactamente! Fue un acto muy egoísta de tu parte, Aether.

Keqing: (asintiendo) Así es, no puedes simplemente aparecer de la nada después de tanto tiempo y esperar que todo esté bien.

Aether: (bajando la mirada) Lo siento, de verdad. No pensé en cómo se sentirían ustedes al enterarse de mi partida.

Ningguang: (suspirando) Eres un tonto, Aether. Pero también eres nuestro amigo y aliado, y no podemos evitar preocuparnos por ti. Solo... la próxima vez, por favor, avísanos antes de desaparecer.

Ganyu: (suavizando su expresión) Sí, eso sería lo más adecuado. Pero por ahora, parece que has pasado por mucho y tienes mucho que contarnos.

Keqing: (asintiendo) Sí, queremos saber todo lo que te ha sucedido durante este tiempo.

Aether: (sonriendo) Está bien, les contaré todo. Gracias por preocuparse por mí, y perdónenme por haberlos preocupado tanto.

Ningguang: (acariciando su mejilla) Solo prométeme que no volverás a desaparecer sin decirnos nada.

Aether: (tomando su mano) Lo prometo. A partir de ahora, estaré más comunicativo con todos ustedes.

Ganyu: (riendo) Así me gusta escucharlo. Ahora, vamos a soltarte y luego escucharemos toda tu historia.

Keqing: (sonriendo) Y no esperes que nos contengamos con las preguntas.

Aether: (riendo) Está bien, estaré listo para responder todo lo que quieran saber.

Aether se encontraba respondiendo las preguntas de sus amigos mientras Ningguang lo observaba con una mirada intensa y una actitud dominante que lo hacía sentir algo incómodo. De repente, ella agarró su chalina y le dijo con tono seductor:

Ningguang: (sonriendo) Sabes, Aether, he esperado mucho tiempo para disfrutar de tu compañía. Ven conmigo y hagamos algo divertido.

Aether: (sorprendido) Ehm, ¿qué quieres decir con "algo divertido"?

Ningguang: (acercándose más a él) Oh, ya lo sabrás cuando estemos solos. No te preocupes, te encantará.

Aether: (hipnotizado) S-sí, claro. Está bien.

Antes de que pudiera darse cuenta, Aether se encontró siguiendo a Ningguang, sintiéndose arrastrado por su presencia dominante. Sin embargo, en el último momento, logró recobrar la conciencia y se detuvo.

Aether: (recuperando la compostura) Lo siento, Ningguang, pero no puedo hacer esto. Tengo otras cosas que hacer.

Ningguang: (riendo) Oh, vaya, ¿así que tienes fuerza de voluntad después de todo? Bueno, tal vez en otra ocasión.

Aether: (sonrojado) Lo siento si te he causado alguna confusión. Pero ahora debo irme. Tengo que encontrar a Paimon y al Arconte de Liyue.

Ningguang: (sonriendo) Está bien, ve a hacer lo tuyo. Estaré aquí si cambias de opinión.

Aether se apresuró a salir de la cámara de jade, sintiendo alivio al dejar atrás la mirada seductora de Ningguang. Luego se dirigió en busca de Paimon y del Arconte de Liyue, encontrándolos en una plaza cercana.

Paimon: (alegre) ¡Aether! ¿Cómo te fue con Ganyu y Keqing?

Aether: (sonriendo) Todo bien, Paimon. Les conté todo y están emocionadas por saber más.

Arconte de Liyue (Morax): (serio) Me alegra que hayas vuelto, Aether. Pero dime, ¿qué te trae a Liyue?

Aether: (serio) Hay algo importante que debo hacer aquí, Arconte. He recibido información sobre los fatuis y necesito encontrar pistas en Liyue para poder enfrentarlos.

Arconte de Liyue (Morax): (asintiendo) Entiendo. Los fatuis son una amenaza para todas las naciones y debemos hacer lo que sea necesario para detenerlos. Cuenta con mi apoyo en esta misión.

Paimon: (preocupada) ¡Eso suena peligroso! Pero estaremos contigo, Aether. Siempre te hemos apoyado en tus aventuras.

Aether: (agradecido) Gracias, Paimon. No podría hacerlo sin ti.

Así, Aether se preparó para enfrentar nuevos desafíos en Liyue, sabiendo que tenía el apoyo de sus amigos y el Arconte de la región. Mientras tanto, en la cámara de jade, Ningguang se reía suavemente mientras miraba la chalina que aún sostenía en su mano.

Ningguang: (susurrando) Te ves bien, Aether. Y tarde o temprano, te tendré donde quiero.

Aether caminaba por las calles de Liyue, absorto en sus pensamientos y en su próxima misión contra los fatuis, cuando de repente se encontró rodeado por un grupo de sus amigos de Liyue. Uno a uno, ellos se acercaron a él, con sonrisas cálidas y emocionados abrazos.

Xiao: (serio) Aether, nos alegra verte de nuevo.

Xingqiu: (entusiasta) ¡Sí, teníamos que asegurarnos de que estuvieras bien!

Chongyun: (torpe) ¡Oye, amigo, me disculpo si alguna vez fui un poco raro contigo!

Yanfei: (con sinceridad) Lamento mucho no haber podido ayudarte a buscar a tu hermana. Espero que puedas perdonarme.

Beidou: (riéndose) ¡Hombre, te extrañamos en el mar! ¡Espero que hayas estado entrenando tus habilidades náuticas!

Jun-jin: (sonriendo) ¡Nunca olvidaré las lecciones de combate contigo!

Yao Yao: (tímida) Aether, me alegra verte de nuevo. Espero que podamos ser amigos.

Xinyan: (con actitud rockera) ¡Hey, héroe! ¡Si alguna vez necesitas una banda en una de tus aventuras, solo avísame!

Qiqi: (tranquilamente) Hola... Qiqi también lo extrañó.

Aether: (emocionado) ¡Chicos! ¡Me alegra mucho verlos a todos! No hay necesidad de disculparse, de verdad. Estoy bien y estoy aquí ahora.

Mientras se abrazaba con sus amigos, Aether sintió una presencia familiar y sonrió.

Aether: (mirando a un rincón) Xinling, sé que estás ahí. Puedes salir.

Xiangling salió tímidamente de su escondite, sus ojos llenos de arrepentimiento.

Xiangling: (apenada) Aether, lo siento mucho. Me comporté de manera horrible contigo en el pasado. Fui celosa y egoísta, y sé que te hice daño.

Aether se acercó a ella y la abrazó con ternura.

Aether: (comprensivo) Xinling, está bien. Todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos y seguir adelante. Y lo sé, has cambiado. Estoy feliz de verte y saber que estás bien.

Xiangling: (casi llorando) Gracias, Aether. Significa mucho para mí.

Los amigos se unieron en un abrazo grupal, compartiendo un momento de alegría y reconciliación.

Xiao: (sonriendo) Aether, te necesitamos en Liyue. Tus habilidades y valentía son invaluables.

Aether: (decidido) Estoy aquí para ayudar en lo que pueda. Juntos, enfrentaremos cualquier desafío.

En medio de la oscuridad de la noche, Aether se encontraba profundamente dormido en su habitación en Mondstadt. Mientras sus sueños lo llevaban a un mundo de incertidumbre, una escena aterradora comenzó a formarse en su mente. Veía el paisaje de Teyvat devastado, con edificios en ruinas y el cielo oscurecido por nubes ominosas. Sus amigos y aliados yacían en el suelo, derrotados y sin vida.

En ese momento, apareció un enigmático encapuchado con ropas que parecían fusionarse con la misma oscuridad del universo. Su presencia exudaba una aura misteriosa y poderosa que llenaba a Aether de temor y asombro. El encapuchado se acercó a él, sus ojos invisibles parecían perforar el alma de Aether.

Encapuchado: (voz profunda y enigmática) Aether...

Aether: (nervioso) ¿Quién eres? ¿Qué está pasando aquí?

Encapuchado: (misterioso) Soy una entidad que trasciende el tiempo y el espacio. He venido a ti en un sueño, en un momento crucial.

Aether: (confundido) ¿Un sueño?

Encapuchado: (serio) Teivat enfrenta una amenaza inminente. La oscuridad se cierne sobre este mundo y solo tú tienes el poder de detenerla.

Aether: (sorprendido) ¿Yo? ¿Por qué yo?

Encapuchado: (enigmático) Porque eres el único que puede. Debes buscar las siete gnosis para reunir el poder necesario y salvar a Teivat.

Aether despertó de repente, con el corazón latiendo aceleradamente. La escena aterradora aún resonaba en su mente mientras luchaba por recuperar el aliento. Decidió buscar a Zhongli, un sabio en los asuntos de Teivat y conocedor de secretos ancestrales.

Aether: (preocupado) Zhongli, tengo que hablar contigo.

Zhongli: (sereno) Aether, veo que estás inquieto. ¿Qué te preocupa?

Aether le narró su sueño, describiendo cada detalle perturbador y la aparición del encapuchado.

Zhongli: (pausado) Aether, los sueños son una manifestación compleja de nuestras mentes. Pueden ser reflejos de nuestros miedos y anhelos, pero también pueden ser simplemente eso, sueños.

Aether: (incierto) Pero Zhongli, fue tan real. Y el encapuchado parecía tan convincente...

Zhongli: (amable) Comprendo tus preocupaciones, Aether. Pero debes recordar que el futuro es incierto y está en constante cambio. No debes preocuparte en exceso por un sueño. Enfócate en lo que puedes controlar y en proteger a los que amas.

Aether asintió, sintiendo un poco de alivio en las palabras de Zhongli.

Aether: (respirando profundo) Tienes razón, Zhongli. Quizás solo fue un mal sueño. Gracias por escucharme.

Zhongli: (sonriendo) Siempre estoy aquí para ti, Aether. Ahora, descansa y deja que el nuevo día disipe tus preocupaciones.

Aether regresó a su habitación, todavía inquieto pero con un poco más de calma en su corazón. Mientras se acomodaba para dormir de nuevo, recordó las palabras sabias de Zhongli y se prometió a sí mismo enfrentar cualquier desafío que el futuro pudiera depararle, ya fuera en sueños o en la realidad.

Zhongli se encontraba en su cámara, sumido en profundos pensamientos. La preocupación marcaba su semblante mientras reflexionaba sobre la posibilidad de que el Octavo haya regresado después de 500 años de su sellado. Era difícil creer en las casualidades en un mundo donde las fuerzas antiguas y los destinos entrelazados jugaban un papel tan importante.

Con determinación en sus ojos, Zhongli tomó una decisión. Sabía que debía actuar con prudencia y prevenir cualquier amenaza que pudiera surgir. Para ello, decidió convocar a los siete arcontes de las distintas naciones.

Zhongli: (dirigiéndose a sí mismo) Debo informar a los demás sobre esta preocupación. Juntos debemos estar preparados para cualquier eventualidad.

Después de enviar las convocatorias, los arcontes se reunieron en un lugar sagrado, un rincón misterioso donde los elementos convergían en armonía.

Venti: (curioso) Zhongli, no es usual que convoques a una reunión de esta magnitud. ¿Qué está sucediendo?

Zhongli: (serio) Mis queridos arcontes, tengo una inquietante sospecha que necesito compartir con todos ustedes.

Ei: (inquieta) ¿De qué se trata, Zhongli?

Zhongli narró su preocupación acerca de la posible liberación del Octavo, detallando la extraña aparición en el sueño de Aether y la presencia del encapuchado.

Nahida: (frunciendo el ceño) Si el Octavo ha vuelto, eso podría ser catastrófico. Nuestras naciones y pueblos podrían estar en peligro.

Focalors: (mirando a Nahida) Es cierto. Debemos tomar medidas preventivas para salvaguardar nuestras tierras.

La Sariza: (asintiendo) Estoy de acuerdo. Aunque parezca improbable, no podemos ignorar la posibilidad de que el Octavo haya resurgido.

Zhongli: (grave) Exactamente. Por eso he convocado esta reunión. Debemos unir nuestras fuerzas y recursos para investigar y tomar las medidas necesarias.

Elena: (pensativa) Si el Octavo ha vuelto, sus intenciones podrían ser aún más peligrosas que en el pasado.

Zhongli: (asintiendo) Así es. Debemos estar preparados para lo peor y actuar en consecuencia.

Venti: (decidido) Entonces, ¿cuál es el siguiente paso?

Zhongli: (firme) Propongo que cada uno de nosotros realice investigaciones en sus respectivas naciones y comparta cualquier información relevante. Además, debemos estar dispuestos a colaborar y prestar ayuda mutua en caso de necesidad.

La reunión continuó con un espíritu de unidad y determinación. Los arcontes discutieron estrategias, compartieron conocimientos y acordaron mantenerse alerta ante cualquier indicio del regreso del Octavo.

Zhongli: (cerrando la reunión) Sigamos vigilantes, mis amigos. Nuestros destinos están entrelazados y debemos proteger a Teivat juntos.

Con la gravedad de la situación en mente, Zhongli levantó la mirada y dirigió su atención a los otros arcontes presentes. Sus palabras resonaron con seriedad y determinación en el lugar sagrado donde se habían reunido.

Zhongli: (serio) Antes de partir, quiero enfatizar la importancia de mantener esto en secreto. No debemos contarle a Aether sobre nuestras sospechas o investigaciones. Es crucial que él continúe con su vida como aventurero sin ser perturbado por este asunto.

Los arcontes asintieron, entendiendo la gravedad de la situación y la necesidad de mantener a Aether al margen.

Elena: (asintiendo) Comprendemos, Zhongli. Mantendremos esto en secreto por el bien de todos.

Focalors: (serio) Es una orden que seguiremos sin cuestionar.

La Sariza: (firme) Aether merece una vida tranquila y sin preocupaciones.

Nahida: (con determinación) Nuestro deber es proteger a Teivat, incluso si eso significa cargar con el peso de esta información en silencio.

Zhongli: (asintiendo) Agradezco su comprensión y cooperación. Juntos enfrentaremos este desafío y garantizaremos la seguridad de nuestro mundo.

En el silencio sagrado de la cámara, mientras los arcontes asentían a las palabras de Zhongli, un susurro sutil llenó el aire. Focalors, cuyos sentidos agudos habían captado la presencia inesperada, frunció el ceño levemente. Sin embargo, antes de que pudiera mencionar algo, sus ojos se encontraron con la figura inesperada en la puerta.

Focalors: (en un tono bajo) Demasiado tarde, parece que nos escuchó.

Los demás arcontes giraron sus cabezas hacia la entrada, donde Aether, con una mezcla de dolor y decepción en sus ojos, los miraba directamente. El ambiente se llenó de tensión, y cada uno de los arcontes sabía que había perdido la confianza del aventurero que tenían frente a ellos.

Elena: (con urgencia) Aether, por favor, déjanos explicarte.

Aether: (con amargura) ¿Explicar qué? ¿Que han estado escondiendo algo importante y peligroso? ¿Que no confiaban en mí lo suficiente como para contármelo?

La Sariza: (con compasión) Aether, entiende que lo hicimos para protegerte. No queríamos que te preocuparas innecesariamente.

Aether: (frustrado) Protegerme, ¿verdad? Justo como me protegieron de los fatuis, ¿no es así?

Nahida: (con sinceridad) Lo sentimos, Aether. Cometimos un error al no confiar en ti con esta información.

Aether: (con resignación) Bueno, ya no importa. Si ustedes no van a hacer lo que se necesita para salvar a Teivat, entonces yo lo haré. No volveré a confiar en nadie más.

Con un último vistazo lleno de amargura y desilusión, Aether se dio la vuelta y salió corriendo de la cámara, dejando a los arcontes reflexionando sobre las consecuencias de sus acciones. Habían perdido la confianza de alguien que consideraban un amigo y aliado, y la responsabilidad de proteger Teivat recaía ahora en hombros solitarios.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Jejejeje se viene cositas jajaja, un aether que no confie en nadie pero que sea manipulado por un ser extraño terminará bien?

Saludos.


Racson

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top